Otra hsitoria mía de Alicia en el país de las maravillas :3 por decirlo de alguna manera, esto sería un post-wonderland, como si hubiese pasado después de que Alicia volviera la segunda vez (Lo que había dentro del espejo y lo que Alicia vio si no era así el título era muy parecido uu)
Espero que os guste, y si es así, dejar reviews -U
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Si había algo que entusiasmara a Alicia era su cumpleaños. Cada vez que se acercaba la susodicha fecha, el corazón de la muchacha empezaba a latir con más fuerza, haciendo que el replique de tambores pareciese un susurro en comparación con los altibajos de aquel musculo.
¿Que me regalarán este año? Se preguntaba siempre Alicia, esperando que el regalo del ese año fuese mejor que el del pasado. Muñecas, ropa, juguetes; ¡como adoraba Alicia los regalos! Pero aquel año fue diferente; el único regalo que ella no quería, la cosa que más odiaba: un libro.
Tras el desastroso regalo de ese año, Alicia decidió ir a pensar en el gran jardín de sus padres, así pasaría el tiempo, eso si, también iría con el libro, así si accidentalmente cayera al agua, no sería culpa suya. Decidió abrir el libro; al fin y al cabo, si le gustaba a su hermana, ¿como no le podía gustar a ella? ¿A caso ella era más vulgar? ¿A caso ella era inferior?
Puso el libro en su regazo; "Wonderland" o también conocido como "El país de las maravillas" ¡Lindo titulo para un libro! Pensó Alicia, y así abrió sus páginas.
Empezó a leer, a enredarse entre las palabras, a perder el orden y el destino, a empezar a tan solo ser uno, y así fue como apareció; una bonita mariposa lila se poso en el filo del libro, haciendo distraer a Alicia, que, al tocar el insecto desapareció.
La mariposa se quedó quieta entre las paginas del libro esperando alguna cosa, algún indició, algo que el dejará ser lo que era; el insecto miro hacia los lados, intentando encontrar alguien; ese alguien que nunc a estuvo, y entonces volvió a ser lo que era, la linda mariposa se transmuto en un hombre, con un sombrero y una corbata a rayas de color violeta y anaranjado, y, tan solo con tocar un milímetro del papel, el gato de Cheshire desapareció, en busca de la re-bienvenida. Por fin había vuelto Alicia.
