Una mañana se cernía sobre la ciudad, aunque el clima no era muy favorable pues una pequeña llovizna caía sobre dicha ciudad eso no era problema para sus habitantes que ya estaban acostumbrados. Al ser vacaciones no había tanto atrejeo como se esperaría, los niños, y algunos adolescentes simplemente disfrutaban de sus vacaciones, levantándose más tarde de lo acostumbrado. Claro este no es el caso para cierto moreno y rubio, su expresión de fastidio se notaba a kilómetros de distancia, más que nada en el moreno pero simplemente no podía decirle que no a su padre, ¿No?
-¿Por qué tengo que cuidar de Leo? –Preguntó una vez más el moreno con expresión seria en su rostro a un hombre cabellos blancos. Esté lo miro casi ofendido por su pregunta.
-¡Es tú hermano! –Gritó explicándose el mayor, o eso trataba, se cruzó de brazos observándole fijamente.- ¿Dejarías a tu pequeño hermanito sólo? ¡Sabiendo que puede pasarle algo! –Colocó sus manos sobre sus mejillas casi haciendo una expresión de horror.
-No necesito un niñero, padre. –Respondió un niño de no más de 13 años, que se encontraba al lado del hombre de cabellos albinos, este volteó a verle y sonrió de forma paternal.
-Etto… –Un chico rubio de cabellos largos, y mirada esmeralda observaba la escena con una gotita de sudor bajando por su sien, de inmediato sintió tres pares de ojos amatistas observarle.
-Nii-san.. –Un pequeño rubio jalo la manga del rubio mayor, de inmediato este volteó a verle.
-Oz –Respondió el mayor con una sonrisa dulce en sus labios, colocó su mano sobre los cabellos del otro y los revolvió. El hombre de cabello blanco observaba la escena con admiración, incluso parecía que sus ojos tuvieran forma de corazón.
-E-Es…. ¡Hermoso! –Gritó repentinamente el albino con emoción observando a ambos rubios, estos voltearon a ver al mayor confundidos, una gota de sudor bajaba tras su cabeza.
-¿Por qué padre se está comportando tan… extraño? Más de lo normal… –Frunció el ceño confundido el moreno menor desviando su mirada de su padre a la del rubio menor, una pequeña sonrisa se formó de inmediato en sus labios.
-Desde que tengo uso de conciencia me pregunto lo mismo. –Murmuró por lo bajo el moreno acercándose a su padre y golpeando la cabeza del mayor con su mano. Este volteó a verlo adolorido.
-¡Oswald! –Regañó el albino a su hijo mayor con el ceño fruncido, este lo miro de manera fría.
-Te lo has ganado, ¿No puedes comportarte como un padre normal? –Cruzó los brazos sobre su pecho y dejo salir un suspiro de sus labios.
-No… –Respondió con una sonrisa maliciosa en sus labios alejándose del moreno y acercándose al rubio mayor, este lo miro confundido casi con un signo interrogante sobre su cabeza.- ¡Jack-kun! –Sonrió amplio cerrando sus orbes amatistas, pasó una de sus manos sobre sus cabellos, en un intento de arreglarlos, el rubio abrió los ojos como platos, porque nadie le llamaba de esa manera, y por alguna extraña razón el padre del moreno le ponía los nervios de punta.
-Nii-san. –El rubio menor susurró al ver como el albino se acercaba demasiado a su hermano mayor, aunque era la primera vez que veía a esté, no le daba buena espina, apretó la manga de la camisa del rubio mayor con fuerza.
-Revis-sama. –Sonrió de forma leve el mayor colocando una mano sobre la cabeza del rubio, tratando de tranquilizarle.- ¿Necesita algo? –Preguntó curioso mirando al albino. Este asintió acercando su rostro al del rubio, en reacción el chico alejo su rostro del albino y antes de poder hacer algo vio como el moreno mayor golpeaba la pierna del albino, dejándolo de rodillas en el suelo.
-¡Nii-san! –Impactado el rubio observaba la escena, sus orbes esmeraldas observaban al moreno luego al albino, y finalmente a su hermano mayor buscando una explicación a lo que había sucedido.
-¡Oswald! –Regañó esta vez el rubio mayor mirando a dicho moreno con el ceño fruncido, se agacho junto al albino.- ¿Esta bien, Revis-sama? –Interrogó al mayor con algo de preocupación.
-No te preocupes, Jack-kun. Ya estoy acostumbrado a esa clase de tratos de parte de Oswald. –Susurró el albino con voz dolida, unas lágrimas descendían por las mejillas de esté, el rubio menor miraba la escena con una ceja arqueada y miles de gotitas de sudor tras su cabeza, se acercó al moreno mayor, y jaló la manga de su camisa, esté desvió su mirada de su padre al menor.
-¿Sucede algo, Oz? –Preguntó el moreno observando al rubio curioso, ciertamente este se parecía mucho a Jack, más habían muchas diferencias, sobre todo en la personalidad. El menor se empino un poco seguro para preguntarle algo, ya que el moreno era mucho más alto que el rubio mayor.
-Ese señor… –Señaló el rubio al hombre de cabellos albino que ahora lloraba contra el pecho del rubio mayor, mientras esté lo miraba con miles de signos de interrogación sobre su cabeza.- ¿Quién es?
-Para lastima de nosotros, nuestro padre. –Respondió de mala manera el moreno frunciendo el ceño y dejando al rubio allí para luego caminar hacía el albino, un aura asesino lo rodeaba cosa que solo el rubio y moreno menor lograron ver, en el procedo el mayor tomó un libro el cual lanzo contra la cabeza de su padre, dejándolo inconsciente en el acto. El rostro del rubio mayor era de total sorpresa, movió al albino más no recibió respuesta de este.
-¡Lo mataste! –Se levantó apresurado el Vessalius mayor, su rostro era de preocupación y sorpresa, se acercó al moreno, colocando sus manos sobre sus hombros, moviéndolo como si fuera una muñeca.- ¡¿Estás loco?! –Volvió a gritar el rubio desviando su mirada a la del cuerpo inconsciente.- ¡Nos llevaran presos! ¡Y a Leo y Oz también!
-¡Jack! –Regañó esta vez el moreno fulminándolo con la mirada.- Él está bien, sólo esta inconsciente. –Comentó el mayor encogiendo los hombros como si no sucediera nada.
-¡¿Solo esta inconsciente? –Repitió las palabras el rubio frunciendo los labios y enarcando una ceja.- ¡Obvio! ¡No pasa nada! ¡Simplemente dejaste inconsciente al líder de los Baskerville! ¡La mafia más importante de Inglaterra! Pero no pasa nada –Dijo casi con sarcasmo lo último.
-¿Podrías tranquilizarte un momento? Estas asustando a Oz. –Dicho y hecho ambos chicos giraron sus cabezas hacía donde estaban los menores, el rubio tenía su cabeza escondida en el pecho del moreno mientras temblaba, el mayor le acariciaba los cabellos y susurraba al oído tratando de tranquilizarle.
-¡Oz! –Dijo alarmado el rubio mayor acercándose a él, colocó su mano sobre los cabellos del menor, este se giró a verlo, aunque no lloraba podía ver preocupación en los orbes esmeraldas iguales a los suyos. Sonrió tranquilizando al menor, y volvió a levantarse, quedando frente a él.- Lo siento, ¿Te preocupe? –Preguntó aunque sabía que era así, el pequeño no le gustaba que se alterara, de hecho ni él ni el moreno mayor le gustaba verlo así, un suspiro Salió de sus labios.
-¿Estas bien? –La voz del menor de los Baskerville se escuchó en un susurro, el rubio menor volteó a verle y asintió con su cabeza.- No te pongas así. –Dijo el moreno frunciendo su ceño un poco y colocando su mano sobre los cabellos del chico.- Tú hermano es dramático, claro no tanto como padre y Ni-sama es un poco… –Llevo uno de sus dedos a sus labios pensando en la palabra correcta.- ¡Indiferente! –Asintió con la cabeza golpeando su mano en forma de puño contra la palma de la otra mano.
-Oh… –Fue lo único que salió de los labios del rubio, ladeó su cabeza escuchado atentamente lo que decía el otro.- ¡Tienes razón! Óscar oji-sama siempre ha dicho que Nii-san es muy dramático. –Susurró pensativo el rubio.- Aunque es gracioso que él lo diga, ya que también lo es.
-¿Es de familia? –Curioso pregunto el moreno menor situándose más cerca del rubio. Este lo miró encogiendo los hombros.
-No creo. Oswald-sama no lo es, y tú tampoco. –Dijo refiriéndose a que ninguno de ellos eran dramáticos como lo era su albino padre.
-Oswald… –Llamó al moreno con voz baja mientras le picaba la mejilla, el otro lo miró fulminándolo con la mirada.
-¿Qué quieres ahora? –Dijo frunciendo el ceño y cruzando los brazos sobre su pecho algo pensativo.
-¿Qué crees que murmuren tanto? –El rubio señaló a ambos menores que estaban hablando más de donde se encontraban no alcanzaban a escuchar. El otro dirigió su mirada hacía los chicos, miro la escena con curiosidad y finalmente encogió los hombros.
-¿Quién sabe? Es curioso, Leo normalmente es más callado. Aunque… –No terminó de hablar ya que un aura depresiva lo envolvió al recordar que el menor podía ser tan agresivo, tan así que había logrado noquearlo muchas veces, un escalofrío recorrió su cuerpo, prefirió quedarse callado.
-¿Oswald? –Llamó al mayor más este no respondió nada simplemente se quedó allí sin decir nada mientras miraba a la nada. Con preocupación rodeo la cadera del moreno y lo guio hacía un sillón que había en la sala, lo deposito allí y se sentó a su lado.
-¿Qué? –Dijo después de volver en sí, aun teniendo escalofríos de esos momentos tan traumantes que había padecido. Miró al rubio y vio que lo miraba con preocupación por lo que colocó su mano sobre la mejilla del chico y la acarició.- Estoy bien –Sonrió de forma leve y dio un suspiro largo.
-Okay… –El rubio sonrió al sentir la caricia del mayor en su rostro, apoyo su cabeza en el hombro de esté.- Entonces… Seremos niñeros… –Murmuró colocando su mano sobre la pierna del azabache buscando la mano de este, la tomó y entrelazó sus dedos.
-¿La verdad? –Miró al rubio con una sonrisa leve en sus labios, este lo miro de igual forma.- Dudo que nos necesiten… Pero… Tal vez sea divertido, ¿No? –Sonrió de lado acercándose al oído del menor.- Además… –Aprovecho que este miraba a los menores, para mordisquear el lóbulo de su oreja.- Cuando se duerman podremos divertirnos tu y yo, ¿Uh? –Susurró acariciando la oreja del rubio con sus labios para luego separarse un poco y observar el rostro sonrojado del rubio, una suave risa salió de sus labios.
Tanto rubio como moreno menores observaban la escena con curiosidad, para nadie eran un secreto que Jack y Oswald eran amantes[Como había dicho Lotti] Novios[Corrigió el Baskerville mayor] más era la primera vez que ellos veían una interacción entre estos, pues normalmente Oswald se mostraba bastante frío y Jack, bueno era Jack, solía ser un poco tonto, pero era amable con todos, lo cual causaba curiosidad que estos dos anduviesen juntos.
-L-Leo… –Mencionó el nombre del moreno llamando su atención, de inmediato este volteo a ver al rubio, quién tenía las mejillas sonrosadas.- No creo que debamos espiarlos… –Finalizo algo avergonzado al ver a su Nii-san y a Oswald-sama tan cariñosos.
-No estamos espiando, Oz-kun. –Sonrió el moreno al otro chico para luego mirar a los mayores con curiosidad, luego al rubio menor y luego la escenita. En sus labios se formó una sonrisa misteriosa, tomo la mano del menor y lo jaló sacándolo de allí.
-¿Eh? –Fue lo que salió de los labios del rubio al sentir como alguien lo jalaba, sin darse cuenta el menor de los Baskerville lo había llevado hacía su cuarto, su mirada esmeralda se paseaba sobre todo el lugar, no era ni tan grande ni tan pequeño, era el cuarto perfecto para un pre-adolescente, la cama estaba perfectamente hecha, cubierta por unas sábanas de seda de color vino tinto, a un lado había un pequeño escritorio, junto con una silla, al lado de este se divisaba una puerta, suponía que la del baño. Frente a la cama había un televisor de tamaño mediano, junto con un DVD, y al lado de este había un gran estante con muchos libros, los ojos del rubio se abrieron como platos al ver esto, soltándose del mayor corrió hacía allí.- ¡Sugoi! –Dijo con emoción el rubio tomando uno de los libros mirándolo para luego levantar su mirada hacía el gran estante que estaba frente a él.
-¿Te gustan los libros? –Preguntó el moreno con suavidad llegando al lado del menor, esté simplemente asintió mientras abría el libro.
-¿A quién no? Me gustan mucho, amo leer. –Sonrió radiante mirando al moreno, este se le quedo viendo sintiendo como sus mejillas se calentaban.
-A mí también.. –Susurró en voz baja sin apartar la vista del menor, este ahora pasaba su mirada sobre los libros que alcanzaba a detallar.
-Oz-kun… -El moreno colocó su mano sobre el hombro del menor, esté giro su cabeza y lo miró.
-¿Si? –Ladeó su cabeza observando con curiosidad al azabache.
-¿Quieres hacer algo? –Comenzó a caminar hacía la cama, para luego sentarse en ella.
-¡Claro! –Dijo feliz caminando hacía el mayor con el libro entre sus manos. Llegó a donde el mayor y se sentó a su lado, se giró un poco para poder observarlo.
-Hay algo que quiero probar.. –Dijo tomando la mano del menor, jalándolo hacía él.
-¿P-Probar…? –Comenzó a hablar pero no termino ya que sintió como el chico tomaba su mano, su mirada esmeralda se dirigió hacia la del chico, aunque no podía ver sus ojos sentía que le miraba, sus mejillas de inmediato se tiñeron de un adorable carmín, cosa que hizo que el moreno igualmente se sonrojara. El rostro del rubio término contra el pecho del mayor, elevó su mirada y se le quedó viendo.
-Si… –Hablo con voz baja mirando al rubio, sus manos descendieron hacía las estrechas caderas del menor para ayudarle a acomodarse sobre él.- Oz-kun.. –Susurró acercando su rostro al del niño rubio, este lo miraba con sus orbes verdes brillantes, las mejillas totalmente rojas, casi parecían dos manzanas maduras, su respiración se aceleraba, y al igual que el moreno acerco su rostro al del otro.
-L-Leo… –Murmuró el menor sintiendo como su corazón se aceleraba, las manos le sudaban, cerró los ojos por inercia. El moreno finalizó la distancia que había entre sus rostros, pegando sus labios a los del menor, este simplemente se quedó así en espera de algo, por lo que el azabache comenzó a mover sus labios, aunque no sabía lo que hacía, simplemente se guiaba por lo que había leído en los libros y lo que había visto en la tv, lo hacía con suavidad ya que no quería hacerle daño al rubio, esté simplemente se dejaba hacer, trataba de seguir los movimientos del mayor, esté mordió con cuidado el labio inferior del chico provocando que entreabriera sus labios, deslizo su lengua por el labio inferior, lamiéndolo para luego introducirla en la pequeña cavidad del menor de los Vessalius, jugueteó con la lengua contraria, el chico trataba de hacer lo mismo más se dio por vencido y dejo que el otro explorara su boca. No supieron cuánto tiempo había transcurrido pero debido a la falta de aire se tuvieron que separar, un hilito de saliva unía sus bocas, el menor tenia las mejillas sonrosadas pero se negaba a levantarse del lugar tan cómodo en el que estaba, el pecho del moreno, y sinceramente a este no le importaba, su mirada se mantenía fija observando al pequeño rubio, una sonrisa se formó en sus labios.
-Me gustas, Oz-kun.. –Declaró el menor de los Baskervilles con un pequeño sonrojo sobre sus mejillas, el rubio abrió los ojos algo sorprendido aunque después del beso que había compartido con el moreno era algo obvio.
-A-A mí también me gustas, Leo.. –Sonrió con timidez al moreno acercando sus labios a los del otro dejando un pequeño beso sobre estos. El moreno simplemente cerró los ojos sonriendo mucho más.
-Oz-kun… –Llamó al rubio colocando la mano sobre su mejilla, acariciándola con ternura. Cerró los ojos y soltó un suspiro largo.- Y-Yo… –No era normal en él ser inseguro, pero como era algo muy importante, se estaba comportando así, abrió los ojos y observo al menor.- Quiero que seas mi novio.. –Susurró con las mejillas sonrosadas, mordía su labio inferior esperando con ansias la respuesta del rubio.
-Oh… –Respondió el rubio sorprendido por lo que había dicho el moreno, este le miro algo acongojado, ya que no esperaba esa respuesta del menor, estaba a punto de levantarse de allí, no recordando que el rubio estaba sobre él, pero era lógico, no iba a permitir que el pequeño Vessalius le viese llorar, más fue una sorpresa para esté sentir los brazos del rubio rodeando su cuello, dirigió su mirada amatista al rostro del chico, tenía la sonrisa más hermosa que hubiese podido apreciar a su corta edad.- Si quiero.. –Dijo acercando su rostro al del moreno para depositar un pequeño beso sobre la nariz del chico, esté cerró los ojos y soltó un suspiro.
-Te quiero, Oz-kun. –Murmuró besando la sien del pequeño, esté le abrazo con fuerza y apoyó su cabeza en el pecho del moreno.
-También yo… –Balbuceó entrecerrando los ojos para luego dejar un pequeño beso sobre los labios del mayor. El moreno acarició los rubios cabellos del Vessalius sin decir más.
Los pasillos de la gran mansión de la familia Baskerville eran recorridos por 3 hombres, uno albino, otro rubio, y finalmente uno moreno, prácticamente habían recorrido toda la maldita mansión, incluso colocaron a buscar a los demás Baskerville al heredero menor, y al pequeño Vessalius, pero no los encontraban, lo cual ya comenzaba a preocupar a los mayores.
-¿D-Dónde pueden estar? –Dijo con preocupación el rubio mirando a los mayores, estos no tenían ni idea, estaban igual de preocupados que el mayor de los Vessalius.
-¿En dónde no hemos buscado? –Preguntó el albino colocando sus manos en las caderas y mirando a los otros con el ceño fruncido. En esos momentos no era el Revis divertido, jodon y dramático, no en esos momentos era un padre preocupado por su hijo.
-Umm… –El moreno se quedo un tanto pensativo, hasta que cayó en cuenta, sus cejas se arquearon y casi rodo los ojos.- En la habitación de Leo. –La respuesta fue sencilla y de inmediato los tres hombres emprendieron una carrera hacía dicho lugar. Al llegar allí colocó su dedo índice sobre sus labios, indicándoles que hicieran silencio, estos no entendían porque más le hicieron caso. El albino llevo su mano hacia la perilla de la puerta y la abrió un poco, tratando de no hacer ruido, tres cabezas se asomaron para ver si estaban allí, lo que vieron logro tres reacciones diferentes, el albino sonrió con picardía casi haciendo con sus dedos el signo de victoria, el moreno observo indiferente más dentro, muy dentro se alegraba de lo que veía y finalmente el rubio observaba con los ojos entrecerrados. Después de ellos, el albino decidió que deberían dejarlos solos por lo que volvió a cerrar la puerta, los tres hombres caminaban en silencio.
-¡Já! –Gritó con entusiasmo el albino, los jóvenes voltearon a verlo al ver que este saltaba con alegría y hacía la 'v' de victoria con sus dedos.- Una vez más gane la apuesta. Jojojojo… –Dijo el mayor riendo mientras daba vueltas en el pasillo, algunos miembros de Baskerville pasaban y veían esto con una gota de sudor bajando tras su cabeza, preferían ignorar y seguir su camino.
-¿Qué apuesta? –Preguntó el moreno acercándose a su padre, este lo volteó a ver con una sonrisa en los labios.
-Ains… Le dije a Óscar que lo más probable es que Oz-kun terminara con Leo-kun. –Respondió cerrando sus ojos manteniendo su sonrisa en sus labios.- El no creyó, pero evidentemente acabamos de comprobar que fue así.
El rubio no había dicho absolutamente nada desde que habían salido del cuarto del menor de los Baskerville, simplemente escuchó lo que decían el moreno y el albino, una aura oscuro y de peligro lo rodeó, cosa que el moreno se dio cuenta, por lo que giró sobre sus pies para ver al rubio, de inmediato una gota de sudor bajo por su sien, y se quedó estático.
-¿Jack-kun? –Preguntó el albino con una sonrisa mientras cerraba sus ojos amatistas, cuando sintió como alguien lo empujaba contra la pared, de inmediato abrió los ojos sorprendido.
-¡TÚ!. –Gritó el rubio apretando los dientes con fuerza fulminando al mayor con su mirada esmeralda. El albino no decía nada estaba en shock.- ¡Si tú hijo le toca un pelo a mi hermano lo mato! ¿Entendiste? –Apretó el agarre que sostenía en el cuello del mayor. El moreno soltó un suspiro y se acercó al rubio palmeando un poco su cabeza, esté se volteó y lo miró de manera fría.- ¿Qué?
-Comételo –Dijo entregándole un chocolate al rubio, este lo tomó con cuidado, lo miró y desenvolvió y mordió un pedazo. El moreno desvió su mirada hacía el albino, quien aún estaba sorprendido por la reacción del mayor de los Vessalius.- ¿Mejor? –Preguntó el moreno mirando al rubio, quien ahora sonreía mientras terminaba de comer el chocolate.
-Gracias Oswald.. –Respondió el rubio mayor tomando la mano de este y comenzando a caminar, dejando a un albino en shock.
