Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece.
Este fic participa en el Reto Especial de Aniversario: La Arena de los Grandes Juegos Mágicos del foro Grandes Juegos Mágicos
Arco: Saga Torre del cielo: Sacrificio Erza
Emoción: Esperanza
Words: 338.
Nota: Realmente me costó un poco y tuve que verme los capítulos. Contando con que Erza no suele inspirarme nada y tal, estoy segura de que es una mierda, pero al menos he cumplido. A rastras pero sí, iuf.
Hopeful smile
[...]
Se había rendido.
(Así de simple)
Erza lo sabía, que no podía hacer nada, que sería tragada y se transformaría en el sacrificio que Jellal tanto decía que era.
Eso, y ya estaba.
Sin embargo él no se lo permitió, y Erza no supo si sentirse aliviada o desesperada. ¿Por qué demonios estaba ahí? Se supone que ella moriría junto con Jellal de ser necesario, y que sus amigos, todos, estarían a salvo. Se supone que esa era su pelea, ellos no tenían por qué pasar algo como eso. Desde un principio no debieron estar ahí.
Por eso cuando no quedó otra salida, Erza decidió que ser el sacrificio que Jellal había querido no estaba tan mal si de esa forma podía salvar la vida de Natsu. No iba a permitir por nada del mundo que él tuviera ese final mientras fuera capaz de evitarlo. Ni él, ni otro de sus amigos lo tendría estando ella cerca. Sobre todo luego de verlo morir, caer.
(A él.
A Simon)
No iba a perdonarse que él recibiera ese ataque por ella, y le entristecía profundamente el haber tenido que elegir dejarlo perderse en la penumbra, en el vacío de la torre infernal que Jellal había osado crear. Lo que más hubiera querido para él luego de eso, era al menos darle una buena despedida, hubiera sido lo mínimo que pudiera hacer.
(Hubiera...)
Eso la hizo dejarse atrapar y con una sonrisa.
(Agradecida, feliz...)
Si ella hubiera recibido el ataque, si ella hubiera muerto, el Etherion se habría descontrolado y ellos no habrían acabado muy diferente a comparación de ella. La esperanza crecía en ella paso a paso al tener una posibilidad de hacer algo con la explosión, al ver a Natsu de pie del otro lado, y al saber que los demás estarían posiblemente ya a salvo.
Erza estaba bien con sólo devolverle la mano a sus amigos. Erza estaba segura de que ellos no hubieran dudado en hacerlo tampoco.
Por eso Erza sonreía.
Porque sus amigos eran su esperanza.
