¿Te encuentras bien?

Hola a todos, este es el primer fic que hago sobre esta pareja la cual es mi favorita, y también el primero que hago que tenga que ver con uno de las parejas de el elenco de Sonic. Espero que les guste y si piensan que hay cosas que mejor o algo por el estilo, pueden dejarme en los reviews que yo encantada los tomaré en cuenta.


- ¿Te encuentras bien? -.

- Si -.

- ¿Seguro? Pienso que algo te está pasando -.

- ¡Dije que estoy bien Rouge! -.

- Es que me preocupa -.

- ¡Yo tengo mis asuntos!¡Tu ocúpate de los tuyos! -.

Y eso fue lo último que Rouge escucho de Shadow ese día. En la noche la murciélago estaba ya acostada en su cama, pero no podía conciliar el sueño.

"3 am",pensó con un suspiro. No podía dejar de pensar en que le estaba sucediendo al erizo negro. Deseaba ir a su habitación, al otro lado del pasillo, a volvérselo a preguntar. Sabía que a él le molestaba mucho cuando insistía, al igual que otras muchas cosas pero por la amistad había que arriesgarse, y ella estaba dispuesta a más, por el bien del erizo.

Hace ya meses que Rouge le había ofrecido a Shadow que se quedara en su casa, para ya no tener que pasar la noches en las calles. Después de lo que le dijo Mephiles acerca de su futuro, no podría dejar que se pasara solo, y que su odio hacia a los humanos aumentara, tenía el temor de algún humano, de repente, hiciera un gesto equivocado y el reaccionara y pudiera atacar.

No pudo aguantar más, juntó todo su valor de cazadora de tesoros y se levantó. Se puso su ligera bata para cubrir su pijama. Cuando llego a la puerta, pudo escuchar el zumbido del ventilador interno de la laptop y por momentos, las teclas.

Abrió un milímetro de la puerta y allí lo vio, con solo la luz de la pantalla iluminándole el rostro. Sentado con la espalda en la cabecera, la manta cubriéndolo hasta la cintura y la laptop sobre las piernas. Su rostro con esa seria expresión que tanto conocía y sus penetrantes ojos carmín inmóviles.

Rouge se quedó allí mirándolo, cautivada por esa imagen, no podía negar ese atractivo que tenía.

- Creo que a eso le llaman espiar -.

- Lo siento ¿puedo pasar? -él se tomó un momento e hizo un gesto de afirmación con la cabeza.

Rouge entro y cerró la puerta tras ella. Shadow ni la miraba, solo seguía enfocado en lo que estuviera haciendo en la laptop.

La murciélago trató de iniciar una conversación.

- Y... ¿qué haces? -.

- ¿Que ves que estoy haciendo? -dijo con ese clásico tono de voz.

- ¿Por qué estas así? -Shadow dio un suspiró de enojo,apagó la laptop y la puso en un escritorio que estaba al lado.

- ¿Que no te quedo claro en la mañana? ¡Estoy bien! -dijo un poco mas alterado.

- ¡No!...no lo estás, no sé si estás triste o enojado o confundido pero lo que sí sé es que algo te pasa y quiero saber qué es y saber por qué -.

- Ya te dije que no te metas en mis asuntos -.

-¡Dime qué sucuede!-.

- ¡YA BASTA! -sus manos se hicieron puños y comenzó a brillar en rojo.

- ¡¿Es por lo que dijo Mephiles, verdad?! -.

Shadow se quedó estático, Rouge era su amiga y la única que se preocupaba tanto por él como lo hacía María, aunque él tratara de evitarlo. ¿Si ya lo sabe, por qué pregunta?. María ya no estaba, la mataron. Y Rouge era la única persona que no le temía y que lo conocía bien. Él necesitaba a alguien como María Robotnik, que sin necesitar reemplazarla, cuidara de él. No le quedo más que aceptar que esa persona era la murciélago.

- Sí -.

- ¿Quisieras conversar al respecto? -.

- De acuerdo -asintió- pero enciende la lámpara -.

Era verdad, no notó que todo este rato habían hablado y se habían gritado a oscuras.

- ¿La lámpara? ¿Y la luz del techo? -.

- Larga historia, solo...ya no funciona -.

Rouge se acercó a la mesa de noche y encendió la lamparita de luz amarilla, y cuando volteo noto que Shadow se había arrimado un poco de su sitio, dejándole un espacio para que se sentara a su lado. Eso le sorprendió, no era usual.

Ella se sentó al lado, igual con la espalda en la cabecera, con las piernas cruzadas.

- Y, entonces, dime, ¿qué es lo que te está abrumando? -silencio.

- El cómo pasar de ser uno de sus héroes, a ser capturado en una cápsula como amenaza. No logro entenderlos...a los humanos -.

- Pero...tú decidiste que...si eso llegaba a pasar...pelearías... -se acercó un poco más.

- Y lo haré, pero lo que no llego a entender es que los lleva a ver mi poder, que lo uso para protegerlos, como su destrucción -se puso hacía delante, encorvándose, apoyando sus codos en sus rodillas y frotándose los ojos.

- Yo tampoco lo entiendo,...pero,...no importa cuánto te persigan o que usen a Omega, a quién o lo que sea para lograrlo,... te lo recuerdo,...yo siempre estaré de tu lado. Si las cosas empiezan a ponerse en tu contra, yo estaré a tu lado y seré la primera en disparar a quien se atreva atacarte.

- En serio, ¿preferirías ensuciarte las manos antes de tu reputación y trabajo? -preguntó, esperando que al final ella recapacitara y se negara.

- Si -dijo con una firmeza que sorprendería a cualquiera- si en algún momento alguien va hacia ti con la intención que tu y yo conocemos, detrás de ti apareceré yo y mi arma y lo mataré -no sabía que lo impulsó, pero le creía.

Rouge puso una mano en el hombro del erizo para consolarlo, pero para su gran sorpresa vio una gota caer y dejar su huella en la manta. Shadow dejó un lágrima. Entonces, la atónita murciélago se inclinó y lo abrazó por la espalda, o lomo, poniendo su cabeza entre las dos púas de este. Él se sobresaltó un poco, pero sintió eso que no había sentido hace mucho tiempo: cariño.

Cuando notó lo tenso que se encontraba, en su intención de querer hacerlo sentirse mejor, se alzó para arrodillarse detrás de él y con ambas manos empezó a masajearle los hombros y cuello. Lo sintió estremecerse.

- ¿Qué haces? -preguntó Shadow algo extrañado, aunque algo agradecido por el acto.

- Nada, es que estás muy tenso y no te hace bien, espero que esto te ayude -.

Shadow empezó a estirarse y algunos huesos de su columna empezaron a sonar fuerte, el masaje de verdad que lo estaba ayudando. Se empezó a sentir tan a gusto que sin darse cuenta se dejó caer un poco en el pecho de Rouge y ella lo aceptó.

Cuando termino, lo volvió a abrazar, poniendo sus brazos al rededor del vientre de su amigo.

- Ya tengo que descansar -dijo Shadow, Rouge con un poco de pena de quitó de allí mientras que él se recostó en la cama pero antes volteo a ver a Rouge.

- Gracias -.

- No hay de que...oye... ¿Qué haces? -el erizo negro acercó su mano al hombro de Rouge y de la bata que se había abierto recogió un tirante de su pijama el cual se había caído sin que ella se diera cuenta.

- Oh, gracias...creo que eres el único que hubiera hecho eso ¿sabes? -cerró su bata de nuevo y volvió a su cuarto, después de haber apagado la luz y cerrar la puerta, como él le pidió.

"5 am". Rouge no pudo conciliar el sueño, ese pequeño gesto de acomodarle el tirante, de cubrirla, le había cautivado demasiado. Estaba casi segura de que nadie hubiera hecho eso, de repente, otro le hubiera insinuado a tener algo. Pero él no, Shadow le cubrió todo lo que llama la atención, que cuando usa su ropa normal, eso sobresale más. Ella tenía la teoria de que si se vestía asi, sería más facil desenmascarar a los pervertidos, y al parecer Shadow no era uno de ellos.

Eso tenía que agradecérselo, volvió a la habitación de Shadow y sin tratar de hacer ruido se sentó a su lado.

Tomó la manta y se cubrió hasta el pecho con ella, sintió que Shadow se volteaba y al mirarlo notó que había estirado su brazo, justo donde ella iba a poner su cabeza y así, aunque con un poco de inseguridad, se acurrucó en el pecho del erizo, y puso su mano en el sedoso pelaje blanco que tenía. En eso, sintió que en el brazo del erizo se enroscaba al rededor de ella. Rouge, entonces se pegó más a él.

Pero no se quedó contenta con eso, su mano empezó a bajar y acariciar todo el torso de su acompañante y disfrutar lo suave que eran los cabellos blancos de su pecho, y con la otra a acariciarle la púas de la cabeza y jugar con sus orejas muy lentamente. Luego se estiró y le dio un suave beso en la mejilla.

- No presiones tu suerte - dijo el erizo de pronto.

La murciélago solo sonrió y se giró para, por fin, poder dormir. De pronto su "amigo" se giró despacio, hacia ella, hasta que su pecho quedo pegado a la espalda de ella,y poniendo una mano en su brazo depositó un suave beso en su hombro y luego otro en su mejilla.

- Ya es hora de dormir -.

Shadow mostró una ligerísima sonrisa que Rouge no la vio, pero si la sintió. Al final él se volteó al lado opuesto de ella y ambos quedaron dormidos.

Por fin, Shadow se libró de su tormento, comprendió que Rouge era quién se había ganado el derecho de cuidarlo y que no importaba que tan solo lo querían hacer ver; su quizás más que amiga, estaría detrás de el con sus armas preparadas para apuntar al mundo.


Espero que les halla gustado queridos lectores, besos. Bye