Lo primero que vio, fue la luz de la luna luna llena desde abajo del agua, se veía como si fuera una hermosa joya blanca, delicada, sutil, bella. Todo bajo el agua era oscuridad e inmensidad, pero no sentía miedo, aquel mar era toda su existencia.
Trato alcanzar aquella "joya", pero no podía, sabia que era fuerte, pero necesitaría de algo que la eleve a la superficie, y sus olas solas no podían llegar muy alto o siquiera separarse un poco del resto del oleaje. Lo intento muchas veces pero todas fueron en vano y lentamente la "joya de la luna" fue desapareciendo para dar paso a otra "joya", aunque esta era dorada. Una ves mas insistió en salir a la superficie para alcanzarla, pero tampoco pudo, ya con frustración iba a retirarse a las profundidades marinas, cuando alguien llamo.
-¿Queres que te ayude?- pregunto una voz muy tranquila, y como pudo asintió. Algo mágico ocurrió en sus aguas, de pronto una fuerza extraña actuaba sobre ellas, la mecía lentamente, hasta que de pronto una fuerte sacudida aconteció, y vio por primera ves directamente al cielo. En el exterior de sus aguas pudo sentir una briza suave que la acariciada,y pudo ver que la "joya" estaba mucho mas lejos de lo que parecía desde las aguas.
-Muchas gracias- le dijo
-Por nada...- contesto
-¿Quien sos?- pregunto curiosa a quien le había ayudado.
-Soy el Viento... ¿y vos?
-Soy el Mar...
Y así fueron pasando sus días, "el Viento" la visitaba seguido, y cada ves que llegaba era una fiesta para "el Mar", siempre que venia jugaban, el viento entraba en el mar y le producía mil sensaciones y cosquilleos, aunque a veces, sin quererlo, aquello llegaba a ser agresivo y terminaban desatando un tifon. El viento siempre trataba de traerle cosas al mar, para que conociera un poco mas lo que había fuera de sus aguas, ya que por su misma existencia, aunque estaba poblado de seres vivos, no podía moverse mucho y conocer los otros mundos que lo rodeaban. Fue así como conoció las semillas, las flores, las especias y las canciones que el Viento le traía de las costas mas cercanas.
A veces el Viento se iba por un tiempo, lo que dejaba al Mar muy aburrida. Aquella otra existencia tenia un carácter muy libre y aventurero, se movía por todas partes, conocía diferentes culturas, era dócil y amigable, y era fuerte y destructor. Mientras que el Mar era tranquilo, sereno y elegante por naturaleza. Aunque eran muy diferentes, el Viento le decía que podía expresar al máximo su existencia estando con el Mar, ya que en otros lugares, había muchos obstáculos que frenaban y restringían su voluntad para andar y su velocidad, sin embargo, cuando se juntaba con el mar, podía ser al cien por ciento libre, estar así era cómodo, relajante, podía llevar a cabo todos sus deseos y disfrutar su fuerza. El Viento no perdía oportunidad para decirle al Mar cuanto disfrutaba de su compania, y el Mar coincidía siempre con aquella opinión.
Una noche muy oscura, un barco estaba visitando el Mar, de pronto otro barco se acerco al primero y comenzó el fuego. El Mar se asusto, trato de alejar a los dos navíos, pero los humanos habían cruzado sogas de una embarcación a otra y seguían haciendo daño, si el viento hubiera estado en ese momento, le habría ayudado a apagar el fuego, pero hacia mucho tiempo que no visitaba al Mar, así que desde la quietud a la que estaba sometida, no pudo mas que ver como uno de los dos navíos desaparecía lentamente dentro de sus profundidades, lo ultimo que vio fue a una pareja, un "macho" abrazaba a una "hembra" de su misma especie y juntaban sus labios en un ultimo beso antes de desaparecer para siempre en sus profundidades.
Aquella hermosa y trágica escena impacto al Mar, por primera ves veía "el amor", las especies que habitaban sus aguas se apareaban, pero siempre había visto en ello una reacción natural, como si estuvieran programados para hacer eso, no como si existiera en ellos un verdadero sentimiento. Aquella nueva idea llevo a pensar... ¿y si de pronto desaparecía como aquel navío?, ¿y si por alguna razón se veía separada para siempre del Viento?, algo comenzó a agitarse dentro de su existencia, temblaba, estaba asustada, por primera ves quería realmente escapar de ese lugar e ir a reunirse con su "¿preciado?" Viento.
La luz de la Luna apareció entonces llamando su atención "no tengas miedo", le susurraba, "tranquila", y como si fueran palabras mágicas, el mar se relajo, pero aquellos pensamientos seguían dentro suyo.
-Tengo miedo- le dijo a la Luna
-¿De que tenes miedo?- le pregunto esta
-¿Y si algo me ocurre a mi también... y no puedo volver a ver al Viento?
-Tu existencia es fuerte, solo necesitas voluntad para que sigan juntos
-Pero el Viento se va... y quiero seguirlo... ¿como puedo hacerlo?
-¿Queres estar siempre con el Viento?
-Si!- dijo el Mar sin dudarlo
-Es una buena respuesta- contesto la Luna como si lo hubiera estado esperando.
-¿Y que puedo hacer?, no tengo mucha movilidad- dijo con angustia.
-Si estuviera mas cerca podría hacer un hechizo, pero dada la lejanía mi poder solo llegaría a vos por la mitad, así que solo puedo facilitarte la mitad del camino, ¿tendrías disposición para correr los riesgo?
-Si!- volvió a responder el Mar con decisión
-Bien!, los seres humanos pueden trasladarse por tierra y por mar, por lo que si fueras uno de ellos, podrías seguir al Viento a donde fuera, por estar lejos, mi poder solo puede transformarte en un híbrido de humano, vos tendrías que buscar la forma de completar el hechizo, te advierto que tu existencia va a ser restringida, ya no va a ser tan basta, y solo vas a poder concentrarte en un lugar a la ves, ¿estas preparada para sacrificar parte de tu "libertad" por el Viento?
-Esta bien, voy a hacerlo- dijo el Mar, y su voz retumbo en todo su ser.
-Entonces concentrate en mi, solo mira mi luz... y no pienses en otra cosa que el deseo por estar con el Viento...
El Mar siguió aquellas instrucciones, concentro toda su inmensidad en el reflejo de la luz de la Luna y su "corazón" en el Viento. Una blanca luz invadió sus aguas, se adentro hasta las profundidades y la agito.
De pronto el Mar respiro.
Saco la mitad de su ser fuera del agua por primera ves sin ayuda del Viento, de la cintura para arriba tenia un cuerpo parecido al de los seres humanos, contemplo con curiosidad sus brazos, su cintura, y sus pechos, llevo sus nuevas manos a la cara y descubrió su boca, nariz, mejillas y orejas, sintió algo sobre sus hombros y vio un cabello con el color de las aguas de las partes mas cálidas del mar, y con ondas que se parecían a las olas. Sin embargo su cuerpo no era todo así, de la cintura para abajo tenia forma de pez, con escamas y aletas.
-Ya eres un híbrido- le dijo la Luna y su voz se escuchaba mas fuerte, por primera ves el Mar la pudo contemplar con claridad, la Luna era hermosa, tan blanca y pura, con una luz que aunque lejana, sentía que le llenaba el alma, y por alguna razón, quería proteger a la Luna con todas sus fuerzas.
-Muchas gracias... - y se sorprendió al escuchar su voz, ya no era un eco, o un deseo, ahora la voz era real y audible, estaba simplemente maravillada.
-Eso no es todo, recuerda que este es solo la mitad del camino, tenes que completar la transformación para volverte un humano completo y poder reunirte con el viento.
-¡Lo voy a hacer!
-Eso espero, confío en vos sirena...
-¿Sirena?
-Si, ese es nombre con el que los humanos conocen a este híbrido, pero no dejes que te vean, o podrían darte caza, y eso terminaría con todo.
-Voy a tener cuidado- afirmo el mar ahora vuelto una sirena.
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Primera entrega, quedan dos mas :) , este fic es un poco abstracto, tome la inspiración para escribirlo después de escuchar el tema Mermaid del grupo GFRIEND (se los recomiendo, es precioso!)
Los personajes no me pertenecen (si no abría un arco argumental solo de estos dos personajes! 8D), le pertenecen a Naoto Takeochi
Love you~
