High School DxD no me pertenece, pertenece a su respectivo autor. Yo hago esto sin ánimo de lucro, solo para pasar el rato.
Este fic contiene/contendrá violencia, palabrotas, lemon mas o menos fuerte y demás cosas. Leedlo bajo vuestra responsabilidad, que yo ya lo he puesto en categoría M.
Yo hago esto por simple diversión, sin ánimo de lucro.
-comentarios.
-"pensamientos".
-*hablando por teléfono, comunicador, etc.*
-[Ddraig, Albion, etc.]
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Prologo:
EL COMIENZO
Bueno, como empezar esta historia. Creo que empezare por describirme. Mi nombre es David Draconis. Es un nombre irónico, a que sí. El dragón amado por Dios, como si Dios amara a los dragones. A veces pienso que mi amada y difunta madre me troleo. Pero bueno, sigamos. Tengo veintiún años, mi cabello es castaño oscuro y de largo medio, ni corto ni largo, medio. Tengo los ojos marrones verdosos con pupilas rasgadas, como las de un dragón. Esto sería un problema si gente que no conozca el mundo sobrenatural me viera, pero para algo está la magia. Mido un metro ochenta y dos.
Soy de constitución normal, aunque estoy fuerte, eso se debe a que he estado entrenando y peleando desde que era muy pequeño. En fin, sigamos. No estoy cuadrado como los tíos de un gimnasio, y en parte lo agradezco. Eso de tener un brazo más grande que mi cabeza y que se me noten las venas no me agrada para nada. Originalmente soy español, por parte de madre. Por cosas del destino ahora vivo en una ciudad japonesa llamada Kuoh. La verdad es que prefieren mi madre patria. Las casas son mejores, no hay tanta gente… dependiendo de la ciudad. Pero la tecnología humana es más avanzada en este país, to hay que decirlo.
Vivo en una casa con mi hermano pequeño. Su nombre es Issei Hyodo, el actual [Sekiryuutei]. Ya sé, ya sé, no somos hermanos ni por asomo. Puede que no seamos hermanos de sangre, pero lo somos. Además, ambos somos dragones. En fin, me estoy yendo. Mi hermano Issei tiene dieciséis años. Originalmente era humano, pero por ciertos casos que contare más tarde se convirtió en dragón, y no en uno normal, pa su suerte.
El cómo es posible que yo y mi hermano nos conociéramos y acabáramos en Kuoh, Japón, en una ciudad vigilada por las hermanas menores de Sirzechs Gremory, o el [Maou] Lucifer, y Serafall Leviathan, o la [Maou] Leviathan, es algo curioso. Creo que empezare por mí, ya que soy el mayor, jejejeje.
Mi madre era, en principio, una [Seiken]. Era portadora de [Excalibur Blessing]. Ese fragmento permite controlar, por así decirlo, demás fragmentos y espadas sagradas. Sigamos. Mi madre, al ser una [Seiken] se supone que debía odiar a caídos, demonios, dragones y todas aquellas criaturas que fueran en contra de lo que piensan los cristianos. He de admitir que le tengo un gran respeto a mi madre por su forma de pensar. Ella no opinaba como esos viejos del [Vaticano]. Ella era más abierta de mente. Sabía que no todos los demonios eran unos grandísimos hijos de puta, igual que habían ángeles que eran asesinos. Hay un poco de todo en todos lados. Creo que fue por eso que acabo enamorándose de mi padre. Mi padre era un dragón, y no uno cualquiera. Se llamaba Draco, un dragón de primerísimo nivel. No llegaba al de los [Reyes Dragones] por poco. La verdad es que es algo muy curioso que mi padre acabara con mi madre por varios motivos.
Primero, pocos son los dragones que se enamoran. Ellos se aparean y ale, y si tienen crías mejor que mejor. MI padre, por suerte para mí, acabo enamorándose de mi madre y creándome a mí. Así que podéis flipar. Soy hijo de una [Seiken] y un dragón de primer nivel. Soy algo extraño y peligroso por las posibilidades existentes.
Segundo, los dragones normalmente no se aparean con humanas. Este es el segundo y extraño motivo. Es cierto que los dragones suelen aparearse con otras hembras de distintas especies, pero nunca se han apareado con humanos. Son considerados la raza más débil, por obvios motivos, y los dragones buscan parejas poderosas.
Desgraciadamente nunca supe toda la historia. Os puedo hacer un pequeño resumen. Mi padre estaba con su forma humana dando una vuelta por Roma. Mi madre también se encontraba disfrutando de su día libre. Coincidencia, casualidad o destino, no sabría decir cuál fue la que hizo que esos dos se conocieran. La verdad es que no empezaron muy bien. Mi madre era de carácter fuerte y no se intimidaba ante mi padre. Creo que eso fue lo que le llamo la atención.
Su relación no empezó de la noche a la mañana. Pasaron días, semanas, meses antes de que empezaran una relación a escondidas. A los del [Vaticano] no les hubiera gustado nada de nada que una [Seiken] estuviera con un dragón. Pero, desgraciadamente, no todo es felicidad. Mis padres llegaron muy lejos, me dieron la vida. No sé cómo llegó la noticia hasta los altos mandos del Vaticano, pero eso provocó una gran sacudida en el seno de la Iglesia Cristiana. Una [Seiken] iba a tener un hijo con un dragón.
No tardaron ni dos segundos en mandar a que les mataran a ambos. Por suerte, consiguieron escapar. Pasaron meses escapando, y no solo de la Iglesia. La noticia había corrido como la pólvora. Ángeles, caídos, demonios, exorcistas, todos iban detrás de mí y mis padres. Entonces llego el momento para que yo viera por primera vez el mundo. Para mi desgracia, no fue algo bonito.
XXXXX
Era septiembre. A pesar de estar ya en otoño el calor del verano era aún muy notable, incluso por la noche. Una mujer castaña, de ojos castaños, se encontraba dando a luz en algún bosque de la Península Ibérica. Pero no se encontraba sola. Junto a ella había un hombre, de unos veinticinco años, castaño de ojos verdes con las pupilas rasgadas, aunque debido a que era de noche no se le podía ver. El hombre llevaba en brazos a la mujer, de unos treinta años, hasta que pudieron encontrar una casa rural.
-¡Ayuda! – gritaba el hombre mientras corría.
Las luces de la casa rural se encendieron y por la puerta apareció una mujer mayor. Tenía el pelo canoso y corto. Junto a ella apareció una mujer más joven, de pelo rubio.
-¡Por favor, ayúdenme! – grito el hombre mientras la mujer no podía aguantar sus gritos.
-¡Por Dios! ¡Pasad rápido! – Grito la anciana - ¡María llama a tu hermana!
-¡Si mama!
La mujer madura entro corriendo en la casa. Entonces se pudo oír como esta llamaba a su hermana y ambas empezaban a hacer ruido. La anciana acompaño con rapidez al hombre hasta el interior. Los tres entraron a la casa y la anciana los guio hasta su habitación. Con todo el cuidado que podía, el hombre dejo a la mujer en la cama. Esta no paraba de gritar de dolor.
-¡Mierda! ¡Está cerca! ¡María! ¡Encarna! ¡Necesitare ayuda!
Junto a la rubia apareció otra rubia, aunque su cabello era más oscuro. El hombre se puso al lado de su mujer mientras cogía su mano.
-D-Draco. – intentaba hablar la mujer.
-Shhh. Tranquila. No dejare que ese maldito os haga nada.
-N-No vayas.
El hombre no dijo nada. Simplemente se levantó y le dio un beso para después irse. Al salir de la habitación vio a dos hombres. Ambos eran castaños y de edad media. Junto a ellos había cinco niños.
-Por favor, cuidad de ella. – pidió Draco sin mirarlos a los ojos.
Ambos hombres asintieron serios. Dicho esto Draco salió corriendo de la casa, de vuelta al bosque.
XXXXX
Corrió y corrió hasta estar lo suficientemente alejado de cualquier humano. Una vez dejo de correr su cuerpo se cubrió de llamas. Cuando estas se apagaron se pudo ver que el anterior hombre ahora era un enorme dragón de color marrón claro.
-No dejare que los toques, Kokabiel. Te matare aquí y ahora. – rugió furioso el dragón.
De entre las sombras apareció un ángel caído. Un [Cadre] de [Grígori]. Lo malo es que no estaba solo. Junto a él había decenas de ángeles caídos.
-¡Jajaja! ¡No me hagas reír! ¡Puede que seas un dragón de primer nivel, pero no podrás contra todos, y menos contra esto!
Kokabiel saco una espada. Draco pudo sentir un poder enorme saliendo de esa espada.
-No es posible… [Gram]. – el dragón estaba asombrado.
-Jajajaja. Exacto. La espada mata dragones [Gram]. La más poderosa de las demoniacas. Con esto te matare. ¡A ti y a tu mujer! ¡Y a tu hijo me dedicare a hacerle sufrir! O quizás lo haga mi perro. Quien sabe, hay muchas posibilidades.
-¡Y una mierda!
El dragón aspiro aire y expulso fuego por su boca. Ese fuego era tan ardiente como el magma. Kokabiel consiguió esquivarlo, pero la mayoría de los caídos murieron carbonizados.
-No está mal. Típico de un dragón. Pero debes saber que estáis en decadencia, Draco. ¡Dentro de poco dejareis de existir!
-¡Jajajaja! ¡Eso no te lo crees ni tú! ¡Yo lo sé! ¡Un gran futuro nos aguarda! ¡Y tú no podrás verlo! ¡Si no te mato yo… lo hará mi hijo!
El dragón se lanzó con una velocidad irreal para su tamaño, contra el líder de los caídos. Este solo pudo bloquear el ataque con [Gram], pero aun así salió disparado contra el suelo.
PAM
Draco pudo notar un gran dolor. La espada le había hecho un enorme y profundo corte en su pata. Antes de que Kokabiel se levantara otra vez, Draco procedió a eliminar al resto de caídos. Con otra poderosa y ardiente llamarada los carbonizo, quedando solo él y Kokabiel.
-¡Ahhh! – fue el grito de la mujer de Draco.
-Lucia. – susurro preocupado el dragón.
XXXXX
Mientras, en la casa, la mujer se encontraba en las últimas del parto.
-¡Ahhh!
-¡Empuja! ¡Ya quedo poco! – animaba la anciana, que se encontraba entre las piernas, ayudando al futuro recién nacido a salir sin mayores problemas.
-¡Ahhh! – ese fue su último grito, uno desgarrador, que fue seguido por un llanto.
XXXXX
-¡Buah! ¡Buah!
Draco se quedó inmóvil mientras dirigía su vista a donde se encontraba la casa. Había podido oír el llanto de su hijo recién nacido. Una enorme felicidad nació dentro de él. Estaba tan contento que se olvidó un momento de Kokabiel.
-Ya ha nacido, ¿eh? Fantástico.
La sonrisa del caído era enferma. Empezó a volar hacia donde se oía el llanto. Draco reacciono y salió volando detrás de Kokabiel.
FIUM
Por suerte no tardo nada en ponerse delante de él.
-¡No pienso permitirlo!
-¡Ven aquí dragón! ¡Te voy a cortar en pedazos! ¡Te demostraré que los ángeles caídos somos la especie suprema!
Ambos se lanzaron el uno contra el otro.
XXXXX
Él bebe se había calmado na más estar entre los brazos de su madre. A lo lejos podían oírse explosiones, que causaron el miedo en los humanos.
BOOOM-BOOOM-BOOOM
-¿Qué demonios está pasando? – pregunto uno de los hombres.
Sin que nadie la viera, Lucia uso un círculo mágico de color morado.
-Por favor Tannin, ven pronto. – susurro la mujer mientras abrazaba protectoramente a su hijo.
XXXXX
En donde antes estaban luchando Kokabiel y Draco, ahora solo se podía ver al dragón medio muerto con profundos y enormes cortes en todo su cuerpo. El caído tenía también cortes profundos en su cuerpo, pero aun sostenía a [Gram], que estaba cubierta de sangre.
-Ah… ah… te lo dije… no podrías… contra la espada… que mato a Fafnir… tu no podrías contra ella.
El dragón intentaba levantarse, pero le era demasiado difícil. El caído, sonriente, empezó a caminar hacia la casa rural. En un intento desesperado, Draco volvió a exhalar fuego, pero fue cortado por la espada demoniaca y entonces… Kokabiel le corto el cuello, haciendo que la sangre saliera por ese corte, provocando su muerte.
XXXXX
No muy lejos de la casa, un círculo mágico morado aparecía, y de él apareció el [Rey Dragón] Tannin. Este cambio su forma a una humana. Era un hombre alto y fuerte, aparentaba unos treinta años, de cabello y ojos morados con una perilla. Pudo notar que su amigo había muerto ya que podía sentir el aura de [Gram] y Kokabiel. Con tristeza avanzo veloz hacia la casa.
Dentro de ella, Lucia lloraba al notar la muerte del dragón. Levanto la cabeza cuando pudo ver delante suyo al hombre morado. Los hombres humanos lo miraban con miedo, al igual que las mujeres y niños.
-Tannin. – susurro Lucia.
-Lo siento. – dijo el dragón cerrando los ojos.
La mujer se limpió las lágrimas y le extendió al niño al dragón.
-Protégelo, por favor.
-¿Qué harás tú? – pregunto mientras cogía al bebe.
-Lo protegeré… le daré una oportunidad para vivir. – dijo mientras besaba a su hijo en la cabeza.
-Pero acabas de dar a luz.
-No hay problema con eso.
La mujer cogió un pendiente de su oreja izquierda. Una luz blanca brillo y una preciosa espada apareció. Era una espada de estilo occidental. El mango era plateado y azulado mientras la hoja era blanca. La mujer empezó a brillar en una luz blanca.
Entonces, ante el asombro de los dueños de la casa, Lucia se levantó de la cama y se irguió en toda su altura.
Los humanos estaban en shock ante lo que estaban viendo.
-Sabes que si lo haces no sobrevivirás. – le advirtió mirándola con seriedad
-Lo sé. Pero le dejare un buen recuerdo a Kokabiel.
Ambos salieron de la casa, con él bebe en brazos de Tannin. Debajo del dragón volvió a aparecer el círculo mágico de tele transporte. No se atrevía a usar la grieta para volver… no con ese bebé entre sus brazos. Antes de que desapareciera le dedico unas últimas palabras a Lucia.
-Me alegra haberte conocido, Lucia. Espero que te vuelvas a encontrar con Draco.
-Gracias Tannin. Cuida de mi pequeño. – sonrió mientras miraba por última vez a su hijo.
-No tienes que pedirlo. Es un dragón, parte de los míos.
El circulo brillo y Tannin desapareció con él bebe. La mujer se limpió las lágrimas y avanzo hacia donde notaba el aura de Kokabiel.
XXXXX
Después de caminar durante unos largos minutos, ambos se encontraron.
-¿Dónde está esa bazofia que llamas hijo? – pregunto el caído mientras blandía a [Gram].
-Donde un estúpido cuervo súper desarrollado no lo encontrara en su vida.
-¡Tsk!
FIUM
Con rapidez el caído se lanzó hacia la mujer. A pesar de usar el poder de [Blessing] para poder mantenerse, no se retiró y se lanzó contra el caído.
CLANK
El choque de espadas produjo una fuerte onda expansiva. Desgraciadamente, [Blessing] era menos fuerte que [Gram], por lo que Lucia salió disparada contra los árboles.
CRASH-CRASH-CRASH
-¡Buaj! – La mujer escupió gran cantidad de sangre, pero consiguió levantarse – Con esto no me mataras, Kokabiel.
-Oh, tranquila. Quiero hacerte sufrir… matarte ira luego.
La mujer se levantó y volvió a lanzarse contra el caído. La pelea se extendió durante diez minutos. La mujer tenía cortes graves, estaba de rodillas y se sujetaba del mango de su espada.
-¡Fuajajajajajajaja! ¡¿Eso es todo?! ¡Menuda mierda! ¡Que poco ha durado la diversión!
Lo que Kokabiel no se espero fue que de debajo suyo apareciera una onda de corte sacra. Se consiguió apartar, pero se llevó un buen corte desde su hombro hasta su cara, pasando por su nariz.
-¡Argh! ¡Maldita puta!
-Jejejeje. Eso no te lo esperabas, imbécil.
Había usado lo poco de fuerza que le quedaba para mandar el poder sacro al suelo y desde ahí atacar a Kokabiel. Su cuerpo no pudo más y cayó al suelo.
-Ahhh… ahhh… ya no… doy a… mas… - decía entre respiración y respiración. Creó un pequeño círculo mágico de tele transporte, enviando la espada a su lugar de origen… el [Vaticano] – Como me hubiera… gustado vivir solo… un poco más…
-¡Tu, maldita puta! ¡Muérete de una vez!
El caído había creado una enorme lanza de luz, la cual la lanzo contra la mujer.
-Cuídate, hijo mío.
KABOOOM
La explosión fue enorme. Lo único que quedo fue un gigantesco cráter.
-Tsk. Vaya mierda. No lo conseguí. Bueno, ya lo encontrare algún día. – Dijo desinteresado el caído mientras empezaba a volar – Tengo que curarme estas heridas. – la herida de su cara sangraba mucho, al igual que las provocadas por [Blessing].
XXXXX
En el territorio de Tannin, el dragón había vuelto a su verdadera forma. Sostenía al bebe con una de sus garras. Entonces tuvo un leve escalofrió. Supo que significaba eso. Cerró los ojos con pesar, al saber que ambos habían muerto. Luego abrió los ojos y miro al bebe, que dormía como si nada hubiera ocurrido. De pronto hubo un leve brillo y junto a ambos apareció una espada, [Blessing].
-Ahhh… algún día… algún día Kokabiel pagará por lo que ha hecho. ¿Pero serás tú quien se lo haga pagar? – murmuró mientras avanzaba hacia su lugar de reposo.
Pues nah, decidí dejarlo todo como estaba. Anda que no estoy jodiendo con este fic, jejejeje. Bueno, lo resumiré todo de golpe y lo dejaré tal y como estaba en su original, salvo algunos arreglos y pequeños cambios. Eso significa que [Blessing] volverá a las manos de David.
