N/A: Hola :) Es la primera fanfic-multi chapter Klaine que escribo, la verdad, no sé cómo va a salir, pero bueno, voy a intentar hacerla lo mejor posible. Respecto a las actualizaciones prometo que voy a intentar actualizar al menos una vez por semana. Aunque tarde, no abandono ninguna historia; las aclaraciones las voy a ir haciendo en cada capítulo. Ni Glee, ni Blaine ni Kurt, ni ninguno de los personajes que aparecen en la historia me pertenecen, sólo la historia y los errores. Glee le pertenece a Fox, Ryan Murphy y un montón de gente más, Kurt es de Blaine y viceversa, y nada, disfruten la novela, y dejen Reviews si les gusta y si no, también, a ver si puedo hacer algo para mejorarla ;)
Please remind me when the sun is there
Me levanté, un día más, si ,eso era lo que iba a ser, ir a la playa, volver, almorzar, estar un rato en el parque del hotel, por ahí ir a la pileta, salir a comer, volver, dormir, y de nuevo lo mismo al otro día; pero hay veces que las cosas no salen de la manera que lo pensás..y eso fue exactamente lo que me pasó a mi ese día.¿ Quién iba a decir, que un simple chico podía cambiar todo sólo con una sonrisa?
El día empezó como cualquier otro, pero al volver al hotel lo vi a él, un chico no muy alto, morocho, con unos ojos perfectamente marrones… ese fue exactamente el momento en el que me di cuenta que algo en mi había cambiado, si, la primera vez que lo vi. Me miró, me sonrió, si, después de esto, definitivamente, ya no fui el mismo, al menos no me sentía igual.
Volví a la realidad, tenía todo a mi contra; no soy el tipo de chico del que uno como ese se enamoraría; si, soy alto, tengo ojos claros, pero la verdad, las pocas veces que había tenido confianza en mí mismo, Karofsky o Azimio se habían ocupado de hacerla desaparecer. Además, la única vez que me enamoré, salí lastimado. Un grito interrumpió mis pensamientos, era su hermano, aparentemente, ya que tenían varios rasgos en común, pidiéndole que entre. Perfecto, ya sabía su nombre, Blaine.
Me quedé en el patio un rato, sentado en el borde de la pileta, con mi celular y mis auriculares al máximo de volumen, es la única manera que tengo para concentrarme, es raro, lo sé, pero en realidad, nada en mi era (o va a ser, nunca) normal, en absoluto, ¿Quién podía explicar que con sólo haber visto a una persona cinco minutos, sólo por el hecho de que me había sonreído, no podía parar de pensar en él? Habían pasado dos horas ya, y yo seguía en el mismo lugar, esperando a que salga, pero no tuve suerte, así que entré a mi departamento. Intenté leer, mirar televisión, nada. No podía dejar de pensar en el…
Es irónico, toda mi vida fui de los que piensan que el amor a primera vista no existe, que es una estupidez, y me estaba pasando a mí. No sé porque, pero algo me decía que no todo estaba perdido, que por ahí, tenía alguna chance.
Me arreglé para salir, de la mejor manera posible, y, finalmente, salí. Fui caminando hasta una galería que está en el centro del lugar, para "despejar la mente", tratando de evitar a la gente a mi alrededor. Decidí finalmente ir a caminar a la playa, era el único lugar que sentía que me "entendía", que podía estar tranquilo, solo, y poder caminar…intentar olvidarme de él, de su sonrisa, de esos estúpidamente perfectos rulos...
La frase "El amor es estúpido, no me voy a volver a enamorar, siempre salgo lastimado" resonaba una y otra vez en mi cabeza, pero por alguna razón, en lo único que pensaba cuando cerraba los ojos era en él; se me venía a la mente su sonrisa…Y en ese momento, fue cuando no podía sentirme más tonto, más inútil, más vacío, más impotente. ¿Qué iba a hacer? No podía ir a su departamento y decirle "Hola, te acabo de conocer hoy, te vi como cinco minutos, me pareció que me sonreíste, pero, no sé, creo que te amo"; no, no podía. Me resigné a volver al hotel "Mañana va a ser un nuevo día"-Pensé. ¿Quién sabía que podría llegar a pasar al día siguiente?, la verdad, yo no. No sabía nada, después de todo, tenía solo dieciséis años, y, como todo adolescente, no sabía que quería, ni que iba a hacer, ni que me pasaba, pero por alguna razón no podía dejar de pensar en él; que no me iba a rendir, estaba seguro, yo, Kurt Hummel, no soy exactamente la clase de chico que se rinde fácil, sabía que iba a hacer lo imposible por él, por poder conocerlo. Había algo en el que me hipnotizaba, que me encantaba, pero no sabía que era; sus ojos, su sonrisa, sus rulos… no lo sabía, pero me "podía". Intenté dormir, pero obviamente, no pude, miles de pensamientos e ideas pasaban por mi cabeza, y así fue hasta aproximadamente las dos o tres de la madrugada, cuando finalmente el sueño me ganó y me quedé dormido.
Al otro día desperté gracias a los rayos de sol que atravesaban la ventana, "hoy va a ser un nuevo día" me repetí a mí mismo, y me vestí rápidamente para salir a comprar el desayuno. Al salir pude observar que la ventana de su departamento estaba abierta, ya había despertado también, seguramente, pero no estaba en el patio. Decidí seguir con mi camino; estaba a maso menos diez cuadras, por lo que en veinte minutos más ya me encontraba devuelta en el hotel. Cuando entré, y lo vi a él, "Blaine", sentado en una de las reposeras, muy tranquilo con su laptop y un café en mano, y fue en ese instante en el que mi corazón dio un vuelco impredecible, no podía ser tan perfectamente imperfecto, no era posible. No podía ser que sólo en un día se haya convertido en mi único pensamiento; no podía ser su sonrisa la que se me venía a la mente cada vez que cerraba los ojos; no podía estar enamorándome, no tan rápido, no de un desconocido, simplemente, no podía ser verdad lo que me estaba pasando.
Me limité a seguir mi camino hacia la habitación, ya que seguramente Finn ya estaba despierto y se iba a enojar si tardaba demasiado con el desayuno. Pero creí morir cuando, al pasar "disimuladamente" a su lado me dirigió un "Buenos días" acompañado de una de esas hermosas sonrisas que tenía, y, antes de morir de la desesperación al ver la forma en la que me miraba, le respondí con la mejor sonrisa que me pudo salir y un "Buen día", imitando su acción.
