El panteón de los nuevos dioses
A pesar de ser dioses ellos se hacen llamar los eternos y en total son 12.
Kairos, líder de los Eternos, señor de la energía.
Antiguo nombre: Dong-Sun
Nacionalidad: surcoreana
Color de Cabello: blanco (antes negro)
Color de ojos: dorados (antes marrones)
Sera, señora del agua.
Antiguo nombre: Annelise
Nacionalidad: alemana
Color del cabello: Azul (antes rubio)
Color de ojos: azules
Talos, Señor del trueno y el rayo.
Antiguo nombre: Petro
Nacionalidad: Portuguesa
Color de cabello: plateado (antes marrón)
Color de ojos: verdes.
Medusa, señora de la luz y la oscuridad
Antiguo nombre: Nue
Nacionalidad: egipcia
Color de cabello: negro
Color de ojos: rojos (antes marrones)
Balter, Señor del viento
Antiguo nombre: Hamilton
Nacionalidad: Inglesa
Color de cabello: plateado (antes pelirrojo)
Color de ojos: Plateados (antes verdes)
Tiama, señora del fuego
Antiguo nombre: Mahidevran
Nacionalidad: Turca
Color de cabello: rojo
Color de ojos: rojos (antes color miel)
Zur, señor de la vida y la muerte
Antiguo nombre: Nathan
Nacionalidad: Irlandesa
Color de pelo: Dorado ( antes rubio)
Color de ojos: dorado (antes azules)
Seeta, señora de la naturaleza
Antiguo nombre: Aamaal
Nacionalidad: Siria
Color de cabello: verde (antes marrón)
Color de ojos: color avellana
Afael. Señor de la fuerza
Antiguo nombre: Wayne
Nacionalidad: Escocesa
Color de cabello: Verde (antes Castaño)
Color de ojos: amarillos (antes verdes)
Juno, señora de la esperanza y la fe
Antiguo Nombre: Arba
Nacionalidad: Palestina
Color de cabello: plateado (antes negro)
Color de ojos: violetas
Hiparión, señor de la luna y el sol
Antiguo nombre: Graham
Nacionalidad: galesa
Color de cabello: Marrón
Color de ojos: Ámbar (antes azules)
Titania, señora del amor
Antiguo nombre: Noriko
Nacionalidad: japonesa
Color de cabello: turquesa (Antes negro)
Color de ojos: plateados (antes marrón oscuro)
…..
PROLOGO
Dong-Sun era uno de los huérfanos de la fundación Graad, hace poco había sido enviado a Mallorca para entrenar para ser un caballero de Atena, sin embargo, él no quería ese destino, aquel destino que Mitsumasa Kido le había impuesto, el no creía en los dioses y mucho menos en Atena para el niño de 8 años los dioses eran la peor enfermedad que pudiera plagar el mundo, los Dioses eran innecesarios para la humanidad y estorbaban al mundo y pensó que los dioses eran innecesarios, y Atena no era la excepción. Los humanos no necesitaban a los dioses ni mucho menos a Atena; en su corazón deseaba crear un mundo libre de dioses corruptos y donde los humanos se gobiernen ellos mismos y dejar de estar a la merced de dioses como Atena. ¿Pero cómo? Como cumplir sus objetivos, él era solo un niño humano y nada más, aunque entrenara mil años no podría hacerlo.
El niño tenía los ojos fijos en la fogata por lo que no escuchaba lo que decía su maestro, Shura de Capricornio.
—Dong-Sun ¿estas escuchando lo que te digo? – pregunto Shura
—¿Hump?
—No estas escuchando
—Lo siento, maestro, estaba pensando en otras cosas
—Está bien, como no estabas prestando atención te lo explicaré otra vez. Los caballeros de Atena son los encargados de proteger a la Diosa Atena y la paz en el mundo…
—¿Y qué pasa con la humanidad? ¿No la protegemos?
—Claro, la diosa Atena se encarga de eso
—¿Y nosotros que?
—Haces muchas preguntas, Dong-Sun. Sera mejor que te vayas a dormir mañana tenemos mucho que entrenar
—Sí, señor
Dong-Sun se fue adormir y supo que su maestro Shura no sabía cómo explicar eso ya que era inexplicable pero Dong-Sun sabía que el mundo no necesitaba una Diosa protectora, los humanos podían protegerse solos, era obvio que Atena hacia un mal trabajo ya que los humanos sufrían y ningún caballero de Atena hacia nada. Con todo su corazón deseo ser tan fuerte para eliminar a todos los dioses corruptos de esta tierra, Atena incluida.
Al pasar los años, Dong-Sun se volvió muy fuerte y Shura esperaba verlo convertido en su sucesor, que sea el nuevo Caballero de Capricornio, pero no era lo que quería Dong-Sun, él no quería proteger a Atena, él quería proteger a la humanidad.
Pasaron los años y Dong-Sun ya tenía 11 años, se había vuelto muy fuerte y pronto lucharía para conseguir su armadura, Shura se sentía orgulloso mientras Dong-Sun se sentía vacío por dentro. Una noche en la que el muchacho no podía dormir, el muchacho fue a pasear y sin darse cuenta término cerca de una cueva donde emanaba un cosmos antiguo y poderoso. Dong-Sun entro a la cueva y no pudo con su sorpresa cuando vio a un antiguo Dios, encerrado en esa cueva. Cuando el antiguo Dios vio a Dong-Sun lo miro como si él fuera inferior, algo que molesto tremendamente al muchacho.
—¿Que eres? – pregunto Dong-Sun
—¡arrodíllate humano! – exigió el antiguo Dios
—¡No, no me arrodillare ante ningún Dios y menos ante algo como tú!
—¡¿Cómo te atreves?! ¡Humano!
—Eres un Dios olvidado, verdad? Pues quédate así, nadie te necesita
—Tú ¿odias a los dioses?
—Sí, son una plaga
—¿Y Atena?
—¡Ella no me interesa!
—Jajajajajajaja! Eres un humano interesante
Dong-Sun no se fiaba del antiguo Dios pero aun así estaba impresionado con su cosmos, era impresionante y pensó que si el tuviera el poder de ese Antiguo Dios podría cumplir sus objetivos, de crear un mundo donde los humanos se gobiernen a sí mismos y no necesitaran una diosa como Atena.
—¿Como llegaste aquí? - pregunto Dong-Sun
—Los dioses Olímpicos me engañaron y me encerraron ¡el maldito Zeus y las ratas de sus hermanos!
—Eso suena mal
—¡Que puede entender un humano!
—Tienes razón, yo no sé nada pero me sorprende que no te hayas liberado tu solo
—He perdido mis fuerzas pero mi sed de venganza es grande
—Entiendo, no haré nada para ayudarte pero si haré algo
Dong-Sun sabía que ese antiguo Dios tenía el poder para iniciar su cruzada por lo que se lo robo y con esto el antiguo Dios murió, y Dong-Sun se convirtió en un ser similar a los Dioses pero diferente, tal vez superior. Tras convertirse en un ser superior el cabello de Dong-Sun se tornó blanco y sus ojos se volvieron dorados. Ya no era humano ahora era un Eterno.
La muerte de aquel antiguo Dios y la conversión en Eterno de Dong-Sun causo un gran estruendo que despertó a Shura y al notar que su alumno no estaba salió a buscarlo. Shura busco a Dong-Sun por todas partes pero no lo encontró, sin embargo, sintió un cosmos sumamente poderoso y al mismo tiempo vio como una cueva se derrumbaba y de ella salía un joven de cabello blanco, Shura no tardó en darse cuenta que aquel joven que se alejaba de la cueva era Dong-Sun.
—Dong-Sun….¿que fue lo que sucedió? ¿y que le paso a tu cabello y ojos?
—Es una larga historia pero lo único que te diré es que ya no soy Dong-Sun. Ahora soy un Eterno, ahora mi nombre es Kairos
—¿Kairos? ¿U-un Eterno?
—Así es, ahora puedo librar mi batalla como yo siempre desee
—Dong-Sun….¿de que estas hablando?
—Ya te dije que ya no soy Dong-Sun pero bueno, te lo explicare caballero de Capricornio. Creare un mundo donde los humanos se gobiernen solos y no existan los Dioses
Shura abrió los ojos de la sorpresa ¿eliminar a los dioses? Si ese era su objetivo entonces también eliminaría a Atena, si ese era su objetivo no se lo iba a permitir aunque se tratara de su alumno.
—¿Entonces también quieres acabar con Atena?
—¿Sabes? Siempre me dijiste que la tierra necesita a Atena pero pienso que es al revés
—¡¿Qué dices?!
—Como oíste caballero de Capricornio, yo jamás compartí tu devoción por Atena, odiaba el destino que Mitsumasa Kido eligió para mí pero ahora yo labrare mi propio camino y descuida, ya jamás me volverás a ver
—¡Dong-Sun! Espera!
Shura intento detener a Kairos pero el nuevo cosmos del chico impidió que lo tocara y lo dejo inconsciente. Cuando Shura despertó, su antiguo alumno se había ido.
Dong-Sun ahora como el Eterno Kairos recorrió el mundo para buscar otros humanos que puedan convertirse en Eternos, encontrando 11: una muchacha alemana que sufría del corazón, un joven portugués que entrenaba en la isla Andrómeda, una niña egipcia carterista en las calles del Cairo, un aprendiz de caballero inglés, una huérfana turca, un joven irlandés que era alumno de un caballero de plata, una niña siria que vivía en la calle, un chico escoces que vivía en el Santuario, una niña palestina que sufría los estragos de la guerra, un muchacho gales que iba a convertirse en caballero de plata y una jovencita japonesa que vivía sola en las montañas. Ellos se convirtieron en una nueva casta de dioses, ellos serían los Eternos, los asesinos de Dioses.
…..
Guerreros Celestiales
Enkidu de Acrux
Guerrero de Kairos
Elizabeth de Zeta Leonis
Guerrera de Sera
Lot de Beta Crucis
Guerrero de Talos
Aserá de Bessel
Guerrera de Medusa
Amram de Celeno
Guerrero de Balter
Marie de Sigma Librae
Guerrera de Tiama
Lief de Alpha Aurigae
Guerrero de Zur
Betania de Dubhe
Guerrera de Seeta
Sorek de Edasich
Guerrero de Afael
Zefora de Iota Draconis
Guerrera de Juno
Oberón de Gacrux
Guerrero de Hiparión
Dido de Lambda Orionis
Guerrera de Titania
