Hola de nuevo, hoy les traigo un nuevo fic de Mortal Kombat, espero que les guste.
La historia está ambientada en la línea de tiempo original (o sea la de MK1 a MK Armageddon) pero con varios cambios.
AVISO: Este fic está relacionado con dos fics anteriores: "Kombate en el Lin Kuei" y "La cacería de los dragones" así que hay detalles que se entenderán tras la lectura previa de ambas historias.
Al igual que Kombate en el Lin Kuei este fic aparece un personaje creado por mí pero no tendrá mucha participación en la historia.
Mortal Konbat y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Netherrealm Studios y Warner Bros, este fic fue hecho con el único propósito de entretener.
Guerra de clanes
Capítulo 1: Reunión
En medio de una zona helada y llena de nieve se ubicaba un antiguo templo fuertemente custodiado, era el cuartel del peligroso clan Lin Kuei. Los miembros del clan antes eran asesinos que trabajaban por dinero, ahora bajo el liderazgo de Sub-Zero defienden Earthrealm frente a cualquier amenaza, un cambio alabado por el dios Raiden.
El flamante gran maestro meditaba en una oscura habitación, no había nadie más con él, todos los soldados estaban ocupados entrenando, charlando y vigilando. Sub-Zero reflexionaba en medio de su meditación, no tenía puesta su máscara revelando un rostro de un hombre mayor con piel algo grisácea y cabellos blancos, tampoco tenía el torso cubierto por ropa pero si por vendajes que se vio obligado a usar por las heridas recientes de un combate terminado; sus brazos estaban completamente azules desde las manos hasta los codos como si estuvieran congeladas y un gran medallón colgaba de su cinturón.
Imágenes de batallas atacaban su mente y sus recuerdos, solo podía memorizar sangre, violencia, muerte, destrucción. El cryomancer estuvo así por un largo tiempo hasta que un ruido fuerte le hizo abrir los ojos. Por la tremenda penumbra que había en la habitación la luz de la puerta que se abría lo encegueció brevemente, luego de eso pudo distinguir dos figuras: una de una mujer y la otra de un hombre.
- Maestro. – decía el joven a la vez que ingresaba al cuarto.
- ¿Qué ocurre Cold? – contestaba tranquilamente Sub-Zero mirando al hombre.
- Es que usted estuvo encerrado por más de dos horas, sé que estaba meditando pero… no pensé que tardaría mucho. – contestó el joven, era el discípulo de Sub-Zero, llevaba un uniforme azul de ninja parecido al del maestro pero de un azul más claro.
- ¿Ya pasaron dos horas? El tiempo realmente se va rápido, quizás ellos ya estén por llegar. – alertaba Kuai Liang poniéndose de pie.
- ¿Quiénes están por llegar? – preguntó con curiosidad la mujer, tenía cabellos blanco y negro, un conjunto de ropa negra con detalles rojos.
- Sareena, has visto como desactivé a Smoke después de derrotarlo. – explicaba el cryomancer recordando. – Me he tomado la libertad de contactar a Sonya y Jax para que vengan a reprogramar a Smoke para que él vuelva a ser el de antes, mi amigo.
- ¿Y venían hoy?
- Sí, me aseguraron que hoy para esta hora ya estarían llegando al templo. Vamos.
El gran maestro se colocó las prendas de su vestimenta que cubrían su torso y su máscara, el aliento helado salía a través de la misma y escoltado por sus dos aliados fue al salón principal. Ahí decenas de hombres y mujeres miembros del clan se arrodillaron ante él como saludo, el ninja de hielo aún sentía dolores en su cuerpo por la cantidad de heridas y golpes en su enfrentamiento contra Noob Saibot, Smoke y Frost.
Además del apagado de Smoke y la muerte de Noob otra consecuencia de la pelea fue el arrepentimiento de la antigua alumna de Sub-Zero y su inesperado retorno al clan, cosa que por supuesto no fue muy bien visto por todos los demás discípulos, especialmente aquellos que sobrevivieron a la masacre que ella misma perpetró allí hace tiempo.
- ¿Dónde está Frost? – cuestionó el maestro.
- Aun está descansando, maestro. – respondía un integrante. – Al parecer estaba muy agotada y lastimada.
- Je, esa perrita tuvo suerte de que de que no la haya atacado con todo mi poder, de lo contrario ya la hubiera destrozado. – reía para sus adentros Sareena.
- La verdad, con todo respeto maestro, no puedo comprender como pudo perdonar a Frost con todo lo que ha hecho. – se quejaba Cold.
- Cold… debes entender: finalmente ella se dio cuenta de sus errores, ha cambiado.
- No sé, es muy difícil que haya cambiado de un momento para otro, Sub-Zero. – se interponía la mujer demonio.
- Tranquila Sareena, cambió, lo aseguro.
En una inesperada coincidencia la mujer cryomancer hizo aparición en el salón, todas las miradas fueron directo a ella, llevaba puesta una versión un poco más "ligera" de su uniforme dejando más piel pálida a la vista y sin su máscara, mostrando sus labios azules.
- Frost, ya te recuperaste.
- Sí maestro, ya estoy mucho mejor… - contestaba la mujer arrodillándose ante su mentor. – No puedo creer que usted me haya perdonado, sé que a los demás nos les agrada mi regreso pero trataré de hacer lo mejor para el clan.
- Eso espero Frost, por ahora no puedo dejar que seas mi mano derecha, ese puesto lo tiene ocupado Cold así que tendrás que entrenar y empezar de nuevo para ir ascendiendo en la organización.
- Sí maestro Sub-Zero, no tengo objeción.
Frost mostraba un rostro tranquilo, muy diferente a la mueca de odio y furia que había manifestado peleando del lado del mal. A pesar de su comportamiento Cold y Sareena siguieron mirándola severamente. Un miembro del clan apareció cubierto en sudor, había entrado corriendo y se veía una expresión de sorpresa en su rostro.
- ¡Maestro!
- ¿Qué ocurre? – preguntó el ninja azul al guardia, Frost se puso de pie y lo miró, la mujer demonio y el discípulo también ocuparon su mirada en el hombre.
- Señor, un helicóptero viene hacía aquí… - respondió nervioso el guardia dejando mudos a todos los presentes.
- …entonces… han llegado… - dijo Sub-Zero luego de un rato.
Escoltado por Cold, Sareena y algunos miembros más del Lin Kuei, el gran maestro salió del templo y puso sus pies sobre el grueso colchón de nieve que era el suelo. Tal como dijo el guardia un vehículo aéreo estaba acercándose a la base del clan, era un helicóptero negro con el escudo de las fuerzas especiales, eso tranquilizó al ninja y a los suyos.
El helicóptero descendió hasta tocar el piso las hélices giraron con fuerza durante unos segundos antes de detenerse y lentamente una puerta del vehículo se abrió de par en par. Uno a uno comenzaron a salir cuatro figuras: una era una mujer rubia, de ojos verdes, llevaba puesto un uniforme militar que consistía en un chaleco verde oscuro y unos pantalones ajustados del mismo color y un pesado abrigo encima de todo; otro era un afroamericano que llevaba puesto una camiseta y unos pantalones verde con camuflaje y una boina en la cabeza, cargaba una metralleta en su espalda y al igual que la mujer también vestía un abrigo, manos metálicas se asomaban de las mangas de su abrigo; el tercero era un hombre rubio con una vestimenta similar al del anterior pero con una gorra con visera coronando su cabeza y dos pistolas colgando de su cinturón mientras unos tonfas estaban atados en su espalda con correas y también un abrigo lo cubría encima de todo; el cuarto no llevaba vestimenta alguna pero su cuerpo estaba completamente cubierto en una armadura amarilla y negra.
- ¡Mierda, que frío! – se quejaba el hombre rubio. – ¡¿Habiendo tantos lugares donde podían hacer su templo tenía que ser aquí?!
- ¿Y dónde querías que fuera, Stryker? ¿En el Caribe, en México, en Rusia, en Vietnam, en Argentina? – reía el afroamericano.
- Prefiero cualquiera de esos lugares antes que esto Jax
- Tranquilo Kurtis, recuerda que es tu primera misión en las fuerzas especiales. – le respondía la mujer de cabello rubio.
- Sí Sonya, pero esta no era mi idea una primera misión.
- Alégrate Stryker. – ahora le hablaba el hombre de armadura amarilla, el casco le daba una voz metálica… un ciborg. – Tu primera misión y es una misión tranquila, imagínate cuando tengamos que enfrentar soldados enemigos o cosas así.
- Tienes razón Cyrax, esta es una misión tranquila… aunque considerando nuestra suerte no creo que siga así.
- Lamentablemente concuerdo con Stryker. – hablaba Jax desenfundado la metralleta que llevaba encima. – No se olviden que el Lin Kuei tiene muchos enemigos y es por eso que decidí venir bien armado.
- Te has preparado bien Jax. – le decía la teniente Sonya Blade al mayor Briggs.
- Sí y no he tardado casi nada… no como tú Sonya… ¡Me dijiste que estarías lista en media hora y tardaste una hora! ¡¿Qué rayos estabas haciendo que tardaste tanto en prepararte para partir?! – la increpaba el mayor.
- Bueno… lo que pasa es que Stryker me estaba… ayudando con las cosas para llevar… - contestaba la mujer ruborizada mientras le guiñaba el ojo a su amante. – No sabía bien que cosas llevar, él me quiso… ayudar… y en medio de todo comenzamos a… charlar… para ponernos al día y conocernos aún un poco más…
- Sí… fue una hermosa "charla", realmente inolvidable. - interrumpía Kurtis devolviéndole el guiño.
- Que curioso. – se entrometía ahora Cyrax. – Porque yo pasé cerca de la oficina donde estaba la teniente Blade y vi que tanto la puerta como las ventanas estaban bien cerradas, las persianas bajas, no había un solo lugar donde mirar.
- ¿Y? – contestaba la mujer soldado. – No me gusta que me miren mientras trabajo Cyrax.
- Sí, pero acercándome apenas a la puerta pude oír ruidos raros provenientes de adentro de la oficina…la automatización mejoró mis sentido así que no hizo falta acercarme mucho para escuchar claramente las voces de una mujer y de un hombre, ambos gimiendo y jadeando… me atrevo a decir que las voces eran muy similares a la de Sonya y a la de Stryker…
La teniente se tapó la boca con las manos mientras completamente roja miraba hacia otro lado, Kurtis mostraba una expresión de enojo ante las palabras de su compañero metálico y amenazaba con dispararle en cualquier momento.
- Bueno Jax, la teniente al parecer le estaba dando a nuestro nuevo compañero un regalo de bienvenida a las fuerzas especiales y por eso se demoró. – sentenció el ciborg, estaba sonriendo aunque su máscara impedía ver su rostro.
- ¡Vaya que tuvieron una linda "charla"! – reía el mayor.
- ¡CALLATE HOJALATA O TE DISPARO! – gritó enfurecido Stryker desenfundando un arma contra Cyrax.
- ¡Tranquilo Stryker! – Lo detuvo Jax - Eso no tiene interés ahora, tenemos que concentrarnos en ayudar a Sub-Zero, después pueden seguir hablando de esto… y les aviso que lo que hicieron tú y Sonya merece una sanción.
- ¿Una sanción? – se preocupaba la teniente.
- Genial… - concluyó el ex policía fastidiado.
Sub-Zero, Sareena y varios Lin Kueis recibieron a los invitados. El ninja de hielo se quitó la mascara sonriendo al ver nuevamente a sus viejos amigos, sobre todo a su antiguo compañero del clan, Cyrax.
- Bienvenidos. – saludó el cryomancer.
- ¿Sub-Zero?
- Sí Stryker, soy yo.
- ¡Pero rayos! ¡¿Que te pasó?! Estas más… más… viejo…
- Bueno, es uno de los defectos del Medallón del Dragón, su portador envejece más rápido de lo normal…
- Pero sigues siendo atractivo – pensaba Sareena sonriendo.
- Ella es Sareena. – le presentó el ninja a azul a la mujer demonio, Kurtis la saludo cordialmente. – Ella era parte del culto de Quan Chi pero se rebeló contra él, ahora está con nosotros.
Sonya, Jax y Cyrax no se sorprendieron del estado del líder del clan ya que lo habían visto antes, Stryker estuvo ausente después de la derrota de Shao Kahn en la tierra y no se había vuelto a saber nada de él hasta ahora y por eso no esperaba ver a su antiguo aliado con su piel pálida y cabellos blancos.
Las sonrisas de Sonya y Jax se esfumaron con la presencia de cierta dama de cabello de hielo y labios azules. La expresión de la teniente ahora se había vuelto severa, ella y Frost ya tuvieron una mala relación incluso antes de que la ninja traicionara al grupo.
- Ella es Frost, es una antigua alumna que ahora volvió al Lin Kuei. – la presentó Sub-Zero a Stryker, ya que no la conocía personalmente.
- Sonya me ha hablado de ti. – la saludo Stryker.
- Seguramente no fueron cosas lindas lo que te dijo. – le contestó seria la mujer.
- No importa, si estas de nuestro lado ya no interesa lo que haya ocurrido antes.
- ¿Realmente cambiaste Frost? – interrumpía Blade.
- Sonya… sé que nos hemos llevado mal, dejemos todo atrás, te juro que cambié, ahora soy completamente fiel al Lin Kuei.
- Eso espero… pero te tendré bien vigilada durante mi estadía. – la amenazó la teniente.
- No te preocupes amiga. – ahora se entrometía Sareena. – Yo ya la tengo vigilada.
Mientras las tres mujeres hablaban, los hombres seguían con su charla:
- Perdón por mi reacción anterior Sub-Zero, lo que ocurre es que no te he visto desde hace tiempo. – explicaba Stryker. – De repente verte así, tan envejecido fue una sorpresa.
- Yo tampoco te he visto desde que Liu Kang, en paz descanse, derrotó a Shao Kahn en Earthrealm, luego de eso desapareciste. – contestaba el cryomancer.
- Me quedé en Nueva York colaborando con las tareas para reconstruir la ciudad y eso me tomó mucho tiempo. Luego Raiden me llevó a un reino llamado Orderrealm.
- Orderrealm… el reino de las leyes, una zona donde las reglas son sagradas.
- Así es Sub-Zero, me gustó mucho ese lugar y quise ingresar a la academia para ser un guardia seidan… un hombre me ayudó a encontrar ese lugar, se llamaba Shukin… Shukinko… Shuj…. Shujinko creo que era. Por desgracia, como ves a pesar de todo mi esfuerzo no pude convertirme en guardia y Raiden nuevamente me trajo a Earthrealm.
- No nos había dicho eso Stryker. – se metió Jax sorprendido.
- No era necesario que lo supieran.
- Bueno, por lo menos te aceptaron en las fuerzas especiales, Sonya me dijo que fuiste una pieza importante en la captura de Kano y Kabal…
- De Kano y Jarek. – corrigió Cyrax. – Kabal regresó con nosotros, no le convenció como Kano manejaba al Black Dragon…
- Bueno, ya fue suficiente, Ahora vamos a lo más importante. – concluía Jax. - ¿Dónde está el "paciente"?
- Está dentro del templo, en un salón especial, los llevaré allí, síganme.
Los agentes de fuerzas especiales siguieron a su amigo, todos custodiados por los soldados del clan. Al ingresar al lugar, la mujer y los tres hombres se sintieron aliviados de no estar más a la intemperie y se sentían listos para realizar su misión cuanto antes. La habitación en donde reposaba el cuerpo apagado de Smoke no era muy espaciosa pero tenía lugar suficiente para que el cuarteto pudiera trabajar tranquilo con sus herramientas.
- Smoke… - dijo Cyrax viendo a su viejo amigo, un ciborg como él. – Pensar que por culpa mía él está así.
- No es culpa tuya Cyrax. – trató Kuai Liang de consolarlo.
- Lo es, Sektor y yo lo capturamos para que lo sometieran a la automatización…
- No es tu culpa, te estaban controlando, recuerda que te habían convertido en un autómata sin libre albedrío. – intentaba ahora ayudarlo Sonya.
- Bueno, tenemos todo lo que necesitamos, comencemos con la operación. – sentenció Jax.
Los cuatro miembros de las fuerzas especiales rodearon al ciborg apagado listos para reprogramarlo y devolverle su alma por segunda vez. La operación duró horas, al parecer Noob Saibot, quien reprogramó a Smoke para convertirlo al mal nuevamente, tenía muchos conocimientos sobre la automatización ya que cambió completamente el sistema y modificó varias partes internas del ciborg para impedir precisamente lo que Jax y su equipo quieren lograr. Finalmente, con toda las herramientas de última tecnología y la ayuda de Cyrax pudieron cambiar la configuración y modificar el cerebro del Lin Kuei plateado, devolviéndole sus recuerdos y su vida.
- ¡Listo! – exclamó satisfecho Jax. – Hicimos un buen trabajo, ahora hay que dejarlo así hasta que se reponga, él se activará solo después de un tiempo.
- Esta vez fue más difícil, espero que haya salido bien. – agregaba Sonya.
- Sí, la verdad que nos llevó trabajo. – seguía Stryker.
- Pronto Smoke volverá a ser el que era antes… por lo menos en su alma y mente. – cerró Cyrax.
Los cuatro fueron al salón principal donde se reunieron con el gran maestro y sus aliados para comentarles la buena noticia. El ninja azul llevaba en el pecho el Medallón del Dragón, el símbolo que le da poder y autoridad sobre los suyos, le alegró en el fondo saber que su viejo amigo volvería.
Él, junto con Sareena le explicaba a los recién llegados que era lo que había pasado ya que ellos no entendían mucho como Frost volvió a ser buena y Smoke estaba apagado y averiado en el templo. Hablaron del combate parejo ente él, Sareena y Scorpion contra Noob, Smoke y Frost; un combate encarnizado entre bandos.
- … entonces veo que Noob seguía golpeando a Scorpion en el suelo… – relataba Kuai Liang. – …con mis manos formé una espada de hielo y corrí hacía él, Noob se percata de mi ataque y me arroja un rayo espectral, una especie de nube negra, pero yo me deslizo… y lo apuñalo en medio del pecho, atravesándolo… nunca olvidaré sus últimas palabras: "Realmente has demostrado ser un gran guerrero Kuai Liang. Eres digno de llevar esos colores, eres digno de ser Sub-Zero. Sí aún estuviera vivo, si aún fuera tu hermano, estaría orgulloso de ti". Por un momento él había vuelto a ser Bi-Han.
Jax, Sonya, Stryker y Cyrax escuchaban atentamente la historia, el cryomancer les explicó como derrotó a su antiguo amigo Smoke y destruyó a Noob, o Bi-Han cuando solía ser su hermano, Sareena por su parte contó como venció a Frost y le perdonó la vida por pedido de Kuai Liang.
- ¿Le salvaste la vida a Scorpion? – preguntó Cyrax consternado.
- Sí, yo no lo veía como un enemigo. Le expliqué que él había sido manipulado por Quan Chi, quien le hizo creer que los Lin Kuei exterminamos a su clan y a su familia.
Ahora le había llegado el turno a los de fuerzas especiales de contar su última experiencia, la misión de capturar a Kano y al resto del Black Dragon, la pelea entre Sonya y dicho sujeto, Stryker enfrentándose a Kabal, el dúo Cyrax/ Jax ocupándose de Jarek y los soldados eliminando o apresando a lo que quedaba de la organización anarquista.
- …ese bastardo de Kano me clavó una de sus cuchillas en una pierna, con mucho esfuerzo me saqué cuchilla y la usé contra él… - relataba Sonya.
- …y cuando Kabal estaba por matarme saqué una de mis granadas y le dije "¡Aquí te va un regalo!", me hice a un lado y la granada estalló cerca de él mandándolo a volar por los aires… - contaba Stryker.
- … cuando Jarek se puso de pie nuevamente le disparé una red de energía que lo inmovilizó y… - decía Cyrax.
- … y luego de eso yo lo dormí de una trompada a ese maldito. – continuaba Jax el relato de su compañero ciborg.
En medio de su relato aparece Frost con una bandeja con platos, los soldados americanos cortaron abruptamente sus relatos ante el inesperado gesto de la mujer.
- Disculpen… pero me he tomado el atrevimiento de prepararles algo de comer.
- Gracias Frost. – dijo Sub-Zero recibiendo su plato.
- ¡Espere maestro! – se interpuso Cold y tomó el plato apresuradamente.
El joven ninja probó un bocado por un largo rato, masticando despacio entre la atenta y extrañada mirada de los demás, una vez que tragó permaneció unos minutos quieto, como esperando algo, hasta que finalmente cedió el plato de nuevo al maestro.
- Tome maestro, está limpio.
- ¿Cómo que está limpio? ¿Qué quieres decir? – preguntó algo molesta Frost al aprendiz.
- Es solo una medida de seguridad… para garantizar bienestar y seguridad al gran maestro.
- ¿Bienestar y segur…? ¡¿Crees que envenené la comida?!
- No te preocupes, es un procedimiento normal.
- ¡No mientas Cold! ¡Nunca he visto que hicieran eso! ¿Realmente creen que soy capaz de querer envenenar a Sub-Zero?
La mirada que le devolvieron todos, excepto Sub-Zero, Stryker y Cyrax; fueron suficiente motivo para que la dama de hielo se retire dolorida en el alma. Se encerró en una habitación, sus ojos no pudieron evitar dejar caer lágrimas cristalinas que recorrían sus pálidas mejillas.
- No es justo… - se decía a sí misma. – He cambiado, el maestro me perdonó y me admitió de nuevo… no merezco este maltrato.
La mujer golpeaba las paredes con sus manos, uno de los golpes fue tan fuerte que se lastimó los nudillos brotando un poco de sangre, sentía deseos de destrozar todo por el enojo que sentía.
- Ojala el maestro los haga darse cuenta de que cambié… pensar que antes odiaba a Sub-Zero con todo mi ser pero ahora estoy cerca de él... cerca de él y del medallón del dragón…
El rostro de la cryomancer cambió súbitamente, una sonrisa rara se había formado a la par que recordaba aquel objeto que le daría un poder inimaginable.
- El medallón del Dragon… ha pasado tiempo desde que lo tuve entre mis manos, lástima que su poder era demasiado y terminó congelándome a mí misma… pero me he fortalecido mucho después de eso… quizás ahora pueda dominarlo… podría ser la nueva líder del Lin Kuei…
Frost daba vueltas en su habitación hablando sola sobre los eventos pasados, ella podría fácilmente apartar a Sub-Zero del grupo, quitarle el medallón y obtener su energía para ser respetada por sus colegas.
- El medallón… debe ser mío… - reía la mujer hasta que, como producto de un golpe, su mente dio un giro y la puso de nuevo en la realidad. – Pero… ¿Qué estoy diciendo?… ya cambié… no puedo volver a traicionar al maestro… no puedo… por más poder que pueda obtener… un poder que nunca antes había imaginado… no… no… debo olvidarlo… debo… olvidarlo…
La desdichada luchaba con ella misma en sus pensamientos, su mente daba vueltas en torno al medallón, parecía que iba a enloquecer, incluso golpeó su cabeza con sus manos en un intento por detener su pensamientos malignos, sus oscuros deseos. Finalmente se calmó y cayó de rodillas al suelo con sus lágrimas que no dejaban de salir de sus felinos ojos azules.
Lo que ella no sabía era que estaba siendo observada, un rostro la miraba a través de una pequeña ventana.
- Je, parece que al final ella no se recuperó del todo. – decía el extraño al ver la triste escena. - Esto vendrá bien para mis planes. Tuve suerte de poder eliminar en silencio a los centinelas y así evitar que me detecten.
El extraño llevaba una armadura que cubría todo su cuerpo, el hombre era una figura roja en medio de toda la nieve blanca, su voz se oía siniestra.
- Prepárate Sub-Zero… ahora pagarás por quitarme lo que me pertenece… sí, lo vas a pagar…
Fin del primer capítulo.
Bueh, listo el primer capítulo, seguramente ya sabrán quien es el curioso que espiaba a Frost. Espero que no les moleste la inclusión de un personaje creado por mí, Cold, igual él no tendrá mucha repercusión en el fic.
Dejen reviews con sus opiniones, cualquier consejo para el fic será tomado en cuenta.
Hasta el próximo capítulo.
Ale93371
