La mañana era brillante. La vista del parque era estupenda, era una suerte poder estar allí. Sakura tomaba su desayuno en el comedor, alegre.
Poder escapar al menos por unos días era un alivio. La invitación había llegado como caída del cielo. Una semana sin madre ni hermanas. Syaoran entró en el comedor.
Los dos se miraron sin comprender.
'¡¿Qué haces aquí?!' preguntaron al mismo tiempo.
'Eriol me invitó a su casa de verano por una semana. No sabía que también te había invitado a tí.' contestó Sakura asombrada, aunque feliz de verlo.
'Pero no me invitó. Yo vine porque Daidouji me invitó a pasar una semana en una de sus casas de verano. Incluso me dijo que ya tenías planes para el verano.' Estaba perplejo, pero a la vez sentía felicidad al poder verla.
Después del malentendido hablaron paseando en el jardín hasta que se puso el sol.
En otra habitación:
'¿No crees que los traicionamos? Después de todo, los engañamos y les mentimos.' Tomoyo preguntó mientras tomaba el té.
'Creo que podríamos llamarlo así.' Eriol sonreía mientras comía un pastelillo.