Recordando hoy lo que pase en antaño, ahora resulta una vil burla. Este amor no se ha disipado, aun permanece en mi pecho, quemándome… Sí, sigo amándote durante cuarenta años, Ryu Kinomiya.

Alimentar a las palomas mientras estoy sentado en una banca en el parque, antes de ir a visitarte, es ya costumbre. Después de tanto tiempo, tú no has cambiado en absoluto. – en mis labios se dibuja una leve sonrisa mostrando resignación. – Sigues siendo el mismo: de trato agradable, protector, animado, alegre, energético, escandaloso; cualidades que se ven reflejada también en tu nieto, Takao.

Fue gracias a tu nieto, que pude volverte a ver, ¿chistoso no crees? Siempre imagine que nunca más nos volveríamos a ver, me hace eso profundamente feliz. El poder compartir algunas charlas mientras tomamos una taza de té y recordamos viejos tiempo. Que es lo único que nos queda, ya estamos ancianos.

-Señor Dikenson- dice Hiro, sacándome de mi ensimismamiento.

-Oh, hola Hiro- le sonrió levemente. Y se sienta a lado mío.

-¿Cómo le va?, le note un poco pensativo, y más por el hecho de que suele estar a estas horas en casa de mi abuelo.

-Lo sé, pero hoy tenía ganas de venir aquí, antes de visitarlo. –digo mientras saco una semillas y las tiro al suelo, para que las palomas se las coman-¿Y tú vienes a relajarte o te quedaste de ver con Tyson y este se ha atrasado para su entrenamiento?

Ambos soltamos una carcajada. Ambos sabemos cómo es el menor, como tú.

-No, vengo porque me quede de ver con Brooklyn, el tiene muchas ganas de ir al zoológico., y aquí me ve. –dice burlonamente.

-Ya veo, entonces es verdad, que ustedes son novios.-digo

-Sí… -termina sonrojándose.- le amo bastante.

-Me alegro por ti.

-Gracias.

En ese momento viene Brooklyn, y este rápidamente va a tomarle de la mano a Hiro. Y termina diciendo:

-Lamento la demora, ¿Te hice esperar mucho?- dice Brooklyn apenado y cosa que me causo un poco de gracia.

-No tanto. –dice su novio.

- Es que miré un lindo gatito y no pude evitar hacerle mimos,- y este termina abrazando a Hitoshi.

-Lo imagine. –hiro voltea a verme - Bueno señor D. luego nos vemos.

-claro. –Brooklyn solo se limita a despedirse con las manos.

Es lindo ver, que ellos dos anden juntos… espero que nunca terminen como yo, en el hubiera. Miro mi reloj, y veo que ya es hora de ir a visitarte, claro no sin antes comprarte aquellos caramelos que te encantan y tus los guardas y tus nietos terminan comiéndoselos.