The nymph
Mi nombre es hinata hyuga, tengo 22 años y desde los 15 descubrí que soy *ninfómana, cuando supe de esa palabra, investigue ya que sentí miedo, pero al encontrar el significado, supe que se adecuaba a mí.
*Ninfómana: mujer con un deseo sexual exagerado
La primera vez que tuve sexo fue con un cuasi-novio, su nombre gaara no sabaku, un compañero de mi instituto, era tímido, silencioso a veces nos sentábamos durante los almuerzos sin decir una sola palabra, era cómodo.
No imaginaba que yo le gustase a él, más una tarde, en la que me quede tarde por culpa de mi club; le encontré infraganti. Masturbándose frente a mi asiento repitiendo mi nombre una y otra vez mientras su largo y grueso pene erupcionaba su semen caliente sobre la mesa, en todo ese tiempo lo único que pude hacer fue mirar, no supe en ese momento que era aquella cálida sensación que se escapaba de mi vagina, pero ver el rostro sonrojado y jadeante de gaara pareció gustarme, lo vi sacar un pañuelo y comenzó a limpiar la superficie, mis pies me llevaron justo a su lado; me miro con ojos aterrados, yo simplemente le ofrecí una ligera sonrisa
Hinata yo…
Se detuvo al ver que yo pasaba un dedo por la superficie de mi asiento recogiendo un poco de su semen, el olor era intenso algo que jamás había experimentado. Movida tanto por, la curiosidad como por, el cosquilleo en mi vagina humedecida lamí esa crema viscosa, el sabor salado y agrio de su semen me encanto
Quiero más gaara dame mucho mas
Me sentí extraña viendo su pene semi erecto fuera aun de su pantalón, comencé por tomarlo entre mis manos, sintiendo su textura, el rostro de gaara se volvió a sonrojar; su pene volvió a la vida su latido era cada vez más fuerte, la punta comenzaba a supurar una gota transparente e igual de viscosa que su semen, gaara salió de su sorpresa inicial y se volvió más agresivo arrancado de tajo los botones de mi blusa. Entonces me di cuenta que este sentimiento era excitación estaba demasiado perdida en mis sensaciones, para darme cuenta de que era correcto y que no, gaara y yo nos perdimos en la pasión, él me tomo por la cintura y devoro mis labios como si, fuesen comida y él un muerto de hambre, me apretaba los pechos con fuerza pero sin llegar al dolor y eso tenía a mis pezones duros, entonces él bajo su mano y llego a mis bragas. Solamente escuche un gemido saliendo de su boca
Estas muy mojada hinata, será más fácil para mi penetrarte.
Y eso exactamente hizo, me llevo al siguiente asiento donde me despojo de mis bragas, acto seguido me acostó en ese lugar, y bajo su cara a la altura de mi coño y comenzó a lamer como un poseso, aquella sensación, tan nueva como lo era todo me hizo sentir que enloquecería, tome sus rojizos cabellos en mis dedos apretándole donde más le necesitaba y entonces me invadió una sensación extraña, dolorosa y tan placentera que me tuvo gritando sin voz apretando el agarre de los suaves cabellos de gaara, un orgasmo que amortiguo el dolor que conlleva el perder la virginidad, este fue reducido a una mera molestia, las embestidas de gaara fueron constantes y daban justo en un lugar que me hacía apretar mi interior del placer, esto mismo, hacia que gaara gruñera y su rostro parecía afectado por un terrible dolor, no supe como pero mi voz salió en un mero susurro.
¿te duele, gaara?
No… es… maravilloso como tú, hinata, ahhhh
Su voz combinada con los embates dentro de mí me llevó nuevamente al clímax, de pronto sentí que algo caliente me llenaba por dentro, "eso también se siente muy bien". Pensé; gaara se desplomo como un fideo recocido sobre mí, jadeando e intentado recuperar el aliento, le aparte suavemente para poder ver su expresión, era exactamente la misma que tenía cuando se estaba dando placer a sí mismo, le sonreí
Hagámoslo otra vez, quieres
Decidí entonces que el sexo era divertido en total lo hicimos dos veces más.
Se escuchó el click de una grabadora apagándose, el hombre frente a ella le miraba con los ojos brillantes de lujuria eran unos ojos demasiado azules que incluso el cielo en verano empalidecía, sus cabellos rubios desordenados le daban la apariencia de recién levantado lo que le hacía ver sexy, su cuerpo un verdadero deleite para los ojos femeninos en especial por esa enorme erección que se mostraba a través de los pantalones de su traje que seguramente costaba mucho… estaba en forma a pesar que hinata sabía que le llevaba 10 años este hombre de 32 años era su doctor, Naruto Uzumaki , psicólogo especializado en el campo sexual,
Señorita hyuga le espero la para nuestra próxima sesión
Si, doctor…- Salí dando un especial contoneo a mis caderas enfundadas en un leggins de malla semi tramperamente elpodia ver lo que quisiera
