PEQUEÑA KUNOICHI
Los personajes de Ranma ½ no me pertenecen son la creación de Rumiko Takahashi. La historia y algunos personajes extras y la historia son creación mía. Espero les guste. Escribo por gusto, para los fans de la serie igual que yo y sin ninguna remuneración económica.
1) Aparece la abuela
En una lujosa mansión de Kioto de amplios y hermosos jardines con enormes cerezos y sauces, se alzaba una edificación blanca con altas columnas; desde la reja de la entrada se veía una hermosa fuente circular, que todo auto se veía obligado a rodear para aparcar frente a la entrada de la casa; justo ahí se encontraba estacionada una camioneta, la misma en la que había llegado a ese lugar tiempo atrás.
Dentro de la casa, todo estaba listo para recibir a un invitado muy especial; ella personalmente se estaba encargado de todo para su llegada y como sabía su gusto por la comida se había esmerado en preparar sus platillos favoritos… dispuso recibirlo en el jardín, donde había llevado algunos bocadillos y limonada; después de todo seguía siendo su prometido y tenía que portarse como debía, eso aprendió desde que llegó ahí; tenia rato que había subido al cuarto donde se quedaría para arreglarlo, tenía poco tiempo antes de que él llegara.
De pie estaba Akane en el cuarto que había sido de su madre cuando era joven y vivía con sus padres; ahí sola en aquel cuarto observaba detenidamente el objeto entre sus manos, simplemente hermoso, digno de una princesa, de blanco pulcro, de delicada seda… el vestido… ese vestido que nunca uso porque se comprometió con su padre y motivo por el que la misión no se cumpliera en aquel entonces; pero ahora ella lo tenía en sus manos y vería porque la misión esta vez se cumpliera, era su destino, para eso entreno y tenía todo a su favor; demostraría quien era ella, lo que valía; a diferencia de su madre nada la ataba, nada ni nadie la obligaría a desistir… acariciaba la tela con cariño recordando a su madre, aquella mujer que le hubiera podido enseñar todo aquello que en año y medio aprendió con los que en el pasado fueran también sus maestros.
Cuando decidió aceptar la ayuda de su abuela, jamás se imaginó la historia de su madre que por mucho tiempo le fue ocultada y hoy revivía en carne propia.
Flash back -año y medio atrás-
-Akane! ¡Por favor! ¡Abre! - tocaba el azabache a la puerta de la habitación de su aún prometida desesperado por justificar sus palabras y su actitud momentos antes, la familia entera ya lo había intentado con el mismo resultado silencio absoluto del otro lado de la puerta; después de un rato desistió y subió al techo a pensar, no quiso tocar su ventana, sabía que el resultado sería el mismo. O al menos eso parecía porque desde que se había encerrado con el corazón destrozado al igual que su vestido de novia las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas. Tumbada en la cama recordaba cada palabra y dolía… dolía saber que no la amaba, dolía su actitud, su rechazo, la humillación; todo lo que habían vivido juntos lo bueno y lo malo ya no importaba, nunca importó. ¿Y ahora qué hacer? Esa era la pregunta en la que se resumían sus lágrimas ahogadas y su silencio.
Kasumy y Nodoka levantaban y ordenaban el desastre en el Dojo con ayuda de Tofú, Soun y Gemma, todos con las cabezas bajas, tristes, desilusionados y hasta ciertos punto preocupados por los más jóvenes de la casa; sabían que entre ellos había algo especial, aunque torpes por lo jóvenes que eran sabían que se amaban y habían llegado a la conclusión de que se las arreglarían para sacar a flote sus sentimientos y por eso habían decidido que era buen momento para llevar a cabo la boda; pero no contaban con que la locura se haría presente como invitado especial.
Naviky despedía a los invitados aclarándoles el hecho de que no devolverían los regalos de bodas y haciendo cuantas mentales de las ganancias que obtendría por las fotografías tomadas durante la fallida boda; el maestro Happosai se había desaparecido.
Después de que salió el último invitado y cuando estaba a punto de cerrar la puerta una camioneta negra muy elegante y costosa llamo la atención de Naviky que aún iba ataviada con su kimono al igual que su hermana mayor y su Tía Nodoka; esperó un momento para ver quien bajaba del vehículo.
-Hola querida! -fue el saludo que recibió la de pelo corto de su tía y única hermana de su madre fallecida; una mujer delgada, piel blanca, pelo azulado arreglado en un peinado tradicional especial para eventos formales, lindo porte además de elegante; mientras la escena era presenciada por cierto joven que sentado desde el techo observaba curioso el movimiento de la casa.
-Hooo – la! ¿Tía Maiko?
-Así es querida, que bien que me recuerdas; ¿te acuerdas de tus primos? Tres jóvenes elegantemente vestidos bajaron de la camioneta seguidos de un alto y apuesto señor que se colocaba a un lado de su esposa para ayudar a bajar a un último pasajero.
-Abuela? Con cara de asombro Naviky observo descender a una mujer de unos 60 años, delgada de pelo azulado algo canoso por el tiempo arreglado en un chongo tradicional y vestida con un kimono muy elegante, fino y caro. Su rostro de piel blanca dejaba ver su edad por las pequeñas arrugas, aun así, era hermosa, de rasgos finos y delicados.
-Hola cariño- dijo acariciando tiernamente su mejilla- no sabes cuánto las he extrañado; y bien… ¿Dónde ésta la linda novia? ¿no me digas que nos perdimos la ceremonia?
-Abuela Sakura?! (Kasumy aparecía en la escena junto con Nodoka cargando ambas escobas y cubetas) -abuelita! – decía con emoción al mismo tiempo que la abrazaba -Tía Maiko!, ¡Tío!, Primos! ¡Qué gusto verlos! No sabía que vendrían.
-Mi querida Akane nos invitó -Explicaba la anciana- pero, ¿dónde ésta ella? ¿debe verse lindísima? ¿no nos perdimos la ceremonia verdad?
-Lo siento, pero la boda se canceló -hablo Nodoka que hasta el momento era solo una espectadora, llamando la atención de los recién llegados -Me presento, soy Saotome Nodoka madre de Ranma Saotome prometido de Akane su nieta. -haciendo una gran reverencia
-Mucho gusto -habló la anciana- yo soy Koga Sakura, ella es mi hija Maiko y su esposo Kijoro Tamura y mis queridos nietos Kosei el mayor de 22 años, kioshi el mediano de 21 y kuma de 19. -Los dos hermanos mayores eran muy parecidos a su padre pelo castaño ondulado y ojos café obscuro, el mayor usaba el pelo corto pero moderno y el mediano lo traía largo atado a una coleta baja. El más chico sorprendió a Nodoka porque parecía la versión masculina de Akane, aunque más alto, de cabello negro azulado al igual que su madre corto y lacio, de ojos achocolatados, piel blanca, nariz pequeña y labios delineados. Con forme iban siendo presentados hacían una reverencia en señal de saludo y respeto. -Pero dígame señora Saotome -continúo hablando la abuela- ¿qué fue lo qué pasó para que cancelaran la boda?; ¿Dónde está mi nieta? Y ¿Dónde está ese inútil de Soun?
-Creo que lo mejor es que hablemos en el Dojo con calma. Contesto Nodoka para después ser seguida por los adultos y los más jóvenes se quedaban en compañía de Naviky y Kasumy en la sala.
-Yo voy hacer un poco de té, porque no pasan y se ponen cómodos primos.
-Señorita Kasumy, -entraba el doctor a la estancia aún con la conmoción por lo sucedido en el rostro y extrañamente calmado ante la presencia de la dama de sus sueños- ya me retiro; ¡ah! Hola soy tofú -dijo saludando a los tres chicos.
-Dr. Tofú le presento a mis primos Kosei, Kioshi y Kuma -decía señalándolos con la mano.
-Mucho gusto, contestaban los tres chicos.
-Igualmente -contestaba el galeno y regresando la vista a Kasumy, -me tengo que retirar es un poco tarde, pero si me necesitan vendré enseguida y por favor manténganme al tanto de Akane, ¿sí? Creo que está muy afectada por lo que paso y me preocupa, al fin y al cabo, es una niña muy sensible.
-si doctor, gracias por todo. Contestaba la mayor de las hermanas.
-Bueno yo me voy a cambiar -hablaba Naviky- no tiene caso que siga vestida así. -mientras subía las escaleras. Los tres hermanos se veían entre ellos con la cara llena de dudas.
Kasumy regresaba con una tetera y varios vasos que ofrecía a los invitados con galletas y algunos bocadillos de la boda.
-Dime prima -Hablaba Kosei - ¿Qué fue lo que pasó? Y más importante ¿cómo está Akane? -los tres observaban atentamente a su prima.
-Ranma ama mucho a Akane -empezaba su relato. -pero su relación desde un inicio siempre ha sido difícil, ellos son prometidos por convenio de sus padres y a ambos les cuesta trabajo ser sinceros, sin contar con el hecho de que Ranma tiene dos prometidas más oficiales, bueno en realidad son tres si contamos a la tal Kaori, pero como Akane la gano en la carrera de entrega de sopas ella y su padre desistieron del compromiso, aunque también esta Kodashi Tatewaky, pero la pobre se ve que está un poco mal de la cabeza. -los hermanos se veían entre ellos confundidos y tratando de comprender los que su prima les contaba. – Lo siento, como les decía su relación está llena de complicaciones porque no solo Ranma tiene pretendientes también Akane y eso o más bien ellos hacen lo imposible por separarlos y ponerlos en situaciones difíciles; y hoy, -soltando un gran suspiro- no fue la excepción.
-Y… ¿Akane lo ama? Hablo Kioshi
-Eso creo -contestó Kasumy. -También está el hecho de que hace poco regresaron de China, algo pasó allá, pero ninguno de los dos quiere hablar de ello. Solo sé que mi hermana regresó muy rara, pálida y delgada pero muy feliz y cuando mi padre le informó que era hora de cumplir el compromiso ella no se negó a la boda y se le veía emocionada y hasta feliz. Además, está la maldición de Ranma -los tres hermanos escuchaban atentos y con gran asombro e incredulidad, pero no interrumpían- y por lo que pasó hoy creo que perdió la oportunidad de curarse. Ambos están muy afectados, Akane está en su cuarto encerrada y no quiere ver ni hablar con nadie y Ranma, aunque no lo demuestre también sé que está mal.
-Kasumy -hablo Kuma y denotaba tristeza en su voz- dime, que paso exactamente para que cancelaran la boda.
-Pues los pretendientes de ambos aparecieron, armaron un alboroto rompieron cosas e interrumpieron la ceremonia, los hombres peleaban con Ranma y las chicas con Akane -la tristeza invadió de nuevo el rostro de Kasumy- desgarraron su vestido, Ranma trataba de que no tocaran a mi hermana, pero ella por orgullo las quería enfrentar; después vinieron las preguntas de las prometidas de Ranma, los insultos tontos de él para mi hermana, todo era confusión hasta que el maestro Happosai, el maestro del padre de Ranma y del mío, se tomó lo que al parecer era la cura de Ranma.
- ¿Que insultos Kasumy? Hablo de nuevo Kuma denotando molestia en su voz.
-Pues como saben a Akane desde muy pequeña le han gustado las artes marciales y de ahí que mi padre la entrenara y es por eso que al tener esa afinidad con Ranma se decidió que fuera ella su prometida para que ambos heredaran y se hicieran cargo del Dojo; es muy buena en eso. – decía con la cabeza baja, triste y con su dulce voz- Pero cosas como la cocina, ser delicada o paciente o femenina no se le dan muy bien y… pues… cuando las otras prometidas de Ranma le preguntaron si se casaba con ella porque la amaba el contesto que no, por todos esos defectos, vi como la cara de Akane cambiaba de un momento a otro; de estar feliz cambio a una expresión muy triste, una que nunca antes le vi, ni siquiera el día que murió mamá.
- ¡Ay hermana como siempre endulzando las cosas! Decía una recién llegada Naviky. -Lo que en realidad le dijo fue que "nunca se casaría por voluntad propia con una fea y torpe, marimacho, pechos planos y que además no sabe cocinar" y que "él solo lo hacía por el compromiso" "obligado por nuestros padres y por la amenaza de que si no se casaba con ella no le entregarían la cura para su maldición".
- ¡Naviky! Dijo Kasumy en tono de reprimenda hacia su hermana
Los tres chicos estaban sumamente molestos, se les notaba en el rostro y en sus cuerpos claramente tensos por lo que les habían contado fue entonces cuando Kuma se levantó de golpe.
-Voy a ver a Akane. Saliendo en dirección a las escaleras, subió y busco el cuarto de su prima favorita; ese que en la puerta tenia colgado un patito con su nombre. Tocando a su puerta lo más clamado posible la llamó. -Akane! Akane! Ábreme soy Kuma, vine a verte… abre por favor, solo quiero saber que estas bien. Estuvo parado unos minutos sin recibir respuesta, del otro lado la chica solo escuchaba su voz sin saber si sentir alegría por tener a alguien a quien quería tanto cerca de ella o más vergüenza al dar por hecho de que estaba enterado de lo ocurrido. Sentada en el suelo aún con su vestido de novia puesto recargó nuevamente la cabeza en su cama, las lágrimas seguían corriendo, se sentía cansada, pero parecía que llorar era la única forma de sacar el dolor que sentía en su pecho. Al no recibir respuesta Kuma bajo embravecido nuevamente hacia la sala.
- ¡Akane no responde y no ha querido abrirme! Decía el pobre chico sumamente sorprendido porque era bien sabido en la familia que ellos dos, de pequeños eran muy unidos y cercanos y de que a pesar del tiempo y de no haberse visto por muchos años este par siempre estuvo en contacto, fue el primero en enterase del compromiso, el primero en saber que desde la llegada de Ranma los chicos de la escuela ya no la esperaban en la entrada para vencerla y conseguir una cita; el primero en saber de las supuestas prometidas, al primero en contarle cuando en una pelea entre Ranma y Ryoga ella había perdido su larga cabellera; era él su primo favorito, su amigo y confidente más cercano; por eso no daba crédito al hecho de que no lo quisiera ver, ni él, ni sus hermanos. - Y ¿dónde está ahora ese tal Ranma? Esto no se va a quedar así, no voy a permitir que su ofensa quede sin castigo. – yo te apoyo hermano y yo. Secundaba Kosei y Kioshi poniéndose de pie a un lado de su hermano menor y despojándose de sus sacos.
- ¡Aquí! Decía el pelinegro después de haber dado un ágil salto desde el techo hacia la entrada de la casa, quedando justo a espaldas del estanque. Había estado observando y escuchando todo desde la llegada de los extraños visitantes, por lo que decidió encarar a los chicos en cuanto preguntaron por él.
Los tres hermanos al tenerlo en frente se lanzaron a él para molerlo a golpes, el primero en atacar fue Kuma lanzando golpes que Ranma fácilmente esquivaba, segundos después atacaban también Kioshi y Kosei, siendo éste el más hábil y fuerte de los tres logro acertarle unos cuantos golpes en la cara; golpes, patadas y gritos de batalla se escuchaban en la casa, la peli azul alcanzaba a escuchar todo pero no se inmutaba, estaba sumida en sus pensamientos daba la impresión que estaba en un estado catatónico por todo lo vivido en el día.
-Basta chicos! Decía una asustada Kasumy; pero los cuatros chicos no desistían de la pelea, Ranma no se esforzaba mucho, para sí mismo pensaba que les daría gusto a los tres hermanos de descargar su coraje, pero a fin de cuentas eran familia de su prometida y no los lastimaría. Fue entonces cuando Kuma cansado del jueguito de Ranma se concentró en un ataque directo a sus puntos vitales utilizando la técnica del Yobijutsi; ataque que Ranma alcanzo a esquivar, pero no del todo quedando adolorido de un costado y muy débil.
Sorprendido por lo que Kuma hizo Ranma se incorporó para hablarles aun sosteniendo su costado adolorido; -Veo que no son tan torpes para pelear; pero créanme cuando les digo que ni siquiera me estoy esforzando y que si no he terminado con ustedes es porque son primos de mi prometida Akane.
- ¡No te atrevas a mencionarla! Reventaba en cólera en más joven de los hermanos; lanzándose nuevamente al ataque.
- ¡Basta ya! Los cuatro. Ordenaba la abuela Sakura seguida de su hija y su esposo, Soun, Gemma y Nodoka; a lo que a los chicos no les quedo de otra más que obedecer a la Matriarca con resignación. -Entiendo su molestia chicos, pero déjenme resolver esto a mí, lo primero y más importante es asegurarnos de que mi nieta esté bien; ¿Kasumy querida, desde que hora Akane probado bocado?
- Desayunó solo jugo y desde entonces no quiso comer nada porque estaba muy nerviosa por la boda.
- Entiendo, eso es mucho tiempo ya si tomamos en cuenta que ya son cerca de las once de la noche… bueno primero resolvamos eso; Maiko ¿puedes prepararle algo? Y procura que no tenga que ver con nada del menú de la recepción ¿sí?
- Esta bien mamá, enseguida te lo llevo a su cuarto.
- ¿Desde qué hora se encerró en su cuarto? Preguntaba de manera general a los habitantes de la casa, pero fue Ranma el que contesto.
- Desde las 6:30 abuela Sakura. Decía el chico haciendo una reverencia a forma de saludo ya que no había sido presentado de manera apropiada.
- Tu debes ser Ranma ¿verdad?
-Sí, así es; soy Saotome Ranma.
- Contigo quiero hablar después de hacerlo con mi nieta, ¿si tú estás de acuerdo claro? Lo dijo en tono claro y conciliador y el chico no hablo solo acepto con un pequeño movimiento afirmativo con su cabeza.
- Bueno -seguía la abuela- me dicen que Akane no abre ni responde; ¿se les ocurrió que le pudo pasar algo malo?
- Ella está bien… solo no quiere que la molestemos. Decía Ranma muy seguro y algo triste.
- ¿Cómo estás tan seguro jovencito?
- Lo sé, porque todo este tiempo he estado al pendiente de ella. Decía muy bajito y ocultando su rostro para no evidenciarse más.
- Comprendo, por favor Ranma acompáñame arriba. Subieron los dos por las escaleras dejando al resto de la familia en la sala en un silencio incómodo y se detuvieron frente a la puerta de la chica; la abuela pegó el oído a la puerta para tratar de escuchar algún sonido del otro lado de la puerta, pero no pudo oír nada. – Me parece que está dormida.
- No… esta despierta, todo este tiempo ha estado despierta y llorado. Dijo en tono preocupado y poniendo la mano sobre la madera como si con eso la pudiera tocarla a ella.
- Akane cariño, -decía tocando con la mano- ábreme la puerta por favor… soy tu abuela; se lo que sucedió hija… déjame entrar y estar contigo… mi niña, todo estará bien… lo prometo. Pero no hubo respuesta alguna, de otro lado el silencio era el mismo al igual que el llanto contenido haciéndose un nudo en la garganta cada vez grande, más hiriente y ahogado; no podía dejar que la vieran así, suficiente humillación había sido la de horas atrás; no podía permitir que la vieran derrotada, débil y destrozada, menos él. – Ranma me preocupa, me preocupa mucho; ¿hay otra forma de entrar?
- Si… no quería hacerlo, pero… yo también estoy preocupado; espere aquí abuela. Acto seguido el joven Saotome corrió a su cuarto, salió por la ventana al techo y de ahí a la ventana de ella, de su aún prometida; cuando estuvo frente al vidrio dudó por un momento sobre lo que iba hacer, después con determinación corrió la ventana y entro. Apoyado sobre el escritorio la vio sentada en el suelo, recargada en la cama, con la cabeza escondida entre sus brazos y sus manos estrujando con fuerza el edredón de flores que cubría la cama; la vio con su vestido aún puesto, ese lindo vestido blanco con el que lo había dejado boquiabierto cuando entro a su cuarto por la tarde buscándola para hablar con ella; la imagen le dolió en el alma; ella no se movió, no volteo a ver quién había entrado… ella sabía bien quien era, tampoco le grito o lo mando a volar con su acostumbrado mazo; solo la veía sin poder decir nada… bajo del escritorio moviéndose despacio hasta quedar detrás de ella, las ganas de abrazarla y pedirle perdón le carcomían las entrañas pero el miedo a empeorar las cosas lo detuvieron, solo pudo quedarse parado ahí…observando su extraña respiración, lloraba, de eso estaba seguro… pero también hacia hasta lo imposible porque no la escucharan; siguió su andar hasta la puerta y la abrió; la abuela le agradeció poniendo su mano en el hombro y entro a la habitación; no sin antes pedirle a Ranma la esperara solo en el Dojo; muy bajo solo para que él lo escuchara.
La abuela entró al cuarto, cerró la puerta sin seguro, caminó hasta quedar a lado de ella y se sentó en la cama acariciando su cabeza.
-Mi niña ya estoy aquí. Dijo con una voz tan tierna y dulce como la de Kasumy. – te prometo que ya nadie te hará daño, se bien que eres una niña fuerte, una guerrera, pero tienes que saber y estar consiente que también eres una mujer, una hermosa mujer, con todo el derecho de llorar si te sientes mal y herida. Akane alzo la mirada y tirándose a los brazos de su abuela solo soltó a llorar con todo el sentimiento contenido y el dolor de su corazón desbordado. Ranma que estaba aún en el pasillo la podía escuchar, apretaba los puños, impotente a lo que ocurría adentro, se sentía terrible por haberla herido y también por haber perdido la esperanza de revertir efectos de los estanques de Jusenkyo en el, de ser normal… normal para ella. No se sentía digno de nada, ni de llamarse a sí mismo guerrero, ni de ser un digno pretendiente para ella, mucho menos de llamarse así mismo hombre. Con estos pensamientos en su ya muy revuelta cabeza y sentimientos deshechos, decidió bajar por la ventana de su cuarto para evitar otro enfrentamiento con los primos de su prometida y poder esperar tranquilo la plática con la abuela Sakura.
En la sala, Soun saludaba a sus sobrinos y los presentaba con Gema, todos habían regresado a los asientos que ocupaban antes de la pela con Ranma y trataban de calmar los ánimos tomando cada quien su taza de té al igual que su padre y Naviky. Nodoka ayudaba a Kasumy y a Maiko con la comida para la pequeña Tendo; preparaban sopa de miso, un poco de pescado frito y chocolate caliente; que según la abuela era el mejor remedio para las penas.
En la habitación de Akane la abuela consolaba y trataba de calmar a la muchacha, estaba muy cansada de tanto llorar, así que no le costó mucho trabajo que se tranquilizara para poder hablar con ella.
- Mi querida niña… tranquila, todo esto pasará y quedará en el pasado como un mal recuerdo ya lo veras.
- ¿Cómo abuela? Yo creí que sería feliz… era muy feliz hasta que toda esa bola de locos apareció. Decía la muchacha aún entre sollozos
- Si, lo sé mi niña; hablé con tu padre y con los padres de Ranma y me contaron todo… bueno más bien lo hizo la Señora Nodoka… se ve que te quiere mucho y se preocupa por ti… también me explicaron sobre la maldición de tu prometido, cosa que me sorprendió mucho y al parecer parte de lo sucedido tiene que ver con eso ¿no?
- Si abuela… pero lo que dijo -decía con una expresión de suma desilusión- no puedo perdonarlo abuela, simplemente no puedo.
- ¿Entonces deseas cancelar el compromiso? Por qué si es lo que tú deseas quiero que sepas cariño que tengo el poder para anularlo y tu padre lo sabe. Sorprendida por la pregunta y después por la confesión de la abuela la peli azul no sabía que contestar, siempre renegaba ente todos sobre el compromiso, pero en el fondo sentía su corazón latir muy fuerte cada vez que tenía al de la tranza enfrente y después de lo ocurrido en China ella no tenía duda de sus sentimientos. - ¿Akane?
- Creo que no abuela.
- Akane… tu ¿qué piensas sobre su maldición y el hecho de que tal vez, nunca pueda llegar a ser normal de nuevo?
La pregunta simplemente la descolocó, responder a eso la obligaba a recordar lo sucedido en China a sentirse culpable y responsable de que las fosas se mezclaran… y a recordar también aquello que dijo él, creyéndola perdida.
- Abuela a mí nunca me importo que se transformara…
- Entonces tú en realidad lo amas ¿verdad hija? Por un momento la habitación quedo en silencio en espera de una respuesta por parte de la peli azul, la abuela tomó su cara entre sus manos y la obligó dulcemente a verla a los ojos – Se honesta conmigo hija… ¿lo amas?
- Si, abuelita… con toda mi alma -contestó la chica con voz ahogada por las lágrimas que la traicionaron y brotaron nuevamente sin permiso de sus ojos.
- Entonces mi niña lucha por él. La cara de sorpresa de la peli azul era enorme, no podía creer lo que su abuela le decía. – Sé que estás dolida, herida y que te sientes humillada; pero también sé que el dolor que sientes ahora es del mismo tamaño del amor que sientes por ese chico; sé que no he estado a tu lado por mucho tiempo, pero le prometí a tu madre que las cuidaría y protegería; y eso voy hacer. Akane si pudieras escoger que hacer de tu vida en estos momentos ¿qué harías?
Respirando profundo y pensando por un breve instante respondió. – Me iría lejos, estudiaría en otro lado, me alejaría de todo y de todos, y… entrenaría más y muy duro, quiero ser la mejor, quiero recuperarme a mí misma porque siento que ya no sé quién soy; quisiera aprender cosas nuevas, conocer otros lugares y llevar una vida… normal.
- Y dime cariño… ese plan incluye ¿prepararte para ser una digna prometida? Y en un futuro ¿una digna y buena esposa?
La cara de Akane solo reflejaba un ¿Qué? ¿Cómo? En qué momento entramos en ese tema… no sabía que decir, nunca le pasó por la mente que eso tendría que ser un requisito indispensable en sus planes a futuro, sabía que no era la mejor ama de casa, ni la mejor cocinera… se esmeraba, claro que sí; no podían decir que no la había intentado.
-Mira Akane, cuando Kuma nos dijo que te casabas y que nos habías invitado a tu boda, me sorprendí y de ser sincera no estuve de acuerdo, desconocía tu compromiso con ese joven y como tu abuela tenía derecho a saberlo, cosa que ya aclaré con los padres de ambos, además no puedo dejar de lado lo joven que eres y de que aún no terminas la escuela; pero tu tía y tus primos me convencieron de venir y ahora no me arrepiento. Dime y quiero que seas muy honesta, ¿en verdad te sientes lista para el matrimonio? ¿para ser la esposa de Ranma? ¿Estás preparada para llevar tu hogar como se debe tu sola? ¿Tal y como lo hacia tu madre?
La mirada de Akane lo decía todo, eso último fue un golpe bajo, jamás se detuvo a pensar todo eso; estaba confundida porque por más que quería buscar argumentos para echar por la borda los cuestionamientos de su abuela simplemente no podía, tenía razón era solo una niña, no estaba preparada para llevar el mando se su casa… ¿Qué pensaba? ¿Qué Kasumy y Nodoka se encargarían toda la vida de las labores de la casa y la comida?; sabia la respuesta a eso… no! ¡No lo harían!; desarmada por completo después de analizar todo eso se animó a responder.
-La verdad no… tienes razón no estoy preparada.
-Bueno, para eso estoy aquí cariño… yo te voy a ayudar; te voy a dar lo que deseas, te irás conmigo y te inscribiré en el mismo colegio al que fue tu madre; pero quiero que sepas que lo que te espera no será fácil, si de verdad quieres cambiar, aprender lo que debes como una linda mujer que eres, madurar y sobre todo ser la mejor artista marcial tendrás que trabajar muy duro, porque no será fácil; ¿entiendes Akane?
- Sí abuela; te prometo que seré la mejor.
-Así me gusta verte, decidida pero primero vamos a que te cambies ¿sí? La chica aún con cara de confusión solo atino a asentir con la mirada y haciéndole caso a su abuela se levantó con mucho esfuerzo y adolorida de la cama, fue al armario y sacó un conjunto deportivo; al mismo tiempo su tía tocaba a la puerta y entraba con la charola de comida en sus manos para dejarla sobre el escritorio, Akane al ver a la hermana de su madre se lanzó a abrazarla con cariño y su tía le regreso el gesto de la misma forma.
-Quédate con ella, ayúdala a cambiarse, asegúrate de que se termine todo y después alisten una maleta, ella se va con nosotros hoy al hotel donde reservamos y después de arreglar algunas cosas nos iremos a casa; yo regreso en un momento. Dijo saliendo de la habitación para ir a hablar con Ranma que la esperaba en el Dojo.
-Sí, mamá, yo me encargo de todo. Decía abrazando aún a su sobrina. – Ven Akane, siéntate aquí para que comas primero. Y la condujo a la silla frente al escritorio y pudo notar que sostenía su brazo y su caminar era extraño; cuando termino de comer, le ayudo a limpiar su cara del maquillaje que aún llevaba y los restos de las lágrimas secas; cuando se despojó del vestido pudo notar golpes, raspones y heridas en su cuerpo; con sorpresa y coraje contenido se dirigió a su querida sobrina menor. - ¿Akane que te pasó? ¿Por qué tienes tan lastimado el cuerpo?
Con la cara llena de vergüenza por que la vieran así y coraje por no poder haber sido más ágil y fuerte respondió. -Cuando las otras prometidas irrumpieron en el salón peleamos y creo que no salí muy bien librada.
-Traeré lo necesario para curarte. Y sin decir más salió de la habitación bajo las escaleras y buscó a Kasumy que se encontraba en la cocina, pero todos se percataron de su expresión molesta en el rostro. – Kasumy ¿me podrías facilitar material de curación? Al escuchar esto sus hijos y esposos se levantaron y fueron a ella.
- Claro tía, te lo traigo en un momento. Decía saliendo de la habitación para ir a buscar lo necesario.
- Maiko ¿Qué pasa? Decía su esposo entono preocupado
- Querido creo que debí traer mi traje especial en vez de éste Kimono. La cara de asombro de su familia era similar a la que Gemma y Ranma ponen cada vez que Nodoka saca su katana en forma de amenaza y no era para menos la madre de los tres chicos solo utilizaba su "traje especial" en ocasiones también "muy especiales" - Al parecer, las otras prometidas de Ranma son más peligrosas de lo que Soun nos contó; pelearon con Akane y la dejaron muy lastimada; ¡no puedo creer lo que hicieron!, seguramente es por eso que mi madre tomó la decisión de llevarse a Akane. Al decir esto los chicos se miraron entre ellos con asombro, pero el más contento era Kuma, adoraba a su prima y el estar cerca de ella les asegura el poder cuidarla y protegerla.
- Lo que tu madre decida sabes que yo lo apoyo. Decía Kijoro tomando a su esposa por los hombros para dejarla tranquila.
- Aquí tienes Tía -decía Kasumy entrando a la cocina- ¿Cómo están mi hermana?
Tomando el maletín con lo necesario para curar a su sobrina, Maiko respondió: – En lo que cabe bien Kasumy, pero pronto estará mejor. Y salió rumbo al cuarto de su sobrina menor; cuando estuvo de regreso entro y comenzó a limpiarlos raspones y heridas, la más profunda era la del brazo izquierdo causada por cierta espátula gigante; tenía algunos moretones por caídas y patadas directas y uno más grandes en el muslo izquierdo, el sello personal de la amazona y sus chuis; su tobillo derecho tenía una leve torcedura motivo por lo que caminaba cojeando. Cuando terminó de atender sus heridas le ayudó a vestirse con su juego deportivo y la obligó a recostarse para que descansara y se quedó a su lado hasta que se quedó dormida. Minutos después la abuela Sakura entro acompañada de Kosei.
-Ya tienen listo todo.
- Sí mamá. Pero no creo que despierte, en verdad estaba muy cansada y débil por la falta de alimento y la pelea.
- Eso no será problema… tu lleva su maleta y Kosei por favor llévala. Obedeciendo a su abuela tomó en brazos a su prima menor y se dispusieron a salir. Cuando bajaron la escalera toda la familia los estaba esperando, incluso el joven de la trenza no podía quitar los ojos de aquella escena que protagonizaba su prometida en brazos de su primo, se veía tan indefensa, su rostro reflejaba, cansancio, tristeza y dolor, todo al mismo tiempo.
- Eso es todo, nos vamos al hotel y en unos días a Kioto… Soun yo me encargaré de informar a mi nieta lo acordado, ustedes háganlo con el joven Ranma. Mis queridas niñas -dirigiéndose a Kasumy y Naviky-, antes de irme pasaré a verlas. Y sin decir más salieron de la casa, subieron a la camioneta y se fueron.
Fin del Flash back
Tomo la prenda, la guardo en su bolso y salió de prisa de ahí; cuando bajaba las escaleras al pie de éstas la esperaba su quería abuela.
- ¡Mírate estas lindísima! Veía a la chica frente a ella, de bella figura, cabello largo y peinado en una trenza francesa que terminaba caída sobre su hombro derecho, portando un lindo vestido de coctel de corte a la rodilla, cuello en v, ajustado a su figura desde el busto a la cintura y de caída circular de color melón; con un cinturón blanco a juego con sus zapatillas y su bolso; y como accesorio extra un lindo sombrero corte ingles del mismo tono del vestido adornado con una cintilla blanca con moño. - ¿Ya está todo listo mi niña?
-Si abuela, la comida esta lista y a decir verdad está deliciosa y el cuarto está limpio y arreglado, cambié sábanas y cortinas y dejé abiertas las ventanas para que corriera aire; creo que ya no tarda en llegar.
- ¿estás emocionada por verlo?
- Algo, -decía soltando un suspiro- pero tengo más curiosidad por saber qué es lo que quiere hablar conmigo, todavía falta un mes y un par de días para que se cumpla el tiempo acordado.
- Tal vez sea alguna sorpresa por tu cumpleaños ¿no?
- Tal vez, aunque lo dudo porque mi cumpleaños es un día antes del plazo. En esos momentos un timbre sonaba desde el interior de su bolso – discúlpame abuela… ¡hola!... Saky?... ¿Cómo?... ajá… entiendo; está bien si es tan urgente voy para allá… está bien, lo veré más tarde no te preocupes necesitamos que todo quede listo para el trabajo final ¿no?, además estará aquí hasta el domingo tengo tres días para estar con él… si tú lo dices… si, te veo en un rato… adiós.
- ¿Te vas a ir?
-Tengo qué, al parecer me necesitan para completar el trabajo de historia y yo tengo toda esa información en mi habitación de la escuela; además tenemos que presentar el proyecto de administración del hogar. Abuela puedes recibir a Ranma por mí y decirle que lo veo más tarde.
- Claro hija, yo le explico.
- Gracias, me voy. Y dándole un beso y un abrazo, tomo del sillón su sombrero y su bolso que momentos antes había dejado ahí y salió de la casa a donde estaba la camioneta, el chofer que esperaba afuera en cuanto la vio salir, se acercó a ella para abrir la puerta y ayudarle a subir. Sin darse cuenta que en ese momento entraba a la propiedad un audi rojo RS7, que se estacionaba detrás de la camioneta justo cuando ella se disponía a irse.
Continuará…
