Disclamer: Nada es mio, nada me pertence. Todo es de la maestra, Meyer.
Summary: Tú eres la razón de mi existencia. Sólo por ti me levanto cada mañana, y lucho para adaptarme a esta nueva vida. Sólo contigo siento esto tan fuerte... amor.
¡Hola! He decidido juntar todas mis historias de este gran chico, como lo es Jasper Hale, porque son demasiadas y van en aumento ;). Bien, este capítulo es un pequeño regalo para una amiga, ella es Jime, sabe que la quiero demasiado y espero que lo disfrute.
No sé exactamente donde estoy, perdí la noción del tiempo y del espacio hace varias horas. Podría decirte que estoy en un bosque, porque lo veo a mi alrededor, solo arboles me rodean, no hay criaturas que hagan ver hermoso el lugar.
Estoy aquí porque necesitaba un descanso, un momento para mí. Apenas me estoy empezando a adaptar a esta nueva vida y me cuesta muchísimo.
No pienso hacer trampas, hare lo posible por no encontrarme con ningún humano en estos momentos, pero si lo hago... No sé si seré capaz de contenerme.
Tengo los sentimientos encontrados. No deseo verte, porque no te merezco. Eres demasiado excepcional para mí, eres inocente y bella, alegre y vivaz. No valgo lo suficiente para obtener algo de tan infinito valor.
Pero a la vez, quiero que estés aquí conmigo. Porque solo tú eres capaz de calmarme a mí, aun cuando yo tenga en mis manos el poder de calmar a los demás. Te necesito a mí lado, tú haces que mí mundo gris se parezca a un arcoíris, le das armonía a mí vida.
Solo tú puedes ser capaz de hacer algo tan magnífico y fuera de lo común, porque eres diferente. Pase muchos años junto a una misma persona, pero el lazo que nos unía era tan débil que no lo pensé dos veces antes de separarme de ella.
Ahora tengo una nueva vida y una nueva familia, ahora puedo sentirme bien conmigo mismo, porque ya no me considero un monstro.
Escucho pasos a mí alrededor y activo mis sentidos, está demasiado para alguien normal, pero yo puedo oírlos con claridad. Y entonces... antes de que escuche otra cosa, el aire se llena de tu perfume, de tu deliciosa esencia. Tan abrumadora y adictiva.
Ya estas a mí lado y tu mano esta en mí hombro. Siempre logras estar allí para mí en cuanto me siento tan solo, siempre estas allí cuando intento derrumbarme.
Y una vez más no me siento merecedor de tu presencia, siento que eres demasiado especial para alguien como yo.
Pero mí egoísmo es mayor y te retengo a mí lado, te necesito y sé que no podría vivir por más que lo intentara, porque tú eres mi vida. Mi pecho explota de gozo al recordar que tú necesitas tanto como yo a ti.
Nos compenetramos perfectamente, como el Ying y el Yang, en un baile eterno en el cual ninguno de los dos se cansa, ni se equivoca.
Y tú sigues ahí, a mí lado, en silencio. Como un ángel celestial que me cuida día y noche.
Volteo mí cara y observo tu rostro, tan fino, tan hermoso. Como toda tú. Tomo tu rostro entre mis manos con una súbita delicadeza, temo que algo tan maravilloso se rompa.
Eres mí pequeño ángel personal, eres la chica ideal para mí.
–Te amo... –Susurro con suavidad, no quiero que este momento se acabe nunca.
Porque no necesitamos besarnos para saber que nos amamos el uno al otro, el solo mirarnos a los ojos nos parece suficiente, porque veo el brillo de los tuyos la emoción surge en mí, es nuestro momento, intimo, delicioso.
No necesitamos decirnos millones de palabras, porque cada una de ellas sobra. En nuestro momento privado, el solo estar él junto al otro nos parece más que suficiente.
Acaricio tus mejillas con suavidad, tu piel fría me fascina. Todo en ti esta justo donde debería estar, todo en ti es sorprendente.
Me acerco lentamente y beso tu frente, protector, como siempre. Porque jamás me perdonaría que te pasara algo, sin que yo pudiera estar para defenderte.
Te acercas un poco más y nuestros labios se rozan, una descarga eléctrica recorre nuestros cuerpos. Nos fundimos en un beso dulce pero apasionado.
Tus manos se dirigen a mí cuello, acariciando mí cabellera y las mías a tu espalda, recorriendo cada centímetro de tu piel.
–Te amo –Repito sutilmente, porque nunca me cansare de repetirlo. Una de tus manos quita un mechón rubio de mis ojos, mientras yo los cierro, disfrutando las sensaciones que eso provoca– A pesar de todos mis defectos, tú me has superado con creces, nunca pensé que podría sentir algo parecido a esto –Sonrió viendo tu rostro– Y me encanta, nunca imagine que pudiera existir alguien tan perfecto, pero tu estas aquí, superando todas mis expectativas. Te amo, aun cuando esas dos palabras no sean suficiente para abarcar todo que siento por ti.
