Chico con suerte
Observo sus zapatos nervioso. Sabia que ella siempre pasaba por ahí a esa hora y estaba decidido a finalmente decirlo; no tenía muchas oportunidades y lo sabía pero estaba convencido de tener que intentarlo.
-¿Neville?-preguntó la misma voz de la chica que esperaba y él se quedó un segundo observándola, sintiendo que las fuerzas para hablar se le habían ido de pronto- ¿Qué haces aquí solo?
El chico hizo el intento de abrir la boca pero ningún sonido salió de ella. La chica enfrente de él lo miro confusa, debatiendo si quedarse o seguir su camino. Neville se sintió como un tonto ¿Cómo había podido ocurrídsele la idea de que ella quisiera salir con él? ¿Cómo había podido siquiera pensarlo cuando sabía que ella sufría por otro, específicamente uno de los chicos que eran más cercanos a él?
-Quizás, solo quizás, - había pensado horas antes- si lo sabe, eso la ayude a olvidarse de él...
-¿Te sientes bien?-preguntó de nuevo ella y Neville no tuvo ninguna duda de que estaba haciendo el ridículo- ¿Esperas a alguien?
-A ti- respondió Neville en su cabeza pero enseguida decidió no decir nada. La chica tenía rastros de ese mismo gesto que tenía cada vez que recordaba que no era correspondida. Neville recordaba haberle visto esa tristeza por primera vez en el baile de Navidad, meses atrás, cuando se dio cuenta de que el chico que quería que la invitara no solo no lo había hecho y había invitado a otra sino que ni siquiera la había considerado como opción hasta el último minuto y no por voluntad propia.
-Debo irme- señalo ella mirando alrededor- quede de verme en la sala común con... ¡Oh Neville! ¿Estas seguro que estás bien?
-Sí-respondió él logrando que finalmente su voz obedeciera y mirando alrededor un segundo buscando una excusa. Justo entonces, por ironía del destino, vio venir a Harry y a Ron al final del largo pasillo y decidió usarlos como excusa- espero a Harry y Ron y ya vienen.
La chica se sobresalto muy poco al escuchar los nombres pero Neville, que disfrutaba observándola y creía conocerla bien, lo noto. Volteó lo suficiente para ver lo que decía era verdad y un suspiro, inconsciente y que seguramente no hubiera dado sino creyera casi estar sola, se escapo de sus labios. Recordó justo a tiempo que no estaba sola y ligeramente sonrojada miro a Neville, pero él tuvo el cuidado y la decencia de hacerse el desentendido.
-Me voy- anunció bruscamente con la clara intención de no encontrarse con los dos chicos- nos vemos Neville.
Neville no contestó nada y la vio irse rápidamente. Harry y Ron llegaron en lo que le pareció un segundo después, ambos mirándolo extrañados.
-¿Qué haces aquí solo?
-Olvide la contraseña de la sala común-mintió él pero los dos chicos sonrieron burlona y amigablemente, aceptando su respuesta. Los tres empezaron a caminar juntos, siguiendo los dos amigos con el tema de Quidditch, que venían tratando al encontrárselo.
-Ya que estuviste aquí un rato ¿No viste a Ginny?- preguntó Ron después de un rato- Mamá me dijo que le diera la carta que mando después de leerla.
-¿O a Hermione?-preguntó Harry casi al mismo tiempo- estuvimos buscándola.
-Paso hace un rato por aquí-contestó Neville cabizbajo- las dos iban a estudiar juntas en la sala común.
Harry y Ron no dijeron nada más de ninguna de las chicas y se contentaron con seguir hablando de jugadas famosas. Neville los miro sin poner realmente atención a la conversación y mirando especialmente a su rival de amores.
-Algún día te darás cuenta de que eres un chico con suerte-pensó en silencio, sintiéndose cabizbajo por haber sido un cobarde pero a la vez convencido de que era mejor olvidar ese sentimiento.
