Lluvia, afuera escucho como lentamente la gotas de lluvia humedecen el ambiente

Recomendación musical: You raise me up, búsquenla en youtube como: Celtic Woman - You Raise Me Up.

Espero que les guste.

Lluvia...

Afuera escucho como lentamente la gotas de lluvia humedecen el ambiente... me gusta la lluvia...quien lo iba a decir, pensar que antes lo único que deseaba era sentir el sol sobre mi piel, absorber cada uno de sus rayos y mantener su calidez en mi cuerpo, pero las cosas cambian, los seres humanos cambiamos con el tiempo.

Tiempo. . . . .

Cuanto tiempo había pasa desde aquello?. . . . no lo sabía. . . . . más bien no deseaba recordarlo, pero en tardes como esta, le permitía a mi mente viajar al pasado para obtener de los recuerdos el elixir para continuar adelante.

El recuerdo que mayor fuerza me daba era el último sobre nuestro prado.

Nuestro prado. . . .

Flash back

El prado...nuestro prado, observe cada uno de los detalles que lo conformaban, esa simetría casi perfecta como si alguien se hubiese esforzado por hacerlo hermoso, era un día soleado, algo poco común en este lugar y el que fuera primavera le daba mayor belleza de la que ya poseía, pequeñas flores silvestres adornaban el lugar cabiéndolo con un manto blanco, amarillo y violeta, a excepción de una pequeña área en el centro donde a fuerza de tanta intromisión la naturaleza había decidido cubrirlo únicamente con una capa de fino césped invitándonos a recostarnos y observar como tantas veces antes el cielo mientras nos abrazábamos. . . . hoy no sería la excepción.

Caminé lentamente hacía nuestro lugar aspirando el perfumen de aquel mágico lugar en cada respiración, coloque la manta en el suelo, no se por que Edward se había empreñado en traerla, me gustaba sentir el césped contra mi piel, pero en fin el tiene muy buenos métodos de persuasión. . . .

Me recosté sobre su pecho y el me rodeó con su brazo haciéndome temblar al contacto con su piel fría.

-Estas contenta- me preguntó con un sonrisa

-Si, pero lo estaría más si me concedieras lo que pido- dije mientras dibujaba círculos sobre su pecho con mi dedo

El inclinó la cabeza hacia atrás y suspiro.

-Hoy no Bella- y volviendo se nuevamente a mi, prosiguió –recuerda que el día de hoy harás todo lo que yo te diga, así que sólo por hoy dejemos eso, bien-

-esta bien- suspire y me volvía hacia el – que quieres hacer?-

Sonrió, con esa sonrisa torcida que tanto me gustaba y se giró lentamente sobre mí sin dejar de mirarme. El peso de su cuerpo sobre el mío me hizo estremecer, yo continuaba con las manos sobre su pecho mientras lo observaba, había algo diferente con su mirada, algo que en otras ocasiones había visto justo antes de que se alejara de mi con el pretexto de poner límites seguros.

Se inclinó sobre mi rostro hasta que nuestros labios se rozaron y nos besamos despacio, sintiendo en cada contacto pequeñas descargas eléctricas que se extendían por todo mi cuerpo, llevé mis manos hasta su cuello para acercarlo mas si fuera posible, el tenía un brazo bajo mi cuello y con su mano libre acariciaba mi cintura. Abrí los ojos sorprendida cuando su mano se deslizó bajo mi blusa tocando directamente la piel de mi cintura, él solo sonrío durante el beso y continuó sin inmutarse; deje que la nueva sensación me invadiera, a pesar de que sabía que su piel era fría podía sentir como su contacto quemaba, sentí como miles de mariposas revoloteaban en mi estómago impidiéndome respirar apropiadamente.

Los pulmones me ardían por la falta de oxígeno, pero no me importaba, si iba a morir de asfixia esta sería una hermosa forma de hacerlo, él se separó un poco de mi, lo suficiente para que yo pudiera respirar y antes de que pudiera perder la sensación de calor de sus labios sobre los míos reanudó el beso con más intensidad, sentí como su legua rozaba mis labios ejerciendo presión para que lo dejase entrar y se lo permití, sabía que estábamos cruzando el límite pero no me importaba había deseado esto desde hace mucho y no sería yo quien lo detuviera.

En este punto había decidido ignorar los fuertes latidos de mi corazón, estaba casi segura de que Edward podía sentir me corazón chocando contra su pecho y había perdido totalmente el control de mis manos que trataban de abarcar tanto su espalda como su cabello. Eward llevó su mano hasta mi rostro separándose ligeramente de mi, su aliento fresco me golpeaba haciéndome perder la conciencia, sus ojos oscuros como la noche me observaban como tratando inútilmente de descubrir lo que pensaba. Mi respiración era errática, llevé una mano a su rostro tratando de convencerme que aquello era real, el tomó mi mano y besó la palma al tiempo que respiraba profundamente cerrando los ojos. Lentamente colocó mi mano sobre su pecho y clavó sus ojos en los míos.

-Te amo- me dijo y yo le sonreí débilmente – no quiero lastimarte de ninguna manera, pero hoy . . . . . .no quiero detenerme-

Un hormigueo extraño se extendió desde mi vientre a todo mi cuerpo, no podía creer lo que estaba oyendo. . . . .en verdad el no deseaba detenerse en esta ocasión, mi mirada debió de expresarle la sorpresa y confusión que sentía y el desvió la mirada hacia otro lado, tome su rostro entre mis manos y le obligué a mirarme.

-No lo hagas. . . .- mi voz sonó como un susurro -no te detengas-

No pude decir más, no creo que hubiera podido expresar lo que sentía en ese momento, en verdad deseaba que no se detuviera pero no podía evitar sentirme nerviosa por lo que estaba por suceder. El sonrió y se acercó nuevamente a mi sentí su labios ansiosos recorrer los míos mientras su mano viajaba por mi cintura.

Su mano ascendió desde mi cintura hasta mi pecho, donde comenzaban los botones de mi blusa los cuales desabrocho en una lenta tortura, cuando al fin terminó deslizó la blusa dejando mi pecho y hombros descubiertos, lentamente sus labios abandonaron mi boca y descendieron por me cuello, hombros hasta que llegaron al centro de mi pecho.

-Muy práctico- Edward sonrió mientras observaba el broche de mi sostén, el cual se abría por delante.

Me sonroje inmediatamente y le sonreí tímidamente, traté de decir "ya sabes como soy yo, totalmente práctica", pero lo único que salió de mi garganta fue un suspiro pues Edward deslizaba la prenda alejándola de mi cuerpo.

Sus labios recorrieron mis senos arrancándome suspiros interminables, mis manos no respondían sólo estaba ahí colocadas a cada lado de mi cabeza. Haciendo acopio de fuerza tomé su rostro entre mis manos y lo acerque a mi rostro para besarlo con la poca fuerza que me quedaba, el respondió a mi beso de manera frenética y desesperada, era raro sentirlo así, a él que nunca perdía los estribos, él que siempre era la calma entre los dos, no podía creer que casi estuviera fuera de sí mientras me besaba y acariciaba.

Con algo de torpeza llevé mis manos hasta los botones de su camisa e intente desabrocharla pero no pude, las manos me temblaban y el que él continuara besándome de esa forma no ayudaba mucho. Tomó mis manos mientras sonreía deteniendo el beso para permitirme proseguir, me indicó como debía hacerlo y me dejó continuar, cuando al fin terminé el valor se me escapó y no supe que hacer por lo que él amablemente se quitó la camisa.

Instintivamente llevé mis manos hasta su pecho recorriéndolo con delicadeza mientras trataba de dibujar cada uno de sus músculos, el cerraba los ojos mientras lo hacía.

-Ahora te toca a ti- me sonrió abriendo los ojos lentamente.

Me sonroje aún mas, y me senté sobre la mante, él hizo lo mismo sin dejar de mirarme. Agache la mirada ya que me avergonzaba que el me viera de esa manera tan intensa, cuando al fin logré quitarme la blusa y el sostén, traté de cubrirme con un brazo, me sentía insegura, como podía comparar su cuerpo de dios griego con el mío, una simple humana. El me tomó de las muñecas y me acercó con fuerza, el contacto directo de nuestra piel me hizo estremecer nuevamente y solo atiné a abrazarlo para sentirlo más. Él hundió su rostro en mi cabello aspirando profundamente.

-Te amo- su voz era ronca –te amo y nunca dejaré de hacerlo-

Lentamente me recostó sobre la manta nuevamente y sus manos se dirigieron hasta los botones de mi pantalón esta vez fue tan rápido que ni cuenta me di, de pronto sólo sentía sus labios besando mis piernas mientras las acariciaba, se me dificultaba respirar y lo único que hacia era cerrar los ojos mientras apretaba fuertemente la manta con mis manos. Dejé de sentir sus labios sobre mí y creí que quizá había decidido detenerse, después de todo él era la parte conciente entre los dos, me sentí vacía, triste y el frío se filtró por cada fibra de mi ser, abrí los ojos y el continuaba ahí pero su mirada estaba fija sobre la única prenda que me cubría, abrí la boca para decir algo cundo de pronto lo escuche gruñir, acercó su rostro lentamente a mi intimidad y aspiró con fuerza, casi podía sentir como su nariz rozaba mi cuerpo, con una rapidez asombrosa se encontraba besándome nuevamente con desesperación, alcancé a ver como su pantalón salía despedido lejos de nosotros, sus manos recorrieron mi cuerpo para detenerse sobre mis caderas tomando delicadamente la prenda y sacándola de mi cuerpo.

Lo bese tan frenéticamente como el a mí, mis manos se apoderaron de su espalda y grabaron en su tacto cada parte de su ser, llevé mi mano hasta el resorte de su ropa interior, no paraba de temblar no podía reconocerme a mi misma haciendo aquello, mi torpeza hizo su aparición nuevamente impidiéndome deshacerme de ese trozo de tela, él sonrió.

-Bella- dijo mi nombre en un suspiro y me ayudo a retirar la ultima pieza de ropa que nos separaba.

Se detuvo, su ojos me miraron con infinita ternura y su mano acarició mi rostro.

-Estas segura- preguntó.

Sabía que el se detendría si se lo pedía, una parte de mi gritaba que continuara que anhelaba ser suya, pero aunque lo deseaba no podía dejar de sentir miedo, lo observé, recorrí su rostro con mis ojos y me perdí en su mirada, a que le temía?, el me amaba y yo a él, realmente deseaba que el primero al que entregara mi corazón y mi cuerpo fuera a él. Le sonreí , no había más dudas, acerqué mi boca a la suya y lo besé, él se acomodó sobre mi tratando de no aplastarme, separé las piernas ligeramente, y pude sentir como el se acomodaba entre ellas haciéndome separarla aún más.

-Te amo- Dijo mientras entraba lentamente en mi.

Me tensé, mi cuerpo respondió instintivamente ante aquella intromisión y mis músculos se contrajeron, una mueca de dolor se dibujo en mi cara mientras enterraba las uñas en su espalda. Mi respiración se dificulto aún mas por aquel dolor punzante en mi vientre.

-No te muevas. . . .por favor- logré decir.

El sólo me besaba tratando de moverse al mínimo, pero podía sentir como temblaba ligeramente, al cabo de algunos minutos el dolor cedió y moví la cadera invitándolo a continuar. Él continuó avanzando y sentí como algo se rompía, el se detuvo y me abrazó con fuerza conteniendo la respiración, no entendí por que su reacción. . . . ya no me lastimaba tanto, porque se detenía?. . . . entonces recordé. . . . . .sangre. . . . . . era lógico que sangrara por ser la primera vez .

-Dame un momento. . . .- su voz era ronca casi parecía un gruñido, podía sentir como hacia acopio de autocontrol.

-Te amo- le dije, para mi sorpresa era la primera vez que se lo decía en ese día y mi voz no dejaba cabida a la duda –te amaré por toda la. . . . . mi vida-

Sentí como sus músculos se relajaron y su rostro se volvió nuevamente a mi.

-Ya vez que fuerte soy- me besó –soy fuerte por que tu estas conmigo.

Comenzó a moverse lentamente, aun sentía ligeras punzadas de dolor, pero iban disminuyendo; el vaivén de su cuerpo fue aumentando de ritmo y yo elevaba la cadera para recibirlo. Hundí mi cara en su cuello tratando de soportar aquel mar de sensaciones nuevas, podía escuchar como su respiración se agitaba, el momento final se acercaba, cada fibra de mi ser me lo gritaba , me aferré con fuerza a su espalda cuando una explosión de placer que nacía en mi vientre se expandió por todo mi cuerpo haciéndome temblar, sentía que perdía la fuerza en todo el cuerpo pero me abracé a el con la poca fuerza que me quedaba. Edward continuaba moviéndose con mayor rapidez lo que me produjo otra oleada de placer al tiempo que sentía un líquido frió invadir mi intimidad. Escuché como espiraba e inspiraba con fuerza.

-Estas bien?- le dije con preocupación –tiemblas-

Sonrió, mientras besaba mi cuello y se dirigía a mis labios.

-Jamás. . . . me había sentido. .. . . tan bien como. . . . ahora- su respiración era entrecortada.

Me acurruque entre sus brazos, su piel estaba tibia debido al roce de nuestros cuerpos, me sentí feliz, lo amaba y él me amaba era todo lo que importaba, guardaría el recuerdo de aquel día en mi memoria para siempre, sin importar lo que pasara después, no olvidaría aquello jamás, el saberse amada, el sentirse completa al fin.

Fin Flash back

Lluvia. . . . .

Continué viendo caer las gotas a través de la ventana, pero podía sentirlas en mi cara, resbalando por mi mejilla y cayendo al vació como otras veces, como otras tardes de lluvia, como siempre cuando llovía y me permitía recordarlo.

Lloré. . . .por que ya no estaba conmigo.

One shot?

Ustedes deciden.

Gracias.