Atención! Si no has leído el capítulo 178 del manga mejor que no leas esto porque te puede dar un paro cardíaco (como me paso a mí).

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Higuchi Tachibana. La historia sí es mía.


Que extraña sensación.

¿Alguna vez han sentido que no pertenecen a un lugar, y ese sitio está en otro lado?

Recuerdo que cuando era mas pequeña estuve en coma alrededor de dos años, yo no recuerdo el porqué de aquello y cuando se lo preguntaba a mi Jii-chan* él solo me sonreía y me decía que era mejor no recordar cosas tristes.

De vez en cuando sueño. Mi Jii-chan dijo que posiblemente yo había vivido una vida durante esos dos años, una vida en mis sueños.

Eso me inquietaba. ¿Soñaba con estar en un lugar? Entonces esta sensación que siento de estar olvidando algo, o mejor dicho a alguien, ¿es de un sueño? De alguien que no existe, un ser imaginario de ese mismo mundo.

A veces en mis sueños aparecían personas. Gente sin rostro, que no se me hacían conocidas. Me sonreían y estiraban sus manos hacia mí. Entre todos ellos aparecía un chico con una máscara de gato. Su aura era escalofriante pero por alguna extraña razón —de tantas en mi vida— no me sentí acobardada, es más, siempre me entraban unas terribles ganas de llorar. En esa parte siempre despertaba llorando.

Ese es un enigma que me llevaré a la tumba porque mírenme, aquí siendo atacada por unos tipos extraños de gafas negras, mientras mis amigos están retenidos y yo sin poder hacer nada.

De repente sale fuego de la nada y nos rodea quemando en el proceso a mis agresores. Levanto la vista y le veo. Un hombre observaba desde lo alto de las escaleras, impasible, sin moverse de ahí. Y por alguna razón esta escena se me hizo tan jodidamente familiar.

Vi a un chico subido en lo alto de unas vallas con una máscara de gato, mientras que yo lo observaba admirada sentada en el suelo.

—Kuro neko… —murmuré.

Se acercó un hombre rubio, demasiado guapo como para ser del sexo masculino y me sonrió. Algo en mi interior me decía que le conocía y sin saber porqué en mucho tiempo sentí paz interior.

Me di cuenta que un hombre aun tenia apresado a unos de mis amigos, intenté ayudarle pero me sorprendió con la patada que le propinó. Me sorprendí aun más al ver como empezaba a removerse el pelo y distintas partes del cuerpo. Observé con horror como iba cambiando el tamaño de su cuerpo, piel, pelo y se transformaba en un chico, ¿o chica?

Cuando retrocedí espantada por los recientes acontecimientos, tropecé con mis pies, algo típico en mi, pero en vez de toparme con la arena de la playa sentí una espalda fuerte y robusta. Giré mi cabeza para encontrarme con un hombre muy guapo de ojos carmesí, tan preciosos y extrañamente conocidos…

—Veo que sigues igual de plana.


*Jii-chan o ojii-chan, ojii-sama y varios, significa abuelo.

Menos de 500 palabras sin contar lo que viene en negrita.

Acabo de leer el capítulo y he quedado como en estado de shock. Sentí felicidad y tristeza a la vez. Tristeza porque el manga se aproxima a su final, felicidad porque ellos se han reencontrado.

La historia se me ocurrió varias horas después de derramar algunas lagrimas y que mi lado fangirl se tranquilizara un poco. Leí una RAW, y no entendí NADA, por eso me he inventado algunas cosas como yo creo que pasaron (?), así que pido disculpas por cambiar algo. Por si las dudas, el "veo que sigues igual de plana" no se lo dice xDD