Noches de Invierno

Declaración de Derechos de Autor: FMA (Full Metal Alchemist) no me pertenece, solo tomo las ideas originales para éste Fanfic.

Capítulo 1: Superando Dificultades

Luego de tres meses de la partida de los hermanos Elric, se dio entre tantas noches una fría noche de invierno en Resembool. En la cocina de la familia Rockbell cinco personas se encontraban cenando alegremente en un ambiente bastante familiar, Winry(Rockbell) que era una joven mecánica de 19 años estaba sirviendo la comida a dos huéspedes que se quedarán por tiempo indeterminado en la casa, ellos son: Rose, una muchacha alegre, trigueña y con un mechón teñido de rosa y por otro lado estaba el pequeño Kain que contaba solamente con dos años de edad y era el hijo de Rose; en la misma mesa se encontraba la anciana Pinako quien era en ese tiempo la abuela de Winry y a su lado un joven mecánico de 20 años de edad que asistía en los trabajos de la joven, su nombre era Ariel y desde hace dos meses que debido a su trabajo había vivido en la casa de las Rockbell, para ese entonces Pinako ya se había retirado del negocio, dejando así con toda la responsabilidad a su nieta.

Todos se encontraban charlando y riendo, en especial por lo desastrosos que los niños pueden ser en las horas de sus comidas, pero todos con excepción del nuevo empleado, sentían que algo faltaba, sentían un vacío en ese ambiente disfrazado de risas y bromas, faltaban los dos hermanos junto con sus sarcasmos, peleas y necedades, todos los extrañaban pero no lo demostraban, sentían que a pesar de existir una probabilidad muy remota de que volvieran y así ser la misma familia de antes, tenían que hacerlos parte de su pasado y seguir avanzando, todos creían en este concepto con excepción de Winry, ella más que los demás sentía esperanza, esperanza en que los hermanos Elric volverían de nuevo a casa pero ella en su subconsciente pensando especialmente en Edward.

Esa misma noche al terminar de comer, la anciana Pinako subió a descansar y Rose fue a su habitación a dormir a Kain, por otro lado Winry y Ariel se encontraban aseando la cocina, todo había quedado hecho un completo y total desorden y ellos apenas habían iniciado.

-Oye Winry mejor yo lavo los platos y tú los secas, hoy te heriste en el taller y te arderá si lo haces. – dijo el muchacho con un tono serio pero de preocupación por la muchacha que estaba dejando los platos en el fregadero.

-mmm.. ¿decías algo Ariel?- dijo la muchacha en un aire distraído mientras limpiaba el borde de la mesa.

-dije que yo lavaré los platos. Oye, ¿Qué te pasa?-dijo Ariel volteándola a ver.

-Nada importante... solo que una vez que recuerdo algo es difícil sacarme de mis pensamientos.-le respondió con voz triste la chica rubia.

-Si sucede algo puedes hablarlo conmigo.-la consoló él mientras se acercaba a ella a verla directamente a los ojos.

-No te preocupes, son solo restos de nostalgia. Sabes, mejor empieza a lavar los platos y yo agarraré una toalla para secarlos.- (Las dos mentes pensaron igual) terminó de decir ella mientras se daba la vuelta para buscar la toalla y así esquivar su mirada penetrante, la cual a la vez trataba de seducirla, pero sea como sea ella solo tenía ojos para otra persona, solo para el ausente alquimista de acero.

En esa situación de seducción por parte del chico pasó todo un largo año, para ese entonces Winry y él ya eran grandes amigos, y él por supuesto ya sabía que él no era correspondido, pero una pregunta divagaba por su mente ¿si no me corresponde a mí, entonces a quién? Él ya se lo había preguntado a la chica en diferentes ocasiones, pero siempre obtenía distintas respuestas tales como "ya no importa en realidad" ó "algún día regresará y lo espero". En la casa de los Rockbell los hermanos Elric no eran tema de conversación, puesto que a todos les dolía el hecho de haberlos perdido e incluso los retratos de ellos no rondaban en la casa, con excepción de uno en el cuarto de Winry cuando los tres eran niños.

Munich, Alemania.

Un chico de 19 años de cabello rubio y largo (Edward Elric) estaba trabajando en lo que sería su último diseño de cohetes junto con su hermano menor de 17 años (Alphonse Elric) en un taller ubicado cerca de la residencia de ambos, ellos estaban exhaustos pero satisfechos por el trabajo que hace unos pocos segundos habían terminado, el medio por el cual volver a casa. Cerraron las puertas del taller y fueron directo a su solitario apartamento para empacar, puesto que al día siguiente volverían a Resembool al lado de las personas que realmente importaban para ellos.

-oye hermano, ¿De cuánto es la capacidad de peso que puede resistir el cohete?-dijo el menor de los Elrics quien se encontraba sentado en el borde de la cama al lado de él empacando.

-Soporta hasta 450 libras (204 kilos). ¿Lo dices por las maletas?-respondió Edward volteándolo a ver algo intrigado por el interés de su hermano.

-Sí, tan solo llevaremos esto.-dijo mientras observaba dos maletas pequeñas. -supongo que a alguien le servirá esta ropa luego.-dijo Alphonse sin darle importancia al asunto.

-cambiando de tema ¿si llegamos...prometes no mencionarle nada a ella verdad?-dijo Ed volteando a ver hacia el piso, con un tono algo avergonzado.

-nada hermano, pero seguiré insistiendo en que se lo digas, estoy seguro que ella te corresponde y además no tienes por qué avergonzarte de ello, todos tenemos sentimientos.

-sí, pero esta vez ni si quiera me despedí de ella y no sé si seguirá siendo la misma Winry que conocemos ¿qué tal si ya conoció a alguien más?-dijo esto último volteando a ver a su hermano a los ojos, en este año Edward ha madurado, física y mentalmente.-esa idea me golpea la cabeza todos los días.- pensó Ed.

-lo sabremos cuando lleguemos, además ella siempre te ha querido y lo seguirá haciendo, no tienes nada de qué preocuparte.

-tienes razón Al, lo sabremos cuando lleguemos...aun así, hay algo que me preocupa, ¿qué sucederá cuando del otro lado destruyamos la puerta?-preguntó Edward con una voz algo tensa.

-No se hermano, pero realmente espero que salga bien todo según lo planeado.-terminó diciendo éste sintiendo esperanza mientras miraba al techo con nostalgia.

Ambos terminaron de empacar lo necesario y al día siguiente en la mañana fueron a preparar el despegue. Su plan consistía en usar la energía eléctrica para simular el uso de alquimia y así poder abrir la puerta, luego de eso debían pasar por ella y al cabo de 10 minutos unos paquetes de pólvora en el mundo de la ciencia detonarían para destruir una cara de la puerta, al llegar usarían otro poco para detonar la otra mitad… y así, según lo dicho anteriormente todo sucedió.

Al detonar el ultimo rastro de pólvora en el mundo de la alquimia los hermanos Elric debían regresar a la puerta para asegurarse de no haber dejado rastro de ella, al llegar, ambos ven un agujero de unos 10 metros de diámetro con una materia negra que se movía como bulto en la profundidad de éste, poco a poco esa materia negra comenzó a separarse y a surgir hacia los dos, pero ni Ed ni Al estaban preparados para lo que vendría, a una velocidad considerable la materia negra empezó a tomar forma de brazos, brazos de bebés y niños que sujetaron ferozmente a Edward y lo arrastraron hasta el fondo, esas manos le arrancaron sin piedad hasta la última pieza de automail, Ed sangraba … las figuras humanoides unieron las dos extremidades humanas, el dolor que sentía Edward rebasaba su capacidad, al ser expulsado del centro de éste agujero Ed se desmayó.

Su hermano lo auxilió, pero Edward no respondía… Alphonse se dio cuenta de lo que había sucedido, esa materia negra estaba devolviendo lo que había tomado prestado, y estaba en lo correcto, ya que después de haber caído en cuenta de ello, la materia empezó a expulsar objetos e incluso otros miembros humanos, todo quedó reducido a cadáveres putrefactos; unos cuantos minutos después Edward despertó con pleno uso de sus facultades.

-¿Al?-dijo Ed despertando abruptamente, con nervios y buscando a su hermano en los alrededores con la vista.

-¡hermano, ya despertaste!-dijo Al que estaba revisando los restos expulsados por la puerta.

-Me siento diferente.-en ese momento el volteó a ver su cuerpo y lo notó en perfecto estado, como un humano normal otra vez, estaba sorprendido pero a la vez contento por saber que no volverá a sufrir la reparación de sus automails.- ¡Tengo mi brazo...mi pierna!, ¿pero cómo? –en ese momento recordó lo sucedido y se tranquilizó, el dolor lo confundió.

-ya no hay rastros de la puerta, solo hay restos de humanos. Será mejor que tomemos un tren hacia Resembool, lo que quedó ya no importa.-dijo él observando el desastre por última vez para luego dirigirse hacia su hermano e irse ambos de ese lugar.