El sol tocó sus mejillas, con sus manos intento tapar los rayos, no podía creerlo, pues lo último que recuerda es como estaba en el laboratorio de Watari viendo algunos frascos y le preguntó qué hacía.

Rasca su cabeza al sentir mareo. Se aproxima a la ventana al ver como el viento eleva las cortinas. Respira profundo al sentirse algo extraño, decide quedarse ahí un momento al pensar:

— Me intoxiqué con algo… seguro… — En eso entran Hisoka, Tatsumi y Watari. Voltea a verlos al sonreír al ver sus caras de susto, estupefacción y pregunta con inocencia. — ¿Qué sucede?… —

Tsuzuki al escuchar su voz sabe que algo no está bien, es delgada, esa no es su voz. Veloz mira su pecho al ver que no es plano, voltea a ver a Watari al gritar:

— ¡QUÉ PASÓ!… —

Tsuzuki cae al suelo al notar que es una mujer. Tatsumi y Watari lo levantan para ponerle sobre la cama. Hisoka no puede creer lo que pasa.

Tatsumi clava su mirada en Watari, cruza los brazos al preguntar:

— ¿Cómo pudiste hacerlo?... —

El científico se defiende:

— Fue un accidente… estábamos en el laboratorio y yo probaba un inofensivo invento. Tsuzuki entró para platicar de algo, comenzó a ver los frascos y después cayó al piso… no supe porqué… Traté de despertarlo, pero fue inútil, lo llevé a la enfermería y después los busqué… Tampoco me esperaba esto… —

Hisoka observa a su compañero, ahora compañera, estar inconciente apaciblemente. Su hermoso rostro, el cabello castaño y corto, sus facciones ahora femeninas, su mirada se desvía un poco del rostro al encontrar las perfectas curvas de ese cuerpo. El muchacho siente el sonrojo, tose un poco al desviar su mirada.

Tatsumi sigue inquiriendo a Watari con la mirada, cosa que le desagrada al científico. Hisoka les pregunta:

— ¿Qué aremos se supone que hoy Tsuzuki y yo iríamos a una misión?… —Watari eleva su voz:

— No puede ir… menos como está Tsuzuki, debo buscar la forma de revertir esto… — Intenta salir corriendo sin embargo Tatsumi lo agarra del brazo al decir con hostilidad:

— Le dirás al jefe… Kanoe debe saberlo… sólo así ellos no irán a la misión. —

Watari traga saliva. No sabe como Kanoe tomará lo ocurrido. Tatsumi comienza a arrastrarlo para que comience a reparar lo que hizo.

Hisoka escucha los gritos de Watari al alejarse por el corredor. Mientras tanto en otro lugar cierto doctor de cabello plateado lee al sonreí con satisfacción, se dice:

— Ven pronto Tsuzuki… ahora serás mío… —