Quédate a mi lado.

Porque no me importa el dolor por el que podamos pasar… Quédate a mi lado.

Prólogo.

- Lo siento mucho. – Mis lágrimas resbalaron por mis mejillas al escuchar estas palabras. Tiene que ser mentira… esa era la idea a la que me quería aferrar, aun a pesar de saber lo que realmente estaba pasando. Mis brazos rodearon con fuerza el frágil cuerpo de mi hermano, quien no sabía lo que pasaba en esos momentos, por consecuencia de su corta edad. Vi al señor de bata blanca alejarse de nosotros, ¡tenía que ser mentira! Mi padre no estaba muerto… él dijo que a pesar de todo, seria fuerte y se aferraría a la vida por nosotros…

¡¿Por qué nos has fallado papá?!

- ¿Qué le paso a papá? – Me pregunto mi hermano, Youichi con inocencia… no supe que responderle… Lo tome en brazos y salí de la sala de espera, los familiares de mi padre nos observaron desde lejos y rápidamente apartaron la mirada con disgusto. Ignore a todos… además no podía pelear con ellos, ya que no tenía dinero para poder enterrar a mi padre, aunque no me gustaba admitirlo, los necesitaba en esos momentos.

- Te comprare un dulce. – Dije a mi hermano cuando llegamos a una tienda de autoservicio que se encontraba al otro lado de la calle del hospital. Él asintió felizmente. Compre el dulce y a pesar de las altas horas de la noche, me senté en la orilla de la acera junto con él, no tenía ganas de regresar a aquel lugar.

¿Ahora qué vamos a hacer?

Esa era la pregunta que rondaba por mi mente. Yo, una simple estudiante que pronto ingresaría a preparatoria… ¿Cómo se haría cargo de un niño de cuatro años? Además, ambas familias de mis padres no nos querían, ya que mis padres al casarse, se fugaron de casa y se alejaron completamente de sus familias, aun a pesar de la enfermedad de mi papá. Mi madre murió hace cuatro años, después de dar a luz a mi hermano, así que ahora estábamos completamente solos. La familia de mi padre me odiaba, ya que de no ser por mi nacimiento, mi padre jamás hubiera huido de casa y probablemente hoy estaría con vida… y lo mismo pasaba con la familia de mi madre, quienes pensaban que si ellos jamás se hubieran conocido, mi madre estaría viva.

¿Tan malo es que hayamos nacido?

- Todo va a estar bien Youichi. – Susurre abrazando a mi hermano después de sentir como su pequeño cuerpo temblaba por la suave brisa de la noche.

Si… Todo iba a estar bien…

. . .

La última pala fue lanzada sobre el ataúd que contenía a mi padre… Youichi se encontraba detrás de mí cargando una rosa blanca y yo estaba justo frente a lo que sería la tumba de mi papá cargando un enorme ramo de rosas. Parece mentira cuando pienso que está muerto, aun cuando hace un par de días todos estábamos comiendo un enorme plato de ramen en casa.

- Vamos. – Ordeno mi uno de mis tíos guiando a mi hermano y a mí, a un auto negro. Cuando bajamos nos encontrábamos en la casa de mi abuelo paterno… - Esperen un momento aquí. – Dijo aleándose por un largo pasillo después de dejarnos en la sala. Mi pequeño hermano se encontraba sentado a mi lado, sus mejillas estaban rojas por las lágrimas derramadas, probablemente me encontraba igual… pero de la nada se escucharon unos murmullos.

- Son esos niños…

- No me digan que se quedaran aquí.

- Que desagradable…

- Es una lástima, ahora están solos… ¿Pero quien querrá hacerse cargo de ellos?

Sentí como la pequeña mano de mi hermano apretaba con fuerza mi abrigo, sus ojos mostraban tristeza y fue rabia lo que me invadía en ese momento. Pero aun así, no lo demostré… - Mírame… sólo mírame a mí. – Dije mientras tapaba sus oídos y sonreía con gentileza, no podía hacer nada más, sin embargo en ese momento por primera vez comencé a odiar a estas personas. Sabía que nuestra vida seria así, de ahora en adelante, tenia que ser fuerte y defender a mi hermano de todo.

La sonrisa de Youichi regreso, pocos minutos después nuestro tío regreso, para darnos una de las peores noticias… - ¿Por qué? – Pregunte con horror.

- Así son las cosas… Youichi vendrá conmigo y tú, iras a estudiar a un internado, sólo serán estos tres años, será una buena escuela… - Pero no lo deje terminar.

- ¡No lo acepto! Es mi hermano… tengo que estar a su lado… Además, ya me han aceptado en la preparatoria a la que quiero ir… he ganado una beca…

- Tienes que hacer lo que te decimos… - Comento interrumpiéndome.

- Pues no lo hare, quiero hablar con mi abuelo. – Me puse de pie tomando de la mano a mi hermano.

- Él no quiere verlos… ¡Date cuenta que ha muerto su hijo! ¡Por su culpa! – Me quede helada por unos momentos… así que mi tío también piensa eso… - Vayan a casa y empaquen todo… Tampoco no es muy grato para mí, cuidar de ustedes…

- ¿No hay otra forma? – Suplique antes de que mis lágrimas salieran y se derramaran por mis mejillas.

- Sólo si encuentran a alguien que se haga responsables de ustedes… estoy seguro que nadie se opondría a eso. – Y tras decir esto, salió de la habitación… Tome a Youichi de la mano y decidí ir a casa.

. . .

Todo se encontraba en completo silencio cuando llegamos, esa noche seria la ultima en este departamento, donde ambos, mi hermano y yo, crecimos y convivimos… - ¿Qué te parece si vamos a dormir? – Pregunte a mi hermano, no tenia ganas de empacar nada ese día. Youichi asintió y corrió a ponerse la piyama. Yo me quede en la sala observando las diferentes fotografías que la adornaban… sin pensarlo camine a la habitación de mis padres y me senté en la cama, donde acudía cuando era pequeña en las noches de tormentas.

Después de unos minutos, me levante y comencé a revisar los cajones del ropero de mis padres… quería tener un recuerdo de ellos, sin embargo un sobre amarillo llamo mi atención, al leerlo sonreí, pensando que esta carta podría ser nuestra salvación, llame a mi tío enseguida y él sólo me dijo que si eso se podía hacer, que por él no habría problema.

Una vez que colgué tome a Youichi en brazos y gire con él. – ¡Tenemos una oportunidad! – Grite mientras reía con energía, al igual que mi hermano…

Ahora sabía que no todo, estaba perdido.

Continuará.

[N/A]

¡Bien una nueva historia! Será corta, pero bastante tierna… amo matar personajes jajá. Espero que les haya gustado y pronto subiré el próximo capítulo. Si, lo sé, no he actualizado lo demás, sin embargo en eso estoy.

Por cierto, próximo capítulo: Capítulo 1: Despedidas y bienvenidas.

Gracias por leer y cuídense.