Capitulo 1 :¿Mi nombre?
En verdad quieres saber de mi, el caballero que tildan uno de los más débiles, ¿de Aldebarán de Tauro?, bueno si es así siéntate y escucha atentamente mi historia.
En ella no hay amor, ni grandes hazañas como en la vida de otros caballeros. Para ser sincero siempre he tratado de ser yo mismo, si eso no le agrada al mundo no me interesa, tampoco me importa que digan que soy el más débil, porqué en verdad sabemos que no lo soy, haber como empiezo…
Nací en Brasil, en los barrios más peligrosos las Favela…drogas, pandillas, balaceras estaban a la vuelta de la esquina, en una balaceras perdí a mis padres. pero tenía una hermana mayor, a duras penas recuerdo su cara pero si recuerdo su nombre, "Fabiana", ella tenía 12 y yo apenas 4 años, vivíamos solos con nuestra abuela ella apenas veía. Gracias a ella no nos llevaron a un orfanato y pudimos seguir viviendo juntos, ellas eran mi única familia, mi hermana trabajar para ayudar a la familia.
La vida en aquella ciudad era muy mala, recuerdo que siempre se levantaba muy temprano y salía a las casa de los vecinos en busca de la ropa que lavar para poder traer algo de dinero a casa para la comida… apenas nos alcanzaba, pero éramos felices hasta que todo cambio cuando cumplí 5 años. el día de mi cumpleaños mi hermana llego con un pequeño toro de color blanco hecho en madera de regalo un juguete, hasta ese entonces mi único juguete había sido el gato de la casa.
Pero yo al igual que los niños de mi país soñaba con un balón de futbol, pero para nuestra situación era imposible conseguirlo y a mi hermana le dolía el alma por no poder cómpralo. Mi hermana se había transformado en una madre para mí, pero para la gente aun era una niña, como dos semanas después de mi cumpleaños comenzaron mejorar unas de las pandillas que luchaban por el territorio, sé acerco a la casa nos regalaban cosas, yo como niño no entendía nada, mi abuela dejaba que ellos pasaran y dejaran unas bolsas luego venían otros sujetos le entregaban dinero y se iban. Un día mi abuela llego con un balón de futbol de regalo para mí y un vestido para mi hermana, pero mi hermana se negaba a aceptar esos regalos.
Recuerdo que un día, mi hermana se levanto como le era habitual a trabajar y yo la acompañe como hacia a veces, recuerdo que ese día desayunamos los tres y la abuela se quedo haciendo las cosas en la casa, ayude a mi hermana a cargar la ropa hasta donde esta una de las fuente de esa ciudad, y ahí ella las lavaba hasta tarde, comíamos algo de pan cuando nos daba hambre y luego cenábamos en casa.
Pero ese día todo cambio, nos volvíamos a casa después de entregar la ropa a sus dueños, cuando escuchamos sirenas de policía y pronto balazos, la gente se encerraba en sus casas cerrando puertas y ventanas mientras que nosotros íbamos en plena calle, mí hermana jalo de mi brazo para ocultarnos en un callejón detrás de los basureros,… odio lo que sucedió y no me lo perdonó… ah mi se me había caído el balón y me solté del agarre de mi hermana para ir tras de él, quedando en medio de la calle.
Lo que siguió fue tan rápido doblaron a toda velocidad dos autos, las sirenas se acercaban mas y mas, yo me quede paralizado no podía mover los pies, cerré los ojos por instinto y lo siguiente que sentí fue un fuerte empujón.
Cuando abrí los ojos, vi que a mi hermana la chocaba un auto y salía disparada lejos, ninguno de esos autos se detuvo…pero pude ver la cara del que conducía el auto que arrollo a mi hermana…su imagen jamás se borro de mi cabeza. un muchacho extranjero se acerco a mi hermana para ayudarla.
-oye niño, ¿donde hay un hospital cerca?
Corrimos a uno, el muchacho de cabellera azul llevaba en brazos a mi hermana, se veía joven, apenas que llegamos la internaron.
-oye niño, ¿no crees que es muy tarde para que anduvieran a estas horas en la calle?
-si lo se, pero el trabajo es así señor…
-¿señor?...me llamo Saga, jamás pensé que este lugar fuera tan peligroso...¿oye donde están tus padres?
-muertos señor, vivo con mi hermana y mi abuela.
-esto…disculpa…
-no se preocupe, gracias por ayudar a mi hermana, debo irme tengo que avisarle a la abuela
Me coloco una mano en la cabeza y me desordeno el cabello
-vaya…que chico más responsable, ojalas mi hermano fuera como tú.
-gracias
-bueno entonces me voy, hasta pronto niño
Aquel sujeto se alejo, yo me apresure en llegar a casa, pero era muy de noche y algo raro había en el ambiente, cuando doble hacia mi casa pude ver luces de los autos de policía y ambulancia todo el lugar estaba cerrado con una cinta de no pasar. Corrí con un mal presentimiento en mi corazón rumbo hacia la casa gracias a que era pequeño entre sin se dieran cuenta…pero…me atormento lo que vi. Mi abuela estaba tirada en el suelo con su pecho lleno de sangre, ya a mi corta edad sabia que la sangre había sido causada por una herida a bala.
Pero yo aun era un niño y ver a mi abuela muerta me largué a llorar, un policía me saco de ahí
-tú eres familia de ella verdad
Asistí con la cabeza, aún continuaba sollozando. Escuche hablar a unas vecinas que la habían matado por robarle la droga que les dejaba la pandilla, yo jamás había sabido que era droga.
- ¿y tus padre?
No conteste mi abuela decía que si sabían que no tenia padres me separarían de é un descuido del policía y me arranque, comencé a correr y cuando mis pies estuvieron muy cansado para seguir corriendo, me di cuenta que estaba en la calle donde hace poco habían atropellado a mi hermana. Vi mi balón en un rincón me acerque a él y lo tomé, camine rumbo al hospital para ver a mi hermana, pero cuando llegue a ya fue mayor mi decepción, mi hermana no estaba, por más que pregunte por ella nadie respondió, solo escuche que alguien había muerto, no tarde en pensar que había sido mi ella. Salí del hospital y camine por las calles de vuelta en donde la atropellaron.
-si no fuera por mi balón…yo
aun lo tenía en las manos..si no lo hubiera tenido no habría muerto mi hermana de manera impulsiva tome un trozo de vidrio y lo enterré en el balón vi lentamente como se desinflaba, jure que jamás volvería tomar uno de esos, que por su culpa había perdido a mi hermana y ahora me encontraba solo…recordé el regalo de mi hermana y nuevamente corrí hacia mi casa, ya no estaba la policía pero el horror aun era muy grande no había nada lo poco y nada que teníamos en casa estaba roto lo demás se había esfumado, lo más seguro es que nos robarán, avance hasta el cuarto que compartíamos la escena era la misma, busqué de manera desesperada el toro que me había regalado mi hermana, por suerte lo encontré.
Recuerdo haberme dormido con el juguete en las manos.
Cuando desperté ya era de día y yo no sabía qué hacer, tome un bolso metí algo de pan, una botella, un chaleco y mi juguete. Salí de mi casa antes de que volviera la policía por mí, me aleje lo más que pude y no volví más.
De ahí comencé a mendigar en las calles, robar para sobrevivir así paso un mes, que mas podía hacer si había quedado solo.
Recuerdo que cerca del puerto había una anciana que la mayoría tenía miedo, pero siempre que pasaba la anciana me sonreía, un día me llamo para darme algo de comer.
-oye pequeño… ¿quieres cenar conmigo?...mi hijo se le atraso el viaje y llegara mañana, además hice una enorme cantidad de comida.
Yo accedí encantado, la anciana me dio una toalla y ropa para que me cambiara y pudiera cenar, mis modales eran desastrosos, lo admito pero que querrían si nadie me educaba.
-¿te gusta la comida?
-si mucho
Apenas contestaba tragaba como si cada bocado hubiera sido el último
-come más despacio, la comida no se va arrancar
La escuche reírse, mientras que me miraba fijamente
-¿oye y cómo te llamas?
-¿mi nombre?...
-si...
Para tener 5 años no recordaba mi nombre siempre escuche decir a mi abuela llamarme hijo y mi hermana me llamaba pequeño, ¿pero mi nombre? no lo recordaba, aquello me daba vergüenza y pena al volver a recordar a mi familia.
-no lo sé…
-como no te sabes tu nombre
-no lo recuerdo
-como te llama tu familia
-no tengo, todos murieron
-y ¿dónde vives?
-en cualquier parte
-porque no te quedas conmigo, aparté de mi hijos, no tengo más familia seria un gusto que te quedaras conmigo
-¿en verdad puedo?
-por supuesto, creo que no te he dicho mi nombre Selinsa
Selinsa era de origen griego se había casado con un portugués y se había ido a vivir a Brasil, era dulce simpática y muy amable.
-y tu ¿cómo te gustaría que te llamaran…?
Lleve mi vista hasta el suelo, tenía vergüenza de hablar a la anciana, escuché un ruido y me gire para ver el bolso donde tenía mis cosas había caído y el toro de madera que me había regalado mi hermana se había salido de el, me acerque para tomarlo y me fije que tenía un cacho roto. La anciana se acerco.
-¿un toro blanco?, como la leyenda de la constelación de Tauro, ya se... ¿te molesta que te de un nombre yo?
Apenas entendía por qué la anciana era tan amable conmigo
-tus ojos me recuerdan, alguien que conocí cuando era pequeña, se llamaba Asgard, era un caballero dorado. pero también se hacía llamar Aldebarán, como la estrella más brillante de la constelación de tauro, ¿cuál de los dos te gusta más? al final será tu nombre, tú tienes que elegirlo
Mire mi juguete tratando de forzar a mi mente recordar mi nombre, al...al...no, no recordaba, mire el toro y pronuncie en voz baja
-Aldebarán
-Aldebarán…te queda bien ese nombre, desde hoy te llamaras así y esta será tu nueva casa, puedes llamarme abuela o Selinsa
Hola de nuevo como dije en mi anterior fic de Shura de capricornio, me pareció interesante abordar de otro punto de vista la vida de los santos dorados, por eso escribí un segundo fic de otra personaje olvidado y muy poco tomado en cuenta Aldebarán.
Bueno como estoy algo corta de tiempo aviso que subiré este fic los días sábado o martes dependiendo de mi tiempo de igual manera este sábado subiré otra historia de estas de afrodita de picis para que la lea.
Hasta pronto
Atte
Tmari
Espero sus comentarios^^
