Vanidad y obstinación

Por Fer L

DISCLAIMER: no soy dueña de crepúsculo, Stephenie Meyer lo es.

Hola!!!!

Estoy de vuelta con mi segundo fic de twilight!!! Debo decir que este, al tener yo más experiencia, está más premeditado, mejor planeado y claro, con un mejor título. Se me ocurrió llamarlo Vanidad y obstinación, en honor a orgullo y prejuicio; la exageración del orgullo lleva a la vanidad y el prejuicio a la obstinación. Como Darcy era el orgullo y Elizabeth el prejuicio, en mi historia, Edward será la vanidad y Bella la obstinación.

Para las que miraron la "adivinanza" de los personajes… una de todas adivinó totalmente, las demás, sólo acertaron en parte… no les digo más nada y les dejo que lean.

Cita:

"Las mujeres están hechas para ser amadas, no entendidas" Oscar Wilde en Una esfinge sin secreto

Prólogo: De lo menos pensado

Edward's POV:

¿Quién hubiera pensado que las cosas iban a terminar así entre nosotros cuatro?

Éramos como hermanos, desde el jardín de infantes hacía que nos conocíamos. Desde esos tiempos que, sin tener idea de cómo tocar un instrumento, sabíamos que íbamos a tener una banda los cuatro. Pensábamos que nuestro destino ya estaba grabado en piedra. Que nosotros cuatro éramos inseparables.

¿Quién hubiera dicho que una simple chica habría de separar nuestra perfecta sintonía?

Un tiempo antes de eso.

Estábamos ensayando como siempre en el garage de mi casa. Mis papás no se molestaban por todo el ruido que hacíamos, decían que con tal de que no molestemos a los vecinos, estaba todo bien.

Emmett estaba haciendo estupideces con su batería como siempre.

-Eu, te podés callar un segundo, que creo que se me vino algo a la mente –le grité.

-Ay, el señor "yo tengo inspiración" ha hablado, silencio por favor –me contestó con un solemne tono de voz.

Los otros dos se mataban de risa.

Con furia repentina, me fui para adentro de la casa. Por más que se burlaban de mí, yo sí estaba inspirado, y una melodía se me vino a la mente para la letra en la que estaba pensando desde anoche.

Me senté ante mi piano que se encontraba en la sala, dejando que mis dedos fluyeran libres sobre el teclado blanco y negro.

El instrumento que yo tocaba en la banda era la guitarra eléctrica, pero, mi verdadera pasión era el piano. Cada vez que necesitaba conectarme con mi música para componer, recurría a éste cordial instrumento, a solas, sin que nadie me perturbase.

Me gustó cómo quedó la música, así que la anoté en el pentagrama para no olvidármela.

Bella's POV:

-¡¡Alice!! ¿Me repetís qué voy a hacer yo ahí con cuatro chicos que ni conozco? –le rogué que me respondiera.

-Bella, vas a acompañar a tu mejor amiga que no quiere ver sola el ensayo de la banda de su novio.

-¿Jasper te dijo cómo se llamaban sus amigos?

-Sí, estaba el novio de su hermana Rosalie, que creo que era Emmett, un tal Edward y otro más, que no me acuerdo el nombre, -me respondió, buscando un papel del bolso antes de subirse al taxi conmigo.

-¿Qué es ese papel?

-La dirección, ¿cómo esperabas que sepa dónde tenemos que ir?

Le dijo la dirección al taxista.

-¿Qué instrumento toca Jasper? –le pregunté.

-El bajo. Él me contó que hace poco empezaron a tocar sus propias canciones, y que entre todos las componen, lo que les genera discusiones. Hay uno de los del grupo que necesita estar solo para componer, y yo pensé cuando me lo dijo que seguro lo cagaban a palos, pero me contó que se conocen desde hace tanto tiempo que ya están acostumbrados a las rarezas de todos.

Alice me empezó a contar entonces sobre su última cita con Jasper, dando detalles de cada palabra dulce que él le había dicho. Escuchar de su perfecta relación sólo me hacía sentir más sola. Suspiré.

-Bella, ¿me estás escuchando? –me preguntó preocupada por mi bufido.

-Sí, sólo que me acabo de acordar que mañana es lunes y todavía tengo millones de kilos de tarea que hacer –mentí.

La verdad era que sí tenía un montón de tarea, este era mi primer año de polimodal, y sí que se notaba cómo los años pasaban para hacerse cada vez más complicados (n/a: no sé cómo son los sistemas educativos de sus países, en Argentina, los doce años de escuela están divididos en cuatro secciones de tres años cada una: Educación General Básica 1 (1° grado a 3°), E.G.B. 2 (4° grado a 6°), E.G.B. 3 (7° grado a 9°) y Polimodal (1° año a 3°) en tercero se termina la escuela, por lo que a Bella le faltan tres años para graduarse de la escuela, tiene dieciséis años).

Llegamos a una enorme casa blanca, con, en un costado, una gigantesca puerta de un inmenso garage.

Alice tocó el timbre, y vio que Jasper salió de la puerta del garage a abrirnos. Él era alto y delgado, rubio y con los ojos de un profundo azul, la piel quemada. Contrastaba mucho con Alice, que era pequeña, con el pelo negro puntiagudo y con los ojos negros con largas pestañas, y piel blanca, que a diferencia de la mía, no tenía un tono enfermizo.

Jasper nos invitó a pasar, diciendo que la casa era la de su amigo Edward, que estaba ocupado en uno de sus momentos cumbres de la inspiración. Por la forma en que lo dijo, me di cuenta que toda la pompa del tal Edward respecto a la inspiración les daba mucha gracia, pero a mí, me hacía pensar que él debía ser un engreído.

Al entrar al garage, vi todos los instrumentos, cables y parlantes desparramados por el suelo, con cajas repletas de hojas hechas bollos, como intentos fallidos de canciones.

Sentado en la batería, un grandulón de pelo negro y ojos grises hacía malabares con los palillos.

Nos sonrió.

-Hola, soy Emmett, vos debés ser la pequeña Alice, -dijo mirándola.

-Sí, -dijo Jasper, -y esta es Bella, la mejor amiga de Alice.

El otro de los chicos estaba trabajando con su guitarra eléctrica. Era también muy alto y musculoso, con la piel rojiza, pelo negro brillante y ojos de igual color, levantó la cabeza al notar nuestra llegada.

-Alice, Bella, les presento a Jacob, uno de los guitarristas y cantantes, -nos presentó Jasper.

-Y canta como el perro que es, -comentó Emmett, siendo fulminado con la mirada por Jacob.

Jacob soltó la guitarra y se acercó a nosotras a saludarnos, sus ojos se posaron en mí.

-¿No tendríamos que empezar de una buena vez a ensayar? –se quejó Emmett, interrumpiendo el contacto visual, -¿querés que vaya a buscar a Edward? Seguro que está con su pianito…

-Dejá, si vas vos te va a cagar a piñas, mejor que vaya Jake, que es como su hermano, -respondió Jasper tranquilamente. Definitivamente, Edward, ya antes de conocerlo, parecía un imbécil.

Mirando en mi dirección por una última vez, Jacob se dirigió adentro de la casa.

Edward's POV:

Todas las chicas eran iguales, pensé mientras volvía a tocar la canción recién escrita. Ya me había aburrido de estar en algo con Jessica, no hacía una semana, y ella ya había todo lo que tenía para decir, hecho todo lo que tenía para hacer. ¿Es que ninguna chica iba a sorprenderme? ¿No había nada detrás de esa bella máscara que era su exterior?

Decidí que lo "nuestro" ya no daba para más. "Lo nuestro", jaja, eso me daba risa, ¿cómo alguien iba a pensar que entre nosotros dos pasaba algo? Ninguna de las chicas que conocía era lo suficientemente buena para mí. Ellas sólo me veían como una cosa, como pensaban que los hombres las veían a ellas. Qué equivocadas que estaban.

Suspiré ante la idea de no encontrar nunca al factor sorpresa y tener que conformarme con una hueca como Jessica.

En eso, sentí que alguien se aproximaba. Reconocí su forma de caminar, era Jake.

-¿Edward? ¿Terminaste de componer? –lo dijo con sorna, como si se tratara de un asunto sin importancia. Peor no podía enojarme con él, era como si fuéramos de la misma sangre, pensábamos igual, teníamos los mismos gustos, hasta con las mujeres.

-Sí, Jake –respondí.

-Ah, entonces vamos, que Emmett le está pegando con tanta fuerza a los platillos que en cualquier momento los rompe, -nos reímos los dos ante la imagen de Emmett pegando con cinta adhesiva los pedazos de platillos.

-Edward, llegó la novia de Jasper y su amiga, Bella, -dijo Jacob a modo de confidencialidad.

-¿Sí? ¿Cómo están?

-Las dos son muy lindas, sobre todo la amiga, -dijo mirando para un costado… ummm, esto me sabía a flechazo.

-¿Tanto te gustó?

-Sí, parece diferente. Vos que sabés todo de chicas, ¿me querés ayudar con ella?

-Claro, hermano.

Entonces, entramos al garage, y fijé mi vista en nuestras dos invitadas.

¿Les gustó? Espero que sí, cualquier duda, recomendación o idea, por favor, no duden comentar.

Si vos, lector, estás leyendo esto, por favor, hacémelo saber dejándome un review!!

Love you all,

Fer L