Capitulo 1 El amor no basta
"los personajes de Candy Candy no me pertenecen son propiedad de Kyoko Mizuky e Igarashi, ahora que si fueran míos, Terry, Albert, Anthony, Stear, Archie, serian solo para mi y no los comparto, (jojojojo así o mas aborazada) escribo esto sin fines de lucro, es solo entretenimiento y desvaríos de una mente desquiciada.
Candy White es una chica de 16 años vivaz y encantadora y sobre todo enamorada de Anthony un chico gallardo, valiente, amable pero que sobretodo la ama a ella, pero su único defecto es no tener la fortuna necesaria para salvar a su familia.
La familia de candy es una familia acaudalada y de renombre dentro de la sociedad, su padre falleció hace unos años cuando cayo de un caballo cuando ella tenia 12 años; su madre había muerto cuando la pequeña Annie tenia 4 años, por lo que su tía abuela su única pariente viva se había encargado de criarlos a ella y sus hermanos, su tía abuela era una mujer dedicada a cuidar de su familia y del buen nombre que era lo único que le había dejado su padre que al morir, poco a poco se fueron enterando de la mala situación que su padre había tratado de solucionar pero aun así no lo consiguió y ahora solo tratan de vivir de la herencia que su madre había dejado para ellos aunque después de unos años ya había mermado demasiado, con el paso del tiempo y el aumento de las deudas había sido necesario desprenderse una a una de las posesiones que tenían, por lo que ahora solo conservaban la mansión en la que vivían en Inglaterra y una casa en Lakewood América.
La situación de la familia de Candy era grave y cada vez era peor, solo les quedaba tratar de vivir de la apariencia de que aun eran ricos y acaudalados, Albert, el mayor y el futuro cabeza de la familia, era un espíritu libre que amaba viajar por el mundo y descubrir sus secretos, por lo que no era de mucha ayuda a las finanzas de la familia pues Albert desaparecía con su mochila al hombro cada vez que la tía abuela pretendía juntarlo con alguna rica heredera, aunque amaba a sus hermanos no podía evitar desear conocer lugares exóticos donde el estaba seguro encontraría al amor de su vida y la forma de ayudar a su familia; en aquella mochila que era su fiel compañera de viaje atesoraba lo mas valioso de su vida, una cantimplora, una foto de su familia, un reloj que había sido regalo de sus padres cuando cumplió 18 años, algo de ropa y un poco de dinero que lograba obtener haciendo diversos trabajos para algunos comerciantes sin que la tía abuela se enterara.
Su hermano Alistear, era un chico inteligente que soñaba con inventar algo que pudiera salvar a su familia de la inminente ruina que se avecinaba sin tener que sacrificar a algunas de sus hermanas, cada una de ellas era especial para el pero sin embargo Candy era su hermana preferida, pues en muchas ocasiones había sida conejillo de indias para sus inventos, de los cuales la mayoría no salían como estaban planeados.
Como la vez en que Stear había planeado reconstruir el aeroplano de Archivald Cornwell, amigo y colega de la universidad pero ninguno de los dos tenia los fondos por lo que Candy, Annie y Patricia hermana de Archie habían organizado hornear galletas y pasteles para venderlos y así conseguir algo de dinero para reparar el aeroplano, no fue mucho lo que consiguieron pero fue lo suficiente para poder repararlo, aunque no por mucho tiempo por que en su primer vuelo lo estrellaron Stear y candy tuvieron que saltar del aeroplano en paracaídas.
Candy y Annie siempre estaban impecablemente vestidas y arregladas, y siempre en compañía de una dama de compañía Dorothy, la cual no había podido evitar que ambas se enamoraran; Annie de Archivald Cornwell, era un chico apuesto y elegante el cual no solo provenía de una buena familia sino que era heredero de una cuantiosa fortuna, la cual algún dia heredaría pero eso no seria hasta que sus padre dejara este mundo y para ese entonces para los White ya seria demasiado tarde.
Annie y Archie se habían comprometido para casarse cuando Archivald se graduara de la universidad y tomara su posición al frente de los negocios de su padre que no seria hasta dentro de un par de años, lo cual ya seria demasiado tarde para la familia, por lo que la Tía Abuela poso todas sus esperanzas para salir de la ruina en Candy y casarla con un buen partido que salvara el nombre de la familia y de la pobreza; y ya tenia una lista de pretendientes la cual la encabezaban Neal Leagan, otros solteros adinerados importantes.
Neal Leagan era el candidato preferido de la tía abuela pero no así para Candy pues no solo le desagradaba sino sentía un aburrimiento total por el, para ella solo era un snob que solo veía la valía de las personas por las cosas que poseen y por lo que son, Neal intentaba enamorarla haciendo alarde de su riqueza y constantemente había enviado joyas y regalos a la casa White para conquistar su corazón pero ella había rehusado si quiera a abrirlos y los había devuelto uno tras otro, Neal era un tipo que presumía una excelente educación pero si le preguntaran a Candy era lo que ella llamaría un inverbe, que pese a hacer alarde de su gran educación en la universidad no sabia nada, mas que parrandear y ahogarse en alcohol.
Sin embargo Candy se había enamorado de Anthony Brower, y no solo por que era guapo, sino por que la hacia reír y le hablaba de cosas que había leído en libros y de sus sueños de convertirse en un floricultor y sobretodo por que le hablaba del futuro que podrían tener juntos vivir en una pequeña casa ala orilla de un lago y tener hijos y ser felices. Anthony amaba las cosas sencillas y eso era lo Candy mas amaba de el, que no deseaba mas cosas en la vida de lo que ya tenia.
Anthony Brower tenia un buen nombre, era hijo de un banquero y para cualquiera de la posición social de Candy era un buen partido pero no lo era para Candy desde el punto de vista de la Tía Abuela, pues no tenia lo necesario para salvarlos de la ruina, que aunque era un buen muchacho, deseable para cualquier familia no valía la pena arrástralo a su pobreza inminente; sobretodo cuando la tía abuela sabia que Eliza Leagan y otras chicas estaban interesadas en el, por lo que prohibió a Candy que fuera cortejada por el.
Candy y Anthony se amaban pero no podían verse libremente por lo cual se veían escondidas en Hide park, en una banca que esta un tanto oculta a la vista por unos arbustos, aquella cita clandestina era algo que mantenían en secreto incluso de sus amigos a excepción de Archie, el cual como compañero de la universidad y amigo cercano no solo era el confidente de Anthony sino que en mas de una ocasión había sido complice para que el y candy pudieran pasar un momento a solas.
Como todas las mañanas Dorothy entro para ayudarla con su arreglo, le entregaba un rosa blanca que Anthony había plantado para ella en el jardín de su casa, Anthony tenia un afecto especial por las rosas así mismo como una habilidad para cultivarlas por lo que había cultivado con mucho afán y cariño un rosal blanco y fragante que había bautizado con el nombre de dulce Candy y se las había regalado en el mes de mayo en su cumpleaños Numero 15, esta mañana a diferencia de las demás Dorothy se dio prisa en arreglarla pues la Tia Abuela reclamaba su presencia en el salón.
Muy temprano por la mañana había llegado Eliza y Neal Leagan para informarle a la Tía Abuela de los encuentros entre Candy y Anthony en el parque aunque no hacían nada impropio, solo charlaban, Eliza y Neal le habían dado un tinte escandaloso al asunto, por lo que la tía Abuela llamo a Candy al salón de té, a que diera una explicación, Candy se arreglo rápidamente y bajo a ver a la tía abuela, toco tímidamente la puerta y espero a que le respondiera.
-pasa Candy, toma asiento.-
- que pasa Tía abuela?.-
Candy entro en el salón y se sentó en una poltrona que estaba enfrente de la tía abuela, había entrado con su alegre caminar por lo que no se había percatado de los visitantes que estaban sentados en un sillón, Eliza y Neal que la miraban maliciosamente.
-Candy saluda a nuestros invitados.- le indico la tía abuela.
Candy se volvió y dio unos pasos hacia donde le indico la tía abuela y con una mueca hizo una reverencia ante Eliza y Neal Leagan a modo de saludo después de aquellos Eliza se levanto y camino hasta ella y la tomo de las manos.
-¡oh Candy querida, no te parece que este es dia encantador! Es una pena pasar el dia en el interior no te apetece salir de paseo.- Eliza era sonrisas y candidez delante de la tía abuela.
Candy estaba a la expectativa de que había planeado Eliza, ella nunca era buena con ella y de hecho le parecía mas aterradora con esa careta de niña buena por lo que estaba por declinar su invitación cuando Eliza asió con mas fuerzas sus manos, impidiéndole escapara de ella.
-creo que se a que lugar te encantaría ir Candy, en Hide Park hay una banca muy especial ya sabes esta un poco oculta por los arbustos, dime candy como un rincon así tan silvestre puede resultar romántico?.- Eliza había dicho aquellas palabras con gesto de repulsión y había rematado su diatriba con una sonrisa triunfal de ver a Candy con los ojos abiertos como platos y petrificada hasta los huesos.
-no vas a negarlo, cierto Candy? Ademas no podrías cuando Luisa Smith, Aaron Beckett y yo en nuestro paseo del dia de ayer los encontramos a ti y a Anthony muy juntitos y tomados de las manos.-
-Candy has estado viendo en el parque con el joven Brower?.- la tía abuela sentía como la tierra se abría sus pies y los dejaba caer en un abismo no podía creer que candy la desobedeciera.
Candy se había quedado muda, no sabia que decir, tenia dos opciones, una negarlo y con ello negar lo que sentía por Anthony o reconocer la verdad y atenerse a las consecuencias, por lo pronto sentía que se le había helado la sangre en las venas aunque el corazón le latía muy fuerte, tanto que lo sentía como si lo tuviera detrás de los oídos.
- No vas a negarlo Candy, verdad?
Hablo por primera vez Neal haciendo notar su presencia, ahora Candy no solo estaba muda, estaba aterrorizada, no sabia que esperar, no tenia idea de que habían tramado Eliza y Neal para con ella y sobre todo que hacían en el salón oyendo una conversación privada entre ella y la tía abuela donde ella tendría que defender sus sentimientos por Anthony.
-Tía abuela Anthony y yo somos novios
Contesto tímidamente y con voz un poco temblorosa Candy a la tía abuela, por lo que no vio en que momento la tía abuela se levanto y estaba frente a ella hasta que sintió la mano dura de la tía Abuela estrellarse contra su rostro.
-¡Muchacha desvergonzada!, ¡como te atreves a hacer algo así, a poner en ridículo el buen nombre de la familia!.
-Tía abuela yo y Anthony nos amamos y queremos ca…
No termino de hablar cuando la mano de la tía abuela se impacto de nuevo en su rostro.
-¡te lo prohibí candy!, te dije mil veces que el joven Brower no te conviene, no es lo que tengo planeado para ti, ¡el no puede cuidar de la familia!.
Candy estaba furiosa tenia tanto que decirle a la Tía abuela pero el hecho de que estuvieran ahí Eliza y Neal se lo impedía, por lo que apretó los puños a sus costados y sintió unas cálidas lagrimas derramarse por sus mejillas
-Menos mal que el joven Neal Leagan piensa pasar por alto tus encuentros con el joven Brower si te disculpas y prometes no volver a verlo, el se comprometerá contigo hoy mismo para casarse dentro de dos meses.
Era increíble como de un momento a otro la tía abuela paso de la ira a sentir que aun había esperanza para la familia solo esperaba que la testarudez de su sobrina no le impidiera ver que esta seria la mejor propuesta de matrimonio que tendría que valdría la pena, y la aceptara.
Candy no podía creer esto de la mujer que la había criado, sentía hervir su sangre estaba llena de coraje de indignación, lo que ella y Anthony sentía era puro no algo de lo cual avergonzarse, Candy no tenia miedo a la pobreza o caer en la deshonra como decía su tía abuela, por lo que por nada del mundo se casaría con el idiota de Neal Leagan. Candy se armo de valor y les dijo con voz fuerte y clara aunque en un principio un poco temblorosa.
-Yo lo siento de verdad pero no puedo aceptar la generosa oferta del joven Leagan, yo amo Anthony Brower con todo mi ser y no me casare con nadie nadie sino es con el.
Y antes de que la tía abuela la volviera a abofetear, dio la vuelta y salió corriendo de la habitación dirigiéndose hacia la calle.
En el salón de te, la tía abuela se disculpo por Candy ante los Leagan diciendo que la haría recapacitar y que sin duda aceptaría casarse con el, Eliza estaba furiosa e indignada, quien se creía ella para humillar a su hermano de esa manera y tratar de arrebatarle a Anthony; que era su nuevo blanco para hacerlo sucumbir ante sus encantos y por que no incluso casarse con el.
Neal acepto la disculpa de la tía abuela pero en su mente sin escrúpulos ya había trazado otro plan para hacer suya a Candy; aun si esto lo llevaba a tomarla por la fuerza y luego desecharla, si ella seguía rechazándolo eso haría, la humillaría, la deshonraría para siempre.
Mientras esto sucedía en la casa White en el puerto south Hampton llega el Endurace con Albert y un nuevo amigo que había conocido en su viaje a Italia, lo había invitado a pasar uno días en la casa White pero su nuevo amigo Terrance Baker era un tanto huraño y no se sentía cómodo entre las personas por lo que este decidió ir a casa de su padre y pasar unos días ahí para luego irse a su propio departamento que tenia en el centro de la ciudad. Se despidieron en el muelle para luego prometer verse cuando Terry se hubiera establecido en su apartamento.
Continuara, próximo capitulo 2 el desfile.
