O-O-O
No podría decirte porque se sentía de esa forma,
se sentía todos los días.
Y no pude ayudarle, solo vi como cometia los mismos errores una y otra vez.
Avril Lavigne
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Le extendí la bolsa al hombre. Era eso o nada. No sabia si valdría lo suficiente como para que me dieran lo que pedía, pero si sabia que estaba lo suficientemente hambriento como para que me pagara al menos un par de monedas. O un poco de las cosas que había en su bolsa, que seguro las llevaba para intercambiar.
—¿Quince monedas por dos trozos de queso?—me pregunto como sino se lo creyera. Y yo como el idiota que soy, asentí. Se rio sonoramente enfrente de ambos y me dijo:—Lo siento, pero no lo valen.
—No podrá encontrarlo mas barato en ningun lugar.—asegure poniéndoselo aun mas cerca de la cara—.Y esta hecho en casa.
—Por mi, el experto en quesos.—agrego Elián, mi hermano menor—.Por favor, que nos morimos de hambre en casa...—agrego con tono lastimero y usando sus grandes dotes de actor.
Sonreí al sorprenderme de lo que estaba haciendo; intentaba chantajearlo. No sabia como le hacia, pero siempre lograba convencer a los vendedores que dieran un poco mas de lo que querían dar. Quizás era porque ambos nos veíamos lo suficientemente escuálidos como para darles lastima. ¿Y a quien no le dan lastima un niño de siete y su hermano que daría todo por el? Tenia que seguir así y ahogar todas las ganas que tenia de simplemente decirle "¿Quiere tomar el puto queso de una vez?"
—Bien niño.—me dijo, finalmente rendido—.Te dare cinco barras de pan a cambio de tres de tus quesos, ¿hecho?
—Que sean seis.—pedí.
—Ni tu ni yo, cinco.
—Bien, quedese sin su queso.
—Ya que.—saco de su bolsa las barras de pan mientras Elián sacaba los quesos de la canasta. Ambos nos miramos, y yo le guiñe un ojo—.Mi hija nunca ha probado un queso en su vida, y mañana es su cumpleaños…
—Digale que le deseo un feliz cumpleaños.—dijo Elián mientras el hombre se iba perdiendo entre los puestos y las personas.
—¿"Feliz cumpleaños"? Ni siquiera conocemos a esas personas.—dije cuando vi que el sujeto no podía oírme.
—No se, pensé que si éramos amables, podríamos caerle bien y seriamos de los primeros que consultaría a la hora de comprar algo. ¿No crees?
Bueno, no era tan mala idea realmente. Pero no se lo dije. Solo le sonreí un poco y le dije que se moviera.
Definitivamente, aunque éramos distintos, pensábamos igual a la hora de hacer negocios con las personas adultas del lugar. Con los niños mas pequeños era fácil porque podían ser fácilmente manipulados (yo le había enseñado como no ser de esos niños), pero los adultos hechos y derechos, tenían sus trucos. Por suerte, ambos nos sabíamos todos.
—Toma.—los tome y apenas se volteo, le di una a Elián y yo me quede con otra. Sus ojos se iluminaron cuando le di el pedazo completo.
Ambos éramos muy parecidos. Mamá dice que tenemos un aspecto casi idéntico al de mi padre, pero no me gusta cuando dice eso (Nos abandono hace siete años y lo ultimo que recuerdo de el fue que golpeo a mi madre enfrente de mi. Desde entonces lo odio) Lo único que no hacia distintos, además del nombre, era el color de ojos y la piel. Sus ojos eran verdes, mientras que los mios grises, y su piel era mas bronceada que la mia. Pero si saltabas eso, éramos idénticos.
—¿Has escuchado, Haymitch?—me pregunto en voz baja, mientras comia los últimos pedazos de pan que le quedaban.
—He escuchado como masticas igual que una cabra todo el camino.—conteste, empujando ligeramente a las personas para abrirnos paso.
—No solo eso.—siguió diciendo algo apenado. Se limpio las migajas con su dedo pulgar y continuo:—Lo dijeron en televisión. Pediran el doble de tributos para este año…
Me detuve completamente en seco al oir eso. No me había enterado, ya que hacia unos días (que me imagino que fue cuando paso) me había tenido que quedar en cama gracias a que me dio un terrible resfriado. Me orille de la via principal, y nos escondimos detrás de una carpa vieja donde se vendían frascos con cosas raras.
Espere unos momentos antes de contestar.
—¿Estas preocupado por los Juegos?—le pregunte.
—Si… un poco.—contesto—.Es solo que no quiero que resultes elegido.
Eso es lo que quieren todas las familias de creo que todos los distritos. Y si yo fuera padre, mi peor pesadilla seria ver a mi hijo en los juegos, jugándose la vida por una estúpida tradición. Lo bueno es que ese día aun esta lejos.
—Oh vamos. Ya he pasado por esto muchas veces.—dije con un tono despreocupado—.No creo que resulte elegido.
Elián no parecía demasiado convencido por mi respuesta, pero no quedaba tiempo de seguir hablando de eso. Quien sea que fuera el dueño de la carpa en la que nos escondíamos, pensaría que estábamos intentando robar cuando nos descubriera.
—Tenemos que irnos.
O-O-O
Después de habernos pasado mas de dos horas extras intentando cambiar quesos y leche por otras cosas, finalmente regresamos a casa. Viviamos a al menos dos kilómetros de ahí, y Elián era un niño bastante fácil de distraer. Teníamos que pasar por un sendero a lado de un bosque, lleno de cosas que no le incumbían. Quería verlo todo, y no paraba de brincar en las rocas mas grandes que encontraba o corria dando vueltas a mi alrededor. Solo paraba cuando le daba la mano, ahí si era como si un hubiera un niño conmigo.
En un momento del camino, mientras yo contaba las monedas que nos había dado un Agente de la Paz y me aseguraba que no nos había estafado, no hizo otra cosa que ponerse a brincar sobre las rocas mas grandes del camino, uno de sus pasatiempos favoritos. Por suerte, tenia una visión periférica muy buena, así que sabia perfectamente por donde iba y si podía lastimarse por ese camino.
No se porque, pero hubo algún segundo que deje de verlo. Ni siquiera me di cuenta gasta poco después de tres minutos. Deje la canasta en el suelo, casi tirando el contenido, y corri hacia el bosque, buscándolo por la mirada. No podía gritar su nombre, podía escucharme algún agente o alguien.
No tuve que correr por mucho tiempo. Pude ver a lo lejos mechones de cabello rubio y cubierto de tierra corriendo hacia mi. Sus ojos se veian aterrados.
—¡Haymitch!—me llamo. Su voz era casi apagada, pero sentía que gritaba—.¡No grites! ¡Agentes de la Paz! ¡Hay Agentes de la Paz cerca!
Rápidamente, tome la canasta y nos escondimos detrás de unos frondosos arbustos. Elián no se separo de mi, incluso cuando le dije que lo hiciera en caso de que tuviéramos que correr por alguna u otra razón. Le agache aun mas la cabeza y yo la levante un poco mas al escuchar que los pasos se aproximaban. Tome sus manos y se las puse sobre sus oídos. Era un gesto completamente estúpido, ya que sabia que lo iba a escuchar de todos modos, pero me tranquilizaba a mi.
Pude ver como unos cinco Agentes perseguían a un hombre escuálido con lentes. Al principio, realmente no los reconoci hasta que recorde donde había visto su cara: era uno de los dos ganadores de los Juegos del Hambre de nuestro distrito, Jano. ¿Por qué lo perseguía? Hasta donde sabia, los ganadores y el Capitolio mantenían una relación sumamente buena, ¿Por qué aterrorizar a un vencedor y no a un par de hermanos escondidos después de hacer actividades algo ilegales? No tenia sentido.
—¡Por favor, no quiero volver a ir!—suplicaba de rodillas—.¡No me obliguen a ir!
Me sorprendi mucho al verlo tan lastimado. Tenia moretones por todo el rostro, un hilo de sangre se resbalaba por su nariz y el vidrio de los lentes estaba completamente roto.
—¿Qué ocurre?—me pregunto mi hermano menor en susurros apenas audibles.
—Nada, no mires.—estaba casi seguro que lo matarían. No quería que Elián viera algo tan terrible como eso.
—Debe saber las consecuencias que hay si usted no se presenta mañana.—le dijo uno de los Agentes—.Tanto usted como su familia tendrán que recibir el castigo conforme a la ley.
El rostro del hombre se suavizo un poco y pareció aun mas asustado. Habian dado en el blanco: la familia.
—¿Y mis hijas también?—pregunto.
—Sus hijas también.
No contesto y los agentes se fueron. Yo no le dije a mi hermano que saliera hasta que me asegure que se habían ido por completo, que no regresarían para seguir torturando al pobre. De hecho, del susto que le habían dado, se había puesto a llorar. Decia muchas nombres, nombres que yo no pude reconocer o siquiera entender.
Supe que lo mejor era no meterse, pero estaba estorbando el camino a casa.
—Haymitch…—me llamo mi hermano sacándome de mis pensamientos.
—Tendremos que irnos por otro lado Elián.—le dije tomando la canasta al mismo que tiempo que su pequeña mano—.No podemos interrumpirlo.
Cuando se levanto, hizo lo que yo esperaba que no hiciera: vio al hombre llorando. Parecia que su corazón de niño se había conmovido ante tal escena. Tomo un queso de los que habían sobrado y desprendiéndose de mi, corrió hacia el camino y se puso enfrente del el.
Jano lo miro con cuando tapo la poca luz que le daba. Parecia aun asustado. Elián le tendio el paquete sobre su mano extendida y luego la cerro, siempre sonriendo.
—Elián, ven acá.—ordene, conservando mi fachada de hermano mayor estricto. No me gustaba que mi hermanito estuviera dando quesos a gente de por si ya rica, aunque estuvieran pasando un mal momento. Llamenme egoísta, pero no me gustaba.
Repeti la orden de nuevo, y fue suficiente como para hacerme caso. Me tomo de la mano y comenzamos a andar por el sendero frondoso. Antes de alejarnos por completo, escuche como Jano murmuraba un "Gracias" solo para Elián.
O-O-O
Mi madre me dio mi ropa para el Día de la Cosecha. Era una camisa morada de mangas largas y unos pantalones. Incluso había comprado zapatos.
—¿Dónde conseguiste esto?—pregunté. No era muy común que se comprara ropa en el quemador. La mayoría de las personas preferían gastar sus cosas de valor en comida y cosas realmente utiles. La palabra "ropa nueva" casi era inexistente para mi. Tanto, que había usado el mismo conjunto para el día de la cosecha desde los doce.
—La madre de Astéri me lo regaló.—contestó alisando con el dedo unas arrugas que se habían formado en el pecho de la camisa—.Creo que era de cuando uno de sus hijos tenia tu edad.
La primera vez que había ido a la casa de Astéri, mi actual novia, recordaba haber visto a uno de sus hermanos con una ropa similar. Ahora que mi madre lo decía, me daba cuenta que era la misma. Intente no hacer una mueca de descontento; los hermanos de Astéri y yo no nos llevábamos bien y el hecho de llevar algo que uno de ellos hubiera vestido, me desagradaba. Esperaba que la hubieran lavado con cloro.
Como no había un cuarto donde yo podría cambiarme sin que nadie me viera (el baño no tenia puerta y prácticamente no había paredes que dividieran el cuarto) mamá me presto la cocina mientras ella hacia guardia sin mirar. Lo primero que hice fue ponerme la camisa y abrochármela. Morado. Un color que no me gustaba en absoluto.
—Hablando de, Astéri te vino a ver hace un par de horas.—me dijo mientras me pasaba los pantalones.
—¿Y que te dijo?—le pregunte.
—Quería desearte suerte para hoy.—contesto.
Yo asentí, sabiendo que no me veia. Ojala y hubiera estado ahi, me hubiera gustado desearle buena suerte a ella también. Quizás podría verla saliendo…
—Elián también esta preocupado.—siguió diciendo.
—Si, algo me dijo sobre eso…—ahora solo faltaban los zapatos. ¿Dónde había dejado los malditos zapatos?
—Intente convencerlo de que estarías bien, pero…—se detuvo un poco para suspirar y dijo:—Quizás podrías hablar con el.
Había tenido la misma conversación con Elián todos los años, desde la primera vez que entre a la cosecha y todos los años le decía lo mismo. Ya había comenzó a volverse cansino.
—Si, hablare con el.—conteste saliendo de la cocina. Antes de que pudiera hacer algún comentario sobre lo poco masculino que me veia con esa ropa, agregue:— Pero no te prometo nada.
Soy bastante nueva en este fandom, y he leído algunos escritos bastante buenos. Gracias a ellos, me animé a escribir mi primer fanfic de esta maravillosa saga :D
He leído algunos fanfics de THG y he visto algunos donde hablan del segundo Vasallaje, que fue en el que participó Haymitch. Todos los que he visto están en ingles, y siendo sincera, no han sido del todo de mi agrado. Están bien, pero como que no me atrapan del todo y los he dejado. Así que en lugar de lamentarme (Y antes de que me ganen con la nueva película o algo peor) decidí hacer mi propia versión, que espero que sea de su agrado.
No olviden dejar su opinión, sus quejas, sugerencias y todo lo que gusten, saben que siempre los valoro y me tomo la molestia de leerlos. Espero que me acepten en este nuevo fandom! Hasta la próxima!
