Mire a Contessa y a Doctor Mother desde todas las dimensiones posibles acercarse a mi y suspire mentalmente al saber que mi día había llegado. Mi cuerpo estaba roto más allá de toda posible reparación, disperso por múltiples Tierras paralelas, pero ya me había preparado para este momento.
Sabia que iba a morir pero no tenia miedo a la muerte. Una oleada de recuerdos paso por mi cabeza y, si tuviese ojos, habría llorado por Zion, mi pareja.
Me había acompañado desde el principio, cuando empezamos a explorar el multiverso buscando mundos habitados de forma que pudiésemos continuar el Ciclo de Vida de nuestra especie, con el único inconveniente siendo que nuestra reproducción implicaba la completa destrucción de esos planetas en todas las realidades.
Pensando en ello, ¿los humanos se preocupan por lo que piensan los animales a los que comen? ¿A un león le importa lo que piensa su presa? No lo hacen, dado que esas acciones son algo natural y necesario para ellos. Nosotros necesitábamos otras especies para que portasen nuestras crías, dándoles poderes en el proceso, y conflicto para asegurar que solo las más fuertes y sanas sobrevivían y maduraban hasta convertirse en adultos, por lo que realmente no estábamos haciendo nada malo.
Note como mis Fragmentos, mis poderes, se repartían por varios mundos paralelos conectados por mi presencia. En unos años una mujer violada en un callejón descubrirá que puede controlar enfermedades. Dos décadas después un hombre jugará a ser dios en su ciudad natal, creando criaturas para vivir en la misma tras matar a sus vecinos. Pocos años después una niña acosada conseguirá el aparentemente inocuo poder de controlar insectos, pero ese poder será todo lo que necesitara para matar a Zion, volviéndonos a juntar otra vez.
Mi percepción se desvió hacia el mundo donde esa niña nacerá, donde vi como uno de sus supuestos defensores creará accidentalmente seis monstruos que serán conocidos por la humanidad como los Endbringers. Él va a tardar mucho en descubrir la conexión entre él y sus creaciones, perdiendo completamente la voluntad de luchar cuando Zion la confirme poco antes de matarlo, algo que no cambiará el resultado final pero que dirigirá a su asesina en la dirección correcta para matar a Zion.
Decidiendo que era el momento adecuado, gaste parte de mi energía para enviar mi Fragmento Administrativo varios años adelante en el tiempo hacia la Tierra en la que Zion morirá, donde aparecerá cerca de uno de los edificios conocidos como "escuelas" por los humanos y infestara a una niña que grita por ayuda desde el interior de una taquilla escolar.
Mi elección no era casualidad, dado que mi vida y la suya están vinculadas de una forma inimaginable. Por ello, aunque Contessa esta bajando el cuchillo que me matara, me siento a gusto conmigo misma porque he conseguido todo lo que pensaba lograr viajando a la Tierra.
Ahora te preguntaras porque tengo conocimiento sobre nuestra muerte y no estoy haciendo nada para impedirla.
La respuesta es simple. Soy Edén, pero también tengo otros nombres como Khepri, Weaver, Skitter y Taylor Hebert. Yo fui la niña que va a asesinar a Zion y casi me convertí en la primera conquistadora multiversal hasta que Contessa me pego dos tiros en la nuca y bloqueo mis poderes antes de exiliarme a Tierra Aleph con mi padre.
Viví unos pocos años más antes de que las consecuencias a largo plazo de la operación que hicieron para quitarme mis poderes me matasen. Fue entonces cuando me encontré otra vez con Brian Laborn, mi novio en Tierra Bet y a quién probablemente conocerás como Grue, quién me había estado esperando desde su muerte a manos de Zion.
La razón de esto, como nos explico Sleeper, que aparentemente es el supervisor de la sección del multiverso a la que Tierra Bet y Aleph pertenecen, es que ciertas almas están destinadas a nacer, morir y reencarnarse juntas por toda la eternidad, ya sea en el mismo o en otro universo. Tiempo, espacio, especie... todos esos conceptos carecen de sentido. Nos costo creerlo pero, tras experimentar varias vidas juntos recordando las experiencias de las anteriores, eventualmente aceptamos que decía la verdad.
Treinta existencias después, aproximadamente cuatro milenios de matrimonio de acuerdo con nuestros cálculos, renacimos como Zion y Edén, algo que Sleeper había admitido que podía pasar. No estábamos muy felices sabiendo que toda nuestra nueva vida ya estaba escrita, pero decidimos disfrutar cuanto pudiésemos de nuestra existencia como gusanos espaciales antes de llegar a la Tierra.
El cuchillo se clavo. Con mi último aliento en esta vida envié un mensaje de despedida a Zion y le robe sus memorias de otras vidas, algo que habíamos acordado hacer de forma que Zion no encontrase tentador modificar su pasado o incluso intentar salvarla. Era la única forma que teníamos de asegurar que la historia de Tierra Bet, nuestra historia, se desarrollase sin interferencias y, por mucho que nos doliese el hecho de que yo lo matare y que Zion será responsable de su propio asesinato, hace mucho tiempo que hemos aceptado que esos eventos tenían que pasar si queríamos mantener nuestra existencia actual. Además, morir no es tan malo dado que solo significa que nos reuniremos para volver a nacer en otra forma y vivir otra vida juntos, algo que no pensamos dejar de hacer, hasta el fin de los tiempos.
