N/A: Este Fics seria un Post-El Heredero de Tesseiga.

Capitulo 1:

Kagome estaba enfadada sentada sobre su cama en la época actual, otra vez se había peleado con Inuyasha por una estupides. Bueno, no era una estupides en su totalidad... La culpa la tenia el hanyou imprudente. Pues la ultima vez que habían visitado una aldea esta estaba siendo atacada por un youkai con un fragmento de Shikon e Inuyasha había peleado como si estuvieran en un descampado, pero la realidad había sido otra. Ellos no estaban en campo abierto y la imprudencia del medio demonio casi hiere a varios aldeanos.

Lo peor de todo, cuando ella quiso reprenderlo, terminaron peleando y ella se marcho a su casa porque no quería seguir viendo a Inuyasha.

La miko no pudo evitar suspirar, ya hace tiempo Inuyasha le había dicho que la quería pero su relación nunca avanzo por culpa de Naraku-quien ya en estos momentos estaba muerto-. Ahora solo viajaban buscando los fragmentos que le faltaban y gracias a que por fin había terminado la secundaria y el poder tomarse en año sabático, la joven con 19 años podía viajar al Sengoku las veces que quería.

Kagome suspiro, maldito Inuyasha...

Como deseaba poder hacerle entender que había cosas que podía y no hacer. Aunque Ayumi, la única de sus amigas que sabia que Inuyasha era un hibrido, le había dado una idea más que pervertida. Algo relacionado sobre los Premios y Castigos. Claro que al principio se había reusado, pero tal vez-solo tal vez- debería intentarlo.

Porque la idea de poder "castigar" a un inocente Inuyasha le atraía y mucho.

La azabache sonrio con perversión. Inuyasha la mayoría de las veces siempre actuaba equivocadamente, eso quería decir que ella debería "castigarlo" muy seguido.

Tal vez el plan de Ayumi no era tan malo.

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Kagome salio del pozo ya sin dificultad, los años le habían enseñado las distintas maneras de poder salir del pozo devora huesos. Una vez de pie se sacudió en short de jean oscuro-muy provocativo- y acomodo su remera negra de tirantes, que hacían resaltar su busto notablemente.

La miko sonrio, que perversa se había vuelto. Pero lo valia, si asi podía tener al medio demonio como quería, pues que asi sea. Ya deseaba poder ver al hombre mitad bestia suplicar por sus caricias. Porque obviamente no se lo iba a dejar facil, primero le haria sufrir y luego le daria todo.

Con pasos decididos se encamino hacia la cabaña de Kaede. Su plan ya estaba en marcha.

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Ya en la aldea Inuyasha esperaba impaciente a la joven quien prometio estar allí temprano... ¡Khe! y él que quería aprovechar bien el día soleado que les había tocado.

Pronto sintió el aroma de Kagome, cruzándose de brazos fruncio el ceño. Tal vez asi engañaría a todos haciéndole creer que estaba enfadado con ella, cuando en realidad estaba feliz.

Pero todos casi se van de espaldas cuando vieron a Kagome llegar con prendas tan pequeñas cubriendo su cuerpo. Inuyasha tuvo que controlar sus instintos, su cuerpo podría delatarlo y eso era lo que menos quería. Trato de simular que la prescencia de la mujer no lo había perturbado para nada, pero claro... Él lo tenia todo controlado hasta que Miroku hablo.

—Kagome-sama, debo repetir mi propuesta de que acepte un hijo mio—dijo con voz atractiva, Inuyasha gruño por lo bajo de forma fría y siniestra. Miroku tuvo que retroceder lejos de Kagome.

Pero eso no le salvo del golpe que Sango le dio con su Hiraikotsu.

—¡Si dejaras de ser hentai, su excelencia! —le grito muy molesta.

—Kagome ¿Por qué estas asi vestida? —pregunto inocentemente Shippo, Kagome se encogio de hombros y le sonrio.

—Shippo, hace calor... No podía venir con algo más, además mi falda se mancho con sangre la ultima vez asi que decidi venir asi ¿Porque, estoy fea? —pregunto dando un aire inocente, mientras juntaba sus manos hacia adelante haciendo resaltar más el inicio de sus pechos.

La joven miro de reojo a Inuyasha y pudo notar como el medio demonio estaba levemente sonrojado. Su plan estaba funcionando.

—No Kagome, estas muy bonita... solo nos extraño verte asi—dijo Sango creyendo que de alguna manera habían herido los sentimientos de Kagome, sin saber que en realidad todo era un plan para llevarse a Inuyasha a la cama.

—No chicos, ya fue suficiente... —dijo Kagome fingiendo estar apenada— ¿Por qué no mejor seguimos nuestro viaje? —pregunto.

—Si... Kirara—dijo Sango mientras ella, Miroku y Shippo subían a la gran gata— Nosotros nos adelantaremos... —dijo Sango mientras se iba por los cielos.

Inuyasha miro molestos a sus amigos ¡¿Porque diablos los habían dejado atrás?!.

—¡Oigan, regresen! —exclamo, pero sus compañeros de viaje lo ignoraron— Malditos... —pensó con un gruñido, de pronto su pequeño rugido se detuvo cuando sintió los pechos de la miko en su espalda.

—Vamonos, Inuyasha... —susurro suavemente, mientras subia lentamente sus manos or la gran espalda del hanyou.

Inuyasha sintió que su piel se herizaba y no entendia bien porque, pero aun asi se hagacho y dejo que Kagome se subiera a su espalda.

Una vez la miko acomodada, él empezó a correr. No entendía el cambio de Kagome, pero le hacia sentir extraño y Kagome noto eso. Sonrio con malicia y acerco sus labios muy cerca de la oreja de su hanyou.

—Sera mejor que te comportes esta vez Inuyasha, no quiere tener el mismo problema de la ultima vez... —dijo ella en un susurro exitante, Inuyasha sintió como una corriente eléctrica recorria todo su cuerpo.

—¿Que?... —dijo confundido y con su voz algo más ronca, no entendia que estaba pasando.

—Que si no quieres que te castige, será mejor que te comportes esta vez Inuyasha... —dijo ella mientras le daba un pequeño beso a la oreja canina.

Inuyasha cerro suavemente sus ojos, eso se había sentido bien y quizo decirle que sucedia, el porque de su comportamiento. Pero rápidamente ya habían alcanzado a sus amigos y la pregunta quedo atorada en su boca. ¡Maldición! ahora debía esperar a que estuvieran solos.

Kagome, en cambio de Inuyasha, sonrio con malicia. Su plan estaba funcionando.

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N/A: ¿Qué les parecio mi idea?.

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