De más esta decir que los personajes, detalles y trama de Hellsing le pertenecen a Kota Hirano, hago este fic solo con el propósito de esparcimiento así que no me demanden por favor.

Capítulo 1: La verdad de Pip.

Era una calurosa noche en Londres y Pip y sus hombres más calentones que nunca, se encontraban en un prostíbulo cercano a los cuarteles de Hellsing, aprovechando la ola de calor que les brindaba la ciudad. Todos los hombres de acento francés se divertían como nunca, después de un extenso entrenamiento de cómo lidiar con criaturas vampíricas y otros seres de la oscuridad, pero había un hombre de entre todos que no se sentía a gusto en ese lugar, es más, lo único que quería en ese momento era correr a todo lo que daban sus piernas y salir a trotar por las nocturnas calles de la capital Londinense, ya que no soportaba ver como sus compañeros se divertían mientras el estaba de lo más nervioso, tratando de calmarse y bajar la creciente angustia que lo invadía. Y es que Pip Bernadotte tenía un secreto que le daba vergüenza revelar, especialmente en ese lugar, pero tarde o temprano sería descubierto por las chicas del burdel que lo incitaban a ir con alguna de ellas al segundo piso del local a "divertirse" a su peculiar manera, pero él se negaba rotundamente, y es que si lo convencían, sería su fin.

-¿Que pasa cariño, es que no quieres un poco de diversión con estas dos que te están esperando?- Dijo una alegre muchacha, mientras señalaba sus enormes pechos.

-N-no es eso chica inglesa, es que he tomado más de la cuenta y no podré seguir tu ritmo allí arriba…

-No te preocupes hombre, aquí estamos para servir, no importa si nuestro cliente está algo borracho, si no te puedes mover en el catre yo lo haré por ti.

-Emm de verdad agradezco tu preocupación chica, pero no es necesario…

-Hey Capitán, de que se asusta hombre, no lo van a morder jajaja

-A menos que él me lo pida.

-Jajaja.- Rieron todos frente a ese comentario.

-Es que yo…

-No se preocupe Capitán, si está nervioso de que hagamos una estupidez, quédese tranquilo, sólo pasaremos una noche agradable con estas chicas nada más.

-Si no tiene por qué abstraerse de tener un poco de sexo antes de la guerra.

-Aunque con estas chicas será una batalla cuerpo a cuerpo.

-Jajaja.

-Lo sé chicos, es que estoy algo cansado y ustedes saben perfectamente que es lo que pasa cuando un hombre está agotado y algo bebido.

-Pero estás chicas lo van a dejar como nuevo, véame a mí, estaba de lo más cansado y ahora me muevo más que John Travolta.

-O no será que quiere a otra chica que lo acompañe.- Dijo la muchacha con rostro de perrito apaleado.

-¡No para nada!

-Porque si quieres a otra chica le podemos hacer una rebaja y hacerlo con las dos.

-Yahooo que suerte tiene el Capitán.

-Elija a la rubia Capitán, además Hellsing paga.

-No Capitán, elija a la morenaza de la azotea, es como una máquina, lo dejará loco.

-¿Y si elige a la mujer que se parece a la jefa?

-Es verdad, no todos los días puedes cogerte a la jefa jajaja.- Reían todos mientras besaban y manoseaban a las prostitutas.

-Es que, muchachos ustedes no entenderían…

-Que pasa Jefe, no nos dirá que es gay.

-¡Oye, que el jefe no es gay! Solo hace falta mirarlo un poco para ver como babea por esas dos hermosuras.

-¿Entonces tiene miedo, Capitán?

-¡Ustedes me conocen, saben que no le temo a nada ni a nadie!- Gritó a sus hombres dejándolos congelados y en silencio al instante. Luego para sorpresa de todos, agarro por las caderas a la prostituta más cercana y comenzó a masajearle los pechos de manera brutal, lo que hizo que todos gritaran y aullaran de alegría.

-¡Así se hace jefe!

-¡Tan bruto como siempre!

-¡Es un animal en llamas!

-Hey chicas será mejor que se alejen de él o no podrán sentarse en lo que resta de sus vidas.

-Jajajajaja

-O-oh cariño un poco más suave, que me haces daño.

-¡Ah! Lo siento, la euforia del momento.

-No importa, los brutos me encantan.- Dijo la mujer guiñándole un ojo e invitándole a subir a una de las habitaciones de la segunda planta.

-"Mierda, ahora tendré que hacerlo o quedaré en vergüenza frente a todos mis muchachos".

-Y jefe, ¿lo hará con esa mujer o prefiere otra opción? Parece un poco mayor para usted…

-Con ésta me quedo yo, me gustan las mujeres con experiencia, y ustedes asegúrense de aprovechar bien esta ocasión y cojan al menos a cinco, es una orden, mañana los quiero con la cara llena de risa.

Diciendo esto, Pip subió las rechinantes escaleras que lo llevarían al segundo piso, llevado de la mano por Amanda, una de las más experimentadas del local. Cuando llegaron arriba Amanda se dirigió a una de las habitaciones, la cual tocó para ver si estaba ocupada.

-Hey ¿hay alguien ahí?

-Ah… ah… eso sigue por ahí, más… eso buen chico.

-Mmhh creo que está ocupado.- Dijo la mujer con una sonrisa pícara.

-Si, ya lo creo.- Dijo un totalmente avergonzado Pip

-A ver en ésta… - Golpeó la puerta la mujer, sin oír ninguna respuesta, quejido, alarido, grito o gemido, por lo que entró al cuarto seguido de un nerviosísimo Pip, al que se le caían las gotas de sudor de la frente.

-Oye, realmente pareces cansado, ¿es que tus hombres y tú trabajan tanto como para no tener ganas de un poco de sexo?

-Si, algo así, por eso no tenía muchas ganas de subir.

-Ow que desperdicio, por lo que dicen los franceses son los mejores amantes, pero un francés cansado no es diferente a un inglés cansado.

-Eso creo, lo siento.

-No no no, no tienes para que pedir disculpas, aquí estamos para servir, no para ser servidas, así que despreocúpate y desnúdate que yo haré todo el trabajo.

-En es instante Pip, creyó sentir que su corazón se detenía por un momento; el saber que iba a tener relaciones con esa mujer le daba pánico, y el sudor de sus manos lo delataba. No sabía realmente el por qué, Amanda era una mujer hermosa de cabellos castaños y esbelto cuerpo, tenía un acento extranjero, pero eso no venía al caso, lo que importaba es que haría el amor con una belleza y él no tendría ni siquiera que moverse. No, ese era el dilema, él no haría el amor con esa mujer, solo tendrían sexo, y para más remate, obligado por sus subalternos… En ese minuto, Pip reflexionó sobre sus pensamientos y encontró la respuesta a su negativa de sexo.

-Emm ¿Amanda?

-¿Si cariño? Contestó la mujer, dejando caer su sujetador, y sacando su última prenda íntima que cubría su entrepierna.

-"Ay por dios" pensó para sus adentros Pip al ver a la mujer totalmente desnuda subiéndose a la cama, directamente hacia él.

-¿Todavía con tus ropas? ¿Aún sigues cansado? Pues tu amigo dice lo contrario.

-¡Ah! No para nada, no es eso, es que yo te iba a decir algo antes de empezar y…

-¿Qué cosa?- Preguntó la mujer con sincera curiosidad.

-Bueno yo, tengo que revelarte algo…

-Dime…

-Yo… yo, soy virgen.

-¿Qué? ¿Hablas en serio?

-Si en verdad lo soy, eso es porque realmente no quería venir aquí con alguna de las chicas, porque no quería quedar en ridículo con mis hombres, y no satisfacer bien las necesidades de una mujer.

-Ahora entiendo porque estabas tan nervioso, ahora que lo pienso, creo que ya lo intuía.

-¿De verdad?

-Si, ¿a cuantos hombres crees que les he quitado la virginidad?

-Emmm ¿a unos cuantos?

-A muchos

-Oh, entiendo.

-Así que no te preocupes, seré gentil.

-¡No!

-¿No quieres que sea gentil?

-No, lo que quería decir es que… de verdad no quiero hacerlo contigo, nada personal no me malinterpretes, no es porque seas una prostituta ni nada de eso, es solo que… me gustaría hacerlo con una persona que de verdad yo amara, a tal punto de ser uno con ella.

-Ahhh tal parece que es verdad lo que dicen.- Dijo la mujer bajándose de la cama y recogiendo sus ropas.

-¿Qué cosa dicen?- Preguntó Pip con recelo

-Que los franceses son los mejores amantes del mundo. Claro, si es verdad lo que dices.

-Es verdad, además eres a la primera persona que se lo digo, es decir nunca creí decírselo a una mujer como tú, ya sabes, una prostituta, pero ahora que lo pienso eres la persona más indicada para hacerlo.

-Sabes algo, "Capitán" la primera vez que yo tuve sexo fue con alguien que no amaba, sólo lo hice por dinero para comprar ropa linda y costosa, era una niña tonta, pero nunca más pude dejar de hacerlo. La vida me brindó belleza pero no sabiduría, por lo que seguí en este oficio hasta el día de hoy, y hasta este preciso momento, ningún cliente, virgen o no, se había negado a mis servicios, hasta que apareciste tú. Déjame preguntarte algo, ¿hay alguien que te quite el sueño "Capitán"?

Al oír esa pregunta, Pip se estremeció, él le había revelado su mayor secreto y ella también se había sincerado con él, así que ya no había nada que ocultar entre ellos, por lo que Pip contestó con la verdad, algo que nunca hubiese hecho si alguno de sus hombres se lo hubiese preguntado anteriormente.

-Pues la verdad es que si Amanda, hay alguien que me gusta. Digamos que es… una compañera de trabajo.

-¿Y sabes cuales son los sentimientos de ella?

-No, ella es muy inocente, diría que casi infantil, pero eso es lo más que me gusta de ella.

-Entonces no tienes nada que hacer con una vieja como yo, ve tras esa chica, conquístala y hazla tuya, que por lo que veo tus sentimientos son verdaderos por esa muchacha.

-Gracias por entenderme Amanda.

-No tienes nada que agradecer, muchas veces los clientes solo vienen a hablar lo mal que están con sus esposas, o lo estresante que son sus trabajos, así que uno de nuestros servicios, es darle una buena consejería. ¡Ah! Y no te preocupes por tus compañeros, no les diré na…

Justo en ese momento, una de las muchachas del burdel tocó la puerta del cuarto, y entre carcajadas preguntó si estaba ocupado.

-Hey ¿hay alguien ahí? Vamos a entrar…

La cara de Pip palideció ante las palabras de la chica quien ya estaba abriendo la puerta, pero Amanda al ver su rostro reaccionó rápidamente

-¡Ah si Capitán! ¡Eso muérdeme un poco más, eso así justo ahiii!- Gemía la mujer, mientras le hacía una seña a Pip para que le siguiera el juego.

-Si, siii eso, muy bien.- Dijo tontamente Pip

-¿Qué fue eso, tonto?- Dijo Amanda en baja voz.

-¡Soy virgen! ¿Qué esperabas?

-Un silencio abundó después de un rato la habitación, solo se oyó un clic en la cerradura de la puerta la cual se cerró. Después de unos segundos un gritó proveniente de fuera del cuarto se escuchó:

-¡Asi se hace Capitán! Es como en Afganistán, cuerpo a cuerpo jejeje.

-Fiuu se lo creyeron.- Suspiró aliviadamente Pip.

-Realmente eres un mal actor.

-Pero al menos se fueron.

-Si, algunas veces mis compañeras pueden ser una real molestia.

-Jajaja- Rieron ambos, después de la escenita de actuación que se habían mandado.

Después de cerca de una hora, Pip y Amanda salieron de la habitación y bajaron por la escalera, sólo para encontrarse con un grupo de soldados que gritaban y silbaban por el regreso de su jefe.

-Jefe usted es un Crá!

-Lo admiro jefe

-Mordiendo igual que un gato ¿eh jefe?

-¿Quiere otra ronda? La morenaza que le dije está disponible.

-¡Ya cállense idiotas!

-Aquí tiene Señor Pip un trago de la casa.- Dijo una muchacha veintiañera.

-¿Un trago? Yo no he pedido ninguno…

-Sólo emborráchate "Capitan" así no tendrás que confesarte con otra de mis compañeras.- Le dijo Amanda al oído, lo cual hizo sonreír a Pip.

Al día siguiente Pip y sus hombres salieron del burdel con un rostro de felicidad, que era fácilmente envidiado por los transeúntes que pasaban a esa hora por ahí. Luego regresaron a los cuarteles de Hellsing a esperar nuevas ordenes de su jefa suprema.

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Bueno he aquí el primer cap de "El virgen Pip" ojala lo hayan disfrutado y sigan mis aportes a la comunidad Hellsing.