Hogwarts es más que un castillo de piedra que se alza orgulloso desde hace un milenio. Es más que un colegio donde jóvenes brujas y hechiceros van a aprender. Es hogar y refugio para todos quienes atraviesan sus puertas.
Una vez fue el lugar más seguro de Inglaterra y muchos se atreverán a decir, uno de los sitios, si no es que el más seguro del mundo mágico en su totalidad. Construido por cuatro poderosos, sabios, gentiles y maravillosos magos a los que el castillo llamo "Maestros", Hogwarts es magia pura asentada en la forma de una fortaleza.
Sin embargo,con la pérdida de sus amos las cosas lentamente cambiaron. Presa del uso inapropiado de su fuerza por parte de los directores y el paso de los siglos Hogwarts se vio relegada a una simple construcción. Sin mente, ni conciencia hasta que sucedió.
Un estudiante murió dentro de sus terrenos.
La pena que esto le causó la hizo rugir de rabia.¡¿Como te atrevía?¡, uno de sus propios estudiantes, uno de los niños que acogió como si fuera suyo se atrevió a traicionala y a asesinar a uno de sus compañeros. Y si eso no fuera poco, ¡Utilizo el nombre de uno de sus amos para cometer tal atrocidad¡
Hogwarts maldijo a aquel joven, Tom Riddle, pero cuando estaba a punto de destrozarlo se dio cuenta. El alma de ese joven estaba quebrada.
Aun si lo mataba, no arreglaría nada. Este hombre era peligroso. Hogwarts podía reconocer a un mago oscuro cuando veía uno, después de todo uno de los cuatro fundadores fue uno de los más grandes que hayan existido en la historia, pero ella sabe. Sabe que Tom no es como Salazar, quien ocupaba su conocimiento para el bienestar de los demás. No. Tom es del tipo de Lord Oscuro que usara su poder para causar miseria, dolor y muerte.
Que un hechizo tan joven este tan podrido como para usar aquella magia…
Es algo terrible. Algo que necesita una solución, pero ella ha observado, aun si no con la atención que le gustaría, a todos los magos que han pasado por sus pasillos y aulas, y lo sabe, no hay ninguno que pueda hacerle frente a ese monstruo.
Así que ella lo deja ir.
Su atención se centra en las generaciones venideras, en la esperanza de que en el futuro haya alguien que pueda hacerle frente y en hacer todo en su poder para proteger a sus niños y evitar que algo como lo que Tom hizo se vuelva a repetir.
Pasan cerca de treinta años hasta que vuelve a escuchar su nombre dentro de sus muros. Voldemort, susurran con miedo las casas del León, el Cuervo y el Tejón, mientras que las Serpientes lo pronuncian con devoción.
Paso lo que ella temía. Tom regresó fuerte y poderoso, amenazando a sus estudiantes de una manera inaudita. Forzando su mano en aquellos que deseaban un cambio y malinterpretaban los deseos de Slytherin para atacar y lastimar a quienes se oponían con razón a su toma de poder.
Hogwarts vio como la guerra que se llevaba a fuera de sus muros y se infiltrada en estos. Vio a sus niños temblar de miedo a pesar de que ella no permitiría que algo les pasara.
Vio a una generación escoger en bandos contrarios aun antes de dejar sus terrenos. Y no pudo soportarlo más.
Ella le había prometido a Godric que nunca ocuparía el pergamino que él y los otros tres dejaron atrás, pero la situación lo requería.
Ella necesitaba a sus amos.
Hogwarts escogió con mucho cuidado a quienes serían los padres de sus maestros dentro de las parejas que ya estaban formadas.
Lily Evans y James Potter (Ella quería a todos sus niños, pero James, Remus, Peter y Sirius, era especiales. Ellos eran sus pequeños merodeadores, a quienes cuidó y adoro durante los siete años que vagaron por sus pasillos) serían los padres de Salazar.
Lily era descendiente de Salazar por parte de una de sus hermanas y James era descendiente de los Peverell. Eran gente buena, leal y capaz de amar hasta las últimas consecuencias. Serían buenos padres y Merlín sabía que Salazar necesitaba a unos padres que lo amaran.
Alice y Frank serían los padres de Helga Ambos leales, valientes y gentiles. Eran perfectos para su ama. Seguramente ella seria muy feliz a su lado.
Lucius y Narcisa serían los padres de Godric. Narcisa amaría a Godric más que a nada en el mundo y haría todo lo posible para hacerlo feliz, eso era algo que su valiente maestro se merecía después de todo lo que había sufrido en su anterior vida. No importaba si ellos eran Slytherin, su hijo será el Gryffindor más Gryffindor de todos.
Y por último, Mérida y Thomas, ellos serían los padres de Rowena. Mérida era una vidente, una con capacidades limitadas, pero una al fin y al cabo, era algo hereditario y con algo de suerte si ama tendría su don en esta vida. Pero esa no era la única razón por la que los había escogido, no, ella vio un amor profundo entre ellos y supo que ambos amarían de igual manera a sus hijos.
El ritual estaba hecho.
Sus niños se graduaron y dejaron la seguridad de sus muros para adentrarse en una guerra.
No fue hasta un año o dos después que volvió a escuchar de ellos por boca del idiota incompetente que se hacía llamar director, Albus Dumbledore.
Dolor. Tristeza. Ira.
James, Lily, Alice, Frank, Remus, Sirius, Peter. Todos perdidos. Todos presa del mal Tom y sus seguidores desataron, junto a las estupideces que Albus plantó en sus mentes.
Salazar (Harry) y Helga (Neville) se habían quedado sin padres. ¡Sus amos estaban solos en el mundo y ella no podía hacer nada!.
Solo esperar.
Esperar a que alcanzarán los once años y regresaran a casa.
Scotland, Hogwarts, Colegio de Magia y Hechicería. Primero de Septiembre de 1993.
Hoy. Esta noche al fin han regresado sus cuatro maestros. Fue una larga espera, pero sin duda alguna una que valió la pena.
Salazar, Godric y Helga llegaron el año anterior. Fue doloroso ver que lo que ella había deseado para ellos no se había hecho realidad.
Harry había tenido una vida llena de tristeza y dolor. Maltratado y abusado por los Muggles que se suponían debían cuidarlo. Una prueba más de que Dumbledore era un viejo idiota. En serio, su vida era tan similar a la de Salazar en algunos aspectos, que Hogwarts lloro por el e hizo todo en su poder para que el chico se sintiera amado y protegido. Lo guió y cuido durante cada una de sus desventuras.
Draco en cambio, fue amado por su madre, pero ignorado por su padre. Era muy triste ver que el pequeño niño había cambiado todo lo que era para intentar obtener una sola palabra de aprobación.
Y Neville, su gentil, pero orgullosa y fuerte ama, se vio reducida a un joven lleno de inseguridades causadas por sus abusivos familiares.
Ninguno de ellos fue a la casa que estaban destinados a ir por culpa de sus pasados. Sebastián, el sombrero seleccionador que era una parte intrínseca y a la vez independiente de ella, solo los miro con pena antes de mandarlos a las casas donde los pequeños creían que debían estar.
Obviamente esta decisión no solo nos lo beneficio, si no que les causó más daño, más heridas que añadir a las que ya portaban
Ella había querido despertarlos en cuanto pusieron un pie en sus terrenos, pero Sebastián le recordó que tenían que estar los cuatro antes de poder ayudarlos.
Hogwarts muy a regañadientes dejó pasar en año, vigilando a sus pequeños con mucha atención, maldiciendo y gruñendo ante las patéticas maquinaciones de Tom y Albus.
En cuanto despertaran, sus amos les enseñarian.
Y hoy, en su segundo banquete de bienvenida al fin estaban juntos.
Luna, quien era quizá la única de sus maestros que tuvo una infancia feliz, por fin había regresado a casa.
Hogwarts los recibió cantando de alegría, su magia rodeo sus almas y murmuró un «Bienvenidos».
Esa noche, el banquete fue el mejor que cualquiera podía recordar. La música resonaba en sus corazones y los hacía sentirse amados, por primera vez en siglos Hogwarts danzo y canto para sus habitantes.
Sus fundadores habían regresado.
E iba a haber un infierno que pagar para todos aquellos que dañaron lo que es de ellos.
Hogwarts ríe abiertamente porque ni Tom, ni Albus, saben lo que les espera. Pero sobre todo, porque una vez mas Salazar, Godric, Rowena y Helga podrán caminar por sus pasillos y sus risas llenarán su corazón nuevamente.
Bueno, este es el prólogo. Espero que les haya agradado ^^
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