¡Hola chicas! Mi nombre es Julie Bissett y si estás aquí, muchas gracias, podrías darle una oportunidad a mi FanFic, es el segundo que hago, pero el primero lo perdí, este capítulo es ridículamente pequeño, pero tengo muchas ideas para este Fic, y para próximos proyectos míos, desde los ocho o nueve escribo, y espero que esto sea de su agrado, así sea una persona o cien las que me lean, muchas gracias, esto es solo el comienzo. (;

Por cierto, soy enorme fan de Draco y Hermione, pienso que son la pareja perfecta, me encantan y he leído muchos FanFics maravillosos de ellos, esto es para todas las chicas que amen esta pareja. 3

DISCLAIMER: Como saben, los personajes le pertenecen a J.K.R, algunos serán idea propia, pero el casi 100% es de ella, menos la historia, esa es mía. Disfruten :3

Artimancia

Capítulo 1

Draco Malfoy es, como muchos saben, el chico más influyente de todo Hogwarts. Las razones son simples: es guapo, apuesto, arrogante y despreciable, sin olvidar la posición económica y social y por supuesto, la fama que tiene de Casanova. Cualquier chica caería rendido a sus pies sin pensárselo dos veces.

Es bien conocido que todo lo que Draco Malfoy desea, lo obtiene, y hablando de chicas no es la excepción. Hermione sabia que al menos un buen puñado de chicas de cada casa ya había pasado por sus encantos y probablemente por su cama, sabia que el era caprichoso y que se metía con las chicas mas bellas del colegio, aunque alguna que otra vez fuera con una chica menos deseable.

Y ahí estaba ella, Hermione Granger, la amiga inseparable de Harry Potter y Ron Weasley, la chica que no tenía proposiciones de ningún tipo de ningún chico en ningún lugar y en ningún momento. La asexuada leona que solo se dedicaba a ayudar a Harry en su tarea encomendada por Dumbledore, y que el resto del tiempo, la pasaba en la biblioteca estudiando y recabando información por horas.

Esa misma era Hermione Granger, pero ella también era una chica y tenía sentimientos. Muchas veces se había puesto a pensar en por que nadie se fijaba en ella, sabia que su cabello era muy rebelde, pero era su esencia, en el fondo ella era una leona esperando salir de su jaula. Hermione era dulce y muy sentimental y siempre había soñado en su príncipe azul... O verde, en este caso.

Hermione se sorprendió a si misma pensando en Draco Malfoy y rápidamente sacudió su cabeza y se dispuso a seguir concentrada en su clase de Artimancia pero era imposible y suspiró.

Minutos después su clase acabó por fin, y rápidamente tomó sus cosas y se dirigió a su sala común. Lo que ella no sabía es que alguien la estuvo observando toda la clase, tampoco sabia que había dejado caer descuidadamente uno de sus libros y se había marchado sin más.

-Esta es mi oportunidad- Pensó el Slytherin.