Nuestra Diablilla

Secuela de: Tú eres mía. Un nuevo miembro en la familia Nishikino solo significa más humor en la vida de Nico y frustracción en la de Maki.

Love Live no me pertenece.

Pareja: NicoMaki.

Género: Humor / Romance.

Capítulo 1: Un día cualquiera.

En una mañana tranquila, en un departamento, una pelinegra dormía plácidamente en su cama mientras pequeños balbuceós salían de sus labios y una sonrisa boba y algo perezosa adornaba su rostro.

Sobre ella, una peli roja con una traviesa sonrisa acarciaba sus costados disfrutando de las reacciones que su cuerpo hacían a la naturaleza de sus toques.

Pronto, las manos de la mayor salieron disparadas deteniendo sus avances, aunque eso no impidió a la pelirroja pasará su nariz por su cuello, estremeciendola, besando suvemente su mejilla recorriendo con sus labios la linea de la mandíbula hasta llegar al obulo de su oido atrapandolo con delicadeza entre sus dientes. Su sonrisa se amplió al escuchar un jadeo, se apartó para ver aquellos ojos que tanto amaba abiertos.

Nico entre abrió sus ojos rubí, sonriendo suavemente, viendo a su esposa sobre ella y la sonrisa sensual le daba, casi por instinto y costumbre se inclinó capturando sus labios en un apasionado beso soltando las manos de su esposa sintiendolas bajo la sudadera que usaba como pijama.

Maki, todavia sonriendo, deposito una ligera mordida en su cuello ganado un suave gemido por parte de la pelinegra.

Cuando, la puerta fue abierta provocando un ruido sordo, que rompió el momento intimo de las dos.

- ¡MAMI!.- Gritó la pequeña persona que las había interrumpido saltando a la cama y abrazando a Nico que le sonreía calidamente y que le regreso el abrazo de inmediato.

- Como despertó mi Bebé hoy.-

- ¡Bien!.- Gritó la pequeña voz euforica depositando un beso en la mejilla de Nico quien la beso en la nariz de la pequeña pelinegra de dos coletas bajas haciendola reir.

Desde el piso, quitandose la sabana blanca de su rostro, Maki solo pudo llevarse la mano a la cara y suspirar con frustración a la vez que entrecerraba los ojos y dejaba de ver el techo para ver a su pequeña hija -demonio arruinadora de planes con su Nico- abrazar a su esposa, verla con malicia.

Supiro, una vez más. Todas TODAS las mañanas era lo mismo de siempre.

- eeh, Papi volvio a caerse de la cama.- La mirada de desaprobación en el rostro de la menor solo la hizo achicar más los ojos.

- O si "Papi" es un taaan torpe por las mañanas.- Maki se prometió que la haría pagar por ese comentario.

"Ya vera que tan torpe puedo ser"

- Pero que tal si le ayudas a Nico-nii a preparar el desayuno mientras Maki-papá se arregla para el trabajo.-

- ¡Sii!.-

Maki hizo un puchero como un niño malcriado quien ve como su juguete favorito fue quitado de sus manos al verla salir de la puerta de la mano de su pequeño demonio sin importarle en lo más minimo lo infantil que parecia.

Pero.. como extrañaba aquellas mañanas encantadoras y sin interrupción en las que podía hacer todo tipo de actividades con su Nico-chan antes de ir al trabajo.

Se puso de pie, con resignación, colocando la sabana en la cama.

Tal vez un buen baño con agua fria ayudaría a relajarse y la ayudaría a desaparecer sus instintos de tirar por la ventana del apartamente a su hija.

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...

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- Nico-chan.- Saludo a su pelinegra entrando a la cocina ya vestida con su uniforme para el hospital, depositando un beso en su mejilla evitando verla de pies a cabeza. Los años habían acentuado la figura de Nico haciendola más bella de lo que ya era aunque a los ojos de Maki siempre era linda y más cuando usaba ese delantal rosa y su cabello atado en una coleta alta. Siempre la hacían querer acorralarla y hacerle todo tipo de cosas.

Su mundo de fántasia se vio arruinado cuando algo la golpeo en la sien. Antes de que cayera al suelo logro atraparlo parpadeando al ver una hoguela de cereal en su palma. Cerró la mano y con una expresión neutra vio a su hija. Grandes y rasgados ojos rasgados carmesí que parpadeaban con inocencia la miraban.

- Papi está haciendo la cara espeluznante de nuevo.- Murmuró su hija entrecerrando los ojos en ella provocandole un tic nervioso en la ceja derecha y una risa burbujeante de Nico.

Maki hizo una ligera mueca, que más que nada parecía un puchero. Ella no estaba hacindo ninguna cara espeluznante. Ella nunca hacía una cara espeluznante. No había nada nada de malo con fantasear con su esposa.

Cerró los ojos contando hasta diez para tranquilizarse...

- Mami, Papi esta haciendo pucheros de nuevo~.-

Mejor contaba hasta cien.

Un par de manos sujetando su rostro, bajandolo y unos labios sobre los de ella la hicieron regresar cuando estaba apunto de devolver el beso Nico se aparto de ella sonriendole con picardia.

- Vamos Maki-chan deja de hacer pucheros y toma asiento, en un momento te sirvo~.- Maki queria reclamar que ella no hacía pucheros, que era una mujer adulta para hacerlos, pero solo asintio con la cabeza baja cuando noto que ya no le estaba prestando atención.

Lo que Maki no vio fue como Nico le guiño el ojo a su pequeña hija que solo sonrio grande metiendo en su boca una cucharada de cereal completamente feliz.

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- Nos vemos más tarde, Nico-chan.-

Beso los labios de Nico suavemente antes de pasar a su hija haciendo lo mismo pero en su frente dejando tiempo de más sus labios sobre ella antes de alborotar su cabello sabiendo lo que le molestaba a su hija que hiciera eso.

- Portate bien pequeño demonio.-

Escuchó un "¡Ewww! ¡Babas de Papi!" y un "Que te vaya bien Maki-chan~" antes de salir de la puesta de su apartamento que la hizo sonreir.

Eso, solo era una mañana, en un día cualquiera, en la vida de la Familia Nishikino-Yazawa.

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N/A:...

Y asi comienza la continuación de Tu eres solo Mia. En el próximo capítulo conoceran el nombre de la pequeña hija de Nico y Maki y no, no es ni Dia ni Ruby solo esperenlo~...

Nos leemos en la próxima actualización~

Matta ne~ XD (19/04/17)