El deportivo corre a toda velocidad. El viento golpea mi cara y me siento
viva. Mi pelo al aire, mis dientes helados de tanto reir, me siento bien.
Soy libre. El paisaje se difumina y no puedo ver más que la carretera
pasando como si las ruedas del coche no la tocaran. El pecho me va a
explotar. Y entonces me giro a mirarle. Me aparto el pelo de la cara y le
sonrio y ahí está: Akio. Mi admirado Akio. Tan fuerte, tan noble, tan
irresistible. Es el único hombre junto al que me siento pequeña y
desbalida... pero tan segura. Es hermoso. Tiene una cara angulosa i
estilizada, unos ojos misteriosos y su pelo es suave y brillante. Es igual
que un príncipe. Se gira y me observa. ¿Qué debe estar pensando?. Parece
tan maduro, tan seguro y entonces me sonrie. Su sonrisa es perfecta, tan
cálida que derrite todas mis dudas. Junto a él nada malo puede pasarme.
Poco a poco la velocidad se reduce. El distorsionado paisaje que antes veía
se vuelve más claro y preciso. Volvemos a la academia.
Los estudiantes corren de un lado para otro riendo y hablando. El sol
calienta el ambiente y todos estan disfrutando de este precioso día. Todos
menos ella. Ahora la veo. Anshi está sola, de pie, justo donde la dejamos
al irnos. Parece tan pequeña.
El frenazo me saca de mis pensamientos.
-¡¡¡Ahí!!!- casi me golpeo contra el salpicadero.
- ¿Está bien señorita Utena?- Anshi se empieza a acercar al coche.
- ¿Eh? Sí, sí, claro.-pero en verdad me duele un poco el cuello.
De repente Akio me coge entre sus brazos y me alza por encima de la puerta
del coche hasta el suelo.
- Utena es una chica fuerte, Anshi. No hace falta que te preocupes por
ella. Sólo pierdes el tiempo.- Akio vuelve a subirse al coche y arranca a
toda velocidad despidiendose con la mano.
¡Es tan "Kawaii"! Es una pena que no me deje quedarme más tiempo con él.
Estaria con él toda una eternidad.
- Señorita Utena- Anshi me golpea la espalda- es hora de comer.
- ¡Ah! Sí, sí, vamos a comer.
Anshi empieza a caminar justo por delante mio. La sigo aún pensando en
Akio, pero ahora que me fijo: de espaldas Anshi transmite una extraña
sensación. Por un momento me parece como si ella no estubiera aquí, parece
una diosa flotando sobre el suelo. Su piel emite extraños brillos bajo la
luz y su pelo violeta refleja los rayos del sol con una immensa variedad de
matices. Siento una punzada, "no es humana". Ese pensamiento pasa
velozmente por mi cabeza.
-¡Pof!- he chocado contra algo.-¿Eh?¡Anshi!¡Te he hecho daño!
Anshi está en el suelo. Con lo despistada que iba no me he dado cuenta de
que se había parado y la he empujado sin querer. Me agacho para ver cómo se
encuenta. Y entonces ella se gira hacia mi. Su cara está a escasos
centimetros de la mia. "Nunca me había fijado en lo guapa que es". ¡Uau!
¡Siento como se me enrojece la cara! Pero es que... sus enormes ojos verdes
como esmeraldas, su piel oscura enmarcandolos, sus labios suaves entornando
una sonrisa...
- No ha sido nada señorita Utena. No debe preocuparse.- Anshi dice habla
mientras se incorpora. Ni siquiera reacciono.
A contra luz su cuerpo menudo y delgado parece mucho más sinuoso, más
terso,...¿En qué demonios estoy pensando? Más vale que nos demos prisa en
ir a comer o no podré ir a las clases de la tarde. Salgo disparada hacia el
comedor. De nuevo vuelvo a sentir el viento en mi cara mientras corro y
como mis pies apenas rozan el suelo. Me siento viva, ¿por qué será?
