Hola como están, este es mi segundo fic y también es de mi pareja favorita de One Piece, espero que les agrade, hay escenas Lemmon, pero hay un indicador para que quien quiera, las pase, recuerden que One Piece es propiedad de Eiichiro Oda y que estas paranoias son meramente mías.
Una noche lluviosa, dos figuras corrían a refugiarse, el chico cargó a su amada para ir más rápido y así llegar menos empapados a techo. La vieja encargada de la posada les dio un par de toallas para secarse.
11 años habían pasado desde que Luffy había zarpado para encontrar el One Piece, y lo había conseguido, ahora era el hombre más buscado en el mundo y pocas veces podía estar tranquilo, así que esa carrera bajo la lluvia no resultó del todo mala.
El chico de goma después de sacarse ayudó a su amada a hacer lo propio, sobre todo a quitar la humedad del vientre un poco crecido por el retoño que se avecinaba – Espero que estés bien, niña, aunque un poco de agua no debe hacerte daño verdad – le habló Luffy al pequeño ser que crecía poco a poco dentro de su chica.
– ¿Cómo estás tan seguro que es una niña? – le preguntó la pelirroja. Esa navegante que le había prometido estar con él siempre y lo había cumplido, sus ojos desbordaban amor por ese hombre que acariciaba en ese momento su vientre.
– No lo se, solo creo que si es una niña – sonrió el moreno mientras llevaba a su chica al cuarto para disponerse a dormir.
Luffy todavía hizo piratería después de conseguir el One Piece, sus compañeros poco a poco tras conseguir sus sueños se alejaron de su capitán, pero solo físicamente por que siempre estaban con él y él con ellos. Luffy y Nami siguieron consiguiendo algunos tripulantes, pero el afán del gobierno de atrapar a Luffy destruía con frecuencia a los nuevos tripulantes y con el nuevo embarazo las cosas eran más difíciles aún.
El objetivo de la pareja era llegar a Arabasta, donde seguramente Vivi les daría refugio y el (o la, como Luffy estaba totalmente seguro) bebé nacería sin peligro alguno ya que el gobierno no se atrevería a atacar una Isla tan grande e importante en Grand Line.
– ¿Ya falta poco para llegar a Arabasta? – preguntó por enésima vez Luffy – si, tan solo dos islas más y llegaremos, no te desesperes – contestó Nami para después darle un tierno beso.
La pelirroja comenzó a desvestirse para ir a dormir, justo cuando se quitaba su vestido y se disponía a ponerse si pijama Luffy se la arrebató – ¿Qué pretendes? – Inquirió la pelirroja – me gusta verte así – contestó Luffy – en este momento no estoy tan bella como acostumbro, he subido algunos kilos – señaló con una pequeña sonrisa la chica.
Luffy la miró de pies a cabeza – estás mas bonita que nunca, además para mí tu nunca estarías fea – le dijo el chico de goma al tiempo que se acercaba a ella para acariciar de nuevo su vientre y besarla.
Escenas Lemmon comienzan aquí, hay un indicador abajo cuando estas escenas se caban
Cuando el beso acabó, Luffy comenzó a retirarse sus prendas y luego hizo lo propio con su amada – Lo ves, tus senos están más grandes Nami – señaló el moreno al tiempo que acariciaba a su "navegante". – Eres un tonto – dijo Nami que fue hacia la boca de su amado para empezar uno de esos besos eternos. Luffy recorría cada centímetro de la piel de seda de la pelirroja y ella o perdía el tiempo con la anatomía de su chico.
Amorosamente y con cuidado, Luffy colocó a Nami en la cama, y él se puso a su lado, para seguir las caricias. Las manos del moreno se concentraban en los ahora un poco hinchados senos de la pelirroja, ella solo se limitaba a disfrutar de las maniobras de su "capitán".
Ahora en lugar de sus manos era su boca la que probaba los delicados pezones de la chica, a lo que ella solo respondía con una respiración más agitada, el chico entonces bajó un poco hacia el vientre de su amada, se quedó un momento con su cabeza recostada encima de donde se encontraba su retoño mientras sus manos seguían dándole placer a Nami acariciándole la entrepierna.
La pelirroja se recostó de lado y fue la señal para que Luffy se colocara detrás de ella para consumar el acto. Mientras la fusión de amor se llevaba a cabo Nami dirigía las manos del moreno hacia donde ella quería las caricias. Ella misma hizo que el chico la abrazara como para que jamás la dejara al tiempo que el vaivén seguía en su apogeo sacando gemidos de placer en ambos sujetos.
– No te detengas Luffy, no pares de amarme, ni hoy ni nunca – alcanzó apenas a decir la pelirroja por el placer – jamás… lo haré, jamás – contestó el chico de goma con el esfuerzo del acto.
El sudor corría por ambos cuerpos, la excitación estaba al máximo cuando un pequeño grito de la chica indicaba el intenso fin del acto, un grito que fue silenciado con un beso.
Fin de escenas Lemmon ------------------------------------------------------------
Ambos amantes seguían en la misma posición aún después de un buen rato de acabada la sensual jornada. La barbilla el moreno descansaba sobre el hombro de su chica.
Unas lágrimas corrieron por las mejillas de las pelirroja – ¿qué te pasa? – preguntó Luffy – ¿Por qué no puede ser todo así?, como me gustaría que todas las noches fueran como estás, tranquilas, sin nada que nos moleste – contestó la chica.
– Es nuestro destino, somos piratas y no hay nada que podamos hacer para remediar eso, pero verás que cuando lleguemos con Vivi, ¡todo estará bien! – trató de animar Luffy a su chica.
– No me arrepiento de ser pirata, sobre todo por que nunca nos hubiéramos conocido de haber sido de otra forma, solo desearía que pudiéramos tener paz por lo menos estos nueve meses lo bueno es que solo faltan 4, esperemos estar a salvo para llegar a Arabasta – dijo Nami – no te preocupes esta niña nacerá sana y salva en Arabasta – dijo con entusiasmo el rey de los piratas.
Nami durmió entonces calmada por las palabras de su amado, pero Luffy se sentía bastante intranquilo, la lluvia no cesaba y ahora había comenzado a relampaguear, sentía que algo no andaba bien, como si algo malo fuese a pasar.
Trató de conciliar el sueño pensando que los días siguientes serían mejores, que pronto llegarían al reino de la arena y todo estaría bien. Quería estar tan calmado como había sonado cuando tranquilizaba a su pelirroja.
Pero poco podía hacer para dormir, ya habían escapado de dos Búster Calls, y no sería fácil hacerlo a una tercera sobre todo con una Nami cada vez más delicada. Deseaba que sus nakamas estuvieran con ellos por lo menos en estos tiempos, con ellos sería pan comido sobrevivir a lo que sea, pero aunque el fuera el rey de los piratas nadie puede hacerlo todo solo.
Poco a poco el moreno estaba siendo vencido al fin por el sueño y el cansancio y sus ojos estaban por cerrarse cuando una fuerte sensación oprimió su pecho. Se levantó y miró por la ventana sin descubrir alguna evidencia sospechosa. Se dispuso a acostarse de nuevo – debe ser mi imaginación, estoy muy nervioso – pensó y justo cuando iba a recostar su cabeza escuchó sonidos que lo helaron por completo.
A la posada que se encontraba muy cerca de la playa llego el ruido de barcos grandes llegando a la costa – no puede ser – se dijo a si mismo el rey de los piratas…
Primer episodio, pongan reviews, espero que les guste esta historia, supongo que ya se imaginan el peligro que corre nuestra pareja, See ya next time
