¡Konnichiwa! He venido aquí (ya que termine los deberes) con otro one-shot, basado en hechos reales (Si, desgraciadamente, me pasó a mi)

Así que... Nos leemos abajito.

Disclaimmer: Soul Eater no me pertenece :'I Solo la trama de este humilde fic.

Eibon.

Desde que descubrió ese nombre junto al de su padre en el arma demoniaca de aquel tren, esta enloquecido por información, referencias, cualquier cosa que le indique algo sobre el tal Eibon.

¿Por que el nombre de su padre estaba en aquella arma? ¿Que relación tenía con Shinigami-Sama?

Preguntas como estas rondaban la mente de Death The Kid, ¿y que mejor lugar para saciar su curiosidad que la biblioteca?

Ya era bastante tarde cuando salió de su mansión, directo a Shibusen. Todos sus amigos de seguro estarían en sus casas, estudiando, en el caso de Maka, durmiendo, en el caso de Soul, parloteando, como su amigo Black Star. Pobre Tsubaki, de verdad admiraba a aquella chica, de seguro es la única que puede soportar a un ser egocéntrico como su técnico.

Al llegar a su destino, busco desesperadamente en las estanterías repletas de polvo, libros que le ayudaran a juntar las piezas del rompecabezas. Pero Eibon no existía allí.

Fue entonces cuando decidió pedirle ayuda al hombre detrás de el escaparate. Le hablo sobre su pedido, pero para su mala suerte, el único libro que el deseaba, ya estaba adquirido por otra persona, la cual no dejó su nombre, solo sus siglas: "M.G."

Estaba dispuesto a irse de allí, decepcionado, cuando vio algo que le llamó la atención. Un cartel se posaba arriba de el pasillo de estantes de libros, donde citaba: Zona restringida, solo adultos.

Aquello fue suficiente para convencerlo, e ir y adentrarse como un chico malo que no obedece las reglas. Echó un vistazo a su alrededor: el hombre al cual le había pedido ayuda, ya no estaba. Perfecto.

-Eibon... Eibon... ¿Donde estas...?- repetía el ojiambar, mientras ojeaba las estanterías.

Momento. Ninguno de los títulos que aparecían el el lomo de los libros era... lo que el buscaba.

Más bien... ¿eran promiscuos?

Para "sacarse la duda" (no engañas a nadie, Kid, sos un pervertido), tomó uno de ellos, que leía en la portada: "Humedad y la ropa interior". Abrió el libro algo nervioso y puso una página al azar: No podía creerlo. ¿De verdad estaba pasando? Mark, el muchacho más lindo y popular de todo el colegio estaba parado en mi habitación, mirándome fijamente, semi-desnudo, esperando mi respuesta.

-¿Me das permiso? - Volvió a preguntar. Sonrojada, asentí con la cabeza y deje que me quitara la falda. Él aún conservaba su ropa interior. Me recostó en mi cama, y continúo desvistiéndome.

Se posó sobre mi, y me besó. Me pidió que me deshaga yo misma de su ropa interior. Y lo hice. Era completamente inexperta en eso, pero me las arreglé para sacarle el boxer con la boca.

Acabé mi trabajo. Mark volvió a ponerse sobre mi, y lamió mis pechos. Segundos despúes podía sentirlo dentro de mi. Dolía demasiado, no aguante las lágrimas y hasta creo que grité. Minutos después, lo hacíamos en silencio. Solo se escuchaba nuestras agitadas respiraciones. A excepción de unos pasos. Pasos cerca de mi habitación, cerca de mi puerta. Oh dios mio, la perilla se está girando. ¡MI PADRE! ¡SANTO CIELO, MI PADRE NOS HABÍA SORPRENDIDO EN PLENO ACTO!.

Kid dejó de leer el libro y lo guardo en su lugar cuando sintió culpable su conciencia. Por un momento, se imaginó a Chrona y él, siendo los personajes de ese libro. Claro, sin contar la parte de ser enganchados como conejitos. Se sonrojó a más no poder, y rechazó la idea de inmediato. Pero esa lectura lo había dejado con ganas de más. Así que miró los libros de la estantería, esperando que alguno de ellos fuera... un poco más "subido de tono" que el anterior.

Tomó el que le pareció más obsceno: "Penetración Perfecta". Volvió a escoger una página al azar, avergonzado de si mismo por estar en la sección de lectura erótica.

"No esperé más, no me importaba el estar en un lugar público, no había mucha gente en ese pasillo. La tomé por las muñecas con fuerza, y subí sus brazos por encima de su cabeza. Con mi mano libre levante su falda, y rocé su intimidad con mis dedos. Esta muy húmedo ahí abajo. Ella solo repetía que la dejara ir. Le bajé las bragas completamente, y desabroché mi pantalón. Tomé sus muslos y los subí a mi cadera. Cundo me metí dentro de ella, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Mi fuertes embestidas la hacían gritar, pero nadie oía. Manchó mi pene de sangre. Una virgen, una inocente vir...-

-Vaya, vaya. Vaya.- La lectura de Kid fué interrumpida de repente gracias a la vos de su profesor, y el padre adoptivo de la chica a la cual se sentía furiosamente atraído.. -¿Que tenemos aquí, Kid?- preguntó Stein, aunque sabía claramente la respuesta.

-Eh... y-yo... n-no es lo que usted cree.- tartamudeó el chico. ¿Por que a mi?, pensó. Stein le arrebató el libro de las manos y sonrió maquiavélico.

-"Penetración perfecta"...- rió.- Leyendo libros pornográficos, en medio de la noche, y en el colegio. ¿Que diría tu padre?- se burló cruelmente el profesor. Maldita la suerte de el Shinigami menor.

-¡NO! ¡POR FAVOR! ¡NO LE DIGA, ME CASTIGARÁ!- rogó llorando el amante de la simetría, tomando a Stein de la remera, sacudiéndolo con fuerza. Él solo reía ante la vergonzosa situación.

-¿Que sigue, Kid? ¿Masturbarte en el salón?

-¡NO SOY UN PERVERTIDO! ¡ ¡NO LE CUENTE A NADIE! ¡LO AYUDARÉ A DISECCIONAR! ¡LE SERVIRÉ COMO EJEMPLO! (¿eh?) ¡PERO NO LE CUENTE A NADIE, SERÍA VERGONZOSO PARA EL APELLIDO SHINIGAMI!

-Podría mantener tu secreto... Podría.

-¿Sí?- preguntó esperanzado Kid.

-Hay algo que puedes hacer por mi... Marie y yo estaremos fuera por 4 días... Tu padre nos ha encargado una misión, y pues, no puedo dejar sola a Chrona. Sería retroceder en todo lo que ha avanzado. Pensé en dejarla con Maka en su departamento pero Blair ya esta allí, y no quiero darle más preocupaciones. Iré al grano, Chrona se quedará contigo, ¿que te parece? Además estarán Liz y Patty, y se lleva bien con ellas, ¿verdad?- Había escuchado bien. ¡¿Chrona?! ¡¿En su mansión!? ¡¿SOLA?!. Kid no sabía si eso era bueno a malo. En solo pensar en lo que podía hacer con Chrona estando a solas... ¡NO! ¡De verdad estaba convertirse en un pervertido! Si tocaba a Chrona, Stein lo mataría... Además, dudó que Chrona quisiera hacer "cosas" con él.

-E-eh... N-no...- balbuceó nervioso e indeciso Kid.

-¿No? Bueno, supongo que iré a la Death Room y visitaré a tu padre, le dará mucho gusto verme, ¿no crees?- sonrió el muy maldito, ¡¿POR QUE ESA CRUELDAD?!

-¡ESTA BIEN, ESTA BIEN!- Respondió Kid casi desesperado.- Chrona estará conmigo durante esos 4 días.

-Eso pensé. Cuídala, Kid.- dicho esto, Stein desapareció en la oscuridad, dejando a un chico preocupado en la biblioteca.

-¿y... ahora que hago?

¡Hay, estoy nerviosa! Espero que les guste, y de no ser así, no se censuren y denme su opinión, no importa que tan desgarradora sea (?)

Maldito Stein, ¡¿A que terribles actos someterás a mi amado Kid? D: (?)

Ok, mucho drama y exageración por hoy, tesoros, ¡nos leemos!