23 de septiembre de 1998
La verdad, nunca había escrito un diario. Incluso se me hace ridículo el hecho de que escribir algo en una libreta que podría caer en manos de algún metiche sea algo a lo que le podría sacar provecho algún día.
Pero mi más reciente amiga, Claire Redfield, me ha obligado a hacerlo. Dice que así podría sacar mis frustraciones sobre todo lo que me ha ocurrido. Y por alguna razón, he accedido a hacerlo.
Pues hoy no fue un muy gran día que digamos. Nos han interrogado a Claire y a mí, y nos han dado un ultimátum sobre sherry. Si no accedemos a trabajar con ellos, se llevaran a la niña. Y es injusto, ella es una niña que no debería pasar por eso, y estoy pensando muy seriamente en aceptar, no lo sé, tal vez llegue a algún acuerdo con ellos.
Por otro lado, John, miembro de los S.T.A.R.S. En Maine, es un chiste andante. Siempre anda contando chistes, pero muy malos. Y ese hombre, David, se ve que es más serio que el resto de los otros. También hay una mujer, ¿como era su nombre? Creo que Rebecca. Hoy Claire y yo llevamos al parque que está cerca de la casa donde nos hospedamos todos. Sherry es una niña muy inteligente y se sabe comportar. Me cae bien.
Bueno… en realidad todos me caen bien. No he conocido al resto de los S.T.A.R.S., ni a Chris su hermano de Claire, pero todos estamos aquí por una razón, patearle el trasero a los corporativos de Umbrella.
Creo que por hoy lo dejare así, ya me siento cansado. Sherry corre demasiado y estoy todo golpeado y molido, pensé que sería fácil llevar una vida normal con un brazo agujereado.
