Hay muchas cosas que me recuerdan a ti Hinata. Pero si tuviera que escoger sólo una, sería el hecho de que cuando sonreías tus ojos brillaban y tu sonrisa se ensanchaba. Hasta casi parecer divina.
Como hace poco cuando te contaba lo mal que la había pasado en la oficina. Solo me habías sonreído y me habías cogido de las manos para guiarme al sillón. Me abrazaste y dijiste que pronto todo estaría bien… Yo te creí, porque Hinata, eras mi puerto seguro, mi sol, mi lugar de retorno.
Recuerdas, cuando hablábamos de tus días en el jardín de infantes y lo bien que se habían portado tus niños en clase. Yo te escuchaba, aunque no realmente, entendí algo sobre una de tus niñas… una tal Ino, la cual siempre imaginaba que era ninja y peleaba con la plastilina, no entendí más. Porque amaba tu voz y los pequeños movimientos que realizabas con las manos, me perdía entre el movimiento de tus labios y la luz que se reflejaba en tu mirada, me hipnotizaban las risitas que salían de lo profundo de ti y después de un día horrible, lo único en lo que me concentre fue en tu ser y no en tu historia. Sonreíste triste al final, cuando terminaste de relatar tu día. Porque al preguntar si me había parecido gracioso, yo respondí con un: ¿Perdón? Ya que, no había entendido nada.
Sabía que te aburrían las reuniones con mis amigos, aunque nunca lo dijiste. Siempre podía ver tus ojos opacos y tu sonrisa forzada al tener que atender a mis amigos y sacrificar tus horas de descanso. Yo quería que te sintieras a gusto con ellos, que los llegaras a conocer, porque eras parte de mi vida. Nunca entendí porque jamás dijiste una palabra negativa, aun cuando terminaba enfermo y perdido por el alcohol.
Hace unas semanas, escuche a la chica de alado hablando sobre ti, disimule lo mejor que pude, para disfrazar mi dolor, escuche poco la verdad, porque di media vuelta para esconder mis lágrimas. Aun así, supe que habías encontrado una casa nueva y que habías conocido a un chico.
Me rehusé a la idea de verte con otro y llore por la noche, mientras abrazaba tu almohada. Mis sentidos se habían adormecido y con ellos, los dolorosos gritos que pronunciaba mi corazón. Sabía cariño, que te había perdido.
Había sido un joven y estúpido hombre, que pensó que mantendría a su chica con él, solo con salidas en grupos y malas comidas entre semanas. Ignore tus lágrimas, mientras llorabas porque extrañabas a tu hermana, sé que no fui el mejor de los consuelos y el solo haberte dicho, pronto la veras, tampoco ayudo en nada.
Te imagino bailando con otro hombre, al igual que lo hacías conmigo y mi ego, mis necesidades, mis pedidos estúpidos no significan nada ahora para mí. Daria todo y haría de todo para bailar una última vez contigo.
Debí haberte dicho que te amaba, cuando aún tenía tiempo.
Pero nunca te lo dije, me guarde mis sentimientos, pensando que sabías todo lo que significabas para mí.
Solo espero cariño, que él te compre flores, sostenga tu mano cuando te lleve a pasear, te dé todas las horas que el día pueda poseer. Que te diga Te amo, mientras te lleva a las estrellas.
Espero, solo espero cariño, que algún día te acuerdes de mí.
Porque yo, aún recuerdo como era ser tuyo.
N/A: Mi primer OS NARUTOxHINATA
Tome como referencia When I Was Your Man, una canción, me que rompe el corazón.
Abrazos, para quienes lleguen a leerla.
