Parte 1:
- No puedo, es inútil...
Hace muchos años, en una época donde no existían las bandas ninjas, una época donde el mundo era dividido entre clanes, una época donde la fama, territorio y poder lo eran todo. Un mundo más
primitivo, uno más simple. En este momento de la historia, la sola idea de una aldea donde diferentes clanes y culturas se ayudaran para complementarse entre sí y prosperar era solo un cuento de
hadas, pero es aquí, en este momento de la historia donde las leyendas del mañana habían nacido.
- ¿Cómo puede llegar a ser tan difícil?
Koke, esta era una zona del planeta bastante diferente al resto de los demás territorios. No podías decir que era precisamente un bosque, pero no había una palabra que lo pudiera definir en su
totalidad debido a su paisaje tan singular. Rocas llenas de musgos tan altas como edificios decoraban todo el lugar, los habitantes aprovechaban estas formaciones rocosas como viviendas y la altura
de estas como torres de vigilancia, era todo un pueblo entero quienes vivían allí. Debido a su abundante cantidad de animales exóticos y canales de ríos que lo atravesaban a veces era confundido por
los turistas ingenuos con el paraíso.
Un par de kilómetros alejado del pueblo, sentado sobre una roca, descansando se encontraba un hombre viendo al cielo.
- ¿No pueden simplemente llevarse todos bien? No lo entiendo, supongo que en fondo sigo siendo un niño
Con la mirada perdida en las nubes, cerró los ojos y dio un gran suspiro.
- Me pregunto qué cenare hoy
Estaba en total estado de relajación, pero a pesar de su actitud él estaba lejos de ser alguien flojo. Existía una razón por la que estaba en el medio de la nada y sentado sobre una piedra descansando,
había venido a entrenar un jutsu lo suficientemente peligroso que solo su practica colocaría en riesgo tanto al pueblo entero como a el mismo. ¿En que consistía el jutsu? Ni el mismo lo sabía, el líder de
su pueblo había dedicado toda su vida al estudio de un ninjutsu que desafiaba a todo lo escrito por el hombre y la genética, tras años de investigación finalmente pudo hallar la formula que daría
nacimiento a una de las técnicas mas peligrosas jamás creadas.
Pero había un problema.
Aunque teóricamente era posible el llevarla a la práctica, poder dominarla probablemente requeriría un tiempo igual o mayor al tiempo que tomo para ser creada. Por lo tanto con el fin de tomar la
delantera en la batalla de clanes, este conocimiento ha sido suministrado a decenas de jóvenes ninjas y con esa información en su cerebro partían de la aldea a un lugar donde en el caso de que fallen
haciendo la técnica y mueran no se pierdan vidas innecesarias. Nadie ha logrado dominarla. Nadie ha sobrevivido a su práctica.
- Supongo que me conformare con lo que haya.
Al terminar de decir esas palabras una nueva presencia había aparecido, una voz interrumpió su silencio y grito desde la distancia.
- ¿Conformarse con lo que haya? Esa es la actitud de un perdedor, debes nutrirte bien para poder pelear. ¡Mariscos! Si realmente quieres volverte fuerte debes comer mariscos.
- ¿Eh? ¿Eeeh?
Se había distraído. No se percato de que una persona había aparecido, aunque era un gran ninja sensor se confió, después de todo ¿Qué posibilidades había de encontrarse a otra persona? Trato de
levantarse lo más rápido que pudo, aunque para su desgracia estaba a punto de descubrir que las rocas eran más resbaladizas de lo que podían parecer. Tras un movimiento en falso, su pie se
resbalo y con ello todo su cuerpo cayó como un árbol contra el suelo.
- No pareces ser muy listo.
En el suelo, con un moretón en su mejilla miro hacia arriba y vio al hombre que lo había sorprendido. Su cabello era amarillo, pequeños bigotes, pequeña barba, pequeñas cejas y la sonrisa de un
cretino. Esto no podía terminar bien, aunque si hubiese querido una batalla ya hubiera hecho su movimiento, eso lo tranquilizo un poco.
- Tus cejas... Son pequeñas.
- ¡Cállate! Lo que importa no es el tamaño, es la forma. ¡Admira estas curvas perfectas!
- Deberías cortártelas
- ¡Esa no es tu decisión! Maldición, estos campesinos de hoy en día.
Apoyándose en sus brazos y piernas, el chico se levanto del suelo sacudiéndose el polvo.
- No soy un campesino, soy un Ninja. ¿Quién eres? Yo me llam-
- ¡Detente! No me digas tu nombre estúpido, estamos en tiempos de guerra ¿Te das cuenta de lo peligroso que sería eso?
Al terminar de hablar, llevo su mano a la parte trasera de su cuerpo y saco un vaso realmente grande con mucha agua, la acerco a su boca y dio un sorbo.
- Entiendo, entonces ¿Qué haces aquí?
- Estoy buscando una aldea pero me perdí, hice un mapa de la zona hace varios días y dice que aquí debería haber una roca de al menos 120 metros de altura, debido a su tamaño era un buen punto en
la zona para guiarme pero ya no la encuentro.
- ¿Te refieres a esta? Perdón, la use para practicar mi nuevo jutsu.
Señalando con su dedo índice, apunto contra una pequeña piedra sobre la que había estado sentado, pero su altura ahora eran unos escasos metro y medio.
- L-la usaste... ¿Para qué?
No estaba molesto, el sentimiento de sorpresa y asombro cubrió las otras emociones que pudiese despertar, apretó sus dientes al imaginar ese enorme pilar de piedra reducido a una miserable roca
de unos escasos centímetros. Inmediatamente un sentimiento había florecido en su interior: Respeto.
En el mundo realmente hay gente fuerte. Lo miro de manera detenida pero aunque sus músculos estaban desgastados y transpiraba fatiga, su cuerpo no estaba herido ni había escombros de rocas al
rededor. ¿Realmente lo había hecho él?
- Se exactamente que te estás preguntando, si estuviera en tu lugar reaccionaria de la misma manera pero si esperas que conteste esas preguntas entonces eres el estúpido eres tú. Tiempos de
guerra, ¿Recuerdas?
Hubo un momento de silencio.
- Tch, entonces eres un ninja después de todo. No me desagrada... La gente como tú.
Mirando a otro lado y cruzándose de brazos le respondió.
- Ahora que lo pienso cualquiera puede tener unas cejas grandes, pero hay que tener habilidad para tener una buena forma.
Estaban sonriendo.
Puede que ellos no lo supieran en ese momento, pero ahora que sus vidas se habían encontrado con el otro el destino de ambos estaban predestinados a entrelazarse, este primer encuentro seria el
primero de muchos y lo que definiría el curso de la historia en más de un sentido. Un suceso inevitable.
Parte 2:
El haber destruido la roca y cambiar el mapa que le había tomado días trazar a ese sujeto misterioso lo había hecho sentir culpable, por lo tanto permanecieron unos minutos intercambiando palabras,
hablando sobre cosas triviales y monótonas, no podías llamarlo una relación de amistad si no la de dos hombres que habían pasado por mucho en la vida. Ahora que estaba confirmado que en ese
lugar se encontraba la formación rocosa de decenas de metros el viajero podía seguir su camino, intercambiaron un apretón de manos y se marcho.
Ese mismo día varias horas más tarde, regresando a su pueblo natal.
- Dentro de poco llegare a Koke si sigo por este camino.
Normalmente habría llegado en cuestión de minutos, pero debido a su exhaustivo entrenamiento sus músculos y reservas de chacra estaban en un nivel donde prefería caminar antes de gastar un poco
mas de chakra, no estaba seguro de que le sucedería si eso llegara a pasar.
Sin ningún aviso su estomago rugió.
- Camarones ¿Huh?
Parte 3:
Koke.
En este lugar era imposible quejarse por caminar, el alrededor emanaba una belleza que te hacía pensar "Si Dios existe, esta fue su mejor obra", con ese pensamiento en su mente y subiendo una
ultima pendiente, dio un par de pasos más para con una sonrisa en el rostro llegar al punto más alto de una colina que a la vez era la entrada a su pueblo.
- ... ¿Qué es esto?
Sus cejas de comprimieron, su mandíbula titubeo y un sudor frio recorrió su espalda.
- ¿Me estas jodiendo?
Tras estar de pie en la cima de la colina, la entrada, lo que aprecio ante sus ojos fue una lluvia de cadáveres y sangre que coloreaban su pueblo natal de un rojo escarlata.
Tembló.
Tratando de rechazar el escenario actual siguió caminando y comenzó a adentrarse más en el pueblo, pero por más que camino nadie salto para sorprenderlo y decirle que era una broma.
Estaban muertos, realmente habían muerto.
- ...
Calles, sobre las casas y rocas, en las esquinas, entre los callejones y en los alrededores. En todos los lugares que podías imaginar solo podías encontrar sangre y cadáveres.
- Ayuda...
Esto estaba sucediendo, no era una ilusión.
- Ayuda...
Tomando tanto aliento como pudo en sus pulmones, abrió la boca y desgarro su garganta con un rugido de desesperación y odio.
- ¡Ayudaaaaaaa!
Llevo las manos contra su cara y entrelazo sus dedos con su cabello, estaba desesperado. Dio un par de vueltas en círculos pero no encontraba a donde huir, tras un par de segundos se había
resignado y cayendo de rodillas contra el suelo, lanzo un cabezazo contra el suelo.
Comenzó a llorar, las lágrimas salieron de sus ojos de manera desenfrenada.
- Quien sea... Por favor.
Entonces fue así, cuando menos lo espero que escucho una voz proveniente de una pila de cadáveres respondiendo a su llamado. Era una niña. Probablemente su familia había usado su muerte como
escudo para protegerla con la esperanza que de alguna manera pudiera sobrevivir a esto.
- ¡Aquí! Escóndete aquí, pronto van a volver.
¡Un sobreviviente!
Sin pensarlo dos veces alzo su mirada.
- Una aldeana, ¡Una aldeana!
Por desgracia su pequeña luz de esperanza no duro demasiado, como gran ninja sensor pudo sentir decenas de chakras diferentes y poderosos viniendo en esta dirección a una velocidad
abrumadora.
- No. No, no, no, no. ¡No! Rápido, huye yo los distraeré.
No se movió, la niña no fue a ningún lado y solamente sonrió, ella no poseía ningún tipo de habilidad sensorial pero había podido sentirlo, este era el fin. Su fin.
Murmurando sus últimas palabras se deslizaron por sus labios.
- Adiós, Mu onii-chan.
- ¿Eh-
Tras decir sus últimas palabras Mu pudo notar algo extraño, debajo de ella su sombra era extrañamente más grande de lo normal. Había sido ingenuo, miro hacia arriba buscando respuesta y un
hombre musculoso con barba y sin un ojo aterrizo con toda sus fuerzas aplastando el cuerpo de la aldeana como una lata vacía.
Ignorando la sangre y órganos en sus zapatos, ese hombre hablo.
- Ya veo, así que tú eres Mu el orgullo de Ishikawa.
- ¡Byakuren maldito!
- Vamos, no te enojes... Solo es la guerra. ¡Bwhahahahaha!
En cuestión de segundos después de su llegada, poco a poco comenzaron a llegar más y más ninjas, docenas de ellos. Era un Clan completo, todos y cada uno compartían una misma característica,
dientes acerrados.
Solo había una respuesta posible a esto, el clan Hoozuki.
- ¡Te voy a Matar!
Levantando ambas manos, las junto en el centro y creo la forma de un triangulo con ellas, pero después de un día de entrenamiento sus reservas de chacra eran inexistentes. Sin importar cuantas veces
alzo las manos, nada salió de ellas.
Maldiciente su impotencia, abandono su postura y salió corriendo hacia ese bastardo bárbaro que había hecho tal atrocidad.
- Las personas con Kkeke Genkai son los abortos de Dios, sus habilidades anormales y genética única desafía lo humano, las técnicas de linaje sanguíneo están malditas y esos sucios perros usaron
esas habilidades para suprimir a las demás aldeas, todos son iguales, en especial esos uchichas.
Antes de que Mu pueda llegar a irrumpir el discurso de Byakuren, alguien del clan Hoozuki dispara una bala de agua contra su pierna mandándolo contra el suelo.
- Y ahora ¿Que me encuentro? Unos blasfemos tratando de fusionar no dos, si no tres elementos. ¡Basuras!
No poder caminar no es una excusa para pelear, eso era lo que este hombre creía. Clavando sus dedos en el musgo cubierto de la sangre de sus compañeros, se arrastro por el suelo hasta el enfermo
sin un ojo.
Pero su camino fue interrumpido por la misma persona que le había disparado. No necesitaba alzar su mirada para saber quién era, este chakra... No había duda, solo podía ser ese hombre.
- Esta es la segunda vez que tengo que agachar mi mirada para verte y nos acabamos de conocer.
¿Así que esto era la vida?, ¿Todo acababa aquí?, ¿No podía hacer nada mas? En este momento lo único que podía salir era una pequeña carcajada de ironía.
- Así que tu nombre era Mu, mucho gusto yo soy Gengetsu Hoozuki del escuadrón de exploración. Gracias por tu contribución.
Todos los grandes jutsus nacieron comenzaron desde el escalón mas bajo y el legendario jutsu: Explosiones infinitas de Joker boy no era la excepción, el cuerpo original de Gengetsu se comenzó a
inflar poco a poco como un globo, mientras más grande se volvía mas se acercaba la hora de su muerte, era una bomba de tiempo.
Tras alcanzar el punto máximo... Exploto.
Parte 4:
Ese mismo día en la noche.
Habiendo cumplido su objetivo, todos los miembros del clan Hoozuki abandonaron el pueblo y partieron rumbo a su tierra natal, desde su perspectiva ya habían terminado con el pueblo maldito que
desafiaba la lógica de dio y el hombre tratando de fusionar tres naturalezas de chakra. Se equivocaron. Se confiaron. Este era un error que iba determinar de manera peligrosa el destino de su clan en
un futuro.
En el medio de alguna calle llena de cadáveres.
- Tme.
Tirado en el frio suelo, sumergido entre la sangre de sus caídos.
- Mteme
Con el cuerpo entero completamente quemado y desfigurado, la carne hecha trizas y sus músculos carbonizados.
- Mátenme
Mu había sobrevivido.
