Disclaimer: Los personajes aquí representados son obra de J.K. Rowling

El relato que leeréis a continuación forma parte de la línea iniciada en La Llamada del Elegido.

Este fic participa en el minireto de octubre para La Copa de las Casas del foro Provocare Ravenclaw.

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Un Boggart no tiene forma, al menos no una conocida. Nadie ha sido capaz de verla antes de que se convierta en tu mayor temor.

Indudablemente se piensa que es porque el Boggart es la esencia misma del miedo. Nada más lejos de la verdad, pues una persona si ha visto su verdadera forma.

Alastor Moody ha visto la verdadera forma de esos seres demoniacos. Su ojo azul eléctrico pudo ver a través de la ilusión pavorosa. Lo que vio en aquel ser ese día le cambió. No volvió a necesitar el ojo mágico para verlo. El Boggart no cambiaba en su presencia. Lo temía a él. Al miedo mismo, la misma esencia de todos los miedos.

¿Qué vio para alterar tanto al aguerrido auror?

Nadie lo sabe. Alastor jamás lo dijo. Pero en sus sueños sigue vagando, renqueando por su mente como alma atormentada. Su meticulosa seguridad no es más que una defensa contra esa visión.

Ojos negros, ojos grises, ojos blancos y rojos. Miles de ojos mirándole desde una turba de tentáculos malsanos. Cientos de diminutos tentáculos que se retuercen incesantemente mientras miran y acechan a su víctima. Alimentándose del miedo que ocasionan. Niebla perpetua que oculta su interior, no es más que espejismos de ilusión que envuelven un temor más antiguo que el propio mundo. El temor a lo desconocido. Todos los miedos y ninguno. Todos los males y ninguno. Lo que esconde un Boggart solo Alastor lo sabe.

La niebla se disipó un día y un cuerpo gelatinoso vio la luz. Un ser baboso, donde no había un ojo había un tentáculo. Una visión perturbadora pues era un residuo de algo primigenio que el hombre aprendió a temer mucho antes de que llegase a evolucionar.

Alastor Moody temía lo que no se puede saber, lo que no se puede ver, lo que no se puede escuchar, tocar o medir. Temía lo que jamás podría comprender. El Boggart era puro desconocimiento.