Se encontraban ambos en la cocina, era de noche y afuera llovía sin parar haciendo que los relámpagos iluminaran la silueta de ambos amantes….

El la miró unos segundos y una sonrisa torcida apareció en su rostro haciendo que a ella se le escaparan unas cuantas carcajadas, si se amaban pero la locura fue más que ellos y pos poseyó sin vuelta atrás….

-Tú eres mi arma…- dijo la muchacha de ojos verdes para luego reír desquiciada mente

-Y tú eres mía,-dijo el albino antes de mostrar una gran sonrisa de tiburón y en un abrir y cerrar de ojos transformó su brazo derecho en una afilada hoja de guadaña listo para atravesar a la peli rubia….

Ella no estaba indefensa en su brazo izquierdo tenía un cuchillo tomado momentos antes en la cocina; ambos se acercaron listos al primer ataque sin antes besarse con muchísima pasión y luego lo único que se vio fue sangre manchando las paredes y el suelo…

Si, la locura se apodero de esos amantes matándose por su propio amor, nunca se supo quien dio el primer corte, pero solo se podía ver al pequeño divillo sonreír y retirarse cerrando una gran puerta mientras que aquel charco de sangre crecía,,,,