Una boda de ensueño

Siempre recordaré aquel día de abril de hace seis años, cuando mis tíos Juanjo y Vanesa se casaron. Casi todos los invitados viajaron en avión o en barco hasta Cudillero, un pueblecito precioso al lado del mar y de Avilés. Mis padres y yo llegamos un día antes y nos pudimos tomar una sidra, una bebida hecha de manzana y con poco alcohol.

Al día siguiente se celebró la boda. El novio, junto con su joven y bella hija, esperaban en lo más alto de las escaleras a la novia, quien irradiaba felicidad y belleza, con el vestido verde a conjunto con el traje de mi tío. Luego los novios bailaron un siringüelo ,baile típico de Asturias, con la música que tocaban los gaiteros. Acto seguido, en el ayuntamiento, el alcalde los casó y leyó un poema precioso de Antonio Machado.

El banquete estuvo muy bien porque se comió ,se bebió y se bailó tanto como se quiso hasta altas horas de la madrugada. Todos pernoctamos en hoteles o en casas de los familiares de mi tí día siguiente los recién casados se fueron a Barcelona para irse de viaje de novios en un crucero y nosotros fuimos a visitar Covadonga.

Esa boda ,en resumen, fue la mejor boda a la que nunca he ido en mi vida y la más parecida a los cuentos de príncipes.