Cuando conocí Lol , aparte de las recomendaciones de jugarlo, me vi interesado en personajes con temáticas de la muerte. Encontrando 2 referentes(Nasus y Karthus), siendo este ultimo el cual me intereso. Tras jugar variadas partidas, tambien me vi interesado en sus lores, tanto el antiguo como el nuevo que habia en ese momento(septiembre del 2014) y como este tenía una rivalidad aun no explicada con Soraka; de la cual mucha gente sustentaba que era por la R de ambos o por ser opositores.
Sin embargo, lo que mas me era como llamativo, era el hecho de que era una rivalidad mas bien de ideales de vida opuesto, pero nunca llegaron a ser violentos como noxianos y demasianos. De hecho estos tipos de conflictos, me llevaron tambien a interesarme en otra ship, en la cual también se generaba un alto contraste de vida; siendo Viktor y Orianna.
En fin, por ello y por la poca cantidad de fics que he visto de Soraka y Karthus, me di el trabajo de hacer una breve historia entre los dos.
Por supuesto, ambos personajes son de Riot Games.
Una colonia zaunita se había instalado en las cercanías de una su región costera con un fino metal, tan preciado pero peligroso a la vez dado su extracción. Esto último se veía intensificado dado las nulas técnicas para su extracción por parte de los esclavos , trabajadores de bajos ingresos y prisioneros zaunitas, como también la tacañearía por parte de sus capataces piltovianos en negarse a mejorar al menos la condiciones de descanso o comida.
Era obvio que solo la caída de algo, podría conlleva a la tragedia que después ocurrió y de la que nadie se hizo cargo; ya sea por no reconocer culpas o no invertir en ayudas a personas prontas a morir. Fueron los sobrevivientes de esta catástrofe quienes se organizaron para pedir ayuda a personas externas de Zaun o Piltover, consiguiendo a veces la ayuda y otras veces, el rechazo o la estafa.
Sin embargo, hubo unos pocos que recurrieron a rezos y cánticos antiguos de otras culturas para probar suerte en su afán por conseguir ayuda en cuanto a curar personas. Y si que tuvieron suerte, dado que 2 entidades respondieron positivamente a la llamada.
La primera entidad, era un aspecto del monte Targon. Una curandera milagrosa con acceso a los mas finos artes curativos tanto física como psicológicamente. Se decía que antes velaba y hacia milagros desde los cielos, pero como últimamente el mundo había sufrido duros cambios en Valoran, se había visto obligada descender e intervenir según lo dictara su juicio. Su nombre era Soraka.
La otra entidad, distaba bastante de la primera. Habiendo nacido como mortal en la más recóndita pobreza del imperio noxiano; se las había ingeniado no solo para sobrevivir sino también para encontrar verse dichoso a través de un evento cruento que sucedía de forma lamentable casi periódicamente en esa podredumbre.
La muerte en cada una de sus apariciones, le llamaba la atención y tras varios trabajos como sacerdote funerario de los Kindred, le había hecho pensar seriamente en que verdades casi místicas se ocultaban entre el paso de la vida a la muerte. Aquello tras años de ver cuerpos mortales expirar y no obtener su respuesta deseada, le llevo a querer conocerle por sus propios ojos a través de la isla de las sombras. Ahí encontraría parte de su respuesta, encarnándose en un nuevo ser inmortal, el cual repartiría las buenas venturanzas de la no muerte. Su nombre era Karthus.
Soraka sabía que el recurso mas valioso aparte de sus milagros curativos, era llegar en un tiempo menor hacia la ubicación. Cada segundo podría valer el dolor de miles como también significar las muertes de otros cientos, al no tener nadie a quien acudir en busca de paliativos o curas. Y ni pensar en como afectaría a las constituciones de familias, que a pesar de las condiciones miserables, al menos se tenían a si mismo. Desapareciendo uno de ellos, no solamente era el dolor de la perdida, sino que también la forma de conllevar un duro legado.
Como si hubiese sido el destino o la suerte que lo apremiase con la coincidencia de ser en la misma fecha de Harrowing con la de la catástrofe, Karthus estaba emocionado. No solamente por el hecho de salir a predicar fuera de la isla, sino que también sería una buena forma de conseguir a nuevos parroquianos o seguidores a su culto de la no muerte. El dolor de aquellos mortales en la tragedia, tan solo podría ser curado a través del conocimiento, y bueno, dejando atrás sus cascaras mortales.
