Disclaimer: D. Gray-Man es propiedad de Katsura Hoshino. Esta historia participa en el Reto relámpago: "10 minutos en el Paraíso" del Foro "Resurgiendo entre las cenizas".

Pareja: Poker Pair - Tyki Mikk/Allen Walker

Temática: Sexo por dinero.


¿Puede comprarse el amor?

No estaba seguro, pero valdría la pena un intento. Solo por hoy, traspasaría los límites de la moral.

Es como si estuviera hechizado por ti.

¿Qué tenía ese chico de especial?

Tal era su fiereza, su temple, su actitud rebelde, la completa entrega a sus seres queridos. Él era todo y a la vez nada.

Una maraña de sentimientos contradictorios, de recuerdos; tristes y felices. Una moneda de dos caras, de las cuales la mayoría solo había visto la buena. Aquél que se empeñaba en ser el mártir y la salvación de todos sin siquiera preocuparse por la suya propia.

Abrázame, no me sueltes.

Ahora tenía ese cuerpo bajo suyo, no era delicado ni mucho menos musculoso, y aunque lo que hoy buscaba poseer era su cuerpo, de lo que quería adueñarse a la larga era de su ser. Que fuera enteramente suyo. Cada suspiro, cada anhelo, cada caricia. Y si el dinero ayudaba a conseguirlo él lo utilizaría tanto como fuese necesario.

Sí, acércate por un momento.

¿Puedes escuchar mi respiración?

Quería memorizar cada parte de él, que incluso solo viéndolo en sus sueños él pudiera sentir que realmente estaba ahí. Sus sonidos eran un bálsamo para su alma, sedienta de él.

Mi sangre corre salvaje y ardiente, en tantas maneras distintas.

Presionó sus labios con los del contrario, suavemente al principio casi con adoración, lo que una persona como él se merecía, pero pronto no fue suficiente. Él necesitaba más.

Así que ven y abrázame. No me sueltes.

Pronto sus labios habían probado cada tramo de piel que pudo alcanzar. Las ropas quedaron olvidadas en algún rincón del lujoso cuarto y sus cuerpos se envolvían en el contrario, la pasión se desbordó y fueron un solo ser por gloriosos minutos.

Su corazón late, veo su mirada.

Oh~ estoy en una situación desesperada.

Cuando la bruma del orgasmo pasó y la realidad le golpeo en la cara, Allen ya estaba sacando de su billetera lo acordado. Con una sonrisa angelical y un «Llámame cuando quieras» salió del cuarto.

Ya en la soledad de su cuarto se permitió reírse de sí mismo. Ese chico sería su perdición.


Esto en verdad fue un reto. Y aunque siento que quedó muy corto y de lemon solo tuvo la L, espero les haya gustado.

Yo quería algo más hard y explicito pero no se dio jajaja. No se puede tener todo en esta vida. Lastimosamente.

La letra en cursiva es parte de la canción Håll om mig de Nanne Grönvall.