Disclaimer: Todo lo que reconozcan como propiedad de Stephenie Meyer, lo es. La trama de esta historia es lo único que me pertenece.


Prólogo

Mi nombre es Jacob Black.

Tengo seis años.

Estoy en el primer grado de la escuela primaria de Forks.

Y tengo un mejor amigo. Mi mejor amigo se llama Samuel Cullen, pero todos le dicen Sam. Conozco a Sam desde hace muuuuucho tiempo, desde que estábamos en el kínder, el año pasado. Sam es fuerte, muy fuerte. No es el niño más alto ni el más grande, pero es el niño más fuerte de la clase, lo sé porque esta es la tercera vez que pelea con un compañero de nuestra clase y gana.

En esta semana.

Sam ha estado peleando tres o cuatro veces en las últimas dos semanas y siempre gana. Los maestros lo pillan de vez en cuando y se mete en problemas, luego llaman a su mamá, a su papá, o a una de sus abuelas.

No es que Sam sea el niño que abusa de los demás, él nunca podría ser así. Él empezó a pelear después de advertirles a los otros niños muchas veces, pero ellos no creyeron que Sam estuviera hablando en serio. O que pudiera tener la suficiente fuerza para darles una paliza.

Mi mejor amigo no es un abusón o un abusado, él sólo está tratando de defender a alguien. Está protegiéndola.

A ella.

Ella se ve exactamente como Sam. Como un Sam con el cabello largo. Y es del color de la medalla de bronce que papá tiene colgada en el armario de su habitación, pero más brillante. Su cabello, no ella. Sus ojos son grandes y verdes como las hojas de los árboles. Su piel es blanca, no la he tocado nunca, pero creo que es suave como el algodón de azúcar que mamá me compró en Port Angeles. Sus labios son pequeños y de color rosa como la habitación de Rebecca y Rachel.

Ella se llama Re… Re… um…. Ness… um… Ness algo.

Todo el mundo dice que ella es la niña más linda de la clase, pero yo no lo sé porque no me fijo en las demás niñas. Y, de todos modos, no me importa quién es la más linda.

En nuestra clase hay siete niños y ocho niñas. Ninguna niña quiere ser su amiga porque Emily dijo que no lo fueran, Emily está molesta porque los otros niños no la llaman la niña más linda de la clase. También está molesta porque Ness algo le gusta a cinco niños de nuestra clase, el número seis está tan ocupado asegurándose de que ella esté bien, que no le presta atención a ninguna otra niña y el número siete soy yo, y a mí no me gustan las niñas. Las niñas son asquerosas.

Los cinco niños que les gusta Ness algo, hacen lo que sea para llamar su atención, lo que quiere decir que la molestan sin descanso. Por eso, Sam ha estado peleando casi todos los días, para hacer que los niños dejen de molestarla. Ellos le tiran del cabello, la empujan del columpio del patio de la escuela, le hacen caras burlonas y le quitan sus lápices de colores para ponerlos fuera de su alcance cuando ella los quiere de regreso. Ness algo se enoja. Sus mejillas se ponen rojas y se inflan, pero nunca llora.

Así que no sé por qué ella está llorando hoy.

Todos están jugando en el patio porque no está lloviendo, pero ella está sentada en el suelo debajo de su escritorio y se cubre la cara con las manos mientras llora. Podría ir y decirle a Sam, pero Sam no vino a la escuela hoy porque la directora lo castigó por la pelea de ayer.

No puedo pronunciar su nombre, por eso nunca hablo con ella, pero voy hacia donde está porque la última vez que Rachel lloró, tenía una espina clavada en el pie. Tal vez ella tiene una espina clavada en el pie también.

Me arrodillé a su lado, teniendo cuidado de no tocarla - ¿Por qué lloras?

Ella se quitó las manos del rostro y me miró con sus grandes ojos verdes llenos de lágrimas. Ahora que estaba tan cerca, podía sentir su olor, olía a la cocina de mi casa cuando mamá hornea galletas con chispas de chocolate. Me gusta su olor y me gustan sus ojos. No sé por qué. Las niñas son asquerosas. O tal vez esta niña no es asquerosa. Esta niña es la más linda que hay en el mundo, estoy seguro.

- Quiero a Sam – dijo, su voz era delgada y baja.

- ¿Alguien está molestándote?

Ella miró hacia el suelo – Emily me gritó en el patio y todos los demás se rieron de mí. Dijo que mi nombre era horrible.

Bueno, eso era cierto. Pero no se lo dije porque no quería que volviera a llorar.

- Emily es asquerosa – dije en su lugar. Y eso también era cierto.

Ella levantó la vista para mirarme y cuando me sonrió, me puse nervioso. No sé por qué.

- Es una bruja – dijo.

- Una bruja malvada como la del mago de Oz – ofrecí.

Ella asintió – Y como la de Blanca Nieves y la Bella Durmiente.

Me reí y ella se rió conmigo. Era bonita cuando reía, pero no debería sorprenderme, porque ella es la niña más linda del mundo.

Cuando dejamos de reír, me miró por debajo de sus largas pestañas - ¿Tú crees que mi nombre es horrible?

¿Ahora qué hago? No puedo decirle que su nombre es la cosa más fea y difícil que he escuchado en mi vida.

Duré tanto tiempo en silencio, que ella se desanimó. Sus labios se doblaron hacia abajo y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas – Odio mi nombre. Lo odio.

La miré llorar por un rato - Puedes llamarte de otra manera, entonces – dije después de haber pensado mucho en qué decirle para que parara - Hay un montón de gente que tiene apodos, yo tengo uno. Jake.

Me miró como si fuera la mejor idea que se me ha ocurrido por siempre jamás - ¡Sí! ¡Y Sam también tiene uno! – luego frunció el ceño - ¿Cómo voy a llamarme?

- No lo… - empecé a decir, pero repentinamente sabía cómo podría llamarse – Puedes llamarte Nessie.

- ¿Nessie?

- Tu nombre es Ness algo, ¿cierto?

Sus labios volvieron a inclinarse hacia abajo – Es Renesmee.

Me estremecí. Sí que era horrible.

- ¿No te gusta Ness?

Lo pensó por un momento – ¿No es un poco raro?

Negué con la cabeza – Para nada. Nessie es un buen apodo para ti.

- ¿Renesmee? ¿Jacob? – llamó nuestra maestra, la señorita Colbert.

Me puse de pie inmediatamente. La señorita Colbert estaba de pie en la puerta, me miró con preocupación - ¿Qué haces aquí solo? ¿Te sientes bien?

Asentí – Olvidé llevar mi sándwich al patio – contesté. Y había vuelto a olvidarme de él en cuanto entré en el aula.

Su preocupación se fue – Bien. ¿Has visto a Renesmee?

Miré hacia abajo - Me gusta – susurró ella. Sus ojos se veían más brillantes, eran bonitos.

- ¿Ella está allí? – preguntó la Sta. Colbert.

Levanté la mirada y negué con la cabeza – No. Solo Nessie.

Volví a mirar hacia abajo. Ella seguía sentada en el suelo, pero estaba mirando hacia mí con una sonrisa grande en su rostro. Me sentía nervioso otra vez. No sé por qué.

- ¿Quién es Nessie?

Ella tomó mi mano para poder levantarse del suelo y su piel era tan suave como me imaginé. Y no era asquerosa. Me gustaba su piel. Mucho.

Salió de debajo del escritorio y se puso de pie a mi lado – Yo soy Nessie – dijo sonriendo.


Hoooolaaaa!

Esta es la historia que había prometido escribir en el epílogo de A mis Dulces, Inocentes e Inexpertos Diecisiete luego de terminar con Saber, no Saber.

Tardé, eh? lo sé.

La verdad es que había comenzado a escribir la historia desde hace mucho tiempo, pero mi lap sufrió una dolorosa, repentina y prematura muerte, llevándose la información de mi disco duro y sí... toda mi información. He adquirido recientemente una nueva lap, por lo que he comenzado a escribir la historia desde cero, escarbando en mi mente por los detalles de lo que había escrito anteriormente. Lo cual ha sido algo muy difícil porque soy como una Dori humana xD

Para las que no tienen idea de lo que he estado hablando hasta ahora, esta historia es una secuela del fic A mis Dulces, Inocentes e Inexpertos Diecisiete, por lo que les recomendaría leerlo primero para que puedan entender como van las cosas en esta historia.

Bueno, ya explicado todo... ¡Bienvenidas!

Espero que les guste la historia, el prólogo esta cortito, pero es por ser solo el prólogo. Tengo pensado subir los capítulos una vez por semana, pero ya saben que luego me da mi arranque y empiezo a escribir como loca, así que puede que suba más de un capítulo dependiendo de como vaya con la escritura.

Les mando un beso y un abrazo enorme, nos leemos en el cap 1.

Bye!