Fotos
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Qué hacia la prensa fuera de mi casa. Ese fue su primer pensamiento.
Primero se levantó molesta porque había tenido que trabajar dos días seguido sin poder dormir y lo que necesitaba era descansar, pero cuando abrió la puerta de su casa para reclamar se encontró a una multitud de fotógrafos tomando fotos de ella recién levantada y por acto reflejo cerró la puerta.
Estaba echa un desastre para ser fotografiada en ese momento, pero cuando pudo procesar lo que había visto ese fue el menor de sus problemas.
― Un momento. ¿Qué narices hace la prensa fuera de mi casa? ―se preguntó a ella misma―
Corrió directa a la televisión―no sin antes tropezar con el sofá―, para encenderla y ver si en las 8 horas de sueño que llevaba algo había pasado, pero no encontró absolutamente nada.
Pueden llamarle tontería, pero pensó, ¿y en el canal de cotilleos? Era algo estúpido siquiera, ver ese canal donde salía la vida de los demás, quien estaba con quien, quien rompía con quien, era una soberana tontería, pero fue donde encontró la respuesta.
En ese mismo momento estaban saliendo unas fotos de ella con la persona que se tropezó ayer por la noche―cabe añadir que era un verdadero idiota―, pero lo que no se esperaba era que esa persona fuera, ―según iba escuchando menos lo creía― ni más ni menos que…
― ¿Nuestro más cotizado modelo abra encontrado el amor en esta guapa doctora? ¿Cuánto tiempo llevaran saliendo? ¿Tendrán pensado casarse? Sabremos las respuestas cuando nuestro querido Edward Cullen nos cuente sobre su relación y esperemos que sea pronto.
― ¿Ese engreído es modelo? Y… ¿¡amor!? Como narices será amor si ni siquiera le conozco. Un momento… ¡Saben qué soy doctora! ―el nerviosismo de Bella iba en aumento, no todos los días salías en la tele y mucho menos en el canal de cotilleos―. Necesito llamar a Alice.
Subió a su habitación a por su móvil y cuando lo tuvo en su mano pulso marcación rápida y en segundos ya estaba hablando con su amiga.
― Alice estoy en problemas. ―fue lo primero que le dijo―
― Por supuesto que estás en problemas. ¡Cómo se te ocurre ocultarme que sales con Edward Cullen! Creí que éramos amigas.
― No salgo con él Alice, ni siquiera le conozco. ―respondió molesta―
― Esas fotos no dicen lo mismo.
― Es todo un montaje, quiero decir que sí son de verdad, pero no por lo que piensas ―se adelantó antes de que su amiga sacara conclusiones precipitadas―. Te contare como pasaron las cosas.
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[Flash back]
Había sido un día bastante agotador y lo único que quería era llega a casa y dormir hasta que su busca volviera a sonar y la llevara de nuevo al hospital.
Mientras se dirigía a su coche algo ausente, no se dio cuenta de que una persona iba en su dirección y sin poder evitarlo se chocara con él. Sabiendo cómo era ella, esperaba que el golpe no fuera tan doloroso y que solo le saliera un moretón, pero cuál fue su sorpresa que la persona con la que choco la había agarrado de la cintura atrayéndola a ella, haciendo que la gorra y las gafas que él llevaba cayeran.
Cuando Bella alzo la vista se encontró con unos ojos verdes bastante atrayentes y muy hermosos, creyó que era el destino, pero todo se derrumbó cuando abrió su boca ―cabe decir que tenía unos labios verdaderamente apetecibles―, y dijo eso.
― Podrías tener más cuidado, ¿eres torpe o querías chocar conmigo apropósito? ―la magia acabo con eso―
― Para empezar los dos chocamos, la culpa no es solo mía, segundo, baja los humos y no te lo tengas tan creído y tercero, suelta mi cintura o te golpeo con el bolso.―aunque en realidad no quería que la soltara, pero era mejor decirlo―Podrías ser algo amable, no cuesta.
― Sabes quién soy, ¿verdad? ―dijo mientras sonreía de medio lado―
― No y tampoco me interesa.
― No debes mentir, es malo. Solo di que te mueres por mí y me iré. ―definitivamente era un creído egocéntrico―
― Ni miento, ni me muero por ti y no lo diría ni aunque me estuvieran torturando. Ahora si me disculpas me voy a mi casa antes de que me detengan por romperle la nariz a un tipo fastidioso.
― Vaya, sabes mentir bien. Pero seguro que en tu casa fantasearas conmigo y pensar eso me alegra. Buenas noches…― esperaba que le dijera su nombre, pero no lo único que recibió fue un portazo en su cara―
― Hasta nunca.
Dicho esto Bella arranco su coche rumbo a su casa.
[End flash back]
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― Eso fue lo único que sucedió. ―acabo su pequeño relato―
― Pues sí que saben inventarse historias los paparazzi.
― Ni siquiera sabía quién era hasta que lo han dicho por la televisión. Y ahora por su culpa tengo a la prensa fuera de mi casa. ―dijo esto mirando por la ventana―
― Oh, dios mío. ―dijo cada palabra despacio― tienes que maquillarte, peinarte y ponerte un conjunto realmente sexy para salir a la calle.
― No voy hacer eso. Soy médico Alice y tengo que ir al trabajo.
― Vamos Bella, eres el medico más joven de tu promoción y aun te queda vida por vivir, disfrútala.
Cuando Bella iba a recriminar su busca sonó, era hora de regresar.
― Tengo que irme. Hora de regresar a mi vida.
― ¡Eso no es vida! ―fue lo último que escucho antes de colgar―
Sin prestar atención a lo último que le dijo su amiga, se alisto lo mejor que pudo cogió su bolso y se dispuso a pasar por toda esa multitud de periodistas y fotógrafos para llegar a su destino.
― Permiso. Déjenme pasar, por favor. ―decía mientras intentaban apartarlos―
― ¿Cuál es su relación con Edward Cullen?
― ¿Cuánto llevan saliendo? ¿Tienen planes de boda?
Esas y muchas más eran las preguntas que le hacían sin dejarla pasar. Cuando al final logro salir de aquel tumulto de gente se encontró delante de sus narices una limosina.
― Señorita Swan la llevare hoy a su trabajo. Suba, por favor. ―le dijo un hombre mientras le abría la puerta―
― Tengo mi coche aquí mismo y yo no pedí una limosina. ―dijo algo desconfiada―
― El señorito Edward me pidió que viniera a recogerla. Suba.
Ella no tenía planeado subir a la limosina, pero la gente la empujaba y al final acabo donde estaba, dentro y rumbo al hospital.
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Ya en el hospital, se puso su bata blanca y al fin pudo respirar tranquila, un sitio donde podía ser ella misma y tal vez desquitar su humor con los internos, al fin y al cabo eso hacían los médicos, meter miedo a los internos.
― Cuál es la urgencia. ―pregunto a una enfermera mientras se hacia la coleta―
― ¿Sales con el modelo Edward Cullen? ― pregunto una enfermera que apareció de vete a saber dónde―
― Cómo pudiste pescar a un hombre como él y tenértelo tan guardado, eh Bellita.
― Doctor Jackson, no es de su incumbencia mi vida privada. ―le respondió con una sonrisa para nada sincera.―
― Yo que pensé que me querías a mí. Eso me ha dolido. ―dijo haciéndose el ofendido―
― Déjese de tonterías. Me mando un busca, dígame cual es la urgencia.
― Ninguna, solo quería saber más sobre el nuevo cotilleo del momento. ― le respondió mientras se encogía de hombros― También decirte que las enfermeras te odian más, más de lo que de por sí ya te odiaban.
― Genial, me mataran. ¿Qué he hecho para merecer esto? ―dijo mirando al techo, pero no iba a encontrar su respuesta―
― Salir con el modelo del momento en vez de conmigo, aunque aún puedes dejarle y venir a mis brazos. ―le dijo mientras los abría―
―Iré a ver a mis pacientes.
Bella paso de largo haciendo caso omiso a sus comentarios, no era la primera vez que le decía algo por el estilo y dudaba que fuera la última.
En el transcurso del día todas las enfermeras la miraban con odio, como diciendo en su mirada, nos has robado al doctor Jackson y ahora también a nuestro modelo. Te odiamos. No les había dicho que todo era una farsa porque sinceramente no le importaba lo que las enfermeras pensaran de ella, pero se estaba cansando, incluso pensó en decirlo por megafonía, pero no quería acercarse a esa enfermera, daba bastante miedo.
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Su turno se había acabado justo a tiempo para irse a casa, descansar, pensar en lo que había sucedido y cruzar los dedos para que todo sea una gran pesadilla.
Pero parece ser que el destino no se lo quería poner fácil ya que nada más salir en vez de encontrarse con esa gran limosina se encontró con el problema de todo lo que le estaba pasando.
― Edward Cullen. ―dijo entre dientes―
― Parece ser que al final si me conocías. ―le dijo sonriendo con suficiencia―
Esto no hacía más que empezar.
asdfasdf
Tendría que estar escribiendo las otras historias, pero se me ocurrio esto viendo una serie y cuando me da por escribir no puedo parar.
Espero que os haya gustado y me digáis que os ha parecido.
Nos vemoss ^^
