Dudas

Yuuri Katsuki era entrenado por la estrella mundial Victor Nikiforov. Aunque el ruso siempre era un libro abierto, se le podía notar cuando estaba feliz, triste, enojado, desanimado, pero algunas veces ponía unas expresiones que eran un enigma para todos, sobre todo para Yuuri.

La primera vez que lo notó raro fue en La Copa de China, tuvieron esa leve discusión por los nervios del japonés de arruinar la reputación de Victor, para luego hacer una maravillosa presentación con su rutina de "Yuuri On Ice". Al recibir el puntaje y celebrar un poco en el Kiss and Cry, minutos después Victor se levantó de prisa disculpándose para tomar una llamada, el japonés no había oído la llamada seguramente porque su entrenador lo tendría en vibrador.

Se lo quedó observando, notando como el peligris se esforzaba por hablar muy bajito pero lo suficientemente fuerte para opacar el ruido del público alrededor de la pista. Una mano tapaba su boca seguramente para dar más intimidad a lo que decía y su rostro estaba demasiado serio.

Yuuri lo dejó pasar.

Después de ahí tocaba la competencia en La Copa Rostelcom, Rusia. Victor volvía a desaparecer en ciertos momentos para hablar por teléfono. No entendía qué es lo que estaba sucediendo. Tampoco lo pudo averiguar ya que Victor tuvo que regresar antes de tiempo a Japón por Maccachin.

Cuando Yuuri regresó a su hogar fue para entrenar, esos eran los únicos momentos en los que el ruso no cargaba con el celular, pero estaba seguro que recibía llamadas cada cierta hora.

Katsuki tenía algo claro: nunca preguntaba porque entendía que Victor tuviera una vida antes que él, quizás era un familiar, quizás era un amigo, quizás era un compañero del equipo ruso informando como iba todo, pero las caras preocupadas que hacía cuando hablaba era lo que no podía deducir. Caras que reemplazaba con su típica sonrisa cuando regresaba con él.

En Barcelona, milagrosamente, no había recibido muchas llamadas. Tal vez la persona al otro lado de la línea entendía que esta era la final y que Victor debe estar concentrado, lo cual agradeció porque tranquilizaba también a Yuuri.

Ahora, en la actualidad, Victor había regresado a Japón con Yuuri y Yurio.

Una vez más, Victor estaba afuera del Ice Castle hablando por teléfono.

- Yurio…

- ¿Qué? –el rubio acababa de dar un salto cuádruple y miró al japonés esperando algún halago que alimentara su ego, pero al verlo con cara de preocupación alzó una ceja- ¿Qué tienes, cerdo?

- ¿Has notado raro a Victor últimamente?

- El anciano ya es raro desde que nació –se deslizó hacia su colega y aprovechó a beber un poco de agua.

- Me refiero a… -suspiró- ¿No crees que recibe demasiadas llamadas telefónicas al día?

- Es normal, es Victor Nikiforov, debe hablar con patrocinadores o marcas que quieren que los represente.

- No. No. Estoy seguro de que no es ninguna de esas dos opciones. Casi siempre responde al teléfono conmigo presente, pero hay ciertas llamadas que lo hacen cambiar su expresión y salir corriendo a buscar privacidad.

- ¿Crees que tiene una amante? –dijo en tono de burla, pero al ver que el japonés lo miró muy serio, se dio cuenta que eso es precisamente lo que pensaba- Oye, Victor habrá nacido sin algunas neuronas, pero no creo que sea capaz de engañarte.

- ¿Engañarme? –hizo una sonrisa triste- no me estaría engañando, no somos nada.

- ¿Cómo que no? –Yurio lo miró sin entender- ¿Y qué fue todo ese barullo de los anillos y de Victor diciendo que se iban a casar?

- Esa fue una broma de Victor, supongo que para molestar a todos los patinadores que estaban ahí. Yo le dije que compré los anillos para que tengamos un amuleto de buena suerte.

- ¡Pero… yo vi que se besaron en China!, ¡Salió en televisión, y está en Youtube!

- Dijo que fue solo para sorprenderme como yo lo había sorprendido con mi rutina –Yuuri se sonrojó al recordar ese beso.

- Entonces en serio no son nada…

- ¡Oigan, oigan! –Victor ingresó al lugar- No es momento de estar charlando, deberían estar practicando sus saltos –sonrió desde la puerta. Yurio se apresuró a volver al centro de la pista pero Yuuri se tomó un momento para cruzar miradas con él. La seriedad del japonés esfumó la sonrisa de Victor.

- ¿Sucede algo, Yuuri?

- Nada –dio media vuelta y fue junto al ruso menor para seguir con lo suyo.

-.-.-

Ya en la residencia Katsuki, luego de un baño silencioso en las aguas termales y después de cenar, Yuuri fue el primero en levantarse diciendo que tenía que salir. Tomó su abrigo y salió con calma.

- Am, con permiso –Victor se levantó y salió corriendo a su habitación para cambiarse el traje verde del hotel y ponerse ropa decente a toda prisa para salir. Se terminó de poner el suéter y el abrigo en la calle ya que no quería que el japonés se escape de su vista, y para su suerte, éste estaba caminando bastante lento y con la cabeza gacha.

Corrió para alcanzarlo pero tratando de que no lo notara aún. Al estar a unos metros de él comenzó a caminar despacio para que no se oyeran sus pisadas. Lo seguiría a donde sea que estuviera yendo.

En el lento recorrido, Victor escuchó suspirar varias veces a su alumno.

Por fin Yuuri se detuvo y se apoyó en la barandilla frente al mar, aún no notaba la presencia del ruso hasta que éste, con calma, se apoyó al igual que él sobre el frío hierro.

- ¡Victor! –Yuuri dio un salto hacia atrás, sorprendido- ¡Que susto!

- Lo siento, no fue mi intención –le sonrió.

- ¿Qué haces aquí?

- Salí a tomar aire.

- Ah… -volvió a acomodarse en su posición anterior, ambos mirando directamente las olas romper en la orilla.

- En el entrenamiento de hoy no clavaste ni un solo salto.

- Perdón…

- ¿Me quieres contar qué es lo que te preocupa?

- No.

- Yuuri –hizo su vocecita infantil de reproche- soy tu entrenador, debo saber todo lo que te tiene así, si no lo solucionamos todos tus entrenamientos serán como el de hoy y no te irá nada bien en tu próxima competencia.

- Ya lo hablé con Yurio, no te preocupes.

- ¿Ah? –lo miró- ¿Desde cuándo confías más en él que en mí?

- ¿Y si mejor cambiamos de lugares? –giró su rostro para observarlo- ¿Y si esta vez mi entrenador me cuenta lo que le preocupa?

- Tu progreso, eso es lo que me preocupa.

- No, olvida lo de hoy, solo tuve un mal día.

- No entiendo de qué estás hablando.

- De… -suspiró- nada. Regresemos, tengo sueño –comenzó a caminar pero Victor lo detuvo del brazo.

- No nos iremos hasta que no me expliques.

Ambos se quedaron en un silencio incómodo pero ninguno se movió de su lugar. Victor rebuscaba en su cabeza cien mil posibilidades de lo que le pudiera estar pasando al de lentes, mientras que Yuuri estaba buscando las palabras para formular una pregunta. Un momento después, Katsuki se volteó para verlo a los ojos nuevamente.

- ¿Quién es la persona que te llama tanto por teléfono? –la sorpresa del ruso se pudo apreciar muy bien.

- Eh… yo… -le soltó el brazo e hizo su mejor sonrisa, aunque algo nerviosa- mucha gente me suele llamar por teléfono.

- Sabes específicamente a las llamadas que me refiero. No es necesario que me contestes si no quieres, pero es eso lo que tuve en la cabeza todo el día. Desde que viniste a Hasetsu por primera vez, recibes llamadas que te hacen salir corriendo, pero no me di cuenta hasta que estuvimos en China.

- ¿Desde la copa de China te has estado preguntando eso? –el menor asintió. Victor suspiró y lo soltó- es alguien de quien no me gusta hablar…

Yuuri lo observó un momento más, un momento que se hizo eterno para el ruso ya que esa mirada lo ponía nervioso.

- Bien… -Yuuri volvió a dar media vuelta para irse, pero se detuvo en seco al oír nuevamente la voz de su entrenador.

- Es mi ex…

-.-.-.-

NOTAS:

¿Qué? ¿Qué dijo? ¿Su ex? Ooooh. Son las 9 de la mañana, estoy escribiendo esta historia desde la 1 de la madrugada, ya llevo 4 capítulos así que no creo que me tarde mucho en subir el siguiente. Pero veremos si triunfa este primer capítulo, me doy cuenta que todos los Victuuri que escribí no triunfaron mucho, pero el YurioxOtabek sí que está gustando eh.

Como sea, algún día le voy a dar en el clavo al Victuuri y voy a escribir una historia que valga la pena y que guste (?) Mientras tanto sigo intentando con nuevas historias.

Pero igual sé que tengo unas lectoras fieles que se leyeron casi todos mis fics de Yuri On Ice. ¡Gracias a las que siguen apoyándome a seguir! ¡Y bienvenidas a las que me leen por primera vez!

¡Da svidániya!