Naruto, La sombra del terror
Capítulo I
Se cuenta que a dos años de que Pain atacara la aldea de la hoja, una sombra rodea el imperio ninja, castigando los crímenes de las personas con mano firme y cero compasión. Para esto, usa las tinieblas de la noche como método de asesinato, pues si la luz se vuelve nula es posible que "la sombra asesina" esté cerca de ti, y con la luz, también se van el aliento, la voz y la vida. Solo el hecho de acampar de noche es un riesgo a tomar en cuenta. Algunos creer que es un justiciero, otros que es un asesino retando a los mejores asesinos. El caso es que hasta ahora no ha podido ser clasificado en el libro bingo por la ausencia de información sobre el responsable de tales actos, pero se ha declarado a este sujeto como el miembro del libro más peligroso. Y con ello la oportunidad de sobresalir con el cuerpo del responsable en manos.
Lo curioso, y hay que resaltar, que todos esos asesinatos han ocurrido lejos de la aldea de la hoja, por lo que la gente ha comenzado a pensar que esta persona es uno de los miembros de esta aldea. Durante un tiempo, la aldea ha tenido una paz relativa, desde que el sexto Hokage fue instalado en su sitio, la aldea no ha sufrido de ataques furtivos, ni medias guerras. Solo las misiones encargadas a los shinobis más experimentados formaban parte de la acción.
Para la tarde de ese día en que todo comenzó, una sombra proveniente del exterior se adentra en la aldea sin ser percibida. Un chico alto, vestido con una capa de color oscuro (no sé exactamente si era negra o café oscuro tirándole a negro). En su rostro reposaba una mascara como la de Kakashi, pero un tanto rasgada. Y sus ojos, que era la única zona de la cara que podía verse sin necesidad de estar a medio metro de él, centelleaban con un color azul demasiado claro.
El sujeto caminaba con demasiada calma hasta situarse a media ciudad, observando a todos lados. Y al notar la paz tan extraña desde la última vez que estuvo en la aldea, comenzó a actuar. De entre sus ropas sacó unos pergaminos y eligió uno de ellos. Mordiéndose el pulgar escribió su nombre con sangre, y al instante fue reabastecido con una "carga" completa de chakra para lo que quería hacer. Y usando los sellos i-inu-tori-saru-hitsuji (Perro-pájaro-mono-carnero) gritó con gran fuerza
-¡Jutsu de invocación!
Y sobre los tejados apareció un pequeño kitsune similar a Kyubi pero con tres colas. Esa bestia respondía al nombre de Kanon. En cuanto se vio convocado, el zorro pudo percibir el motivo por el cual estaba allí.
-Dígame, mi señor lo que puedo hacer por usted. –Dijo Kanon inclinando su cabeza.
-Deja de llamarme así. Quiero que vayas a la oficina del Hokage, y le des esta carta. –Le dijo el sujeto de la capa entregándole un pergamino cubierto con una funda de piel. –Dile que tengo en mi poder a Kyubi y que lo liberaré si no envía a todos los ninjas que le exijo al bosque de la muerte. Tiene dos horas para ello.
-Enseguida, mi señor.
Y Kanon tomó camino hacia la oficina del Hokage. Mientras que el sujeto tomó el otro camino directo al bosque de la muerte. Aún no sabía qué es lo que pasaría y el motivo por el que hacía esto, pero la verdad es que deseaba probarse a si mismo.
En las oficinas del Hokage, Danzou comenzaba a hartarse por ese día. No había trabajos que delegar, y de cualquier forma tenia demasiado que hacer. Shizune, que seguía siendo la secretaria del hokage en la ausencia de Tsunade, trataba de evitar que Danzou se sobrepasara en estrés, pero parecía imposible. Mientras más se esmeraba en calmarlo, parecía aún más estresado.
-¡Es imposible que ya nadie nos quiera entregar una misión de rango mayor! Los Jounin esperan tanto tiempo por sus misiones, que creo que alguien está saboteándonos. A este paso los Jounin comenzarán a perder sus habilidades.
-Señor, espere tan solo un tiempo. Las misiones de alto rango llegarán a su debido tiempo.
-¡No podemos permitir que nuestros Jounin pierdan condición! ¡A partir de mañana comenzaremos a entrenar más duro a nuestros Jounin, so pena de perder oportunidades!
-Relájese o le dará un ataque de estrés fulminante.
Y en ese instante en el que Shizune terminó de decir esto, apareció en medio de la oficina la figura de Kanon, con el pergamino en el hocico. Shizune al instante reaccionó gritando de miedo, pues jamás esperó la aparición del kitsune en la habitación. Y Danzou subió la guardia esperando un ataque.
-¿Qué has venido a hacer aquí, pequeño zorro?
-Mi señor me ha enviado a entregarle este mensaje. –Dijo el Zorro una vez que depositó el pergamino en el suelo. –Me dijo que era demasiado importante, así que le hago entrega del mismo.
-Shizune, toma el pergamino.
-¡¿Yo? ¡Pero esa carta es para usted!
-Es tu deber como asistente del Hokage obedecerlo en todo momento sin hacer preguntas. Ahora, toma el pergamino y entrégamelo.
Shizune volteó a ver al pequeño zorro de tres colas con demasiado miedo. El pequeño zorro no se movía. Estaba fijo en un solo lugar con una mirada perdida en el espacio. Poco a poco se fue acercando con sigilo, esperando que el zorro no fuese a atacarle (no sé si lo saben, pero esta clase de bestias mitológicas de Japón son demasiado peligrosas, en especial los de nueve colas). A unos centímetros de tomar el pergamino, el zorro volvió a ver de repente a Shizune. Ella de inmediato tomó el pergamino y salió disparada a donde el Hokage, esperando le defendiese.
-¡Protéjame de esa criatura, señor!
-Todavía no nos ha hecho nada, Shizune.
Y el Hokage en turno tomó el pergamino de dentro de la funda y pasó a darle lectura.
Estimado hokage en turno.
Mi nombre no tiene importancia, y mis motivos no son malos. He decidido retar a los ninjas de la aldea que están dentro de una lista anexa a esta carta. No es para causar mal, y mucho menos deseo asesinar a ninguno de los implicados. Solo es para probar el limite de mis alances como shinobi. Espero pueda ayudarme a mi autoevaluación. Ahora, que si no puede lo entiendo. O si no quiere ayudarme, entonces allí nos veremos en un gran problema.
Danzou volteó a ver al pequeño zorro de tres colas que estaba estoico en su lugar.
-¿Qué es eso de "nos veremos en un gran problema"?
-Mi amo tiene entre sus posesiones un pedazo del pasado de la aldea de la hoja. Espero que no sea necesario volver a repasar esto, pero si usted simplemente se niega a hacer lo que dice mi señor, él dejará en libertad a su nueva y más reciente adquisición: Kyubi.
En cuanto dijo esto, tanto Shizune como Danzou sintieron que el miedo los hacía presa. Kyubi, el zorro de nueve colas que casi destruyó en un principio la aldea escondida entre las hojas. Pero si él tenía a Kyubi, entonces eso significaba…
-¡¿QUÉ LE HA HECHO ESE CABRÓN A NARUTO? –exclamó Shizune molesta. Sus miedos hacia los kitsunes había desaparecido una vez se hizo a la idea de que algo le había pasado a Naruto.
-Eso es algo que desconozco. –Dijo Kanon inexpresivo. –Quizás él conoce la respuesta, pero yo no.
-Esta lista es de los mejores ninjas que tenemos en este momento en la aldea. Muchos de ellos son jounin, otros son guerreros anbu…
-Tiene dos horas para responder. Si acepta, mi señor lo estará esperando con todos los listados en el bosque de la muerte. Hasta pronto. –Kanon estaba por retirarse cuando recordó algo importante. –Ah, si. No alarmen a la aldea, o de lo contrario Kyubi la destruirá.
Y el pequeño zorro se alejó de la aldea en un santiamén. Dejando a los dos en un pequeño dilema.
Dos horas más tarde, en el campo de entrenamiento llamado coloquialmente el bosque de la muerte, espera sentado el responsable de la nueva amenaza de la aldea. Pero este sujeto parecía demasiado tranquilo para parecer una amenaza tan grande. Con uno de sus kunais estaba esculpiendo en un pequeño trozo de madera la figura de una de las aldeanas de la aldea que podía recordar bastante bien. En eso, elevó la mirada y vio que se aproximaban un grupo bastante numeroso de ninjas. Todos ellos preparados para pelear si era necesario. Ese grupo, liderado por Kakashi, estaba formado por Sakura Haruno, Kiba Inuzuka, Shino Aburame, Hinata y Neji Hyuga, Rock lee, Tenten, Ino Yamanaka, Chouji Akimichi, Shikamaru Nara, Kurenai Yuhi, Maito Gai y Shizune, además del ya mencionado Kakashi Hatake. Al parecer, el Hokage había aceptado el reto hecho a la aldea de la hoja.
Bajándose del árbol donde estaba respaldado, se guardó la escultura que había hecho hace un momento y comenzó a hablar.
-Parece que el hokage de la aldea teme demasiado a la aparición del zorro de nueve colas.
-¡¿Qué le hiciste a Naruto? –Exclamó Shizune apoyada por todos.
-Buenas tardes, han sido convocados a este lugar para tener una pelea en mi contra. El formato será un combate uno a uno.
-¡Responde a nuestra pregunta! –Exclamó furiosa Sakura.
-¡Silencio! ¡No sé si están enterados que yo poseo al zorro ahora, pero si en verdad les importa su amadísima aldea no comenzarán algo que no puedan solventar! El destino final de Naruto se los diré en cuanto me derroten o termine la pelea, no antes.
-Parece que no hay salida. –Dijo Kakashi. –Bien, comenzaré yo, si no les molesta.
-Eso esperaba de usted, ninja que copia.
Pero su lucha no pudo iniciar al instante. De entre los arbustos salió la figura del Hokage atacando por la espalda al encapuchado y enterrándole un cuchillo en las costillas. Sin embargo, el cuerpo del encapuchado se fue derritiendo, dando a entender algo obvio.
-¡Sustitución! –Dijo Danzou sorprendido. –Pero a esa velocidad…
A sus espaldas apareció el encapuchado, que con solo un golpe seco en un sitio específico entre la cuarta y quinta vértebra pudo dejar en parálisis al Hokage. Apenas cayó al suelo, este comenzó a ufanarse.
-Espero que tengas una buena excusa para atacarme por la espalda sabiendo que con Kyubi no se juega.
-¡No puedo permitir que ataques la aldea así como así! ¡Kakashi, estás listo!
El encapuchado volvió la mirada a donde Kakashi, que estaba ahora a unos centímetros de impactar el Raikiri en él. De inmediato reaccionó tomando a Kakashi por el brazo y alzando al ninja en el aire. Sólo hizo falta un golpe en el estómago para sacarlo de combate próximo. Casi al instante, Neji estaba camino a impactarlo con su puño gentil, y tras de él, todos los demás. El Vagabundo comenzó un combate de 14 contra 1. Sin embargo ninguno de los catorce pudo impactar un solo golpe al forastero. Eludía los constantes impactos de la familia Hyuga con demasiada velocidad, los puños devastadores de Sakura y los insectos come-chacra de Shino. Era un combate épico, pero todo debe tener un final, en esta ocasión, una pausa. El encapuchado dejó salir una ráfaga de chacra a manera de escudo que expandió a toda la multitud a su alrededor.
-¡Esperen, pido tiempo!
-¿Qué le has hecho a Naruto? –Dijo Sakura Furiosa.
-Les daré una pista. –Dijo el forastero –Él ahora está mejor que nunca. Es más, creo que ahora siente demasiada paz.
-Tu, maldito.
Y los Hyuga comenzaron a atacar juntos intentando impactar su puño gentil en el forastero. Y cuando eso no funcionó, Neji usó su sello de adivinación de ocho trigramas, logrando encerrarlo en él. Hinata había salido de la pelea confiada en que su primo tenía ya la victoria.
-¡Eres mio!
Y los 64 golpes comenzaron a acertar en su objetivo. Cuando los 64 dejaron de impactarse, el sujeto frente a Neji comenzó a derretirse, mostrando una técnica de sustitución de clones exitosa, que bien engañó al joven Hyuga. Con su Biakugan comenzó a buscar por todas partes del bosque de la muerte, pero no encontró nada. Más bien, él fue encontrado. Unas manos se abrieron paso desde la tierra y atraparon a N eji, que sólo pudo sorprenderse ante esto:
-Estilo de tierra, Jutsu de entierro vivo.
Y el desconocido enterró a Neji hasta el cuello en la tierra. Justo después, él le indicó a Lee que se acercara, pues era su turno. Lee no tomó impulso, simplemente desapareció con su alta velocidad y comenzó a atacar al encapuchado. Sin embargo, a pesar de la enorme velocidad de Lee, ningún golpe logró impactar el cuerpo del enemigo. Más bien, de alguna manera, Lee comenzaba a cansarse de forma poco usual. En un combate de cinco minutos, Lee dejó de moverse de repente. Mientras que el joven de negro tenía una vigorosidad de envidia.
-¿Qué fue…?
-Jutsu, absorción de chacra. Con esa velocidad no te diste cuenta de que estaba extrayendo Chacra hasta dejarte seco.
-Pero a esa velocidad…
-El siguiente. –Y el chico de negro señaló a Tenten. Apenas fue señalada, ella comenzó a lanzar Kunais a diestra y siniestra, buscando acertar un golpe en la humanidad desconocida. No obstante, cada arma que ella lanzaba fue interceptada por el chico usando una cinta de cuero de jabalí. Con un azote, diez Kunais caían al suelo clavados en la tierra. Tenten ahora buscó una invocación de lluvia de metal, que esta vez logró acertar unos diez Kunais en el cuerpo del ignoto. Sin embargo, diez de medio millar de armas era poca cosa, por lo que Tenten pudo darse por derrotada. Ahora fue el turno del contrario, que comenzó a usar sellos de manos. Poco después, el anuncio de su técnica.
-Estilo de las sombras, Catalepsia.
Y una sombra de color naranja comenzó a recorrer el bosque en busca de una fugitiva Tenten, que al ver el Jutsu comenzó a correr. A unos metros de ser tocada, la sombra desapareció. Y Tenten se sintió aliviada de haber escapado. Grave error.
-No debes dejar de ver a tu oponente en batalla. Podría ser peligroso.
El desconocido ser estaba a sus espaldas ahora, y tan solo necesitó de otra técnica similar para ponerla en un estado de verdadera catalepsia.
Inconsciente, Tenten fue llevada entre brazos por el encapuchado, que con demasiado cuidado depositó a Tenten en el suelo un tanto alejada del campo de batalla. Desde su prisión de tierra, Neji pudo ver al desconocido traer en brazos a la dama, y reaccionando por instinto, comenzó a recriminarle.
-¿Qué le has hecho a Tenten?
-Digámoslo así, ahora ella está descansando por fin.
-¡NO! ¡Tenten!
-Solo está descansando idiota. ¿Qué equipo sigue?
Entre los convocados a la pelea, se encontraba Gai Sensei, que al ver cómo es que sus estudiantes Jounin eran derrotados uno a uno comenzó a enfurecerse. Y con la llama de su juventud encendida al ciento por ciento, comenzó a avanzar.
-Es mi turno.
-Gai sensei. –Dijo Lee al verlo acercándose.
-Perdónenos por haber fallado.
-No, Neji. Hicieron lo que pudieron. Pero ahora, este pequeño desgraciado sabrá lo que es enfrentarse al relámpago verde de la aldea de la hoja.
-En fin. Comencemos la pelea. –Dijo el chico de negro.
-Antes que nada quiero saber, ¿Quién eres joven forastero?
-Si logras darme un golpe, yo te daré una pista. Si te derroto, continuará esta masacre.
Y Gai sensei comenzó a avanzar con cautela, mientras se quitaba los guantes y se desataba unos vendajes en las manos. Apenas tenía información sobre este sujeto, para poder librar una batalla decente con él. Pero una gran ayuda era el manejo de una corriente de jutsus que parecía desaparecida: El estilo de las sombras.
Con decisión, Gai sensei comenzó a avanzar con una velocidad superior a la de su pupilo, y tras encerrar al encapuchado comenzó a preparar una técnica reconocida: Su Gai Loto Combo.
-Remolino de konoha –Elevando al chico en el aire comenzó una serie de remolinos de la hoja ascendiendo cada vez más, hasta llegar a una altura considerable, después continuó con una lluvia de puñetazos que continuó elevando al oponente todavía más, y finalizó envolviéndolo con los vendajes. Lo que continuaba era demasiado conocido. –Loto Primario, estilo Gai Sensei.
Al contrario de Lee, Gai parecía una estrella fugaz en un spin diferido, pues mientras Lee giraba en su propio eje con la mollera como punto de spin, Gai lo hacía a manera de reloj, con su eje en la cintura en mortal hacia atrás. El aterrizaje fue cruento para ambos por el tipo de técnica. Tanto Gai como su adversario fueron dañados por el Loto, pero a diferencia de Gai, el ennegrecido tipo se levanto apenas doliéndose mientras que Gai apenas y podía arrodillarse.
-Lo lograste, relámpago verde. –Dijo el chico entre jadeos. –Pero no fue suficiente.
Y usando los mismos sellos de manos anteriores usó su catalepsia y dejó en este estado al sensei. Apenas y se podía creer que esto había pasado, todo el equipo Gai fue derrotado por el mismo sujeto. Los diez restantes estaban estoicos en su lugar. Veían como el sujeto comenzó a sacar un pergamino negro que comenzó a firmar, y al instante fue reabastecido de chacra. Él volvió a donde los próximos oponentes y comenzó a hablar.
-Tal vez Gai no pueda escucharlo, pero una promesa es una promesa. Al enfrentar a uno de los sensei les daré una pista. Si adivinan quien soy, ustedes ganarán. La primera pista: Soy un ninja originario de Konoha.
