HONEY
La música sonaba fuerte, las luces de neón iluminaban en la obscuridad los bellos y jóvenes cuerpos de los bailarines en la pista de pole dance, moviéndose de forma sensual y sugerente en la barra, elevando el libido de sus espectadores hasta el cielo con sus escasas y fetichistas ropas, eran alrededor de diez bailarines, hombres y mujeres hermosos para todos los gustos, alegrando la vista de los clientes que fumaban y bebían despreocupadamente
-Craig-
-...-
-Craig-
-...-
-¡CRAIG TUCKER!-
El pelinegro volteo rápidamente a su derecha al escuchar su nombre completo, encontrándose con el regordete rostro de Clyde Donovan que le miraba divertido con sus ojos avellanas, se veía ya algo ebrio, con la corbata y la camisa desacomodada, con marcas de besos rojos en su cuello y el cabello revuelto
-te he dicho que no me llames por mi nombre aquí- le dijo el pelinegro con su voz grave y nasal, mientras daba otro trago a su vaso de ginebra
- te hable bajito pero no me escuchaste –se defendió Donovan para después agregar con burla- ¡claro! Tu "babe" está bailando, así no le prestas atención ni a tu madre-
-no te escuche por la música-
-la música, si claro...eso explica tu erección-
-¿qué demonios quieres? – pregunto Tucker mientras se removía incomodo en el sillón de cuero negro, ni siquiera él se había dado cuenta de lo que pasaba en sus pantalones
-me iré un rato por ahí, tengo asuntos pendientes que atender-
-¿asuntos?-
Pregunto Craig enarcando una ceja, pero antes de que el castaño pudiera contestar una voluptuosa y hermosa chica rubia llego abrazando a Clyde por espalda y lamiéndole el lóbulo de la oreja, ataviada con un revelador traje de tigresa y labios intensamente rojos
-¿qué pasa mi cielo, me ibas a dejar esperándote?- pregunto la chica al oído del castaño
-claro que no preciosa –contesto Donovan- solo vine a despedirme de mi socio, "Felsd" tengo una tigresa que domar, si el jefe habla dile que estoy indispuesto-
-idiota, es nuestra noche libre –contesto Tucker restándole importancia- el no llamara-
-eso me gusta, nos vemos luego, socio-
Con esa despedida y una sonrisa ancha, Clyde Donovan se alejó de la mesa de Craig junto a la rubia y una botella de Champagne, Craig los siguió un poco con la mirada hasta verlos entrar por una puerta de cristal que conectaba al segundo piso –donde sabia, estaban las habitaciones- después de que los perdió de vista se enfocó de nuevo en la pista, sus ojos ámbar no tardaron de localizar la esbelta figura del chico rubio que veía desde que entro a ese club nocturno, el mismo chico al que iba a ver varias noches a la semana
Honey
Verlo con esas ropas tan pequeñas y ajustadas, moviendo su cuerpo de forma seductora en el tubo sobre la barra solo hacía que la sangre se acumulara en su pene y palpitara notoriamente, sintiendo la necesidad de tocarse, llevo su mano hasta su entrepierna por debajo de la mesa y comenzó a acariciarse por encima del pantalón mientras sus ojos seguían clavados en el bailaran, en su blanca espalda, su redondo trasero y blancas piernas, Craig tuvo que luchar mucho consigo mismo para no sacar su pene del pantalón y masturbarse por completo, no quería venirse en su propia mano, no, el necesitaba aguantar un poco más y poder venirse en el glorioso trasero de su honey, después de unos tortuosos minutos más de música, las luces se apagaron y los bailarines salieron de escena, dando por finalizado su acto, Craig tomo lo último que quedaba de su trago y se levantó dificultosamente mientras esquivaba a las chicas –y chicos- semidesnudos que se encontraba a su paso, adivinaba que ya habían visto el bulto en su entrepierna y como el –sin ser vanidoso- se sabía atractivo, sabía que no faltaría quien quisiera hacerle "el favor", pero el solo tenía a alguien en mente
Honey
Camino hasta la puerta de cristal y paso a través de ella, camino por un pasillo largo y semi obscuro que solo era tenuemente iluminado por luces de neón rojas, había varias puertas a lo largo del pasillo y en muchas de ellas podían oírse gemidos y jadeos, Craig camino lo más a prisa que pudo hasta llegar a un puerta en específico, casi al final del pasillo, toco tres veces y espero unos segundos que le parecieron horas, la puerta se abrió y dejo ver al rubio que minutos antes había estado en la barra
-ngh...Feldspar-
El pelinegro no dijo nada y se limitó a besar ardientemente al rubio frente a él, acariciando su cuerpo y apretando sus glúteos a través del diminuto short que usaba, se besaron unos momentos más hasta que el rubio se separó, completamente sonrojado
-ugh, entremos al cuarto-
Craig asintió y se adentró a la habitación cerrando la puerta tras de sí, la misma habitación donde había estado ya muchas veces, era amplia, iluminada con luces purpuras, una cama al centro, un mueble con varios cajones al frente y junto a la puerta por donde había entrado, ese mueble contenía todo tipo de "juguetes" que podía usar a su antojo, había además dos puertas, una que llevaba a la pista de baile donde el rubio había estado antes, y otra que era una baño con jacuzzi , tanto los juguetes como las burbujas sonaban tentadoras para Tucker, pero en ese momento solo quería estar lo más pronto posible con el rubio, el cual pareció notarlo pues de inmediato se arrodillo frente al azabache y comenzó a desabrocharle el cinturón y después a bajarle el pantalón junto a los boxers, sacando así su erecto pene
-¡gha! Estas bastante "entusiasmado"-
-hoy bailaste de maravilla, se me paro antes de medio acto-
-has estado esperando bastante por mí, déjame recompensarte-
El rubio acerco el miembro hasta su rostro y lo baño con su aliento, haciendo estremecer al más alto, tomo con su mano derecha la base del pene y con la izquierda acaricio el resto de su entrepierna, pasando sus largos dedos por el obscuro y tupido vello púbico, uso la punta de su lengua para lamer el glande, de forma lenta fue introduciendo el pene en su boca mientras chupaba y lamia aleatoriamente, Craig empezó a jadear roncamente, llevo sus manos hasta la cabeza del rubio y enredo sus dedos entre los mechones dorados, moviendo la cabeza y marcando el ritmo en la felación
-aghh...si, si, sigue así Honey-
-mhhg, nhg...Felds...mgh-
Después de varios minutos el azabache detuvo al rubio y le ayudo a levantarse del alfombrado suelo, con una simple mirada Honey supo lo que quería, se desabrocho el short y lo dejo caer dejando expuesta su desnudez, Craig lo tomo en brazos y lo levanto haciendo que el rubio enredara sus piernas alrededor de la cintura del pelinegro, Tucker camino unos pasos hasta la cama y una vez ahí deposito al rubio mientras el terminaba de desnudarse, el bailarín lo miro atento, conocía de memoria ese cuerpo pero cada vez que lo veía parecía la primera vez, Craig tenía un cuerpo atlético y hermoso, tenía cicatrices, algunas cortadas en el abdomen, una herida de bala en la pierna derecha, tenía tatuajes, unas estrellas negras en el antebrazo, un sol en el hombro izquierdo, el infinito en su tobillo, y su favorito, la palabra "honey" tatuada en su muñeca izquierda, el ojiazul se sentía halagado al ver ese tatuaje, sabía que Feldspar se lo había hecho pensando en el
-Felds...ngh, quiero que me lo metas- ronroneo el ojiazul mientras se abría de piernas ante al otro
-tus deseos son órdenes, babe-
El pelinegro se acostó entre las piernas del rubio y comenzó a besarle el cuello mientras rozaba su pene en la entrada del bailarín, el más pequeño lo abrazo fuertemente y comenzó a gemir al sentir la intromisión, al principio fue suave, esperando a que se acostumbrara, después de unos minutos las envestidas fueron aumentando su fuerza y velocidad, el pene salía y entraba por la cavidad anal a una buena velocidad, la fricción era placentera para ambos, muy pronto la habitación se llenó de jadeos y gemidos, acompañados de gritos ocasionales
-¡gha!...¡Feldspar! si, asi...mgh-
-¡ahg! Honey...mi Honey-
Se miraron a los ojos y después se besaron profundamente, metiendo sus lenguas a la cavidad bucal del otro, abrazándose como si quisieran fundirse el uno con el otro, sintiéndose en la gloria tan solo por saber que estaban juntos, ambos, en cuestión de minutos, eyacularon de forma violenta ensuciando las blancas sabanas de la cama, la primera de otras rondas
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-¡vaya Tweek, pero que cara! Parece que el tal Feldspar te dio lo tuyo anoche-
-ngh, no digas nada Bebe-
El rubio entro a la cocina del departamento que compartía con Bárbara Stevens, al ser ambos empleados del club del gran gay Al y compañeros de universidad, vivir juntos les resultaba cómodo, llegando a tener una relación muy fraternal
-¿cómo te fue a ti?- pregunto el rubio sirviéndose una taza de café
-de maravilla, Clyde es de verdad un amante excepcional-
Tweek dejo de servirse en cuanto escucho el nombre "Clyde" salir de los labios de Bebe, la miro con seriedad y la rubia suspiro con resignación
-Tweek...-
-¿Clyde? ¿Es así como se llama? Ngh, te dijo su nombre... ¿le diste el tuyo?-
-Tweek, yo sé que te sonara a locura, pero Clyde y yo no gustamos de verdad-
-¡gha! Pero Bebe, una de las reglas es no ir más allá del sexo con los clientes, nosotros no podemos, ugh enamorarnos-
-Tweek, no me salgas con eso ahora, no tu-
-¿yo no?-
-yo sé que tú y ese tal "Feldspar" tienen más que solo sexo-
-¡ngh, no es cierto!...él es solo mi cliente-
-¿solo un cliente? Ja, por casi un año ha estado visitando el club regularmente y resulta que solo se le antoja follarte a ti, además me he dado cuenta que desde hace meses tu solo bailas y lo recibes a él-
-ugh...es exclusividad –aclaro Tweek- el jefe de Feldspar es un gran amigo del gran gay Al, ngh ellos acordaron que solo atendería a Feldspar-
-¡exclusividad mis polainas! Si ese tipo pidió que solo te acuestes con él es porque le gustas y no solo para coger, quiere contigo y tú con él ¿porque no podemos Clyde y yo gustarnos igual?-
-Bebe, ellos no son clientes cualquiera...Feldspar y Clyde están relacionados con la mafia-
-¿qué?- pregunto la rubia enarcando una ceja
-ni yo he querido involucrarme demasiado...ngh, me gustaría saber cuál es el verdadero nombre de Feldspar, conocerlo más allá de una simple habitación, pero es peligroso, lo sé, en una ocasión casi le digo mi nombre, pero él me callo a tiempo, ugh...me dijo que no hacía falta llamarnos por nuestros nombres, que yo solo seria "honey" para él-
-...-
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Token Black era el nombre de su jefe, aunque más que jefe podía considerarlo un amigo, gracias a el había podido salir de los barrios bajos y ayudar económicamente a sus padres, así como darle estudios decentes a su hermana Trish, los había ayudado pero también se había alejado al comprender que ahora su vida era peligrosa, no quería arriesgar a sus seres queridos, se volvió solitario y centrado a su trabajo de sicario, todo pudo haber ido bien si no hubiese conocido a cierto bailarín que le robo el corazón a primera vista, lo amaba, amaba a su Honey más que nada en el mundo, pero Craig Tucker tenía enemigos, y no quería exponerlo a tal amenaza, fue ahí cuando su jefe y amigo intervino de nuevo, consiguiendo que Honey solo le perteneciera a él, o mejor dicho a Feldspar, ese amante que podía disponer de Honey en cualquier momento, era placentero, sí, pero dentro de él Craig Tucker quería salir un día normal, caminar bajo la luz del sol, verle usar ropa más decente y preguntarle lo que quería saber desde hace ya muchos meses
¿Cuál es tu nombre?.
