CAPÍTULO 1: "Una nueva y diminuta Cullen"

[Carlisle]

Era el primer día de la primavera y todos nos habíamos reunido en el jardín para hacer un picnic entre risas y conversaciones. Apenas íbamos por el primer plato cuando alguien tocó el timbre y Esme tuvo que ir a abrir la puerta. Escuchamos a Esme llamarme alarmada desde la ventana cocina y volver hacia el interior de la casa como una bala. Yo corrí en búsqueda asustado, con la mente completamente en blanco acerca de lo que podía estar pasando.

Al llegar al salón me encontré a Esme caminando de un lado hacia el otro de la sala con una pequeña nota en la mano, y entonces fue cuando me detuve en la pequeña cesta que había sobre el sofá.

-¿Qué es? – le pregunté a Esme.

Me señaló con la cabeza hacia el interior de la cesta, di unos pasos más y retire un poco las mantas que había sobre ella. Oh, Dios. Santo cielo. No podía creerlo. Una hermosa criatura de cabellos castaños y ojos café se hallaba tras esas rosadas y pesadas mantas. Inmediatamente me incorporé y di un paso hacia atrás. ¿Qué significaba todo aquello? Obviamente Esme estaba demasiado agobiada como para responderme, preferí no preguntar, esperé a que ella me pasara la nota en la que decía:

"Querida Esme, soy Renée. Estoy segura de que me recuerdas, fuimos grandes amigas hace unos años. ¿Recuerdas también a Charlie? Apuesto a que sí. Está enfermo, muy enfermo. Está grave, y no sé cuanto más pueda aguantar. No sé ni si quiera si yo seré capaz de seguir con mi vida cuando él ya no esté entre nosotros. El bebé que está ante tus ojos es fruto de Charlie y yo. Se llama Bella, Isabella Swan. Quiero dejarla en buenas manos antes de desaparecer del mundo. Sé que la cuidarás bien, tienes una familia muy acogedora y un hogar impresionante. Quiero que cuando crezca sepa lo mucho que la quisimos su padre y yo, y que si la dejamos sola en el mundo fue solo por su bien, para que no nos viera sufrir. Es lo más bonito que me ha pasado en la vida, cuídala por favor.

Renée".

Detrás de la nota venían unos documentos y datos… era todo demasiado confuso.

[Edward]

Todos estábamos con la incertidumbre de que habría ocurrido. Alice quería entrar pero decidimos que lo mejor era esperar a que Carlisle viniera a buscarnos, cosa que no tardo en hacer.

Entramos tras los pasos bailarines de Alice y encontramos a un delicada criatura llamada bebé dentro de una cestita.

-¿Qué…qué es esto? – dijo Rosalie shockeada.

-Se dice bebé – dijo Alice con sarcasmo.

-¿Por qué está aquí? – dijo Rose algo histérica.

-Es una larga historia, debemos calmarnos – dijo Carlisle con serenidad.

Carlisle nos lo contó todo, no lo podíamos creer, teníamos que cuidar a un ser humano. Nosotros éramos vegetarianos, solo cazábamos animales, pero aun así era difícil contenerse teniendo un olor tan delicioso como aquel deslizándose por la casa. Por Carlisle y Esme iba a estar todo bien, ambos sabían controlarse mejor que ningún otro vampiro, sobre todo Carlisle. Respecto a Alice, Rosalie y Emmett, tampoco creo que haya problema alguno, puesto que se controlan bastante bien. El problema de esta situación somos Jasper y yo, sobre todo él, es nuevo en esto y no sabe controlar su sed. Mi problema es que soy muy impulsivo y nunca se sabe que pueda llegar a ocurrir.

Otro de los grandes problemas también sería cómo conseguir que no descubra que a pesar de los años nosotros no envejecemos físicamente, algo que desgraciadamente no había manera alguna de ocultar.