Disclaimer: Los personajes pertenecen a SM, la historia es de cynosure23, yo solo me adjudico la traducción, con el debido permiso de la autora.
Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite fanfiction)
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Capítulo 1
Decisiones. Nuestras vidas están llenas de ellas, hechas de ellas, dependen de ellas. Y no puedes tomar todas las decisiones que te afectan por tu cuenta. Algunas veces otros las toman por ti, algunas veces la vida tiene una manera de no darte una elección. Puedes tomar algunas decisiones, pero hay veces en las que las decisiones te hacen a ti.
Dejar ese pueblo de trecientas personas fue mi decisión.
Volver a él no.
—Mamá, ¿está todo bien? —pregunté. Estaba en la fila del Starbucks, desesperada por mi próxima dosis de cafeína, cuando mi teléfono sonó. Eso no era inusual, era una mujer ocupada. Pero era inusual que mi madre estuviera llamándome.
Nuestra relación se había vuelto… tensa, por decirlo de alguna manera, luego de que dejé el pequeño pueblo de Forks, Washington después de mi cumpleaños diecinueve. Ahora tenía veinticinco, y no había vuelto desde entonces. Había visto a mis padres en festividades, cumpleaños, y otras ocasiones especiales, pero ellos venían a mí. Esa era la única manera.
—¿Acaso algo tiene que estar mal para que llame a mi única hija? —contestó mi mamá, su voz sonaba brillante y alegre, pero casi demasiado.
—Bueno, considerando que nunca me llamas… —Dejé de hablar, mi voz sonaba llena de frustración.
—Sabes, eso funciona de ambos lados, Izzy.
Suspiré, presionando mi mano libre contra mi frente.
—No hay que discutir —sugerí—. ¿Qué hay de nuevo, mamá?
La escuché hablar por unos minutos, acerca de mi papá, de su trabajo en la biblioteca, el club de libros del que era miembro… y así siguió, mientras le decía mi orden al barista y luego mientras la recogía.
—Mamá, estoy de camino al trabajo… —dije, dejando de hablar y esperando que entendiera sin sentirse ofendida.
—Bueno, iré directo al grano, entonces —contestó mientras el tono alegre de su voz desaparecía—. Izzy… necesitas venir a casa.
—Mamá… —comencé a protestar, pero ella me cortó con rapidez.
—Es tu hermano.
—Relájate, Bella. Nos las arreglaremos bien sin ti por un par de días —me aseguró mi asistente—. Te llamaré para mantenerte al tanto, y solo mándame un mensaje si necesitas algo o quieres que haga algo.
—Lo sé, lo sé —dije, quitándome el cabello de los ojos—. Este no es el momento adecuado para salir de la ciudad… la línea de festividades será lanzada en unas cuantas semanas, y hay miles de pequeñas cosas que necesitan hacerse antes de eso… no puedo dejar que este lanzamiento fracase a causa de problemas personales.
—Bella, quizá sea la única persona en el mundo que conoce tu agenda mejor que tú —dijo Alice con suavidad—. Sé lo que se necesita hacer, y me aseguraré de que todo esté cubierto. Tienes permitido tomarte un tiempo para estar con tu familia.
Dejé salir un profundo respiro, diciéndome que había contratado a Alice por una razón, y ahora necesitaba confiar en ella.
—Gracias, Alice —dije, abrazándola con fuerza—. Por favor llámame si necesitas algo, y asegúrate de mantenerme al tanto de lo que está pasando. Quiero seguir informada. Oh, y la llave...
Alice rio, cortándome.
—Créeme, Bella. Conozco este lugar como la palma de mi mano. Ve. Y espero que todo esté bien.
Asentí, dejando que la enormidad de la situación de volver a casa me inundara por un momento.
—Gracias. Yo también.
Miré por la ventana del avión, absorta con la visión del mundo debajo de mí. No me había subido a un avión hasta después de que cumplí veintiún años, pero en los últimos tres o cuatro años, había volado una infinidad de veces y había ido a ciudades que nunca había escuchado antes. No había estado feliz con mi vida, así que la tomé y con trabajo duro y pasión, la convertí en algo de lo que estaba extremadamente orgullosa.
El trabajo duro no se había terminado, pero finalmente estaba en un lugar en donde amaba mi vida. Y lo volvía más dulce el hecho de que sabía que todo lo que tenía era gracias a mis propios esfuerzos. Había hecho algo para mí por mi cuenta.
Si seis años atrás me hubieran dicho que crearía mi propia compañía de maquillaje, hubiera pensado que era una locura. Seguro, en ese entonces me gustaba el maquillaje, pero difícilmente tenía algo de eso y no me importaba mucho cómo luciera. Después de dejar Forks por Chicago, me costó mucho encontrar trabajo. Después de todo, no tenía experiencia previa y solamente tenía la preparatoria.
El primer trabajo que pude encontrar fue en el mostrador de belleza en Nordstrom, y todo explotó desde ahí. Después de que comencé ahí, descubrí que tenía una verdadera pasión por los cosméticos y el arte del maquillaje, así que guardé una parte de mis cheques obtenidos a base de trabajo duro para convertirme en una maquilladora certificada, y comencé a realizar algunos trabajos independientes por ahí. Tomó un tiempo después de eso, pero eventualmente desarrollé una reputación estelar y de repente, estaba creando mi propia compañía de maquillaje.
Violet Lane era una pequeña compañía, obviamente, pero estábamos comenzando a ganar más reconocimiento y nuestras ventas se incrementaban cada mes. Trabajé duro para lo que tenía, pero todo estaba acomodándose y no podía estar más orgullosa.
Por supuesto, tener alguien para quien trabajar hacía todo mucho mejor. Después de todo, mi marca de maquillaje era el homónimo de lo que en verdad era lo más importante para mí en este mundo: mi hija.
Ella había sido una sorpresa, y no era fácil criarla como madre soltera y trabajadora, pero ella hacía que todo valiera la pena.
No sabía que estaba embarazada de ella cuando dejé Forks, pero creo que, de haberlo sabido, hubiera tomado la misma decisión.
Fue mi decisión irme, y mi decisión quedarme con Violet incluso aunque sabía que sería difícil. También había sido mi decisión no decirle a su padre acerca de su existencia. Y a veces, me odiaba a mí misma por eso.
—Vamos, nena —dije, tironeando de la mano de Violet—. Tenemos que recoger nuestras maletas, y luego verás a la abuela y al abuelo.
—¡Yupi! —dijo Violet, poniéndose su mochila púrpura al hombro—. ¿Qué hay del tío Jasper?
Tragué con fuerza, pero le sonreí a mi pequeña de ojos verdes.
—Quizá podamos visitar al tío Jasper en esta semana, cariño.
Estuvo aplacada, y habló sin descanso mientras desembarcábamos del avión y reclamábamos nuestro equipaje. Rápidamente localicé mi sencilla maleta y la suya, púrpura con flores, y no estuve para nada sorprendida cuando salimos de la terminal para descubrir que llovía a cántaros afuera. Nos quedamos bajo el área techada, mirando la lluvia.
—Yuck —dijo Violet solemnemente, arrugando la nariz y haciéndome reír—. ¡Oye! —exclamó de repente, soltando mi mano para apuntar hacia el auto que se aproximaba—. ¡Es la abuelita!
Ciertamente, mi mamá salió del viejo auto de mis padres antes de que papá pudiera aparcar, y de inmediato alzó a Violet en sus brazos.
—¡Nena! —chilló, dándole vueltas en sus brazos y besando todo su rostro.
Y sin importar lo mucho que mi madre y yo habíamos chocado durante los últimos años, sonreí. A pesar de los problemas que tenía con mi mamá, ella era la mejor abuela para Violet y obviamente la amaba irrevocablemente.
—Hola, mamá —dije, jalando nuestras maletas detrás de mí—. Es bueno verte.
Mamá abrazó a Violet una vez más antes de dejarla en el suelo y luego atraerme a sus brazos en su lugar.
—Hola, Izzy —contestó, e inhalé la familiar esencia de su perfume. Era el mismo que había estado usando desde que tenía memoria, y eso era extrañamente reconfortante—. Te extrañé.
Le sonreí mientras nos separábamos, pero el momento fue interrumpido por un fuerte bocinazo.
—Oigan, esto no es un estacionamiento —llamó mi papá por la ventana abierta. Mamá y yo nos separamos, y salí del área techada y rápidamente acomodé a Violet en el asiento especial que ya estaba en el auto mientras mi mamá arrojaba nuestro equipaje en el baúl y luego se subía al auto.
—Miren esto —dijo papá una vez que salió del lugar—. Tengo a todas mis chicas en un auto.
Violet rio con fuerza, y a mi papá ni siquiera pareció molestarle cuando sus pequeños pies patearon su asiento en su emoción.
—Abuelo, puedo faltar a la escuela esta semana —le informó—. Pero mamá dijo que estaba bien, solo esta vez.
—Bueno, si tu mamá dijo que estaba bien… —Mi papá me guiñó el ojo en el espejo retrovisor.
—Florecita, dime lo que has estado aprendiendo en la escuela —dijo mi mamá, girándose hacia el asiento trasero—. El abuelo y yo queremos escucharlo todo.
El viaje en auto de Port Angeles no fue largo, y me quedé en silencio mientras mis padres y Violet hablaban. El paisaje pasaba junto a mí mientras miraba por la ventana, y descubrí lo familiar que era todo. Había tratado de decirme a mí misma que había olvidado este lugar, que ya no era una parte de mí, pero mientras más conducíamos, más me daba cuenta de que eso no era verdad.
Quizá había tratado de huir, pero aquí fue donde nací y crecí. Quizá me sentía como una mujer diferente ahora, pero este siempre sería el lugar de donde venía. No tenía opción alguna cuando se trataba de eso.
—¿Cómo estás, mamá? —pregunté tan pronto como cerré la puerta de mi antigua habitación. Habíamos acostado a Violet en la cama y las dos nos dirigimos hacia las escaleras.
—Oh, cariño… —suspiró mi mamá, sacudiendo la cabeza—. Solo digamos que estoy feliz de que tú y Violet estén aquí ahora. Ambas aligeran las cosas demasiado.
Nos sentamos en la mesa de la cocina, y aunque mi papá no dejó su lugar frente a la televisión, lo escuché bajar el volumen para poder escucharnos en la otra habitación.
—¿Qué pasó? —pregunté en voz baja—. ¿Él estará bien?
—Fue una sobredosis —dijo mamá mientras entrelazaba las manos—. Pero ellos piensan que fue accidental. Estaba tomando pastillas para el dolor después de que se lastimó la espalda el año pasado en el trabajo, y sus antipsicóticos y luego él estaba tomando algunas… algunas otras cosas también. No estoy segura. Honestamente, todo ha sido un revuelo.
—Me imagino —murmuré en respuesta, comenzando a perderme en mis propios pensamientos.
Jasper tan solo era un año mayor que yo, y siempre habíamos sido cercanos cuando éramos niños. Pero él luchó mientras crecíamos, lidiando con sus propios demonios y problemas mentales que surgieron mientras entraba a la adultez. Cuando me fui, Jasper probablemente fue el que lo tomó más duro. Estaba orgulloso de mí por todo lo que había logrado, y adoraba a su sobrina, pero siempre me dio la impresión de que él sentía que había huido de él, no solo de Forks. Creo que lo herí, y no podía evitar culparme por lo que estaba pasando ahora.
—Dijeron que podíamos visitarlo a partir del martes —estaba diciendo mamá—. No estoy segura si quieres llevar a Violet.
—Depende de cómo esté él —dije con honestidad—. Pero… si no puedo llevar a Vi, entonces probablemente no iré. Quiero que tú y papá puedan verlo, y yo puedo esperar a visitarlo el miércoles o jueves en su lugar. Es solo que no tengo a nadie que cuide a Violet.
Asintió, mirándome con una expresión seria en el rostro.
—¿Has… has pensado en lo que significa? ¿Volver aquí?
—Sí —contesté con honestidad, tragando con fuerza—. Y no estoy segura de qué hacer. Siento que estoy demasiado enterrada, mamá. Ella tiene cinco años, mamá. Y lo he hecho todo por mi cuenta todo este tiempo.
—Pero esa fue tu decisión —me recordó con gentileza—. No sabes cómo serían las cosas, si las circunstancia fueran diferentes.
—Lo sé. Y es mi culpa. Yo… estoy preocupada acerca de las consecuencias de mis acciones, mamá. Sé que tomé decisiones, e hice lo que pensé que sería mejor no solo para Violet sino para mí también. No me arrepiento de ellas, porque mira lo perfecta que es Violet, y lo bien que lo estamos haciendo. Pero Dios, mamá. Es tan difícil el hecho de que probablemente hice lo incorrecto. Para Violet, y para… para él.
Mamá estuvo en silencio por un minuto.
—¿Quieres contactarlo, Izzy?
—No lo sé —dije, con un poco de lágrimas en los ojos—. Ni siquiera sé quién es él ahora… y siento que él tiene todo el derecho de odiarme por lo que hice.
—Él está bien —dijo en voz baja—. Tiene un trabajo en el hospital… solía venir a la biblioteca para estudiar entre sus turnos en el restaurante mientras trabajaba para conseguir su título. Aún es apuesto. Creo que vive al otro lado del pueblo, por el parque. Y tiene una novia. Lauren, um… Lauren Mallory, creo.
Asentí, recordando a una hermosa rubia que iba unos cuantos grados detrás de nosotros en la escuela.
—¿Parece que es feliz? ¿Con su vida? Sé que no hablas demasiado con él, pero es un pueblo pequeño…
—Veo a su madre en la librería un poco, de hecho. Y ella es parte de nuestro club de lectura. Siempre tiene una sonrisa en el rostro cuando habla de él. Creo que él es feliz.
—Bien. Quiero que lo sea —dije con honestidad.
Sí quería que él fuera feliz. Solo esperaba que las decisiones que tomé años atrás no afectaran su felicidad.
Hola, hola :D
Aquí estoy con una nueva traducción para ustedes *lanza confeti* espero que este primer capítulo las haya dejado con la intriga y se animen a regresar al segundo :P
Preguntas frecuentes:
-¿Final feliz? Sí
-¿Cuántos capítulos son? 27
-¿Son cortos? Como FOTM, no, son un poco más largos.
-¿Frecuencia de actualizaciones? Lo de siempre: lunes, miércoles y viernes.
Si tienen otra duda, adelante ;)
Estoy muy emocionada por leer todos sus reviews con sus impresiones de este primer capítulo, no saben lo mucho que me emociona iniciar una nueva traducción con ustedes :D
Me despido por ahora, pero nos leemos el próximo miércoles, ¡saludos!
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