PRETTY.
Para: VainillaY
Miraba con detenimiento cada una de las heridas del héroe. Se sentía culpable por exponerlo ante tal situación, sin embargo debía admitir que para ella él merecía eso y más. Por ser tan impulsivo y cabeza hueca.
Tomó nuevamente un poco de algodón abasteciendo éste de alcohol para limpiarle el destrozado rostro.
Entre sus dedos, el líquido chorreaba desesperado. Igual o más que el héroe.
Le dolía cada gesto que hacía por el ardor provocado, aunque eso no quitaba su cara de molestia total.
─¿Me dirigirás la palabra ya? ─cuestionó el minino. Ella no respondió ─Marinette, te he dicho que no puedo permitir que se te acerquen así... ─ella permaneció sin contestar ─Marinette, Mari... Amor no me...
─Ni siquiera lo menciones, gato tonto─interrumpió ella─Todo estaba bajo control, el asaltante no me iba a hacer nada si yo cooperaba, pero tenías que llegar tú, con tu brusquedad y tu prepotencia. ¡MIRA NADA MÁS CÓMO QUEDASTE!
─En mi defensa digo que después llegaron unos veinte ─ ella lo miró mal─ bien llegaron otros dos, pero Marinette, eran tres contra uno... Y ese bonito vestido no me dejaba concentrarme ─ anunció coqueto acariciando el borde de éste.
La tomó de la cintura para acomodarla sobre su regazo y mirarla con dulzura. Ella se removió un poco hasta quedar plenamente cómoda y agarrarse del cuello del chico por temor a caer. Se miraron a los ojos nuevamente, ella aún con el ceño fruncido y él detallando cada espacio de su linda cara.
─No vuelvas a hacer esas tonterías, me has dado un susto tremendo, no perdía nada con entregarle el celular, esta muy viejo ya y casi no sirve. Al final iba a perder él...
─Tengo que protegerte, eres mi princesa y me sentiría imbécil si algo te pasara...─ella lo miró sería.
─Promete que no volveré a verte así─ amenazó Marinette repasando sus moretones.
─Eres muy linda, amor─ el héroe intentó cambiar el tema, casi siempre le servía.
─Tú también eres lindo, gatito.
La cara de Chat Noir estalló en una emoción gigante y sus ojo parecían sacar chispas, la miró alegre mientras se aguantaba las ganas de devorarla de una. Mordió su labio inferior por la fantasía de estar con ella y hacerle cuanta cosa, provocando que la herida sangrara nuevamente asustando así a la chica.
─Moriré por tu causa─ le susurró él sonriente sobre sus labios.
Marinette sólo rió ante las ocurrencias de su novio.
─Eres todo un caso, Agreste.
