El colegio Hogtwars de Magia Y Hechicería estaba de fiesta con su gran comedor decorado con corazones y unos cupidos que volaban de un lado a otro lanzando flechas, en sus mesas postres decorados con corazones, fuentes de chocolate, fresas y toda clase de cursilerías que al chiflado del Director se le ocurrieron, pero ¡claro! No que a él le importara mucho esa fiesta, aunque teniendo como novio al ¡Maldito niño que vivió! Tenia que importarle y es por esa razón que se encontraba apretando un cuchillo entre sus manos, sus compañeros lo veían prácticamente lanzando rayos por los ojos.

En la mesa de Griffyndor el muy bastardo del niño de oro se encontraba riéndose con sus amigos, la sabelotodo de Granger y la comadreja de Weasley, y para colmo cada vez que alguien se acercaba a darle su regalo de San Valentín solamente les sonreía como idiota y les agradecía.

Pero claro ¡él! ¡Draco Malfoy! No estaba que se moría de celos ¡No Señor! Los Malfoy no son celosos, ellos solo cuidaban lo que es suyo, y el cómo digno heredero del apellido cuidaba lo que era suyo, he iba a hechizar a todos aquellos idiotas que se acercaran a Potter, aunque no tenían que saber porque sus piernas se volvían de gelatina cuando se lo encontraban en los pasillos, y por supuesto que no veían al príncipe de hielo de Slytherin sonreír maliciosamente mientras guardaba su varita entre su túnica del colegio, bueno si ¡Maldición! ¡SI! Estaba que se moría de celos y como no estarlo si Harry en estos años se había convertido en un chico hermoso, de piel blanca, con sus mejillas suaves, de labios rojos y carnosos en forma de corazón y unos enormes y hermosos ojos verdes, un cuerpo esbelto y un trasero ¡Merlín! Que trasero, que lo partiera un rayo si no tenía razón.

Justo en ese momento es idiota de Seamus Finnigan se acercaba con una sonrisa de idiota a ¡SU! Harry, llevaba entre sus manos una caja de chocolates y sin que el griffyndor pudiera evitarlo el irlandés le planto un beso en los labios, Harry abrió sus ojos sorprendido jamás se imagino que Seamus fuera capaz de hacer algo así, pero antes de que pudiera alejar al chico de su lado sintió como era separado bruscamente y era tomado de la cintura por unos fuertes brazos, mientras era atraído hacia un fuerte pecho, el aroma a la colonia de Draco le llego a la nariz y supo quien era el que lo había alejado del otro chico.

Draco cuándo vio lo que Seamus hizo no lo pudo soportar más se levanto emputadisimo de su asiento y se dirigió hacia donde los Griffyndor, jalo a Harry hacia él y lo abrazo acercándolo hacia su pecho, saco su varita con la que apunto al irlandés.

¡Escuchame irlandés de pacotilla! Te vuelves a acercar a Harry y te juro que te lanzare maleficios de los que el señor tenebroso estaría orgulloso.

El Slytherin se dirigió a todos los que se encontraban en el gran comedor y con voz fuerte y clara les dijo

¡Harry es mío! Que les quede claro a todos ustedes.

Harry se sonrojo, sus mejillas adquirieron un bonito color rojo, Draco le estaba diciendo a todos que era suyo, lanzo una sonrisita algo tímida, se separo un poco del chico rubio se puso de puntas y le dio un suave beso en los labios.

Draco tu sabes que eres al único al que yo quiero con todo y tu temperamento de dragón que te cargas.

El Slytherin le sonrió y lo vio a los ojos, verdes contra plateados se inclino un poco y le dio un casto beso en la boca, aunque el beso que tenia ganas de darle no era nada casto, no para nada pero el gran comedor no era el lugar donde se lo demostraría a su chico, en ese momento una atmosfera tranquila los rodeo, solo eran ellos dos nadie mas, Draco llevos sus manos a las mejillas del chico dorado para profundizar un poco mas el beso pero un ruido a su alrededor los saco de su ensoñación, se separo de mala gana de su novio, volteo a su lado y vio la causa por la que salieron de tan bonito momento.

La comadreja estaba en el suelo con la sabelotodo dándole aire, el muy idiota se había desmayado ¡que se joda! Ya había pasado tiempo para que se acostumbrara a ver a su hermanito inocente y puro como llamaba a Harry dándole besos a su peor enemigo, si eso paso con besito inocente no se imaginaba que pasaría si viera los besos que se daban en los pasillos cuándo no había nadie cerca que los interrumpiera, un moviento de Harry a su lado lo hizo voltear a verlo, el se había sentado en la mesa y lo había jalado para que se sentara a su lado, el como buen novio que era no se hizo mucho del rogar, ¡total! Asi ya no se acercaban más sanguijuelas a su hermoso Griffyndor, Harry le dio un suave beso en su majilla antes de acercarle un chocolate a su boca para que lo probara, estaba tan cómodo que no vio la sonrisita maliciosa y el guiño que Harry le dirigió a Seamus ni tampoco vio cuándo el susodicho levanto su dedo pulgar en son de victoria.

Los demás Gryffindor en la mesa solo suspiraron derrotados habían apostado que Harry no haría que el príncipe de Slytherin se sentara en la mesa rodeado de Gryffindors sin objetar nada, aunque claro jamás creyeron que el mismo Harry usaría los enfermizos celos de Draco a su favor.

Los demás Slytherin solo se dieron una palmada en la cara, no por nada eran los más astutos y se habían dado cuenta desde un principio de las intenciones del chico de oro, pero claro como Draco era un idiota enamorado y celoso no se daría cuenta del jueguecito en el que estaba cayendo, pero como los muggles dicen "ojos que no ven, corazón que no siente" Harry sabia usar su lado Slytherin a su favor cuándo le convenía y pues ni modo el chicho también estaba enamorado hasta los huesos de su príncipe, ellos tampoco sacarían a draco de su ignorancia.

Hermione estaba emocionadísima, eran pocas las beses que la parejita preferida de Hogtwars se daba tales demostraciones de afecto en público, después le pediría una fotografía a Colin, ahora trataría de despertar a su novio pelirrojo y ya sabía como lo haría, un poco de agua helada no le haría daño.